Secret

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Capítulo 95

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Capítulo 95

 

Era un viernes, uno de esos en donde tu preocupación se minimiza y te sientes tranquila aunque sabes que no lo estas. Miranda se fue a Inglaterra con Leah a un desfile de modas y me dejo vacaciones solo mientras ella estuviera allá, tenía tiempo para estudiar, leer y dibujar un poco. Aunque en realidad dibuje más que las demás cosas. Tracé dibujos al estilo Renoir. Este día ha sido más relajado de lo que pensé.

Cansada después de haber pintado casi todo el día regresé a mi habitación por colores que había dejado en una bolsa para empezar a dibujar en libreta pero al meter mi mano en el bolso saco aquella foto del bebé desconocido junto con John y mi madre. Recuerdo la foto, la saque cuando estaba de camino al campamento y desde ahí no le he vuelto a ver. La bilis sube por mi garganta y me dan ganas de vomitar. Me quedo mirando la foto un par de minutos tratando de averiguar en mis recuerdos quien es aquel niño pero en mi mente sigue borrosa. Buscó la foto del bebé sonriente de ojos verdes y ambas las admiro con delicadeza.

Destiny entra a mi habitación natural, entonces guardo rápidamente las fotos en mis bolsillos traseros de mi pantalón.

─. Iré a cuidar a niños. Hoy seré niñera ─ dice con orgullo.

─ ¿En serio? ─ pregunté divertida.

─ Si, Zayn y yo queremos ser padres tenemos que practicar ─ empieza a dar brincos.

─ Bien ─ me vuelvo nerviosa pero ella me llama.

─ La mamá de una amiga de Denny vendrá por ella porque quiere llevarla a su casa, ¿si? ─ asiento con la cabeza antes de que saliera de mi habitación.

Una vez que estaba fuera me vestí cómodamente para darle un visita a mi madre. Cuando escuche a lo lejos cerrase la puerta principal corría hacia la primera planta hacía Denny quien cambiaba de canales a la televisión simultáneamente.

─ Denny ─ grite su nombre y ella dio un salto de susto. Di un paso hacia atrás carcajeando.

─ Ally ─ saltó el sofá y me dio un abrazo ─. Tengo hambre, quiero almorzar.

Hice una media sonrisa.

─ El camión de los helados llegara en un par de minutos ─ me agache a su altura ─. ¿Quieres uno?

Sus ojos dibujaron una sonrisa.

─ ¡Si! ─ brinco de emoción.

─ Vamos afuera a esperarlo ─ tome su pequeña manita y nos dirigimos afuera.

Extrañaba pasar tiempo con Denny porque ella hacia que las cosas no se me complicaran tanto, hacía que me volviera a sentir una niña, sin problemas, sin rencores, solo una niña.

El camión de helados no tardó en llegar y varios niños corrieron hacia a él incluyendo Denny. La detuve cuando estaba a medio camino y le entregue un par de dólares. La observaba como ella compraba su helado, se veía tan pequeñita y frágil, una niña de sus edad de cabello castaño la abrazo, la mire por unos segundos cuando Denny llegaba con su helado de vainilla en la mano y la pequeña castaña a su lado.

─ Ally, ella es mi amiga Winie, Winie ella es mi hermana Allyson ─ se acerca al oído de su pequeña amiga ─. Pero no la llames así porque no le gusta ─ trato de susurrar pero no funciono.

Sonreí ante las niñas.

─ Hola, Winie.

─ Hola ─ me sonríe. De inmediato la pequeña castaña se voltea hacia Denny con el ceño fruncido ─. Pero tu hermana era rubia y se parecía mucho a ti.

─ ¡Ah, si! Ella es mi otra hermana, Destiny, pero no está ─ se encogió de hombros.

─ ¡Wendy! ─ una señora de estatura media, cabello castaño y ojos grises grita hacia la niña quien estaba alado de Denny. Al acercarse a Winie le da un beso y un abrazo ─. Hola, Denny ─ ella la saluda con una sonrisa. La señora me mira extraño pero después me sonríe ─. Hola soy Lucy Morrow, madre de Winie ─ se presenta amablemente.

─ Ally Stalls, hermana de Denny ─ sonrío sin mostrar los dientes.

