Secret

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Capítulo 40

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Capítulo 40

Volví a ver una vez más esa cabellera rizada peinada hacia atrás frente de mis ojos.

─ ¿En serio quieres que te responda? ─ arquee una ceja.

─ No.

Me tomó de la cintura y me abrazo con fuerza.

─ Hola ─ me susurró.

─ Hola.

Tomó mi mano y yo entrelace mis dedos con los suyos.

─ ¿Nos vamos?

─ Si.

Caminamos hacia el estacionamiento. Harry me guio a un Lamborghini plateado, me quede parada enfrente del auto.

─ Wow.

─ ¿Qué? ─ preguntó mientras abría la puerta del copiloto.

─ ¿A quién se lo robaste?

─ ¿Crees que lo robe? ─ dijo con una pequeña carcajada.

─ Por una razón pregunte ¿no?

─ Es mío.

─ Ya en serio ─ me cruce de brazos con una sonrisa.

─ ¿Sigues sin creerme?

─ Si.

El rodeo los ojos. Seguía sorprendida por el auto que tenía frente a mí, nunca me había subido a uno de ese estilo.

─ ¿Vas a entrar o prefieres ir caminando? ─ señaló el auto.

─ Me iré caminando, no salgo con delincuentes.

Me di media vuelta y comencé a caminar.

─ ¿Estás segura?

─ Cien por ciento ─ me gire y le sonreí.

─ Genial.

Seguí caminado hacia la salida del estacionamiento. El aire estaba helado y no tardaba en llover, creo que haberme ido a San Francisco y haber regresado a Londres fue una mala idea y peor de todo es que estaba obscuro.

El auto de Harry venia atrás de mí con cuidado y en silencio, solo se escuchaban sus neumáticos chocar contra la carretera. El me alcanzo y bajo el cristal.

─ ¿Cuándo piensas subir? ─ arqueo una ceja.

─ No lo haré ─ me cruce de brazos y aumente mi velocidad.

─ Recuerda que vengo en auto ─ aceleró más.

─ Eso no importa ─ empecé a trotar.

─ Si no subes te subiré a las malas.

Alce las manos indefensas.

─ Uy mira cuanto miedo tango ─ dije sarcástica.

─ Prefecto ─ el aceleró más hasta que lo perdí de vista.

─ ¿Qué? ─ susurre.

La calle estaba totalmente obscura, sin ningún farol que me alumbrar, lo único que me alumbraba eran los faroles del auto. Seguí caminando hacia la dirección en la que se fue Harry, unas siluetas estaban en frente de mí y se movían en mi dirección.

─ Uy, uy miren que tenemos aquí ─ dijo la voz de un chico. Las siluetas tomaron forma y eran dos chicos de diez centímetros más altos que yo y rubios.

─ Creo que hoy voy a disfrutar mucho esta noche ─ dijo el otro chico.

Retrocedí varios pasos pero alguien me detuvo de los hombros.

─ Huele bien ─ dijo el que me sostenía los hombros. El olía mi cuello y lo acariciaba con su nariz.

─ Suéltame ─ me trate de zafar pero él me tenía sostenida demasiado fuerte.

─ Ella será mía, Rob yo la vi primero ─ dijo unos de los chicos.

─ Déjenme en paz ─ me trate de volver a zafar.

─ No te esfuerces preciosa ─ dijo el que me sostenía los hombros ─. No podrás.

Los tres chicos formaron un círculo alrededor de mí y me manoseaban por todo el cuerpo.

─ ¡Suéltenme! ─ grite.

─ Muñeca, nadie sale a esta hora por estos rumbos, no saldrás de esta ─ tiro de mi blusa.

─ No solo es tuya ─ otro de ellos jalo de mi chamarra.

─ ¡Paren! ─ le di un golpe al que tomaba mi blusa.

El me soltó y empecé a correr pero uno de ellos me detuvo.

─ ¿A dónde i…─ un auto lo golpeo en su abdomen dejándolo tirado.

─ ¡Oh dios! ─ grite.

Los faroles del auto deslumbraban mi cara cuando se apagaron. La puerta del copiloto se abrió dejando salir a una persona.

─ Entra al auto ¡ya! ─ Harry me tomó de la muñeca.

El abrió la puerta y me aventó a él, azoto la puerta y se dirigió con los otros dos chicos.

Amos chicos veían a su amigo tirado en el suelo《¿Estámuerto?》 Ellos se acercaron a Harry lentamente y con sus manos en forma de puños. Harry les dio un golpe a unos de ellos en el oído y al otro lo golpeo en el cuello. Ellos se quedaron triados en el suelo y Harry corrió hacia el auto y entro, encendió el auto. Empezó a avanzar con la misma velocidad con la que Olay manejaba.

