150 videojuegos a los que tienes que jugar al menos una vez en la vida
121. The Legend of Zelda: The Wind Waker
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The Legend of Zelda: The Wind Waker
Fecha de creación: 2002
Desarrollador: Nintendo
Distribuidor: Nintendo
Género: Aventuras animadas
Plataforma: GameCube
Tras el lanzamiento por parte de Sega de la videoconsola Dreamcast y tras la confirmación de Sony del lanzamiento de PlayStation 2, Nintendo se vio forzado a revelar al mundo en la feria Nintendo Space World del año 2000 los ases que tenía escondidos en la manga. Allí presentó su nueva videoconsola GameCube junto con un vídeo promocional en el que se podían observar pequeños fragmentos de los nuevos juegos que la consola traería consigo: pokemons bailando, Samus huyendo por un pasillo, Alas-X surcando el espacio o Luigi adentrándose en una tétrica mansión eran algunas de las imágenes de un vídeo que dio la vuelta al mundo y en el que, por encima del resto, destacó una secuencia en particular: un combate entre Link y Ganon en el que ambos mostraban un aspecto y una fluidez de movimientos nunca imaginados hasta entonces.
La imagen de este nuevo Zelda, con un aspecto más real que nunca, provocó que su creación se convirtiera en la noticia del momento y en uno de los lanzamientos más esperados. Pero entonces, el siempre sorprendente Miyamoto, huyendo de los estereotipos y de los encasillamientos en que se encuentran sumergidos la mayoría de los desarrolladores, dio un giro de 180 grados al proyecto inicial. Se eliminó el aspecto real de los personajes y se utilizaron unos gráficos simples, creados mediante la técnica del Cell Shading, que resultan más propios de una película de animación manga del maestro Hayao Miyazaki que de un videojuego. Este cambio fue duramente criticado por un amplio sector de los usuarios, pero lo cierto es que en la práctica los personajes poseen un estilo artístico impecable y unas animaciones faciales de enorme expresividad que logran transmitir una formidable variedad de sentimientos. El acabado gráfico no fue el único aspecto que se criticó tras el lanzamiento de The Wind Waker, también fueron muchos los que reprocharon la falta de voces digitalizadas, considerando una burla que un videojuego de última generación tuviera tan notable carencia…, aunque obviando que ningún otro capítulo de la saga había tenido voces y que en realidad Link nunca ha hablado.
Lo cierto es que ambas críticas van, en cierta forma, dadas de la mano y la decisión de su implantación se puede responder de manera conjunta: la falta de diálogos se suple con la increíble expresividad conseguida por medio de las extraordinarias animaciones del juego. Por lo demás, el resto de los apartados técnicos brillaron a la altura que corresponde a un juego protagonizado por Link; la música, que en ocasiones roza lo sublime, corrió a cargo de Koji Kondo, Kenta Nagata, Hajime Wakai y Toru Minegishi, y la jugabilidad, absolutamente perfecta, consigue que gocemos de la explosiva mezcla formada por unos combates espectaculares y unos puzles muy bien hilvanados.
Tampoco hay que olvidar la peculiaridad que hace que cada Legend of Zelda sea único e irrepetible y que en esta ocasión se trata de Mascarón Rojo, un barco parlante a bordo del cual podremos visitar las numerosísimas islas que componen el fantástico mundo de Hyrule, todas ellas repletas de aventuras, nuevos objetos, minijuegos y sorpresas.