─ ¿Hermana? ─ Lucy frunce el ceño ─. No se perecen, quiero decir su otra hermana, Destiny, se parece más a ella ─ señala a Denny ─. Un momento… ¿has dicho Stalls? ─ me quedo petrificada un momento.

─ Si, así es señora ¿acaso conoce a mi padres? ─ me repugna escuchar salir eso de mis propios labios.

─ No, es solo que…─ ambas niñas nos miran con los labios fruncidos preguntándose qué ocurría ─. Ella se apellida Mars.

─ Si, es que somos medias hermanas ─ sonrió con tranquilidad ─.

Vera, mi padre se casó con mi madre pero después se divorciaron, después mi padre conoció al padre de Des, perdón mi madre conoció al hermano de Des, ¡perdón! A al padre de Des ─ me corregí tan rápido como puede ─. Y la vida, no regalo a Des y…─ empecé a decir cosas sin sentido y a balbucear. Todas me miraban extraño hasta que decidí decir ─: Ni siquiera sé porque estoy contando esto, es una historia muy larga. En fin ─ di un aplauso ─ ¿a qué hora voy por ella? ─ pregunte en tono nervioso.

─ A la hora que quieras, cariño ─ me tomó del hombro ─. Dile a tu mamá que muero de ganas de conocerla ─ agrega deseosa.

Denny y yo intercambiamos miradas y de pasar a un momento de relajación se volvió tenso de un momento a otro.

─ Claro ─ dije seria.

─ Perfecto.

Al ver que Denny subió al auto con su amiga le dije adiós agitando mí mano de un lado al otro, ella hizo lo mismo lo cual me provoco una sonrisa. El auto arranco dejándome atrás. Iba ir de camino a casa cuando mi teléfono sonó; Niall me llamaba. No quería contestar pero no podía esconderme de él y los demás toda mi vida tengo que lidiar con esto.

─ ¿Qué quieres, Niall? ─ caminaba hacia la casa mientras esperaba a que Niall hablara.

─ Gracias a Dios que contestas ─ dice agradecido pero yo ruedo los ojos ─. Necesitamos hablar, Ally.

─ ¿Me hablaras de Harry? ─ trague saliva nerviosa al mencionar su nombre.

─ No ─ dijo un poco inseguro ─. Tal vez en parte. Solo, necesitamos hablar, necesito aclarar todo este asunto, Ally. No quiero que nuestra relación termine mal.

─ Pensé que ya estaba claro ─ abrí la puerta de la casa ─. No hay nada de qué hablar.

─ No, ¿es que no entiendes? Todo fue culpa de Harry…─ interrumpí a Niall.

─ Harry no tuvo la culpa de que tu aceptaras el contrato también ─ lo defendí.

─ ¿Por qué lo defiendes? Él te hizo daño ─ Niall pareció gruñir al otro lado del teléfono.

─ No se supone que me tenga de poner de tu lado ─ bufe. Escuche que Niall maldecía entre dientes.

─ ¡Ya basta! ─ grito tan fuerte que tuve que apartar el teléfono de mi oído pero volví a regresarlo cuando escuché a Niall hablar ─. Te veré en el parque Golden Gate ─ no espero mi respuesta y colgó de inmediato.

─ Vaya ─ suspire ─. ¿De qué me hablaras, Niall?

Solo entré a la casa para tomar un abrigo ya que el frio en San Francisco ya estaba empezando. Salí de la casa con las llaves del auto de Harry que había dejado desde hace semanas y que no se dignó a recoger. Cuando me subí al auto (ya que era la primera vez que lo hacía sin él) olí su colonia a especias, mis ojos se llenaron de lágrimas al recordarme con el acostada en la cama y Harry acariciándome el cabello. El olor a su colonia era mi debilidad.

No tardé ni quince minutos en llegar al parque en donde vería a Niall. Aparque el auto y salí en busca del chico rubio teñido, habían muchas personas en el parque, niños jugando con otros o comprando dulces, señoras platicando y parejas cursis; pero hubo una cual me intrigo. Una chica con cabello pintado de rojo y tatuada tomaba de la mano románticamente a un chico quien parecía ser tierno y amable, usaba lentes y su cabello era castaño. Me viene a la mente Harry así que aparto la mirada de esos tortolos. De repente Niall aparece a unos cuantos pasos delante de mí, su mirada recorre la multitud buscándome.

Camino hacia él y lo tomo del hombro, Niall se giró rápidamente figando sus ojos azules en los míos.

