Secret

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Capítulo 96

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Capítulo 96

 

Y efectivamente dejo de latir, ya no sentía más el latir del corazón en mi pecho ya era más que un hueco, ya no había nada solo era obscuro hoyo negro, sin nada. La bilis estaba ya en mi garganta y estaba a punto de vomitar pero el nudo en la garganta y en el estómago lo evitaba.

Sentí un dolor muy profundo en mi pecho como si me estuviera ahogando, tan solo saber que jamás volveré a besar sus labios carmín, estrecharlo entre mis brazos, volver a oler su colonia en mi cama, me destrozaba en miles y millones de pedacitos. Ya no había forma de recuperarlo. Jamás.

─ Estas bromando, ¿no es así? ─ la garganta me temblaba y mis ojos estaban tan llenos de lágrimas que apenas y podía distinguir la silueta de John frente a mí.

─ Me gustaría, pero esto es así. Es la realidad, hija, Harry es tu hermano biológico ─ su voz era tan irritante que tenía ganas de golpearlo y aventar su cabeza por la ventana.

─ No es verdad ─ entrelace mis dedos en mi cabello desesperada. Furiosa di pasos grandes hasta quedar frente a frente de John ─. ¡Mientes! ¡Mientes como siempre! ¡ESTO NO ES VERDAD! ─ grite a todo pulmón hasta caer destrozada en los pies de aquel terrible hombre.

Las lágrimas caían por todas mis mejillas y mi garganta emitía un sonido desgarrador y dramático al mismo tiempo.

─ ¡No! ¡No! ¡NO! ─ golpeaba con fuerza el piso con mi mano extendida. Me empezaba a arder pero eso no me detenía.

─ Ally, cariño, por favor levántate ─ mi madre me tomó de los hombros pero yo la aparte furiosa. Seguía golpeando con mi mano el fuerte piso hasta que pase a hacerla puño. ─ ¡Está mintiendo! ─ grite desesperada y dolida al mismo tiempo.

─ Cariño, levántate ─ trató de volverme a alzar pero la empuje con mis hombros.

─ Tu madre ha dicho que te levantes ─ John rugió a mi lado. Me tomó de los hombros y me alzó bruscamente hasta lanzarme hacia el sofá.

Caí en el dándome justo en el cráneo con la re cargadera. Observe a mi madre quien lloraba pero no como yo, sin embargo al cruzar nuestras miradas sus ojos verdes se opacaron y apostaba un millón de dólares que estaba igual de dolida que yo al verme llorar de ese modo.

─ Mamá ─ susurré pidiendo consuelo. Entendió de inmediato y se colocó a lado de mí con sus brazos enredados en mi cuerpo.

Mi cuerpo temblaba contra el suyo y no podía hacerlo calmar.

─ Y para sorprender a ambas lo he traído ─ sonrió irónico ─. Esperen aquí un momento.

John salió de la casa para llamar a Harry lo cual me aterraba bastante. ¿Y sí él ya lo sabía?

─ Dime que está jugando ─ decía entre llantos pero ella afirma diciendo:

─ Teníamos un hijo llamado Harry ─ me tomó el cabello cuidadosamente ─. Escapó cuando estábamos de visita aquí por primera vez. Tu tenías apenas un año de edad, no recordaras nada, mientras que Harry tenía dos ─ se limpió una lagrima rápidamente ─. Recuerdo que el llevaba puesta su gorra con su nombre grabado ─ su voz se empezó a entrecortar. Verla así me dolía tanto como saber que Harry podía ser mi hermano biológico ─. Había mucha gente, yo te tenía cargando en un brazo y Harry iba tomado de mi mano cuando… él se soltó. No me di cuenta hasta que baje la mirada y vi que no estaba ─ soltó varias lagrimas ─. Lo buscamos pero nadie lo encontró ─ lamio sus labios cuyos estaban llenos de lágrimas.

La mire por unos momentos maldiciendo cada segundo de mi vida por haberme metido con aquel hombre, porque mi madre me había mentido, porque si ella me hubiera dicho la verdad nada de esto hubiera pasado. Si no me hubiera llevado al campamento nada de esto hubiera pasado.

