Stalin

Stalin


Notas

Página 70 de 74

Notas

[1] En la traducción española los nombres propios y otras palabras rusas se transcriben según versión simplificada del ruso al español tanto en el texto como en las notas finales [N. de la T.] <<

[1] N. Sujánov, Zapiski o russkoi revoliutsii. <<

[2] Véase, especialmente, B. Souvarine, Staline: aperçu historique du bolchévisme; L. Trotski, Stalin. An Appraisal of the Man and His Influence; T. Dan, Proisjozhdenie bolshevizma: k istorii demokraticheskij i sotsialisticheskij idei v Rossii posle osvobozdeniya krestian. <<

[3] Nadie, aparte de Lenin y Trotski, fue más condescendiente con él en los años veinte que Bujarin, quien pagó el precio más alto. Todavía no hay una explicación satisfactoria acerca de por qué otros líderes que fueron sus compañeros no se percataron a su debido tiempo de la potencial influencia de Stalin. La respuesta que ellos mismos dieron en su momento fue que no habían reparado en su astucia política. Como habían despreciado a Stalin considerándolo un oficinista ignorante, no previeron sus despiadadas habilidades para maniobrar y conspirar. Esto no basta. Hay que destacar que la rudimentaria explicación de los rivales derrotados por Stalin estaba motivada por el intento de sugerir que habían sido superados por un maestro en ardides que no guardaba similitud alguna con ellos y que no poseía talento propio. <<

[4] «Stalin (Dzhughashvili), Iósif Vissariónovich». <<

[5] Iosif Vissarionovich Stalin (1.a ed.). <<

[6] G. Gorodetsky, The Grand Delusion. <<

[7] R. Conquest. The Great Terror. Conquest, al mismo tiempo que aporta detalles que iluminan la peculiaridad psicológica de Stalin, afirma que no estaba perturbado. <<

[8] El Stalin del trotskista Isaac Deutscher incorpora, después de la Segunda Guerra Mundial, las ideas fundamentales de los análisis trotskistas y mencheviques acerca de la trayectoria de Stalin que se habían hecho antes de la guerra, pero, a diferencia de la biografía de Trotski, insiste en que la dictadura personal de Stalin había hecho surgir cambios institucionales y educativos que al final podían actuar a favor de objetivos genuinamente comunistas. En una viñeta biográfica E. H. Carr ofrece una interpretación similar al enfatizar mucho más que Deutscher la tarea desplegada por Stalin en cuanto a la «modernización» general de Rusia: Socialism in One Country, 1924-1926, vol. 1, pp. 174-186. Incluso Trotski, pese a todo, insistió en que Stalin había dirigido cambios en la URSS cuyos efectos irían más allá de su control permanente. <<

[9] R. W. Davies, Soviet History in the Yeltsin Era. <<

[10] R. Medvédev, Let History Judge. <<

[11] D. Volkogónov, Stalin: triumf i tragediia. <<

[12] E. Radzinsky, Stalin. <<

[13] J. A. Getty, Origins of the Great Purges. <<

[14] S. Sebag Montefiore, Stalin: At The Court of the Red Tsar; M. Kun, Stalin: An Unknown Portrait. <<

[15] A. Ulam, Stalin; R. McNeal, Stalin. Man and Leader; R. Hingley, Stalin; R. Tucker, Stalin. <<

[16] R. McNeal, Stalin. Man and Leader; R. Tucker, Stalin, pp. 133-7. <<

[17] R. Slusser, Stalin in October: The Man Who Missed the Revolution. <<

[18] R. Medvédev, Let History Judge. <<

[19] R. Conquest, The Great Terror; R. Medvédev, Let History Judge. <<

[20] J. A. Getty, The Origins of the Great Purges. <<

[21] O. V. Jlévniuk, 1937-i. <<

[1] Iosif Vissarionovich Stalin (1.ª ed.), p. 5. Para evitar cortes y cambios en este capítulo inicial he transliterado el apellido georgiano de Stalin como Dzhughashvili aun cuando, en sentido estricto, debería escribirse Dzhugashvili si se toma del texto ruso de la biografía oficial. <<