─ Más vale que sea importante. Tengo que ver a mi madre.

Él asiente y me toma del brazo hacia una pequeña banquita vacía color café. La mirada de Niall se posa en el cemento mientras toma una bocanada de aire.

─ Espero que entre tú y yo no quede rencor ─ parece estar preocupado por nuestra relación aunque no sé porque. Hemos convivido pero no lo demasiado como para este tiempo de charlas ─. Yo nunca quise estar involucrado en todo este asunto. Tuve miedo, Ally, como nunca. Tenía miedo en que me pudiera pasar algo y no sé cómo pedirte perdón…

─ Niall…─ lo interrumpo ─ no hay nada que decir, ¿vale? Entre tu y yo no habrá problemas ─ trato de parecer convencida pero ni yo me lo creo.

─ Es que…─ lo vuelvo a interrumpir.

─ No ─ tomo su mano cual esta tensa ─. Está bien. No tienes de que preocuparte.

─ ¿En serio? ─ parece igual de sorprendido que yo.

─ Si ─ dije en un suspiro.

Nos quedamos en silencio por unos momentos, cada quien estaba adentrado en sus pensamientos. Niall jugaba con sus dedos a encimarlos al igual que con sus pies; mientras tanto yo mantenía mis ojos fijos en su cabello teñido o lo que al menos pensaba. Entre nosotros el ambiente era tenso pero alrededor parecía una feria lo que hacía que el ambiente no se tornara incomodo entre ambos.

Algo que aprendí de Harry fue destensar el ambiente y entonces solté.

─ ¿Tu cabello es natural? ─ traté sonar divertida lo cual funcionó. Niall carcajeo.

─ No ─ carcajeo aún más fuerte ─. En realidad soy castaño pero mi tono de cabello no iba de acuerdo con mi personalidad. ¿Por qué? ¿Acaso se nota mucho el tinte? ─ se tomó el cabello preocupado.

Solté una pequeña risita.

─ Solo un poco.

Niall era mucho más simpático y agradable de lo que pretendía. Mientras hablaba con él me ponía a pensar sí alguna vez fue como Harry, igual de arrogante y grosero; pero ahora no es tiempo para investigar eso.

Después de haber dado varias vueltas por el parque Niall se ofreció a comprarme un helado, cual acepte con gusto. Mi helado fue de vainilla y el de él pistache. Me preguntaba si Harry y yo pudimos haber tenido alguna cita, aunque en realidad nunca tuve una con él, ni siquiera festejamos aniversario pero bueno era válido. Harry jamás me pidió ser su novia aunque me presentaba como tal.

Al ver la hora de mi celular dije:

─ Tengo que irme. Fue bueno convivir contigo, Niall ─ le sonreí amable.

─ Deberíamos hacerlo más seguido ─ me guiña el ojo lo cual hace que me quede completamente confundida. Niall se retira dándome un fuerte abrazo.

Comencé a caminar con aún el cono del helado en la mano. Camino con la mirada pegada en el cono mientras juego con él a darle vueltas cuando choco con el fuerte abdomen de un chico. Alzó la vista para disculparme cuando me topo con Olay.

─ Wow, wow ─ dice sorprendido al verme ─. ¡Ally! ¡Que sorpresa!

Lo observo sorprendida.

─ ¡Lo mismos digo!

Me lanzó a sus brazos y lo abrazo con cariño. Ver a Olay es como ver a mi hermano perdido, este hombre ha tomado uno de los papeles de las personas más importantes en mi vida.

─ ¿Quieres caminar un rato? ─ se ofreció. Rápidamente vi la hora de mi celular y vi que aún tenía tiempo, aun así no podía rechazar a Olay.

─ Seguro ─ sonreí. Empezamos a caminar alrededor del parque.

─ Y dime ¿cómo va tu relación con Harry? ─ escuchar su nombre fue un golpe bajo aunque me resistía a no llorar.

─ Harry y yo…─ mi voz se entrecorto ─ entre nosotros ya no hay nada.

Se sorprendió.

─ ¿Hablas en serio, Ally? ─ asentí con la cabeza ─. ¿Por qué? Quiero decir, cuando me hablaste de él tus ojos brillaban como luces de navidad verdes. Lucias bastante feliz, ¿qué ocurrió?

