Secret
Capítulo 16
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Capítulo 16
El suelo de aquella casa retomaba, es más parecía un temblor en San Francisco. La música zumbaba por mis oídos, la casa estaba repleta de chicos y chicas de nuestra edad, al igual, todo el ambiente olía a humo y alcohol.
Busque a los demás chicos pero ya era demasiado tarde, cada uno de ellos había tomado su camino. Me arrepentía de haber venido, no conocía a nadie, ni siquiera sé que hacer en las fiestas o como debes de estar ¿acaso debo beber hasta emborracharme? ¿O hasta vomitar? A veces me preguntaba sino les aburría solo beber y bailar con los cuerpos de las personas todos los días de cada semana.
Aquella casa era igual de grande que el campamento y tenía la capacidad de unas doscientas personas, lo cual suponía que había ese número de personas en esa casa. La casa o mansión se viera dorada gracias a las luces, tenía un aspecto antiguo con un toque de modernidad; mientras admiraba la casa, me colaba entre las personas para llegar al patio trasero, y al igual que dentro de la casa este parecía dorado. En medio del enorme patio había una alberca que dentro de ella habían luces de colores vistiendo la alberca de diferentes. Baje las enormes escaleras que daban hacia el patio que al igual que la casa el piso se veía color arena.
Algunos de los invitados bailaban dentro la alberca con los brazos alzados y con vasos de cerveza en las manos, mientras yo me enrede mis hombros con mis brazos.
Casi dos después de estar sentada en una banca opté por irme al campamento, al menos caminando. Pase por la personas con la cara baja, cuando las gente se empezó acumular a mi alrededor hasta que empezaron a bailar entre ellos alejándome de la casa. Uno de ellos me empujó hacia atrás haciendo que perdiera el equilibrio cuando me caí hacia la alberca.
Trague un poco de agua pero rápidamente me recupere para así salir del agua y sostenerme de la orilla de la alberca. Sacudí mi cabeza y eche mi cabello hacia atrás; mire los chicos que estaban dentro de la alberca y me vieron caer reían mientras que los demás se mantenían centrados en sus cosas. Di un gruñido.
Cuando me subí a la orilla de la alberca me topé con las relucientes botas de Harry. Subí la mirada hacia el quien llevaba su vaso con alcohol en la mano mientras que en el hombro llevaba una toalla; el me ofreció una mano y la acepté.
─ Ten ─ se quitó la toalla del hombro y me entregó.
Me la enrede en los hombros. El me observó por un rato con la ceja arqueada.
Lo ignore mientras me quitaba la bolsa que llevaba colgada en el hombro con una botella de agua y papel de baño. Harry la tomó y la abrió.
─ ¿En serio? ─ sacó la botella de agua.
─ ¿Qué? ─ me encogí de hombros ─. Podría tener sed.
Echo la cabeza hacia atrás con una carcajada. Rodé los ojos con fastidia.
─ ¿Cuándo nos iremos? ─ exprimí la orilla de mi blusa.
─ ¿Acaso ya te hartaste? ─ me dijo revelador.
─ No ─ lo contradije, y a mí misma.
Lo único que lo quería era que Harry pensara que era difícil de vencer, o parecer inútil ante él.
─ Entonces nos quedaremos ─ sonrío, y yo le mostré una sonrisa falsa.