[2] Véanse las notas del encuentro del 23 de diciembre de 1946 tomadas por un participante, V. D. Mochálov: Slovo tovarishchu Stalinu, pp. 469-73. Le debo a Arfon Rees la observación acerca del disgusto de los bolcheviques por los relatos biográficos personales. <<

[3] RGASPI, f. 558, op. 4, d. 6. p. 1. <<

[4] Agradezco a Stephen Jones que haya compartido conmigo sus ideas acerca de este punto. <<

[5] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 90. Véase también A. Ostrovski, Kto stoial za spinoi Stalina?, p. 90. <<

[6] R. Medvédev, Semia tirana, p. 5 <<

[7] Ibid., p. 4. <<

[8] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 27. <<

[9] Ibid. <<

[10] S. Beria, Beria, My Father, p. 21. <<

[11] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 27-28. Otra persona mencionada como padre biológico de Stalin es un tal Dzhulabovi: ibid. R. Brackman recientemente ha afirmado que Stalin era hijo bastardo de un sacerdote llamado Egnatashvili: The Secret File of Joseph Stalin, p. 4; pero la mayoría de las fuentes primarias señalan expresamente que Egnatashvili era el tabernero local. <<

[12] A. Mgueladze, Stalin, kakim ya ego zna, pp. 242-3. <<

[13] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, pp. 27-9. <<

[14] R. Z. Medvédev, Neizvestnyi Stalin, p. 265. <<

[15] Le agradezco a Stephen Jones que haya discutido este asunto conmigo. <<

[16] Sochineniia, vol. 13, p. 113. <<

[17] S. Allilúeva, Tolko odin god, p. 313. <<

[18] Ibid. <<

[19] G. K. Zhúkov, Vospominaniia irazmyshleniia, vol. 3, p. 215. <<

[20] A. Ostrovski, Kto stoialza spinoi Stalina, p. 95. <<

[21] Ibid. <<

[22] Recuerdo de G. I. Elisabedashvili en Stalin: v vospominaniiaj i dokumentov epoji, p. 12. <<

[23] GFIML, f. 8, op. 2, ch. 1, d. 24, p. 191, citado en A. Ostrovski, Kto stoial za spinoi Stalina. p. 97. <<

[24] Ibid. y J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 38. <<

[1] Esta es la observación hecha por A. Ostrovski, Kto stoial za spinoi Stalina?, p. 97. <<

[2] Ibid., pp. 100-1. <<

[3] V. Kaminski e I. Vereshchagin, Detstvo i yunostvozhdia, pp. 28 y 43-4; véase también A. Ostrovski, Kto stoial za spinoi Stalina?, pp. 100-1. <<

[4] F. Y. Majaradze y G. V. Jachapuridze, Ocherkipo istorii rabochego i krestianskogo dvizheniia v Gruzii, pp. 143-4. Esta parte del libro fue escrita exclusivamente por Majaradze. <<

[5] Ibid., p. 144. <<

[6] RGASPI, f. 71, op. 10, d. 275. Véase M. Kun, Stalin. An Unknown Portrait, p. 18. <<

[7] Hay un relato implícito de los infortunios materiales de Beso en Sochineniia, vol. 1, p. 318. <<

[8] También se ha echado la culpa a incidentes ocurridos mientras patinaba o luchaba: ver A. Ostrovski, Kto stoial za spinoi Stalina?, p. 95. Pero la historia del faetón es con mucho la más probable. <<

[9] A. Ostrovski sugiere que el accidente pudo haber precedido a la época escolar de Stalin: ibid., p. 99. <<

[10] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, p. 5. <<

[11] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, pp. 71 y 73. <<

[12] Véase infra, p. 522. <<

[13] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 39. <<

[14] Ibid., p. 82. <<

[15] Ibid., pp. 43-4. <<

[16] Ibid., p. 61. <<

[17] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, p. 18. <<

[18] V. Kaminski e I. Vereshchaguin, Detstvo iyunost vozhdia, p. 48. <<

[19] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 59. <<

[20] Ibid. <<

[21] Ibid. <<

[22] RGASPI, f. 558, op. 4, d. 61, p. 1. <<

[23] A. Chelidze. «Neopublikovannie materialy iz biografii tovarishcha Stalina», p. 19. <<

