Secret

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Capítulo 33

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Capítulo 33

Des y yo nos dedicamos toda la tarde en ponerle actividades al los niños, correr, saltar etcétera. Mi día estuvo exhausto.

Eran como las ocho de la noche y apenas estábamos cenando.

─ Voy a cenar en la cabaña, ¿me acompañas? ─ preguntó Des mientras tomaba su plato de cereal.

─ Tengo que esperar a Harry.

─ Harry está en su cabaña, no va a venir.

Mentí la cuchara llena de yogurt a la boca

─ Bueno.

Me pare del asiento con el yogurt y la cuchara en la mano.

Caminamos hasta llegar a la cabaña. Entramos y cada quien se acostó en su cama. Termine mi yogurt y tire la basura en el bote. Cogí mi pijama y me la puse.

Des hizo lo mismo.

─ Buenas noches, Ally.

─ Buenas noches.

Me desvanecí en un sueño profundo.

 

Estaba en la playa, tal vez en Malibu o Miami o tal vez en alguna otra playa, no estaba segura pero la vista era grandiosa. El enrome sol anaranjado con rojizo despareciendo en al mar infinito frente a mis ojos mientras la luz del sol se va haciendo tenue hasta desaparecer mágicamente entre el cielo estrellado.

El cálido aire azota contra mi cuerpo elevando mi cabello en diferentes direcciones mientras la arena del mar masajea mis pies. No sé en donde estoy pero este lugar es perfecto.

Al mirar mis pies desnudos bajo el mar cristalino sé que aquí podría ser la chica más feliz. Una vez más miro hacia el cielo estrellado cuando de repente en el mar aparecen millones de peces de diferentes especies y colores. Están por todo el mar, alumbrando en la oscuridad.

Era un sueño, claro que lo era porque no podía existir peces tan maravillosos. Mis ojos se alumbran de felicidad cuando los veo y no puedo evitar no encaminarme hacia ellos.

Con la camisa larga de mezclilla cual era lo único que cubría me cuerpo me sumerjo en el mar junto con los maravillosos peces de colores. Ellos nadan a mí alrededor formando grandes ondas. Los peces me llaman bajo el agua brillosa como si fuera hecho de cristal.

Un pez tan peculiar, un pez tan extraño color dorado va hacia el fondo del mar y no dudo ni siquiera un segundo en seguirlo. Cierro mis ojos sumergiéndome en el hermoso mar azul.

Entonces abro los ojos bajo el mar buscando aquel pez cual ya no encontraba. Buscando aún bajo el agua no lo encuentro y no veo más que varios peces nadando a mí alrededor.

No sé cuándo o cómo pero la nostalgia corre por mi cuerpo cuando siento una enrome mano enredada en mi cuello. Sé que no es bueno cuando veo los ojos de aquel hombre quien quiso hacer todo conmigo. Abro la boca para gritar pero el agua solo entra por mi tráquea dejándome sin aire.

Marco me toma del cuello tratando de asfixiarme pero lucho para zafarme de él e ir a la superficie, pero es imposible. Sus brazos me aferran a él y aunque trate de golpearlo parece ser hecho de mármol.

El agua me está matando hasta solo empezar a ver un azul borroso pero me sobresalto al sentir la enorme mano cubriéndome la boca.

~ ~ ~

 

Desperté con la mano de una persona cubriéndome la boca. Me exalte y tome su muñeca. Tenía el tatuaje de un ancla en ella. Harry. El me miraba fijamente con su dedo índice en la boca.

─ Shh, no te espantes.

Quite su mano de mi boca.

─ ¿Qué haces aquí? ─ susurre ─. No deberías de estar aquí.

─ Nadie me ha visto.

─ Pero… ─ gire a ver la cama de Destiny, y ella estaba dormida.

─ Tomé una muda tuya incluyendo ropa interior y sabanas, quiero que me acompañes.

─ ¿Ropa interior? ─ pregunte en voz alta. El me cubrió la boca y la volví a quitar ─. ¿De dónde las sacaste? ─ fruncí el ceño.

─ Te espero afuera ─ se paró de la cama y salió.