No podía mentirle a Olay sabía que lo distinguiría pero tampoco le quería decir la verdad porque si lo hacia Olay iba a darle unos buenos puñetazos ─ lo cual no le vendría mal a ese patán ─ pero Harry lo mataría.

─ No quiero hablar de eso ─ respondí. Decidí cambiar el tema ─. Y tú, ¿cómo esta, Lucy?

─ ¿Lucy? ─ frunce el ceño ligeramente.

─ Si, aquella chica del restaurante. Ese era su nombre, ¿no es verdad? ─ pregunté.

─ ¡Ah! ─ entonces reacciono ─. Se llama Emily. Hemos empezado una relación ─ pasamos por un carrito de Hot Dogs ─. ¿Quieres uno? ─ señaló el carrito.

Hice una mueca.

─ Recuerda que soy vegetariana.

Seguimos platicando y riendo un poco, me contó cómo vivió en Australia y amigos que tuvo ahí. También aproveché a decirle que Zayn era de ahí y sus padres eran dueños de una empresa aunque según Olay dijo que nunca había escuchado hablar. Pero yo buscando en mi mente recordé su traición y recordé que todo de lo que me habían dicho era mentira.

No sé cuánto tiempo estuve con Olay pero cuando mire el reloj de mi celular marcaban las tres cuarenta, entonces decidí retirarme hacía casa de mi madre.

Durante el recorrido hacia el sur estuve planeando lo que le diría a mi madre, o más bien lo que le preguntaría ¿mamá aquel niño es mi hermano? ¿Por qué no me lo dijiste? Tal vez esas eran las preguntas básicas. Y si… ¿y si realmente ese niño era mi hermano?

¿Por qué no lo recuerdo? ¿Cuándo se fue? ¿Acaso murió? ¿Lo secuestraron? Estaba ansiosa al saber la verdadera historia de aquel niño.

Por fin, después de casi una hora de recorrido llegue a casa de mi madre o al lugar en donde solía vivir. Baje del auto con pequeños trotes y cruce el pequeño jardín delantero de la casa; subí los pequeños escalones y toqué la puerta. Mi madre no tardó ni un minuto en abrir, y cuando abrió se quedó asombrada al mirarme. La última vez que nos vimos no fue muy agradable así que podía aprovechar este momento para arreglarlo.

─ Hola, mamá ─ dije tímida.

Ella no hablaba y sus ojos verdes se pusieron cristalinos. En mi mente rezaba porque no llorarla, verla llorar simplemente verla llorar me rompía el corazón en miles de pedazos, ¿qué ser peor que ver a tu madre llorar?

Se acercó lentamente y sus manos rozaron mis hombros, entonces me abrazo. Fue un abrazo inesperado, yo me esperaba que me cerrara la puerta en la cara y no me dejara entrar, pero fue bastante diferente.

─ Te extrañe mucho, hija ─ murmuró en mi cabeza. La rodé de la cintura apretándola fuertemente a mí.

─ Y yo a ti.

Platicamos por varias horas, le platique sobre el campamento inclusive sobre Harry al igual que mi primer beso con él. No le hable de Loutix pero si de sus amigos que ahora están empezando a volverse míos. Es gracioso como las personas más aterradoras y de las que tienes malas impresiones se puedan volver un rol importante de tu vida, pensé.

Mi madre estaba sirviendo té cuando tomé aire para poder preguntarle sobre aquel niño.

─ Mamá ─ llamé su atención.

─ ¿Qué ocurre, cariño? ─ se giró hacia a mí con tazas de té en las manos.

─ Tengo una pregunta que hacerte ─ se acercó a mí con las tazas. Me entregó una y le sonreí.

─ La que sea ─ se sentó a mi lado ─. ¿Cuál es tu pregunta? ─ le dio un sorbo a su taza de té.

Tímida y nerviosa saque la fotografía de mi bolsillo trasero para después ponerla en mi entrepierna, mi madre lo notó ya que frunció el ceño.

─ ¿Tuve un hermano cual no conocí? ─ mi voz temblaba al igual que mi cuerpo. Ella me dio una media sonrisa confundida y dejo su taza en la pequeña mesa que estaba frente nosotras.

─ Por supuesto que no, Ally ¿por qué preguntas eso? ─ dice con una pequeña carcajada.

─ Entonces respóndeme esto ─ saque de mi entrepierna la fotografía. La empecé a desdoblar con las manos aun temblando y le enseñé la foto a mi madre. Sus ojos se abrieron sorprendida.

