Secret

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Capítulo 18

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Capítulo 18

Por fin ya había pasado una semana, me sentía más tranquila que la semana pasada. Tal vez sea porque no le dirigía la palabra a Harry o Victoria, fuera lo que fuera me sentía en paz.

Era sábado, un día libre para todos. Los fines de semana era como en la escuela, eras libre de hacer cualquier cosa, excepto, claro, ir al bosque. Den llegó corriendo con los brazos extendidos hacia a mí.

─ Adivina ¿qué? ─ mencionó entusiasmada.

─ ¿Qué? ─ pregunté en el mismo tono que ella tenía.

─ Se pronostica que lloverá hoy y Martha nos dejó jugar en el agua ─ salto llena de emoción.

Sonreí de oreja a oreja mientras la señalaba entre mis piernas.

─ Eso es grandioso, pequeña.

Nos quedamos en esta poción durante varios segundos cuando ella preguntó:

─ ¿Por qué Harry y tú no se hablan? No la han hecho desde la semana pasada.

Se me borro la sonrisa en ese preciso instante. No podía decirle la verdad, de que él era una arrogante, presumido, borracho, por lo tanto tuve que inventar alguna buena excusa.

─ No somos buenos amigos ─ dibuje una línea recta en mis labios.

─ Pero, ustedes solían serlo ¿no?

Trague saliva al recordar aquellos momentos en donde parecíamos uña mugre.

─ Si.

La solté. Doble un par de prendas de Des había dejado tiradas o desdobladas.

─ ¿Y qué pasó? ─ su dulce vocecita trataba de que le dijera la verdad, pero no podía.

─ Tal vez fue el tiempo ─ me encogí de hombros dándole la espalda.

─ Él es lindo cuando quiere, mira ─ me tomó de la manso arrastrándome hacia la venta ya que daba hacia el jardín.

Harry cargaba a unos niños y sonreía con ellos, parecía estar obligado, aunque parecía agradarle. Lo contemple con más cuidado, cuando entonces el giro hacia a mí. Nuestras miradas chocaron, mi cuerpo sentía unas ganas de ir con el pero yo no. Me puse tan nerviosa que desvíe la mirada hacia Den.

─ Parece que si ─ la tome entre los brazos y la puse en la cama.

─ Deberías ir con el ─ me sugirió.

─ No lo creo. No es la clase de elogios que tengo, no tengo química con él.

Ella entrecerró los ojos, para ser una niña de siete años era muy astuta. Después se encogió de hombro u de un salto llego a la puerta, le sonrió y salió.

Seguía acomodando la ropa cuando tocaron la puerta. Camine y la abrí. Harry estaba recargado en la orilla de la puerta. Mi corazón empezó a latir más rápido que pensaba que iba a explotar.

─ ¿Qué? ─ trate de parecer fuerte ante él. Harry no me sonrió burlón sabía que lo haría.

Me movió de la puerta y cerró con su pierna. Con los brazos cruzados de puso enfrente de mi ─Pensé que querías verme.

Di un paso hacia atrás para alejarme de él y no sentir ni siquiera su calor.

─ No es verdad, estaba más tranquila cuando no estabas ─ bufé.

Al no pareció enojarlo, es más lo hice reír.

─ No lo niegues, cariño ─ quiso tomarme de la barbilla pero lo aparte rápidamente moviéndome hacia el otro extremo de la habitación.

─ No me vuelvas a llamar así ─ dije entre dientes.

Se notaba que apreciaba molestarme, o sacarme de mis casillas. Harry era como un mosquito que solo molesta y molesta hasta que lo hagas callar.

─ ¿Por qué no te vas con tu bola de amigos? ─ señale hacia la puerta pero él negó.

─ Me gustar estar con personas que no son como yo.

《Si, claro》 Entre cerré los ojos, el me mostró sus lindos hoyuelos. Nos quedamos en silencio unos momentos.

─ Me debes una ─ esta vez camino hacia mi cama y se recostó en ella.

─ ¿Por qué? ─ di una carcajada.

─ Te salvé la vida ¿recuerdas? ─ se giró hacia a mí.

Este chico tenía un gran parecido a mí, tanto en la sonrisa como un poco en los ojos. Era extraño.

─ Yo no te debo nada ─ me cruce de brazos ─. Si me salvaste la vida fue porque tú quiste, pudiste haberme dejado morir.

Arqueo las cejas mientras me miraba de arriba hacia abajo. Me sentí incomoda. Rodé la cama y giro hacia la puerta.

─ Deberías irte ─ gruñí.

El alzó la vista hacia a mí. Se paró de la cama en camino a la puerta, antes de salir me echo un vistazo, volvía dar unos cuantos pasos atrás. Toco la manija y la giro con lentitud, entonces, la puerta no abrió.

─ Abre la puerta ─ le ordene. El volvió a jalar la puerta pero esta seguía si abrir.

─ No abre ─ puso todas sus fuerzas en ella.

Lo arrime y volví a jalar, pero efectivamente la puerta no se abría. Al parecer alguien nos había encerrado.

─ Maldita sea ─ masculló Harry. Lo mire rápidamente y él veía hacia la ventana.

Me giré hacia la ventana pero nadie había ahí.

─ ¿A quién vez?

Empecé a sospechar que Harry veía fantasmas.

─ Nadie que te importe ─ masculló con dures. Me eche hacia atrás sorprendida.

─ No me hables así ¡no tienes derecho! ─ cuando me di cuenta ya lo había dicho. Harry se sorprendió por mi comentario, estaba segura que él no esperaba algo así de mí.

─ Yo hablo así con quien se me dé la gana ¿comprendes?, cariño ─ dio varios pasos adelante haga que nuestras respiraciones se cruzaron.

 

Su mirada se concentró en la mía mientras daba pasos hacia atrás. Caminaba hacia atrás hasta que mis tobillos tocaron la pared, me golpe contra ella. Harry puso sus ambos brazos arriba de mi cabeza pero aún con su mirada contra la mía.

Quería replicar, quería quitarlo de mí pero no me salía la voz. Simplemente no podía hablar, ni siquiera me salía un sonido de ella. Baje los ojos hacia sus labios color carmín, eran tan besables.

Mis músculos se tensaron hasta que pude hablar:

─ Harry…

Él se acercó más a mi hasta que nuestros labios quedaban a centímetros.《Está loco》 No me contuve y lo eche para atrás, al igual que yo Harry se quedó paralizado, no podía creer lo que estaba a punto de hacer.

─ Debemos de buscar una forma de salir de aquí ─ me dio la espalda y camino hacia la ventana.

Hizo su mano un puño y golpeó la ventana varias veces. Esta no se rompía provocando que Harry la golpeara muchas más veces con más intensidad.

─ ¡Harry! ─ grite ─. La ventana es antibalas, no se romperá.

─ ¡Se lo que es antibalas! ─ parecía desesperado.

Mordí mi lengua, tenía tantas ganas de gritarle pero no quería problemas, por lo tanto me los trague.

─ Dame tu teléfono ─ extendió la mano. Lo mire dudosa ─. No te lo robare, solo llamaré a Derek para que…

Un rayo lo interrumpió, sino han fuerte que di un leve brinco y el soltara una gran carcajada.

─ Ugh cállate ─ dije entre dientes. El volvió a reír mientras le daba mi celular.

Cuando lo encendió cayóotro rato y este apago todas las luces. Nos quedamos a obscuras por completo.《Rayos》

Por lo último que puede ver Harry se exaltó.

─ ¡Puta madre! ─ gritó Harry.

No sabía si reírme o asustarme, pero me gustaba cuando Harry se asustaba.

 

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