[24] No quiero decir que tal supervisión aritmética fuera realizada con imparcialidad. Por el contrario, manipulaba deliberadamente los registros de salida de grano en la década de los veinte. <<

[25] RGASPI, f. 558, op. 4, d. 61, p. 1. <<

[1] A una edad avanzada, Stalin le describió sus primeros tiempos en Tbilisi a K. Charkviani. He obtenido esta referencia de las notas de las memorias de Charkviani que Simón Sebag Montefiore amablemente compartió conmigo: p. 2a. Véase también Stalin: v vospotninaniiaj sovremennikov i dokumentov epoji, p. 18. <<

[2] Istoricheskie mesta Tbilisi. Putevoditelpo mestam, svyazannym s zhizniu i deiatelnostiu I. V. Stalina, pp. 30-1. <<

[3] Le agradezco a Peter Strickland que me asesorara acerca de la arquitectura europea del siglo XIX. <<

[4] Véase M. Agursky, «Stalin’s Ecclesiastical Background», pp. 3-4. <<

[5] Ibid., p. 6. <<

[6] El original ruso era sobachii yazik, que puede traducirse literalmente como «una lengua de perros». En ambas traducciones, de cualquier manera, era muy ofensivo para los georgianos. <<

[7] T. Darlington, Education in Russia, p. 286. <<

[8] Ibid., p. 287. <<

[9] N. Zhordaniia, Moia zhizn, p. 8. <<

[10] T. Darlington, Education in Russia, p. 288. <<

[11] RGSPI, f. 558, op. 4, d. 17, p. 1. <<

[12] T. Darlington, Education in Russia, p. 286. <<

[13] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, pp. 16-17. <<

[14] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 113. <<

[15] N. Zhordaniia, Moia zhizn, p. 11. <<

[16] Ibid., p. 12. <<

[17] G. Uratadze, Vospominaniia gruzinskogo sotsial-demokrata, pp. 58-9. <<

[18] N. Zhordaniya, Moiazhizn, pp. 25 y 27. Zhordaniia anteriormente había declinado la invitación de Ilia Chavchavadze para editar Iveria: deseaba una autonomía política completa. <<

[19] Ibid., pp. 29-30. <<

[20] Istoricheskie mesta Tbilisi, p. 25. <<

[21] Iveria 23 (1895). <<

[22] N. Zhordaniia, Moia zhizn, p. 31. <<

[23] deda ena (ed. Y. Goguebashvili: edición de 1912). <<

[24] I. Stalin, Stiji, p. 3. Varias biografías de Stalin suponen erróneamente que estaba dedicada a Guiorgui Eristava, el poeta que se exilió a las provincias polacas del Imperio ruso en 1832. <<

[25] M. Kun cita archivos que indican que el poema de Eristavi era recordado como de contenido «revolucionario» por un compañero del Seminario; véase Stalin: An Unknown Portrait, p. 77. <<

[26] Una versión más plausible de esta anécdota era que los seminaristas pedían prestados los libros según el modo habitual a cambio de una suma y luego se turnaban para copiarlos a mano: recuerdo de M. Chiaureli de una conversación con Stalin en A. Fadeer (ed.), Vstrechis tovaríshchem Stalinym, pp. 156-7. <<

[27] Stalin: v vospominaniiaj sovremennikov i dokumentov epoji, p. 24. <<

[28] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, p. 20. <<

[29] «I. V. Stalin o “Kratkom kurse po istori” VKP(b)». Stenogramma vystupleniia no soveshchanii propagandistov Moskvy i Leningrada, Istoricheski arjiv 5 (1994), p. 12. <<

[30] Véanse los resultados en RGASPI, f. 558, op. 4, dd. 48 y 665. <<

[31] Y. Goguebashvili, deda ena (1912). La Casa Museo Estatal de J. V. Stalin en Gori también conserva la edición de 1916 en la Sala I. <<

[32] Registros de los alumnos del Seminario de Tiflis de 1898-9: RGASPI, f. 558, op. 4, d. 53, p. 1. <<

[33] Relato de Stalin de 1931, reproducido en Istoricheskie mesta Tbilisi, p. 29. <<