─ ¿D-de dónde sacaste eso? ─ susurro nerviosa, más de lo que pretendía ─. No la deberías tener ─ su voz torno preocupada.

─ Sabes quién es el, ¿no es verdad? ─ mi voz estaba temblando no sonaba normal ─. Sabes quién es ese niño, ¿no es cierto? ─ empecé a agitar la fotografía desesperada.

─ Dámelo ─ exigió mi madre ─. No te pertenece ─ alargo su brazo para quitármelo pero yo me moví hacia atrás ─. Allyson, dame esa fotografía.

─ ¡No! ─ grité ─. ¡Dime quien es el! ─ volví a agitar la fotografía.

─ ¡Allyson, devuélvemela! ─ mi madre sonaba tan desesperada como yo. Volvió a tratar de arrebatármela pero esta vez yo me levanté del sofá.

─ ¡Exijo saber quién es el! ─ mis rodillas empezaron a temblar ─. ¡Tengo derecho a saberlo!

Mi madre se paró furiosa del sofá.

─ No, no lo tienes. Ahora dámela ─ me ordeno pero seguía sin obedecerla.

─ Mamá, tenme confianza. Por favor ─ rogué con los ojos llorosos y la voz entrecortada.

─ ¿Cómo tenerte confianza después de lo de aquel muchacho? ─ estaba empezando a poner excusas ─. No me lo constaste.

─ Tal vez no te dije sobre mi relación con Harry pero tengo derecho a saber ¡quien es aquel niño! ─ grite una vez más.

─ ¡Tu…─ la puerta se abrió y mi madre se calló. De esta dejo entrar a un hombre alto y fuerte con cabello rubio; al ver la complexión supe que John se encontraba al otro lado de la puerta.

Cuando entro cerró la puerta y nos sonrió a ambas.

─ Hola, Gina. Me da gusto verte otra vez ─ posó su mirada hacia a mí ─. Ally, hija mía.

Con pasos lentos mi padre se acercó hacia nosotras. Mi madre parecía horrorizada al verlo, entonces con su brazo izquierdo me jalo detrás de ella, mientras tanto yo no parecía tan horrorizada como las últimas veces.

─ John ─ mi madre susurró su nombre.

John iba vestido de traje lo cual hacia sus ojos azules resaltaran. John bajo la mirada hacia mi mano donde estaba la fotografía, se acercó y me la arrebato fácilmente.

─ Ay miren, aquí estábamos toda la familia reunida ─ sonrió con carisma.

Fruncí el ceño.

─ ¿A qué te refieres? ─ mi corazón estaba a punto de dejar de latir.

─ John, no lo hagas. Dijimos que…─ John interrumpió a mi madre.

─ Veo que tu madre aún no te ha dicho ─ deja la fotografía en la mesa ─. Hace dieciocho años un pequeño niño con tan solo de dos años de edad escapó de los brazos de su madre dejando a su familia sola y desconsolada. Ese niño era tu hermano, Allyson y hasta ahora sigue perdido. O al menos eso pensábamos.

─ ¿Qué? ─ mi mamá comenzó a llorar ─. ¿Qué quieres decir, John?

─ Si, Gina ─ los ojos de John se iluminaron ─ lo he encontrado y ha crecido tanto, deberías verlo tiene ahora veinte años y es todo un hombre ─ sonrió al igual que mi madre pero la diferencia era que ella lloraba ─. Y ambas lo han visto, pero tú lo rechazaste, Gina ─ ambas fruncimos el ceño ─ y Allyson, bueno tú no conoces mejor que nadie más en el mundo.

─ ¿De quién hablas? ─ estaba llorando al igual que mi madre pero la confusión me hacía olvidarme de estas.

─ Ay, Allyson; tú lo sabes ─ estaba empezando a horrorizarme ─. Es aquel chico con quien nuestra hija ha mantenido una relación bastante estrecha, por lo que se. Lo ha amado y tratado como sí fuera su todo ─ forzó una sonrisa ─. Ahora todos lo conocemos como Harry Moore pero su nombre verdadero es Harry Edison Stalls. Nuestro hijo perdido, Gina. Tu hermano biológico, Allyson.

Él sonríe macabramente y no sé si pegarle un puñetazo o echarme a llorar.

 

 

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