Snuff

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Y tres meses más tarde Sam Vimes se fue otra vez de vacaciones, y esa vez le permitieron pilotar el Susana Ojos Negros todo el camino hasta Quirm, y apenas chocó contra nada importante, y se puso tan contento que hubo que encontrar a otro gato lleno de monedas de seis para que pudiera estar tan contento como él.

Le asombró lo divertidas que podían ser unas vacaciones, pero no tanto como se asombró ocho meses más tarde, cuando él y Sybil fueron invitados a la boda de la señorita Emily Gordon con el hijo mayor de sir Abuthknott Hazguerra, propietario de la famosa empresa alfarera Hazguerra y de paso inventor de los Frutos Secos Crujientes Hazguerra, los cereales que desayunaban los campeones, sin cuya nutritiva fibra los intestinos de Ankh-Morpork estarían más congestionados de lo que les convenía. El regalo de boda de los Vimes fueron unas hueveras de plata, pues Sybil era de la opinión de que un huevo pasado por agua siempre es bien recibido.

Y a Vimes le alegró ver durante la ceremonia que una de las hijas de los Gordon llevaba un flamante uniforme de enfermera, y otras tres lucían unos sombreritos preciosos y también, para júbilo de Sybil, muy escandalosos, de la nueva gama de bonetes Gordon.

Llegó por correo una disculpa de la leñadora Hermione, la cual, según su madre, se hallaba retenida en el bosque atendiendo a un aromo grande y problemático, lo que hizo que el rostro de Vimes se petrificara hasta que Sybil le dio un codazo y le aclaró que un aromo era una variedad de acacia.

Pero lo que más sorprendió a Vimes aquel año fue descubrir, más adelante, que la novela que estaba arrasando en el mundo literario de Ankh-Morpork iba dedicada al comandante Samuel Vimes.

El título del libro era Orgullo y extremado prejuicio.

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