Zombi

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Libertad condicional » 13

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Lobotomía frontal, también conocida como leucotomía (de leuco, «blanco» en griego). La forma más extrema e irreversible de psicocirugía. El procedimiento destruye la materia blanca de los lóbulos frontales izquierdo y derecho del cerebro humano. Las vías neuronales que conectan los lóbulos frontales con el sistema límbico y otras partes del cerebro se cortan. Resultados deseados: «aplastamiento» del sentimiento para reducir la emoción, la agitación, la cognición mental compulsiva y la conducta física en los esquizofrénicos y otros pacientes mentales. Se puede aplicar este tratamiento incluso a niños de sólo cinco años.

Esta página la recorté del libro de texto. Detrás de los montones de libros de la biblioteca de psicología donde nadie me veía, CASI PODÍA VER MI ZOMBI MATERIALIZÁNDOSE ANTE MIS OJOS.

Otro libro aún era mejor: Psicocirugía (1942), del doctor Walter Freeman y el doctor James W. Watts, de la universidad George Washington.

Cuando el paciente está inconsciente pellizco el párpado con el pulgar y el índice y lo separo del globo ocular. Entonces inserto la punta del leucotomo transorbital en la bolsa conjuntiva, con cuidado de no tocar la piel ni las pestañas, y hago girar la punta hasta que se sitúa junto a la bóveda de la órbita. Entonces me arrodillo, al lado de la mesa, para apuntar el instrumento paralelo con el hueso de la nariz y ligeramente hacia la línea media. Cuando llego a la señal de los 5 cm, tiro del mango del instrumento lateralmente tanto como permita el borde de la órbita con el fin de cortar las fibras de la base del lóbulo frontal. Luego retiro el instrumento hasta la mitad de su anterior posición y lo hago entrar hasta una profundidad de 7 cm desde el margen del párpado superior. De nuevo miro el instrumento con toda la atención posible y tomo una fotografía de perfil en esta posición. Es la máxima precisión que se puede conseguir. Después viene la parte delicada. Las arterias están al alcance. Manteniendo el instrumento en el plano frontal, lo muevo de 15 grados a 20 grados medialmente y unos 30 grados lateralmente, vuelvo a la posición media y lo retiro con un giro, ejerciendo al mismo tiempo una presión considerable en el párpado para impedir la hemorragia. Luego paso al otro lado, empleando un instrumento idéntico recién esterilizado.

Me excité y tuve una ERECCIÓN recortando estas páginas, sabía que era un hito en mi vida. Cuántos miles de lobotomías transorbitales realizaron estos tipos en los años cuarenta y cincuenta y qué fácil de realizar, el autor de Principios de psicocirugía señalaba que hizo hasta treinta a veces en un solo día utilizando un «humilde» picahielo, como él lo llamaba.

Papá y mamá esperaban que me hiciera científico como papá, o médico. Pero las cosas no salieron así. Pero yo sabía que podía realizar una lobotomía transorbital aunque fuera un secreto. Lo único que necesitaba era un picahielo. Y un espécimen.

Figura 1. Procedimiento de lobotomía transorbital. El leucotomo, o «picahielo», se inserta con la ayuda de un mazo a través de la órbita ósea sobre el globo ocular. El mango del leucotomo se hace girar entonces de forma que el filo cortante destruya las fibras de la base de los lóbulos frontales.

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