Secret

Secret


Capítulo 7

Página 11 de 104

Capítulo 7

─ ¿Qué te paso? ─ trate de ocultar mi risa pero no pude así que deje escapar una pequeña y corta carcajada.

─ Una risa más y te juro que te mato ─ ella entró a la cabaña ─. Iba caminando feliz por el bosque buscando un lugar donde acampar cuando una pandilla de ardillas llegaron y me atacaron ─ tiró la almohada y cobija al suelo ─ trate de defenderme pero no pude así que corrí hasta caer a un lago.

─ Te dije que te quedaras ─ me encogí de hombros. Ella me miró de una forma agresiva y yo reí.

─ Hablando de eso ¿dónde está la pequeña french poodl pelirroja? ─ Des miró hacia la habitación pero sin mirar atrás donde Victoria se encontraba.

─ Humm… ─ le hice señas con los ojos, ella me miro confundida hasta después de unos segundos entendió. Ella miró hacia atrás y Victoria la miraba seria.

─ ¿Crees que me haya escuchado? ─ me susurró muy al oído.

─ No por eso te mira con rabia ─ le conteste irónica.

─ ¡No me hables con ironía! ─ se puso las manos en la cintura molesta. Carcajee al mirarla.

─ ¿Por qué? ─ pregunte entre risas.

─ Porque no entiendo ─ se puso las manos hacia atrás apenada, la mire seria unos segundos y después estalle a carcajadas ─. Tu ironía es extraña.

─ Seguro que si ─ me senté en la cama colocando mis manos en el estomagó.

─ ¿Se quieren callar las dos? ─ Victoria dijo en tono molesto; de reojo observe sus ojos miel pintados de furia y sus labios fruncidos. Volví mi vista hacia Des.

─ Uy ─ Des sacó de su cajón un pantalón azul de pana y una blusa blanca con un dibujo pintado en ella. Justo cuando tomó sus cosas murmuró ─. Estúpidas ardillas.

 

 

 

Habíamos despertado aproximadamente tres horas, Martha nos había llevado a un gran campo para buscar zanahorias para la comida. Realmente no sé porque nos hicieron hacer esto si para eso existen los supermercados.

Victoria estaba con un enorme sombrero color hueso recargada en un árbol mirándonos trabajar, Harry al igual que Victoria se mantenían en la misma posición. Con una pala trataba de sacar una zanahoria que estaba realmente enterrada, unos pequeños tenis aparecieron frente de mi vista, la alce un poco al mirar a Den con una sonrisa en sus labios.

─ ¿Todo bien? ─ dije cuando termine de sacar la gran zanahoria.

─ Necesito que me ayudes ─ ella movía sus talones hacia al frente y hacia atrás.

─ Seguro ¿qué sucede? ─ sacudí mis manos para quitar la tierra de ellas, me pare frente a ella.

─ Hay una gran zanahoria ─ con sus manos simulo en gran tamaño ─ y no puedo sacarla ¿me ayudas?

─ Por supuesto ─ sonreí.

Ella asintió, dio zancadas guiándome hacia la supuesta zanahoria. Camine detrás de ella con pequeños pasos, hasta llegar. Den señaló con su dedo índice.

─ Bien, déjame ver ─ alce mi pantalón para después agacharme y tirar de ella ─. ¿Me puedes traer la pala?

─ Si ─ ella se fue brincando de ahí.

Sentí una respiración justo alado de mi oreja derecha, fruncí el ceño confundida. Gire mi cabeza al mirar esos ojos verdosos.

─ Apuesto veinte libras a que no la sacas ─ dijo con voz ronca.

Lo ignore por completo y continué jalando la enrome zanahoria, puse todas mis fuerzas en los brazos pero aunque la pusiera no podía quitarla de la tierra. Harry aún seguía a lado mío ya que podía escuchar su leve respiración en mi oreja.

─ ¿Podrías… ─ trague saliva ─ podrías quitarte de aquí?

Escuche una risa de parte suya.

─ ¿Te molesta? ─ asentí sin darle una mínima mirada ─. Qué pena.

Sus manos se pusieron en mi espalda, en ese momento me tense moviéndome incómodamente. Pensé que haciendo esos movimientos Harry se iba a quitar, pero no lo hizo; el me apretaba más fuerte la espalda y se pagaba más a mi hasta que pude sentir sus rodillas pegándome.

Me levante rápidamente y me quite los guantes.

─ Ten ─ le entregue los guantes.

─  ¿Por qué me los das? ─ él me miró con el ceño con los guantes en las manos.

─ Continua tu ─ di pasos hacia atrás alejándome los más rápido posible ─. ¡Tengo cosas que hacer! ─ grite cuando ya estaba lo suficientemente lejos.

Corrí rápidamente por el gran campo, no sabía si ya me había alejado o ya me había ido del campamento. Frené justo cuando vi una pequeña cabaña a lo lejos del campo, camine despacio hasta llegar.