─ ¿Por qué me dejaste ahí? ─ grite.

─ Deberías de agradecerme por haberte salvado ─ dijo tranquilo.

─ Me dejaste en un rumbo que no conozco y me estás diciendo ¡QUE ME SALVASTE!

─ Solo te quería hacer una broma ¿okay? Nunca pensé que te fuera a pasar eso.

─ Pues que broma tan divertida ─ dije enfatizando el tan ─. Me querían…hacer cosas malas, Harry y todo por tu culpa.

Harry acelero más y dio frenazo haciendo que casi chocara con la bolsa de aire. Me puse en forma normal quitando mi cabello de la cara. Harry me veía con firmeza, tome aire para hablar pero él lo dijo antes.

─ Lo que importa es que tú y yo estamos bien ─ hizo su mano en forma de puño ─. Eres mi única razón de vida, si te pierdo, perderé todo.

Eche mi cabello hacia atrás y me recargue en la ventana.

─ Vamos a el campamento, quiero ver a Des.

El no arranco el auto hasta después de unos segundos. El viaje transcurrió en silencio, el no dijo ni una sola palabra y yo no di ni un suspiro. En quince minutos llegamos al campamento.

Ambos entramos al campamento sin decir ni una sola palabra. Todos estaban reunidos en un círculo jugando junto con Derek y Destiny. Harry y yo nos acercamos.

─ ¡Ally! ─ gritó Des mientras corría a mí.

─ Hola ─ ella me abrazó.

─ Me hiciste mucha falta.

─ Solo me fui una semana.

De reojo vi los ojos marrones de Derek a mi lado. Me gire hacia a él educada esperando a que me hablara.

─ Ally ─ me saludó Derek.

─ Derek.

─ ¿Cómo está tu mamá?

─ Bien, por suerte despertó ¿hoy? o ayer ─ ellos me miraron confundíos ─. Perdón es que no tengo ni idea que hora es.

─ Ven ─ río Des ─. Vamos a la cabaña.

Una pequeña manita tomó la mía.

─ Hola ─ dijo Den con su sonrisa.

─ Den ─ la tome en mis brazos y la abrace.

─ Pequeña ¿nos podrías dar un minuto a solas? ─ dijo Des.

─ Si ─ la baje de mis brazo y ella salió corriendo junto con Aron.

Des y yo entramos a la cabaña, ella la cerró.

─ ¿Qué ocurre? ─ me senté en la cama.

─ Derek me confeso algo ─ tomó su codo y se puso enfrente de mí.

─ Y ¿Qué es? ─ me enderece.

Ella suspiró.

─ Derek…─ pauso ─ él no es virgen.

─ Si lo sé ─ me encogí de hombros ─. Fue contigo ¿no?

─ No, antes que yo y el…─ la interrumpí.

─ No estoy para hablar de eso ¿si? Estoy muy cansada, viaje siete horas y el cambio de horario es fuerte. Tengo que dormir.

─ Está bien, supongo ─ ella se dirigió a la puerta ─. Te dejare dormir ─ ella salió.

Recargue mis codos en mis rodillas y restregué mi cara con las manos. Las frases de aquellos chicos ladeaban por mi cabeza, una y otra vez, cada frase, cada tono…

"Creo que hoy voy a disfrutar mucho esta noche"

"Huele bien"

"No solo es tuya"

Y el que más se repetía era…

"Porque eres mi única razón de vida, si te pierdo perderé todo"

─ Ya basta ─ me susurre a mí misma.

Me pare de la cama y salí de la cabaña sigilosamente. Todos estaban jugando y caminado, no había señales de Harry ni de ningún otro consejero por lo tanto continué mi camino hacia un pequeña banca que se encontraba justo alado del comedor pero que nadie podía ver gracias a los árboles. Me senté en ella y me puse a pensar las cosas desagradables que me pudieron haber hecho esos chicos sino hubiera ido Harry por mi ¿En dónde estaría? Sentí la presencia de una persona a lado mío.

─ ¿Por qué a los niños cuando se pelean se reconcilian rápido? ─ pregunte.

─ Porque importa más su amistad que su orgullo ─ contesto Harry con el mismo tono. El suspiro ─. Perdón por haberte dejado sola, no lo volveré a hacer.

─ Está bien ─ me quede en silencio unos segundos ─Gracias por haberme salvado.

─ Me debes dos.

─ Creo que más ─ ambos reímos.

Pasamos un rato de risas y contando mi aventura en San Francisco, incluyendo lo de Niall. Minutos más tarde acurruque mi cabeza en el hombro de Harry y caí dormida.

 

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