Olía a alcohol y bastante. Dejo oliendo el ambiente a este, pude ver que está completamente borracho.

Miro hacia el techo y solo tomo una bocanada de aire. Salgo de la cabaña cubriendo me del fuerte frío; observo mi al rededor buscando a Harry aunque no lo veo.

─ ¡Ally! ─ giro rápidamente hacia la derecha al escuchar mi nombre. Derek viene corriendo hacia a mi hasta que llega hacia a mí ─Harry se ha salido de control.

Frunzo el ceño.

─ ¿No siempre lo ha estado? ─ bromeo un poco.

─ Hablo en serio ─ me dice tan serio que se me borra la sonrisa.

─ Hum, perdón, ¿qué ha ocurrido? ─ me muestro preocupada después de todo.

─ Victoria y él han tenido una discusión ─ dice con voz seca ─. Estábamos con los chicos de la vez pasada en bosque y Harry se pasó de cervezas, al parecer le gritó a Victoria y ella se volvió loca.

─ Pero…

─ Ha dicho que vendería contigo y después se encargaría de Victoria ─ Derek se rasco la nuca ─. Sé que no se llevan bien, pero tranquilízalo, por favor.

Sus ojos de súplica me hicieron acceder de inmediato.

Suspire.

─ ¿Dónde está?

Derek me sonríe.

─ Sígueme.

Doy un paso hacia delante para alcanzarlo. Derek corre como si realmente a Harry le estuviera dando un ataque epiléptico o algo parecido. Agrando mis pasos para lograr alcanzarlo, Derek parece correr para rápido antes de que lo pueda alcanzar.

Llegamos a un lugar que jamás había visto. He estado siguiendo a Derek a ciegas, tanto, que no me había percatado que ya estábamos en el bosque. Cuando me freno hay una enorme cabaña de ladrillos que parece estar vieja. Esta esta alambrada por dentro se ve reflejada en las ventanas.

─ Él está ahí ─ señala ─. No me deja entrar a mí ─ da un paso hacia atrás.

Arquero una ceja.

─ ¿Qué te hace pensar que me dejará entrar a mi si tú eres su "mejor amigo"?

─ Porque es incapaz de hacerte daño a ti.

Abro los labios para protestar pero no me salen las palabras. Siento algo cálido dentro de mí, me siento completamente nerviosa.

Devuelvo mi mirada hacia la puerta. Dudo, pero lo hago; tomo la perilla de la puerta hasta que logro abrirla, mi mirada se posa en una pequeña sala que hay a mi derecha, cuando de repente doy un leve salto cuando escucho la puerta cerrarse.

Extrañada camino lentamente hacia la cocina que se encuentra frente a mí. Estaba a punto de tocar la mesa cuando escucho un fuerte golpe proveniente de la parte de arriba. Pienso en Harry y entonces corro hacia las escaleras de madera que se encuentran en un rincón. Subo a zancadas hasta encontrarme con la luz encendida de una habitación. Doy pasos lentos, pero me espanto cuando veo algo volar y estrellarse en la pared de la habitación.

La puerta que se encontraba entre cerrada se abre completamente cuando entro con el pecho casi a punto de explotar.

─ Ally…─ Harry susurra mi nombre ─.Tú no deberías estar aquí.

Me muerdo el labio inferior.

─Tienes que calmarte.

Harry me mira como si estuviera ofendiendo a su propia madre y rueda los ojos. Él parece ignorarme y lanza las cobijas de la cama hacia el suelo con tanta fuerza que el colchón casi se voltea por completo.

Sus pupilas se tiñen de rojo llenas de ira. Sus uñas se están enterrando en sus puños mientras su mandíbula la aprieta. Toma una de las lámparas viejas lanzándola hacía la pared. Esta se estrelló rompiéndose en mil pedazos. La ira y el enojo de Harry me asustaba cada vez más.

─ Harry, basta ─ el me ignoraba mientras seguía lanzando cosas hacia la pared ─. Harry, detente ─ ordene aunque pareció ignorarme.

Tomó un radio viejo que estaba en el buró para lanzarlo hacia la pared. Rápidamente me puse frente a él tomando sus ambas muñecas con todas mis fuerzas posibles para detenerlo.

