Trump

Trump


4. Bill, Hillary, Monica y la conspiración » Las mujeres de Bill Clinton

Página 72 de 157

LAS MUJERES DE BILL CLINTON

El día que tomó posesión de su cargo como secretaria de Estado en enero de 2009, Hillary dejó escapar con libertad su restringido sentido del humor. Miró a Bill, situado a su derecha junto a su hija, a su madre y al vicepresidente Joe Biden, y soltó la prenda: «Le estoy muy agradecida (a Bill) por toda una vida de… (hizo una pausa valorativa) todo tipo de experiencias…», y lanzó una carcajada entre sincera y dramatizada, mientras Bill apenas esbozaba una tímida sonrisa de compromiso. Esta vez le tocaba a él estar al lado de ella y resistir. A ella le había tocado años antes estar al lado de él tantas veces… Tragándose su orgullo…

Como cuando estalló otro de sus escándalos sexuales en el inicio de su primera campaña presidencial en 1992, y Hillary aceptó aparecer junto a Bill en 60 Minutes, uno de los programas más prestigiosos de la televisión americana. Había que salvar las opciones de llegar a la Casa Blanca a cualquier precio: «Le amo, le respeto, me enorgullece lo que quiere conseguir y lo que queremos conseguir juntos». Léase de nuevo: «Lo que queremos conseguir juntos». Sincero relato de intenciones. ¿Un reconocimiento del pacto matrimonial/político de los Clinton? «Lo que queremos conseguir juntos». No solo lo dijo, casi lo golpeó: mientras pronunciaba esas estudiadas palabras, Hillary apretaba con fuerza su puño derecho delante de la cámara. Horas de ensayo previo. Bill se jugaba mucho. Bill y Hillary se jugaban mucho. Pero en ese juego siempre acababa por participar alguien que no había recibido la invitación de Hillary.

Las infidelidades se sucedían. Hillary sabía que podía (iba a) ocurrir. Por eso, años antes, no fue fácil para ella tomar la decisión de casarse con Bill. Lo explica con inteligente ironía el periodista Carl Bernstein, uno de los investigadores del caso Watergate, en su libro sobre Hillary Clinton A Woman in Charge. Dice Bernstein que Hillary ya sabía entonces que era más fácil que Bill llegara a ser presidente de los Estados Unidos, que verle convertido en monógamo.

Ir a la siguiente página

Report Page