[1] Iosif Vissarionovich Stalin: biografiia (2.ª ed.), p. 10. Como esta clase de ocupación era difícilmente compatible con la reputación de Stalin como militante marxista, es probable que sea cierta. <<

[2] Sala I, GDMS. notas 607 <<

[3] Véase la cinta magnetofónica y varios registros escritos en Sala II, GDMS. <<

[4] Istoricheskie mesta Tbilisi. Putevoditelpo mestam, sviazannym s zhizniu i deiatelnostiu I. V. Stalina, pp. 30-1. <<

[5] Ibid., p. 32. <<

[6] Lado Ketsjoveli: Sbornik dokumentov i materialov, pp. 174-5. <<

[7] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, p. 24. <<

[8] A. Guío, Zhizn podpolnika, p. 25 (escrito acerca del grupo liderado por el conocido de Stalin, Silva Dzhibladze). <<

[9] Ibid., p. 54. <<

[10] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 111. <<

[11] N. Zhordaniia, Moia zhizn, pp. 29-30. <<

[12] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, p. 25. <<

[13] Ibid. <<

[14] G. Uratadze, Vospominaniia gruzinskogo sotsial-demokrata, pp. 66-7. <<

[15] Véase E. Smith, The Young Stalin, p. 78. <<

[16] Véase infra, pp. 70-2. <<

[17] Véase la historia del marxismo georgiano de Stephen Jones, capítulo 4 (en prensa). Un sucinto resumen de las ideas de N. Zhordaniia aparece en su «Natsionalnyi vopros», Borba 2 (1914), pp. 26-31. <<

[18] Relato de Stalin en una reunión en el Kremlin el 28 de diciembre de 1945, registrado por V. D, Mochalov: Slovo tovarishchu Stalinu, p. 461. <<

[19] A. Yenukidze, «Istoriia organizatsiia i raboty nelegalnyj tipografii R.S.D.R.P. (bolshevikov) na Kavkaze za vremya ot 1900 po 1906 g.», en Tejnika bolshevistskogo podpolya, p. 20. <<

[20] L. B. Krasin, «Bolshevistskaia partiinaiia tejnika», en ibid., p. 10. <<

[21] G. Uratadze, Vospominaniia gruzinskogo sotsial-demokrata, p. 193; A. S. Yenukidze, «Istoriia organizatsii i raboty nelegalnyj tipografii R.S.D.R.P. (bolshevikov) na Kavkaze», pp. 20-5; N. Zhordaniia, Moia zhizn, p. 35. <<

[22] S. T. Arjomed, Rabochee dvizhenie i sotsial-demokratia na Kavkaze, pp. 81-4. <<

[23] G. Uratadze, Vospominania gruzinskogo sotsial-demokrata, pp. 66-7. <<

[24] S. T. Arjomed, Rabochee dvizhenie i sotsial-demokratia na Kavkaze, pp. 81-4. <<

[25] Stalin i Jasim (1901-1902 gg.). La importancia de este relato fue establecida por M. Kun, Stalin: An Unknown Portrait, pp. 49-50. Mi agradecimiento a George Hewitt por asesorarme sobre nomenclatura abjasia y sobre la probable nacionalidad del campesino. <<

[26] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, pp. 11-31. <<

[27] Véase el relato de Stalin en la reunión en el Kremlin el 28 de diciembre de 1945 registrada por V. D. Mochalov: Slovo tovarishchu Stalinu, p. 461. <<

[28] Ibid., p. 462. <<

[29] A. Yenukidze, «Istoriia organizatsiia i raboty nelegalnyj tipografii», p. 28. <<

[30] Ibid. <<

[31] N. Zhordaniia, Moia zhizn, p. 30. <<

[32] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, pp. 7 y 9. <<

[33] S. Kavtaradze, tsareulis purtsebli, vol. 1, pp. 17-20. Le agradezco a Zakro Megreleshvili por su ayuda con la traducción de estas importantes memorias. <<