─ ¡Basta! ─ exclamo.

Sus ojos se abalanzaron sobre los míos como dos grandes balas. Me horrorizo de momento; de un momento a otro sus manos eran las que sostenían mis muñecas.

Sus fuertes brazos me tomaron de los hombros empujando me hacia la pared. Caminaba casi con los talones a punto de caerme hasta que mi espalda toco la fría pared.

Harry me apretaba tan fuerte la piel que sentía que sus manos me iban a atravesar mi frágil piel. Él me apretaba cada vez más fuerte hasta que empecé a emitir sollozos. La mirada de Harry se volvió pesada.

─ H-h-harry…─ apreté los dientes ─ basta ─ digo llena de dolor.

No sé cómo ni de dónde demonios pero me logre liberar de sus manos y empujar lo hacia atrás. Harry me miro con los ojos tan abiertos como yo los tenía.

Harry me miró y toda su adrenalina se desvaneció. Abrió los labios para hablar, aunque solo pronunció mi nombre en forma de súplica.

─ Yo…─ se queda a medias antes de que yo saliera corriendo hacia la planta baja.

Mis pesada pisadas hacia rechinar todos los escalones de madera aunque yo quería provocar ningún ruido. Escuche pasos acelerados detrás de mí y de inmediato mi corazón latió aún más veloz.

Al estar en la planta baja corrí hacia la puerta, pero justo antes de rozar la perilla con mis yemas Harry me sujeto de la cintura atrayendo me hacia él.

─ ¡Suéltame! ─ grito en su cara.

Harry no lo hace y me sujeta con más fuerza. Coloque mis manos en su pecho para alejarme, aunque no lo logre.

─ No ─ dice.

─ ¡Suéltame! ¡Déjame! ─ trato de empujar me dé el para alejarme ─. ¡Querías hacerme daño! ─ mi voz se quiebra al pronunciar lo.

─ No, yo no…─ lo interrumpo cuando empiezo a golpear su pecho para alejarme de él.

─ ¡Déjame! ─ rogué.

─ ¡Ally, PARA! ─ su grito hace quedarme un poco sorda. Me quedo inmóvil al sentir el contacto de sus dedos en mi cuello.

Nadie habla hasta que Harry me suelta el cuello para darme la espalda.

─ Lo lamento ─ pasa su mano sobre su nuca. Su largo cabello se mueve como si fuera seda ─. He estado inconsciente.

Se gira hacia a mí con toda la cara llena de preocupación. Abro la boca, aunque no me deja hablar.

─ No quería lastimarte, solo quería que te fueras ─ lame sus labios ─. Conejita, jamás te haría daño, jamás.

Empuña sus ojos esperando a mi respuesta.

─ Lo sé ─ contesto.

Me acerco hacia él y tomo su mejilla en forma de compasión. Harry reacciona con media sonrisa.

No entiendo porque demonios hago esto, ¿por qué lo estoy disculpando? Jamás lo haría, pero creo que hay algo en el que tal vez haga que no me aleje lo suficientemente.

De repente frunce el ceño y da un paso hacia atrás. Siento un repentino vacío y entonces soy yo la que estaba vez retrocede aún más.

─ Creo, creo que debería volver ─ doy la espalda hacia el para abrir la puerta.

El aire corrió en la cabaña tan rápido que no tardó en darme frío.

─ All ─ parece llamarme pero de una forma diferente ─, quédate hoy. Por favor.

Me siento obliga a sonreír y lo hago. Siento mis mejillas ruborizarse hasta que el me mira y me vuelve a sonreír.

 

~ ~ ~

 

Desperté por un olor a colonia de un hombre que se me hacía familiar, sin embargo no había nadie a mi lado. La parte de la cama a mi lado estaba vacía, solo estaban las cobijas arrugadas. Mire hacia el techo con el corazón latiendo a mil millas por hora, ¿qué sucedió ayer? No lo recuerdo, ¿cómo llegue a la cama? ¿Harry estuvo? Hice un repaso mental rápido. Llegué a la cabaña, vi a Harry, baje a la cocina, me detuvo, se disculpó, me pidió que me quedará con el…después me volvió a besar. ¿Me volvió a besar? Si. Lo recuerdo.

