Sorry

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Octava parte » Tú

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El golpe es potente. La parte trasera de tu cabeza recorre toda la pared, aterrizas sobre tu hombro izquierdo e intentas escapar de aquel hombre tan pronto como puedas. Has apartado las piernas de él, lo cual no ha sido muy inteligente, y ahora él también está libre y está enfurecido. La mano del martillo sube y baja incansablemente. Hasta ahora has tenido suerte. Te roza un brazo, una pierna; por un centímetro falla al tratar de golpearte en la cara. Te conviertes en un cangrejo y te arrastras hacia atrás. Tu pie golpea. El hombre jadea, tiene dificultades para levantarse y se frota el pecho. Tiene la cara blanca como la cal. Te subes al banco de trabajo. Tus manos encuentran la pata de una mesa partida; no es tan buena como el martillo, pero es mejor que nada. Ahora el hombre, si quiere, que se acerque.

—Vamos, ven ahora —le dices.

Él no vacila. El martillo silba a través del aire, tú lo evitas, el martillo falla y no te pega en el mentón, entonces el hombre se arroja hacia delante y sus hombros te empujan. La pata de la mesa sale volando de tus manos y tú caes hacia atrás.

«¿Cómo puede ser tan rápido?».

No lo sabes, le golpeas los riñones, le aciertas en el estómago, en su pecho, e intentas en vano golpearle la cara, y mientras tanto vas cobrando conciencia de que estás más débil de lo que pensabas. «Está acabando conmigo». Tus golpes no surten efecto. Puede escucharse un curioso ruido que dura tan solo un momento, hasta que comprendes que es el hombre. Ríe con voz ronca y te aprieta la mano contra la garganta, de modo que tu nuca queda oprimida contra el suelo; entonces el martillo sube, alcanza su punto más alto y ya está bajando cuando la puerta del sótano se abre con un estampido. El hombre gira la cabeza, tu puño lo alcanza en el cuello y tú sientes como los tendones ceden bajo tus nudillos. El hombre cae hacia atrás, entre estertores. En la puerta está Tamara Berger, y ahora te toca a ti reír, porque la escena parece salida de una pésima película de acción, solo que en ninguna pésima película de acción la heroína parece tener tanto miedo al irrumpir en la escena.

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