[34] G. Uratadze, Vospominaniia gruzinskogo sotsial-demokrata, p. 70. <<

[35] S. Allilúev, Proidionyi put, p. 109. <<

[36] G, Uratadze, Vospominaniia gruzinskogo sotsial-demokrata, p. 68. <<

[37] Ibid., p. 66. <<

[38] Ibid., p. 65. <<

[39] Ibid. <<

[40] Ibid., p. 66. <<

[41] S. Kavtaradze, tsareulis purtsebli, vol. 1, p. 17. <<

[42] Ibid., p. 18. <<

[43] Ibid., p. 20; relato de Stalin como lo contó en un encuentro privado de destacados propagandistas oficiales el 28 de diciembre de 1945: véanse las notas de V. D. Mochalov en Slovo tovarishchu Stalinu, p. 463. <<

[44] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, p. X: comentario a cargo del grupo editorial anónimo del Instituto Marx-Engels-Lenin. <<

[45] S. Kavtaradze, tsareulis purtsebli, vol. 1, pp. 17-20. <<

[46] Ibid., p. 18. <<

[47] Ibid. <<

[1] S. Kavtaradze, tsareulis purtsebli, vol. 1, p. 24. <<

[2] Revoliutsiia 1905 goda v Zakavkazi, pp. 70-1. <<

[3] Ibid., p. 89. <<

[4] S. Vereshchak, «Stalin v tiurme», parte 2, Dni, 24 de enero de 1928. <<

[5] Perepiska V. I. Lenina i rukovodimyj im uchrezhdenii RSDRP s mestnymi partiinymi organizatsiami, 1905-1907, vol. 2, parte 1, p. 294. <<

[6] Pravda, 24 de abril de 1920. Se ha especulado sobre si ésta fue en realidad la reacción inicial de Stalin hacia Lenin o no, pues al describir a Lenin positivamente en tales términos estaba implícitamente refiriéndose a sí mismo tanto como a Lenin ante quienes le escuchaban en abril de 1920. No obstante, no es una reacción improbable. <<

[7] B. Górev, «Za kulisami pervoi revoliutsii», pp. 16-17; I. V. Stalin, Pravda, 24 de abril de 1920. <<

[8] Nota editorial de R. Márkov, Chetviortyi (obedinitelnyi) siezd RSDRP (edición de 1949), p. 34. <<

[9] M. Stugart en su columna de preguntas de los lectores, Dagens Nyheter, 22 de marzo de 2004. <<

[10] Chetviortyi siezd, p. 116. <<

[11] Ibid., p. 224. <<

[12] Ibid., p. 311. <<

[13] Ibid., pp. 78-9,81 y 116. <<

[14] Ibid., pp. 78-9 y 224. <<

[15] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 228. <<

[16] Y Allilúev, Jronika odnoi semi, p. 108. <<

[17] Véase el relato de M. Kun, Stalin: An Unknown Portrait, pp. 342-3. <<

[18] Véase infra, pp. 90-2. <<

[19] Véase infra, pp. 73-4. <<

[20] W. J. Fishman, East End 1888, pp. 131-72. <<

[21] Y. Yemeliánov en Stalin. K shestidesyatyu so dnya rozhdeniia, p. 197. <<

[22] Véase K. Weller, «Don’t Be a Soldier!», p. 85. <<

[23] Daily Express, 5 de enero de 1950. <<

[24] Pyatyi (londonskii) siezd RSDRP, p. 121. <<

[25] N. Zhordaniia, Moia zhizn, p. 53. <<

[1] R. G. Suny, «A Jorneyman for the Revolution», pp. 373-4. <<

[2] Diskussionnyi Listok. Prilozhenie k Tsentralnomu Organu ‘Sotsial-demokrat’ (París), 24 de mayo / 7 de junio de 1910, pp. 26-7. Probablemente escribió esto antes de ser arrestado. Una réplica de Noé Zhordaniia se incluyó en el mismo ejemplar, pp. 28-30. <<

[3] Ibid., pp. 26-28. <<

[4] Krasnyi arjiv 2 (1941), pp. 14 y 17-18. <<

[5] A. Allilúeva, Vospominaniia, p. 109. <<

[6] Pyatyi (londonskii) siezd RSDRP, p. 87. <<

[7] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, p. 40. <<

[8] Ibid., p. 39. <<

[9] Ibid. David Machavariani, uno de los amigos de la escuela de Iósef Dzhughashvili, corroboró —después de la Segunda Guerra Mundial— los profundos efectos que tuvo la muerte de su esposa: J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 35. <<

