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1. ¿De quién fue la culpa? » La historia con ¡Carla Bruni!

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LA HISTORIA CON ¡CARLA BRUNI!

Dos años y medio antes, en junio de 1991, con el matrimonio Donald-Ivana ya roto y con la relación Donald-Marla ya confirmada, un titular de prensa puso en riesgo ese compromiso. El New York Post, periódico sensacionalista (aunque las noticias que da no siempre son falsas) y de gran tirada publicaba una llamativa portada: «Se acabó» (it’s over), junto a la foto de la pareja. Lo que se había acabado, supuestamente, era la relación entre Trump y Maples, porque una tercera persona había aparecido en el horizonte. Y esa persona era una joven modelo de origen italiano, con talento musical. Se llamaba Carla Bruni. En aquel tiempo no era tan famosa como luego llegó a ser gracias a su música y a que se emparejó con el presidente de la República Francesa Nicolas Sarkozy. El episodio podría considerarse un ejemplo más de cómo Trump ha sabido jugar siempre con la prensa y sacar partido de su capacidad innata para llamar la atención y convertir eso en publicidad gratuita.

Se ignora de dónde sacó la historia el Post. Pero aquella mañana, después de que el periódico empezara a vender ejemplares en cada esquina de la ciudad, el programa Today de la cadena NBC, el matinal de más audiencia en Estados Unidos, empezó con esa historia. La revista People quiso confirmarla, y llamó a la oficina de la Trump Tower. Al cabo de un rato, un tal John Miller devolvió la llamada. Se presentó como responsable de relaciones públicas de Trump. «Sí —confirmó Miller—. El señor Trump ha roto con Marla, y no le importa si ella va ahora por los medios contando cosas». «¿Y el anillo que le regaló hace poco?», preguntó el periodista. «No era un anillo de compromiso», respondió Miller, que se puso estupendo narrando al periodista la cantidad de bellas mujeres que buscan a Trump: Madonna, Kim Basinger… «Mujeres importantes le llaman permanentemente». El periodista de People tomaba notas como si dejar de hacerlo fuese a costarle la vida. Hasta que se percató de lo que ocurría: no existía el tal John Miller; había hablado con Donald Trump en persona. La conversación estaba grabada, y la revista se la puso a Marla para que identificara la voz, cosa que hizo. Marla entró en shock. Solo dos semanas antes, Donald le había preguntado cuándo quería que fuera la boda.

Los desmentidos de Carla Bruni no tuvieron mucho éxito al principio. «Esto no tiene sentido», declaró. «Trump es un lunático. Solo le vi una vez en una fiesta en Nueva York. La historia es falsa». Trump se sumó después al desmentido, pero dejando claro que Carla Bruni sí era amiga suya.

Años después, en 2008, cuando Carla Bruni se casó con Nicolas Sarkozy, Trump se burló de aquella vieja historia de los primeros años noventa en un famoso e irreverente programa del conocido presentador Howard Stern. «Carla tiene el pecho plano, Howard». Y mantuvo el jueguecito del engaño cuando no quiso responder a la pregunta de si había mantenido citas con Carla. «Como gran diplomático que soy de este país, permíteme que no conteste». Pero «hay mujeres mucho más bellas de lejos». Y ahí lo dejó, salvo para mantener el runrún con varias frases ambiguas y burlonas: «Conozco a Carla, pero prefiero no hablar». «¿Era mala en la cama?», preguntó Stern. «No puedo comentar nada sobre eso, porque se va a casar con el presidente de Francia, y quiero tener buenas relaciones con Francia. No quiero criticar a la primera dama francesa». Muy Trump.

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