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Voyeur » Capítulo Diecinueve

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Capítulo Diecinueve

PARTE de Braden no podía creer que estuviera en un taxi de Seattle dirigiéndose a toda velocidad hacia la dirección que había recibido de su prima, Mónica. Pero otra parte de él no podía creer que había conseguido esperar tanto tiempo.

Había pasado una semana desde que Laura le había dicho que lo amaba. Una semana desde que ella se había borrado precipitadamente del ordenador e ignorado todos sus mensajes instantáneos desde entonces.

Tal vez era mejor así, porque él ni siquiera había estado seguro de lo que quería decir, sólo que había odiado la sensación de que le había hecho daño, y odiaba la idea de que nunca pudieran entrar en contacto el uno con el otro de nuevo. Cuanto más se lo imaginaba, más increíble se había vuelto eso.

Él todavía no sabía con certeza sobre el amor. Nunca se había dejado a sí mismo ser un tipo emocional. Su trabajo exigía que bloqueara las emociones, y siempre había sido fácil para él, de hecho, ahora que lo pensaba, probablemente era el por qué era tan bueno en lo que hacía. Tal vez se debía al divorcio de sus padres, él nunca había creído mucho en la monogamia después de ello, eso podía funcionar, o tal vez que eso era incluso natural. Parejas felices parecían pocas y distantes entre sí en su vida.

Pero la ternura de Laura y la forma genuina en la que ella se había abierto a él y puesto a sí misma en riesgo lo afectaba de una manera que no podía seguir ignorando. Desde tocarse en la webcam para él... a experimentar un trío... a decirle que lo amaba. Él nunca había tenido a nadie que confiara tanto en él, y cada vez que se movía algo profundo en su interior, hacia a su corazón sentirse como si hubiera sido doblado, estirado, en su pecho.

—Calle Woodview y treinta y cuatro— dijo el conductor del taxi, arrimándose a la acera en frente de un pequeño, pintoresco y-un-poco-funky edificio de apartamentos de otra época. Braden miró hacia la puerta principal y, con las palmas sudorosas, el corazón acelerado, se dio cuenta de que estaba realmente nervioso, una emoción con la que no estaba muy familiarizado.

Le pagó al conductor, recogió la rosa apoyada suavemente en el asiento de al lado y salió caminando con valentía hacia la puerta y entró. Entonces encontró el número de apartamento que Mónica también le había proporcionado, y sin vacilar, llamó con firmeza, haciendo caso omiso del timbre.

Cuando Laura abrió la puerta, él temía que ella fuera a desmayarse. Su boca se abrió y él nunca había visto sus ojos tan abiertos.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Buena pregunta. Todavía no estaba seguro.

—Simplemente no podía dejar las cosas como estaban, copo de nieve— Luego le extendió la flor, una rosa de color roja comenzando a abrirse.

Sus ojos se posaron en el capullo de rosa y ella dejó escapar un pesado suspiro. — ¿Cómo sabías que esta es mi flor favorita?

Él se encogió de hombros. —Es la favorita de Riley, así que hice una apuesta.

Ahora temblando, ella la aceptó de él, se quedó de pie con su cabello cayendo alborotado alrededor de su cara, usando un top con tirantes amarillo pálido, jeans abajo. Sus pezones sobresalían suavemente a través de la tela. Maldita sea, era tan hermosa como la recordaba, tal vez más, y sólo entonces, en ese momento, se dio cuenta de cuán estúpido había sido.

Tendría que haber venido el día después de que ella había dejado Vail, el día en que se dio cuenta que la extrañaba tanto. Él sólo no lo había sabido entonces, o a la semana siguiente, o la semana después... él no lo supo a ciencia cierta hasta justo en este momento. Él la amaba. Él la amaba jodidamente demasiado. Estar sin ella lo lastimaba físicamente. Por primera vez desde febrero, se sentía feliz.

—Tengo un plan para Riley— dijo él. —Creo que debería mudarse.

Laura parpadeó.

—¿Huh?

—Creo que Riley debe empacar y mudarse a Los Ángeles con Sloane. Creo que deberían mantener la resolución de nuevos misterios juntos. Y creo que deberían encontrar su propio jardín secreto. Si no pueden encontrar uno, deben hacer uno.

Ella volvió a parpadear.

—Braden...— ella comenzó con incertidumbre, sus ojos alcanzándolo plenamente, necesitados.

Y él entendió. Lo que justamente tenía que decir. Porque ella tenía que oírlo. Y él tenía que decirle. Ni siquiera sabía cómo decir cosas así, pero tenía que aprender, justo ahora.

—Ven a Los Ángeles conmigo, Laura. Déjame hacerte el amor todas las noches durante el resto de nuestras vidas. Ya sé que esto parece repentino, probablemente arriesgado, pero te amo.