[10] Véase supra, capítulo 1. <<

[11] J. Iremaschwili, Stalin und die Tragödie Georgiens, p. 39. <<

[12] S. Kavtaradze, tsareulis purtsebli, vol. 1, p. 99. <<

[13] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, pp. 314-15. <<

[14] RGASPI. f. 71, op. 10, d. 275. Véase M. Kun. Stalin: An Unknown Portrait, p. 18, para el relato completo. <<

[15] S. Talakvadze, Kistorii Kommunisticheskoi partii Gruzii, p. 118. <<

[16] R. Brackman, The Secret File, pp. 133-5,186-93 y 281-9. <<

[17] G. Uratadze, Vospominaniia gruzinskogo sotsial-demokrata, p. 67. <<

[18] A. Guío, Zhiznpodpolnika, p. 67. <<

[19] Ibid., p. 69. <<

[20] Ibid., p. 70. <<

[21] Ibid., pp. 70 y 72. <<

[22] Ibid., p. 73. <<

[23] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, pp. 174 y 199. Stalin también reconoció a Kandide Charkviani que las «expropiaciones» eran llevadas a cabo por su grupo del partido: véase la p. 14 de sus memorias inéditas. <<

[24] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, pp. 175-6 y 188-9. <<

[25] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 13, p. 222: entrevista con Emile Ludwig. <<

[26] Véase supra, pp. 35-6. <<

[27] RGASPI, f. 332, op. 1, ed. j. 53. Esta fuente fue analizada en primer lugar por M. Kun, Stalin: An Unknown Portrait, pp. 77-9. <<

[28] Véase B. Nikolaievski, «K istorii “Bolshevistskogo Tsentra”», vol. 1, p. 68: Papeles de Nikolaievski, St Antony’s College Library, Oxford. <<

[29] R. Arsenidze, Novyi zhurnal 72 (1963), p. 232; Y. Martov, Vperiod 51, 31 de marzo de 1918; Pravda, 1 de abril de 1918. <<

[30] Véanse las memorias de Semión Vereshchak, «Stalin v tiurme». <<

[31] K. S. [I. V. Stalin], «Pismo s Kavkaza», Diskussionnyi Ustok. Prilozhenie k Tsentralnomu Organu ‘Sotsial-demokrat’ 2, 24 de mayo / 7 de junio de 1910, pp. 26-7. <<

[32] An [N. Zhordaniia], «Po povodu, Pismo s Kavkaza», ibid., p. 28. <<

[33] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 2, pp. 50-1. <<

[34] El significado de este cambio lingüístico fue advertido en primer lugar por A. Rieber, «Stalin, Man of the Borderlands», p. 1676. <<

[35] S. Vereshchak, «Stalin v tiurme». <<

[36] Ibid. <<

[37] Ibid. <<

[38] Ibid. <<

[39] Ibid. <<

[40] Véase M. Kun, Stalin: An Unknown Portrait, p. 98. <<

[41] Ibid., pp. 115-17. <<

[42] Véase el relato de las entrevistas realizadas por L. Vasílieva, Deti Kremlia, pp. 168-9 y 176. <<

[1] Véase supra, pp. 60 y 65. <<

[2] N. Zhordaniia, Moia zhizn, p. 53. <<

[3] G. Uratadze, Vospominaniia gruzinskogo sotsial-demokrata, p. 234. <<

[4] Vserossiskaia Konferentsiia Ros. Sots.-Dem. Rab. Partii 1912 goda: véase la introducción de R. C. Elwood, pp. xx-xxi. <<

[5] Véase M. Kun, Stalin: An Unknown Portrait, p. 130. <<

[6] V. I. Lenin, Polnoe sobranie sochinenii, vol. 48, p. 53. <<

[7] Molotov. Poluderzhavnyi vlastelin, p. 197. <<

[8] deda ena (ed. Y. Goguebashvili: edición de 1912). El poema en cuestión era «La mañana». <<