Él me tomó tan suavemente como si fuera una pequeña pluma y me besó, fue lento pero satisfactorio. De pasar de ser un beso lento se volvió salvaje, Harry me empezó a besar hasta dejarme sin respiración. Recuerdo que me azotó contra la pared para continuar besándome ahí. Recuerdo que se detuvo para llevarme hacia la habitación. Me acosté y él a mi lado hasta quedar dormida.

Un gran alivio recorrió mi pecho al saber que aún seguía siendo virgen. Me quede pasmada en la cama hasta que me llego un olor a pan horneado; aspire el aroma y recordó a mi madre. Me paré de la cama un poco mareada pero finalmente recupere mi postura y salí directamente hacia donde el olor provenía.

Harry estaba comiendo pan con jalea cuando baje hacia la cocina, él estaba de pie con las piernas cruzadas recargado en la mesa. Al verme sus ojos se iluminaron como dos grandes esmeraldas aunque no entendía la razón.

─ Buenos días, All ─ dice cuando termina de tragar el pedazo de pan que tenía en la boca.

─ All ─ susurro con la cabeza gacha.

Lo miro una vez más antes de pasar a un lado de él. Su cabello estaba alborotado pero no quitaba el brillo que se veía en él, tenía una camisa gris y se le podían notar sus perfectas abdominales.

Me quedé mirando hacia el suelo con los brazos cruzados al pecho preguntándome porque tipo de relación teníamos él y yo. ¿Qué éramos? ¿Amigos? ¿Conocidos? ¿Compañeros? ¿Amigos con derechos? Todo ese asunto para mí era bastante incómodo, ¿cómo reaccionar ante el sin saber qué clase de relación mantenemos?

Mire la hora y note que era casi el toque para levantarnos e ir a desayunar. Me gire hacia él.

─ Tenemos que irnos ─ menciono ─. Es tarde y Martha no matará.

─ Aún hay tiempo sonríe ─ vuelve a dar un mordisco a su pan.

Me quedo mirándolo preguntándome por aquellas preguntas que me hice hace un par de segundos.

─No podemos seguir con esto, Harry.

Él se gira hacia mi confundido.

─ ¿De qué hablas?

─ De todo esto, Harry ─ me tomo el pelo ─. No tengo idea de qué clase de relación tenemos, no somos novios, ni siquiera sé si somos amigos, ¿qué somos, Harry? ¿Amigos con derechos? Odio todas esas clases de cosas, no podemos continuar así.

El me mira con toda su atención en mí.

─ Si, si podemos.

─ No, no podemos. Yo te doy igual y tú para mí solo eres un chico que apenas y conozco…aunque siempre me confundas. A veces pareces ser tierno y amable conmigo y otras veces parece que me detestas como si no hubiera mañana ─ Harry va a protestar pero pongo mi mano en sus labios rosados y delgados para que yo continué hablando ─, pero otras veces me estas besándome y diciéndome que siempre estarás aquí para mí. Odio como me siento y como me comporto cuando estoy contigo.

Harry toma mi muñeca y separa mi pequeña mano de él.

─ ¿Cómo te hago sentir? ─ pregunta.

─ Como alguien que jamás he querido ser ─ respondo sincera.

─ ¿Quieres que te diga como yo realmente te veo? ─ bajo mi mano hacia el con cuidado.

─ ¿Cómo?

─ Eres tú misma. Tu madre te ha criado y te ha hecho creer que tienes que ser aquella niña perfecta para que todo el mundo adore ─ aclara su garganta ─  y lamento decirte que eso jamás ocurrirá. Cuando estás conmigo y vas fiestas conmigo veo que tus ojos brillan pero siempre hay algo que te hace frenar…no quiero que seas como yo porque…

Él se queda callado y no finaliza la oración.

─ Habla, porque me tengo que ir.

─ Porque ser como yo no te gustara ─ lame sus labios ─. Me gustas, All. Me gusta tu forma de ver y pensar…quiero ser como tú, conejita. Quiero ser como tú, solo por ti.

 

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