Tenía un aspecto antiguo, parecía como si no la hubieran ocupado en años, la pintura de la cabaña ya se estaba despintando, los pequeños escalones tenían grietas y las paredes descuartizadas. Subí los escalones despacio ya que rechinaban los suficientemente fuerte como para espantar a una parvada de pájaros. Terminé de subir los viejos escalones y toque la puerta tres veces, nadie me contesto, así que opte por entrar. La puerta rechino haciéndola sonar por toda la cabaña, la cerré esta vez con más cuidado y más despacio.

Olía a viejo, había hojas secas color café y amarillo tiradas por toda la cabaña. Una pequeña mesa de madera había en la cocina, los muebles de la cocina estaban viejos. Gire mi cabeza hacia la sala donde habían unos sillones polvosos que estaban frente a una pequeña chimenea de ladrillo donde habían varios portarretratos polvosos que no dejaban ver las fotos que contenían. Camine hacia los sillones, sacudí uno y me senté.

Repase esa escena que había pasado hace unos cuantos minutos. Por alguna extraña razón había sentido una muy fuerte atracción por él, sus manos tocándome delicadamente que me hicieron poner piel de gallina. Restregué mis manos en la cara, cuando la alce vi una foto cual me intrigo, me pare del sillón caminando hacia la chimenea. Tomé el portarretrato polvoso y le di un pequeño soplido a este, el polvo se esparció dejándome ver un rostro conocido. Volví a soplar hasta que toda la foto quedo descubierta, cuando mire la foto observe cuidadosamente al ver que mi madre, mi padre y yo estábamos en ese foto. Mi corazón dio una punzada de nerviosismo, deje caer el portarretratos y este se rompió en mil pedazos. Deje escapar un sollozo al saber a quién le pertenecía este lugar. Di pasos hacia atrás asustada pero justo cuando iba a salir alguien iba bajando por las escaleras.

Me quede inmóvil mientas esa persona bajaba más rápido. Pude reaccionar cuando vi su sombra en la pared, corrí para meterme en la chimenea, gatee hasta lo más profundo donde no me pudiera ver. Me hice bolita esperando a que esa persona se fuera. Escuche sus pasos que venían hacia a mí, me puse más nerviosa de los que estaba así que mentí mi cara entre las rodillas.

De reojo pude observar su pantalón y sus zapatos negros pisando los cristales del portarretratos. Por su forma de vestir supe que era hombre (aparte de saber a quién le pertenecía la cabaña) regrese mi vista a mis rodillas. Empuñe mis ojos rogando para que no me encuentre cuando sentí unas manos sosteniéndome del brazo derecho.《No por favor》

Puse fuerzas pero lógicamente él era mucho más fuerte que yo. Pele contra sus manos sin aun ver su rostro, no pude más y el me saco con brusquedad. Me levantó del suelo con tan solo una mano.

─ ¡No por favor! ─ grite con aun cerrados los ojos. Traté de soltarme pero no lo logre.

─ ¡Ally! ─ gritó. Abrí los ojos al escuchar mi nombre, lentamente gire mi cabeza al mirar a Harry parado sosteniéndome.

─ H…Harry ─ tartamudee ─. ¿Qué…─ él me jaló del brazo.

─ Vámonos.

Volvió a jalarme del brazo hacia la puerta. Me sentí segura al instante de saber que Harry estaba conmigo, pasamos por los polvosos sillones. Esta vez se abrió la puerta dejando entrar un señor con cabello rubio y larga barba rubia.

Harry me jaló fuertemente para meternos dentro de un pequeño cuarto obscuro debajo de la escalera, nos hincamos en el suelo para así poder ver lo que ocurría afuera por la pequeña abertura que había entre la puerta y el suelo. El hombre pasó frente la puerta. Se escucharon los cristales crujir y levantarse, volvió a parar por la puerta.

─ ¡Te encontrare! ─ gritó y lanzó algo, no sabía que era pero lo que haya sido me asusto.

Estaba a punto de gritar peor Harry me cubrió la boca antes de que pudiera haber hecho algún ruido. Se pudo escuchar como el subió las escaleras a muy fuertes pasos.

─  Quiero que me sigas y que no hagas ningún ruido fuerte ¿okay? ─ me susurró.

Asentí. Abrió la puerta muy despacio y salió, yo lo seguí he hice exactamente lo mismo que él. Me puse de puntitas y alargue mis pasos para alcanzar a Harry, el abrió la puerta muy sigilosamente. Por una muy pequeña abertura ambos salimos.

Salte los tres escalones que estaban fuera de la cabaña y corrimos lo más rápido que pudimos hacia donde se encontraban los demás. Cuando llegamos Harry me miro con los brazos cruzados.

─ ¿Por qué estabas ahí?

No le respondí y no lo pensaba hacer. Me dio vueltas mi cabeza, me dieron nauseas, me dieron punzadas en el cuerpo. Me sentía fatal al saber de quien se trataba todo ese te revoltijo. Harry seguía hablándome pero no lo escuchaba tan solo veía sus labios moverse.

Me deje caer en el suelo.

 

Ir a la siguiente página

Report Page