[9] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 2, p. 219. <<

[10] Había dejado de mostrar su lado romántico desde que dejó el Seminario de Gori: véase supra, pp. 39-40. <<

[11] Claramente el mejor trabajo acerca de la transformación de la personalidad política e «individual» de Stalin es «Stalin, Man of the Borderlands», de A. Rieber, que arroja luz sobre las cualidades artificiales de su autorrepresentación desde 1900, y no sólo desde 1912. Creo, sin embargo, que después de 1912, más que convertirse en una especie de ruso, Stalin adoptó una personalidad binacional que en un momento determinado podía enfatizar bien el aspecto ruso, bien el georgiano. <<

[12] V. I. Lenin, Polnoe sobranie sochinenii, vol. 48, p. 162. Para los contenidos del folleto, véase infra, pp. 94-8. <<

[13] S. Vereshchak, «Stalin v tiurme». <<

[14] A. S. Allilúeva, Vospominaniia, p. 115. <<

[15] S. Vereshchak, «Stalin v tiurme». <<

[16] Stalin le relató la historia a A. Y. Golovánov poco antes de la Conferencia de Teherán de 1943. Golovánov a su vez se la contó a Félix Chúiev: véase Molotov. Poluderzhavnyi vlastelin, p. 202. <<

[17] A. Allilúeva, Vospominaniia, p. 113. <<

[18] Ibid., p. 115. <<

[19] Ibid., p. 116. <<

[20] V. I. Lenin, Polnoe sobranie sochinenii, vol. 22, pp. 207-9. El artículo estaba entonces inédito. <<

[21] Bolshevistskoe rukovodstvo. Perepiska, 1912-1927, p. 16. <<

[22] Ibid. <<

[23] Ibid. <<

[24] Zastolnye rechi Stalina, p. 301. Le contó una historia similar a Kandide Charkviani: véanse sus memorias inéditas, p. 25. <<

[25] N. Lenin, «Zametki publitsista», p. 9. <<

[26] RGASPI, f. 558, op. 4, d. 647, p. 432. <<

[27] Véase infra, p. 440. <<

[28] RGASPI, f. 558, op. 4, d. 647, pp. 432-3. <<

[29] Ibid., p. 433. <<

[30] Ibid. <<

[31] Los contenidos del folleto se exponen infra, pp. 94-8. <<

[32] F. Samóilov, «O Lenine i Staline»: RGASPI, f. 558, op. 4, d. 659, p. 1 <<

[33] Prosveshchenie 3-5 (1913). <<

[34] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, pp. 368-72: «Polozhenie v sotsial-demokraticheskoi fraktsii». Fue publicado en Pravda el 26 de febrero de 1913. <<

[1] Bogdánov desarrolló ideas que, si hubiesen tenido una mayor difusión, habrían dado que pensar desde la década de los sesenta a los conocidos como postmodernos. Aunque insistía en que la «cultura» nunca es un simple reflejo de las relaciones económicas de producción, también estipulaba que las percepciones colectivas, percepciones que ciertamente reflejan los intereses de grupos sociales particulares, informan y condicionan tanto lo que se piensa como lo que se puede pensar en una sociedad. Bogdánov no tenía todas las respuestas. Sin embargo su oeuvre, producida en el cambio de siglo, fue desatendida en el extranjero y suprimida en su tierra, y la falta de consideración a sus ideas ha retrasado la desestimación del postmodernismo en boga. <<

[2] Véase infra, pp. 355-6. <<

[3] J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 212. <<

[4] Slovo tovarishchu Stalinu, p. 462: de las notas tomadas por V. D. Mochálov en el encuentro con Stalin el 28 de diciembre de 1945. <<

[5] Incluso Davrishevi admite esto: J. Davrichewy, Ah! Ce qu’on rigolait bien, p. 212. <<

[6] Véase también infra, p. 298. <<

[7] Véase supra, pp. 61-2. <<

[8] Véase supra, p. 62. <<

[9] S. Shaumian, Izbrannye proizvedeniia, vol. 1, p. 267. <<

[10] I. M. Dubinski-Mujadze, Shaumian, p. 156. <<

[11] F. D. Krétov, Borba V. I. Lenina za sojranenie i ukreplenie RSDRP v gody stolypinskoi reaktsii, p. 141. <<