Las rodillas de Laura casi se doblaron por debajo de ella, y se estiró para presionar su mano contra la pared para sostenerse. Quería hacerle el amor. Él la amaba. En realidad la amaba.

—Yo... pensé que no sabías qué era el amor.

—Sólo lo imaginaba, copo de nieve. Estoy en ello. Contigo. Y lo he estado desde que nos conocimos. Solo que no lo sabía, porque...

Ella inclinó su cabeza, tratando de entender.

—¿Porque eres... virgen?— ella sugirió. — ¿Cuando se trata del amor?

Él asintió con la cabeza, las comisuras de su boca curvándose suavemente hacia arriba.

—Creo que es una forma precisa de decirlo— Luego dio un paso más cerca y deslizó suavemente sus brazos alrededor de su cintura, y todo su cuerpo dolía por más. —Y quiero dártelo a ti, la última pequeña parte de mi virginidad, de la misma manera que tú me diste la última pequeña parte de la tuya.

Oh Dios. Era demasiado increíble, demasiado perfecto.

—Braden— dijo ella, casi sin aliento. —Por favor, bésame.

Su boca bajó sobre la suya un caliente choque, y ella pudo sentir cuánto él había anhelado la conexión, también. El beso resonó a través de todo su cuerpo mientras sus lenguas empujaban juntas. Él dejó caer sus manos a su culo, haciendo vibrar su coño.

—No puedo creer que me ames— ella murmuró cuando el beso terminó.

Él se retiró hacia atrás para mirarla con esos oscuros y posesivos ojos.

—Lo hago, nena. Te amo condenadamente mucho. No puedo vivir sin ti.

Ella casi no podía respirar, demasiado abrumada por la emoción.

—No puedo vivir sin ti, tampoco.

—Entonces ¿vendrás? ¿A Los Ángeles?

Ella ni siquiera lo dudó. Echaría de menos a Mónica y a su madre, pero es para eso que se hicieron los aviones, asintió enfáticamente.

—¡Dios, sí!

—Gracias a Dios— él susurró, tirando de ella otra vez hacia un abrazo profundo.

Mmm, se sentía tan bien, pero ella aún necesitaba más de él, todo de él.

—Fóllame, Braden— susurró.

Un gemido salió de él, y después de eso, no hubo más palabras.

Se lanzaron frenéticamente, tirando uno al otro de sus ropas. Ella lo arrastró hasta el sofá, desabrochando sus pantalones para que su polla estallo libre gimió a la vista de lo tan grande y dura que era. Nunca había necesitado algo tan desesperadamente.

Desechando sus jeans y sus bragas, se sentó a horcajadas en sus muslos y se bajó a si misma sobre su dura y hermosa erección, con un débil grito que brotó desde sus entrañas. Braden gimió, también, y se miraron profundamente a los ojos cuando ella comenzó a moverse sobre él.

—Tanto tiempo— murmuró ella golpeando en su contra, —He necesitado esto durante tanto, tanto tiempo.

—No ha habido nadie desde ti, cariño— él le dijo. —Este dulce cuerpo es el único que yo quería. Este dulce coño envolviéndose alrededor de mi polla es la única cosa que podía hacerme feliz.

Ella se deslizó húmedamente, amando cuando él empujaba profundo, más profundo.

—Dios, sí— ronroneó. —Fóllame, Braden. Fóllame duro.

Sus dedos excavaron en su culo mientras se sumergía en ella con ásperos empujes que llegaban a su centro.

—Ah, sí, tan bueno— Ella sólo necesitaba sentirlo llenándola.

Encontró su ritmo contra los duros envites y sabía que no tardaría mucho en correrse, ya que él era mucho mejor que su vibrador.

—Pronto, amor— le dijo, ahí fue cuando él presionó la punta de uno de sus dedos firmemente contra su ano y ella estalló en puro éxtasis.

—¡Dios, nene!— exclamó. — ¡Dios, sí! ¡Me estoy corriendo!— no se detuvo allí, y agregó: — ¡Te amo! ¡Te amo tanto, Braden!— Porque podía decirlo ahora. Porque ella no tenía que ocultarlo más.

—Ah, nena— gruñó sobre un gemido, y ella sabía que él se estaba corriendo también, empujando profundo, sus ojos cerrándose, y vio su hermoso rostro, observó la forma en que sus labios se separaron suavemente, la forma en que sus características se suavizaron cuando el orgasmo disminuyó gradualmente.

Ella sonrió después, tan contenta de que él le hubiera enseñado lo bonito que podía ser testigo del placer de tu amante.

—Lo que dijiste me hizo correrme— él le susurró cuando sus ojos se abrieron de nuevo.

—¿Te amo?— ella preguntó, enarcando las cejas.

Él asintió con la cabeza, y luego sonrió.

—Creo que eso me gusta.

—Entonces lo diré de nuevo— Su voz profunda. —Te amo.

