150 videojuegos a los que tienes que jugar al menos una vez en la vida

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15. Dig Dug

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Dig Dug

Fecha de creación: 1982

Desarrollador: Namco

Distribuidores: Namco/Atari

Género: Inflador de monstruos

Plataforma: Arcade

Al pobre Taizo Hori se le ha llenado el jardín de monstruos y debemos ayudarle a acabar con ellos… ¿Cómo…?, ¿que no sabes quién es Taizo Hori…?, quizás si te digo que su nombre proviene de la frase en japonés «Horitai zo», que significa «¡Quiero cavar!», ya sepas de qué videojuego estamos hablando; se trata, ni más ni menos, de Dig Dug.

Tras el éxito internacional cosechado con Pac-Man, la compañía Namco decidió desarrollar otro juego basado en el aún poco explotado género de los laberintos, pero esta vez decidieron no utilizar un modelo de laberinto prediseñado, de tal forma que idearon en Dig Dug un sistema en el que el propio jugador es quien debe crear sus propios laberintos para llegar hasta los enemigos y acabar con ellos.

Las habilidades de Dig Dug son únicamente dos. La primera de ellas es la habilidad de excavar, de esta forma es como avanzaremos por la pantalla, creando nuestros propios caminos mediante túneles para alcanzar a los enemigos, que son de dos tipos: los Pookas, con aspecto de tomates con ojos, y los Fygars, que son pequeños dragones escupefuegos. La segunda habilidad con que cuenta nuestro protagonista es la de poder inflar a sus enemigos, de esta forma, tras cuatro pulsaciones de botón, estos explotarán y serán eliminados. Pero esta no es la única forma de acabar con nuestros adversarios, ya que también podremos utilizar las rocas que encontremos en cada una de las fases para aplastarlos, y aunque este sea un método más complicado que el anterior, tiene su merecida recompensa, ya que la puntuación que recibiremos por acabar con ellos será mayor… y con la segunda roca lanzada en una misma fase aparecerá una fruta en medio de la pantalla que nos recompensará con más puntos aún.

Con estos métodos deberemos acabar con todos los Pookas y Fygars de cada fase —ojo, porque el último de ellos siempre intentará huir por la esquina superior izquierda del monitor—, y cuando lo consigamos obtendremos una nueva flor en nuestro jardín, y así sucesivamente, hasta alcanzar el nivel 255, ya que al igual que sucedía en Pac-Man el nivel 256 resulta injugable.

Para el desarrollo de este videojuego Namco utilizó el mismo hardware que en Galaga, y para su distribución, en lugar de la compañía Bally Midway, que fue la encargada de distribuir Pac-Man, eligieron a Atari, que consiguió que Dig Dug, a pesar de contar con una propuesta sencilla, se convirtiera en un éxito en los salones recreativos del momento y pasara a ser convertido para la mayoría de los sistemas de entretenimiento caseros de la época. Pero el éxito de Dig Dug no fue algo temporal, pues todavía hoy está considerado como uno de los diez arcades más populares de la historia según la web Killer List of Videogames, y se pueden encontrar versiones para la mayoría de las videoconsolas y teléfonos móviles actuales.

Gráficos coloridos, jugabilidad sobresaliente y una música muy simpática que suena únicamente cuando movemos al protagonista hacen de Dig Dug uno de los videojuegos más divertidos, queridos y recordados por los jugadores de medio planeta.

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