[12] I. M. Dubinski-Mujadze, Shaumian, p. 156. <<

[13] «Sotsial-demokratiia i natsionalnyi vopros», en I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, p. 295. <<

[14] Ibid. <<

[15] Véase supra, p. 52. Le agradezco a Stephen Jones su ayuda en la formulación de este párrafo. Véase también el capítulo 8 de su historia del marxismo georgiano antes de la Revolución de octubre (en prensa). <<

[16] «Sotsial-demokratiia i natsionalnyi vopros», Prosveshchenie 5 (1913), p. 27. <<

[17] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, p. 296. <<

[18] Véase supra, p. 37. <<

[19] I. V. Stalin, Sochineniia, vol. 1, p. 307. <<

[20] Ibid., p. 313. <<

[21] Prosveshchenie 5 (1914), p. 27. <<

[22] Ibid. <<

[23] Ibid., pp. 32-6. <<

[24] An [Zhordaniia], «Natsionalnyi vopros», Borba (San Petersburgo) 2,18 de marzo de 1914, p. 31. <<

[25] Ibid., p. 26. <<

[26] «Sotsial-demokratiia i natsionalnyi vopros», Sochineniia, vol. 1, p. 340. <<

[27] Ibid., pp. 340-1. <<

[28] Ibid. <<

[29] «K natsionalnomu voprosu: evreiskaia burzhuznaia i bundovskaia kulturno-natsionalnaia avtonomiia», Prosveshchenie 6 (junio de 1913), pp. 69-76. <<

[30] Molotov. Poiuderzhavnyi vlastelin, p. 258. <<

[31] Véase R. Service, Lenin: A Biography, pp. 16-18. <<

[1] B. I. Ivánov, Vospominaniia rabochego boishevika, p. 21. <<

[2] N. L. Meshcheriakov, Kak my zhili v ssylke, p. 63. <<

[3] A. V. Baikálov, «Turujanskii “bunt” politicheskij ssylnyj», p. 56; Atlas aziatskoi Rossii, mapa 56. <<

[4] Atlas aziatskoi Rossii, mapas 48-51 y 54-5. <<

[5] Atlas aziatskoi Rossii, mapa 58a; S. Spandarián (Timoféi), Stati, pisma, dokumenty, 1882-1916, p. xxxviii (nota editorial). <<

[6] A. V. Baikálov, «Turujanskii “bunt” politicheskij ssylnyj», pp. 51-2. <<

[7] Véase la exposición de G. Kennan, Siberia and the Exile System, vol. 1, p. 329 y vol. 2, p. 43. <<

[8] Bolshevistskoe rukovodstvo. Perepiska, 1912-1927, p. 18. <<

[9] N. L. Meshcheriakov, Kak my zhili v ssylke, p. 75. <<

[10] A. V. Baikálov, «Turujanskii “bunt” politicheskij ssylnyj», pp. 53 y 57. <<

[11] A. V. Baikálov, «Turujanskii “bunt” politicheskij ssylnyj», p. 53. <<

[12] Informe del 27 de abril de 1914 en «K 20-letiiu smerti Y. M. Sverdlova», Krasnyi arjiv 1 (1939), pp. 83-4. <<

[13] Bolshevistskoe rukovodstvo. Perepiska, 1912-1927, p. 19. <<

[14] Ibid. <<

[15] Véase A. Ostrovski, Kto stoial za spinoi Stalina?, pp. 400-1. <<

[16] Bolshevistskoe rukovodstvo. Perepiska, 1912-1927, p. 19. <<

[17] Y. M. Sverdlov, Izbrannye proizvedeniia, vol. 1, p. 266. <<

[18] Esto quedó claro, aunque sólo implícitamente, en S. Spandarián (Timoféi), Stati, pisma, dokumenty, p. xxxviii (nota editorial). Hasta donde yo sé, ninguna biografía de Stalin ha señalado que la carta de Sverdlov contenía una confusión básica o que, por lo tanto, Stalin no vivió junto al río Kureika al norte del Círculo Polar Ártico. <<

Ir a la siguiente página

Report Page