Él sonrió hacia sus ojos. —Te amo, también, copo de nieve.

Unos besos más tarde, sin embargo, el nuevo, un poco más suave lado de Braden que ella estaba viendo se desvaneció de regreso en la conducta masculina a la que estaba más acostumbrada.

—Una regla, sin embargo, acerca de mí amándote.

Todavía en su regazo, todavía disfrutando de la plenitud de tenerlo dentro preguntó — ¿Cuál es?— Para el momento, ella creía que estaría de acuerdo con cualquier cosa.

—No habrá otros chicos involucrados. Es una experiencia que quería que tuvieras y me alegro de que lo hiciéramos, pero he dejado de compartir.

El corazón de Laura se hinchó, secretamente encantada de que ahora incluso poseía la capacidad de ser celoso.

—Puedo vivir con eso.

—Por supuesto, podría permitir un vibrador o dos. Y todavía lo estaremos haciendo con las luces encendidas. Delante de los espejos. Y puede que incluso ocasionalmente en la ventana.

Si cualquier otro hombre le hubiera dicho tales cosas, ella había tenido un ataque. Pero como siempre con Braden, ella no podía negarle nada, e imaginando los placeres sexuales que él le mostraría en su nuevo hogar en Malibú prácticamente la tenía derritiéndose en torno a él una vez más lista.

—Tus deseos son mis órdenes.

Él sonrió.

—Creo que me va a gustar esta cosa de estar enamorado— Entonces añadió: —Dios, he echado de menos tus besos, copo de nieve.

Y mientras su boca se presionaba una vez más contra la suya, ella se deleitó en el conocimiento de que tanto ella como Riley se dirigían a Los Ángeles para estar con sus misteriosos extraños, para resolver nuevos casos, para descubrir nuevos jardines, y para dar a sus amantes cada nuevo placer que pudieran encontrar.

Fin

2 Híper sexualidad es la necesidad incontrolable por el sexo de todo tipo ya sea anal, oral, vaginal y su motivación lúdica está fijada con las relaciones sexuales con otras personas hasta masturbación o un ávido consumo de pornografía son personas catalogadas como hiperactivos sexuales o adictos al sexo. como hiperactivos sexuales o adictos al sexo.

3 La ciudad de Vail es un municipio autónomo en Eagle County, Colorado, Estados Unidos. La ciudad es conocida principalmente como el pueblo de la base de Vail Ski Resort, con el que fue maestro planeado y concebido.

4 Alguien que organiza las adquisiciones hostiles de empresas infravaloradas.

5 El voyeurismo es una conducta caracterizada por la contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el objetivo de conseguir una excitación sexual (delectación voyeurista). La palabra voyeur deriva del verbo voir (ver) con el sufijo —eur del idioma francés. Una traducción literal podría ser “mirón” u “observador”, con la connotación peyorativa del caso. Las prácticas voyeuristas pueden variar, pero su característica principal es la de que el Voyeur no interactúa directamente con el sujeto observado, quien permanece casi siempre ajeno a dicha observación. La masturbación acompaña, a menudo, al acto voyeurista. El riesgo de ser descubierto actúa, a menudo, como un potenciador de la excitación.

6 Signo que hace referencia a un emoticón del programa para mantener conversaciones en line Windows Live Messenger. Este signo corresponde a un regalo

7 15 cm.

8 La talla europea equivalente sería el 38.

9 La talla europea equivalente sería la 90D, la 36C sería una 95D

10 Un doble diamante negro es sólo para expertos; estos senderos son empinados, rara vez preparados, y dejados a menudo en un estado completamente natural. No hay un estándar para estas designaciones, sin embargo, y cada estación de esquí determina esto en relación con la dificultad de su propio terreno. Así, por ejemplo, una pista de esquí cuadrado azul (nivel medio) de una montaña puede ser considerablemente más difícil que un sendero diamante negro (experto) de otra montaña. En Europa, el sistema se basa en el color. Los círculos verdes, cuadrados azules, negro y doble negro diamantes de América del Norte se corresponden con los senderos verde, azul, rojo, y negro de Europa, respectivamente.

11 Aproximadamente, 2’5 metros.

12 Se refiere a los treinta años.

13 El Cessna es un avión monomotor de ala alta con capacidad para 4 personas. El Cessna es el avión más fabricado de la historia y probablemente el avión de entrenamiento más popular del mundo.

14 Se refiere a monigotes.

15 Se denomina trabajador freelance o freelancer (o trabajador autónomo, cuentapropia e independiente) a la persona cuya actividad consiste en realizar trabajos propios de su ocupación, oficio o profesión, de forma autónoma, para terceros que requieren sus servicios para tareas determinadas, que generalmente le abonan su retribución no en función del tiempo empleado sino del resultado obtenido, sin que las dos partes contraigan obligación de continuar la relación laboral más allá del encargo realizado.

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