John abrió la puerta dejando entrar al hombre a quien ame y sigo amando pero no lo podré volver a amar como antes.

Harry me miró, y sus ojos verdes estaban opacos; aquel brillo cual siempre lo distinguía de los demás ya estaba perdido. Harry tenía el aspecto como me había descrito aquel chico de la universidad, sus ojos estaban rojos, parecía como si no se hubiera bañado en años, tenía ojeras. Hasta a mí me dolía verlo así. Sus labios se curvaron hacia abajo cuando aparto la mirada de mí y sus ojos se llenaron de lágrimas. Sí lo veía llorar ahora iba a morir.

─ Gina ─ John se colocó detrás de Harry ─. Te presentó a nuestro hijo ─ con su brazo rodeo el cuello de Harry y pude ver que él lo quiso apartar aunque no lo logró ─. Harry te presento a tu verdadera familia ─ John sonrió orgulloso.

Mi mamá se paró temerosa. Dio pequeños pasos hacia a él hasta que quedaron frente a frente, sentí ganas de vomitar cuando los vi. Ella alargo su brazo y tocó su mejilla, Harry permanecía inmóvil ante mi madre, nuestra madre. Mamá empujo levemente la mejilla de Harry y lo admiro por unos momentos; Harry regresó la mirada hacia mamá quien supuse que sonreía llena de terror.

─ Harry ─ mi mamá se abalanzó sobre sus brazos y lo abrazo con fuerza. Sin embargo, Harry no correspondió ante el abrazo. Harry me miraba y sabía que quería hablarme, podía verlo en sus ojos, pero ninguno de los dos estábamos listos para hacerlo.

Cuando mi madre se separó de él se lo quedo observando horrorizada y un poco confundida. Harry no mostro ni un gesto de agrado ante ninguno de nosotros y lo entiendo.

─ Bien ─ John dio varios aplausos ─. La familia está completa otra vez ─ no sé cómo pude hablar tan alegre después de lo que ha ocurrido.

─ Eres un descarado ─ le escupí. John sorprendido me miro pero solo me sonrió incrédulo.

─ ¿Por qué no vamos a cenar? ─ John sugirió ─. Para festejar que toda la familia está completa otra vez.

Mi madre se giró a verme y yo con la mirada suplicaba para no ir.

─ No pienso ir a cenar con ustedes ─ Harry se negaba por completo ─. Ustedes no pueden ser mi familia. No lo acepto, ustedes no son mi familia ¡no pueden serla! ─ gritó desesperado y no lo culpaba ─. Ally no puede ser mi hermana. Tiene que ser otra de tus mentiras.

Harry aún parecía ser el más fuerte e intimidante de aquí aunque mi padre fuera mucho más alto y fuerte que él.

─ Pues no lo es, Harry ─ mi padre confirmo firme ─. Es igual de real que el mismo sol.

Harry apretó la mandíbula.

─ De igual manera, no pienso ir ─ Harry se gira y camina hacia la puerta con los labios bien fruncidos. Mi padre lo detiene del brazo antes de él tome la manija.

─ Iras quieras o no. Ahora eres un Stalls, siempre lo fuiste. Tienes que liderar con eso ─ dice fuerte y grave ─. No es mi culpa que te hayas enrollado con Allyson, ella es tu hermana.

Harry aparta su brazo bruscamente, tanto que mi madre se sobre salta.

─ ¡Eso no es verdad! ─ Harry ruge. Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

─ ¡Si lo es! ─ John responde en el mismo tono de voz que Harry ─. Ahora cálmate y vete a vestir elegante porque iremos a cenar.

Harry se retira con un fuerte gruñido mientas que John se gira hacia nosotras.

─ Las vendré a recoger a las ocho de la noche para ir a cenar ─ camina hacia la puerta ─. Vayan elegantes.

Cuando sale me quedo petrificada. Estoy pálida y lo puedo afirmar por el rostro de mi madre que tiene cuando me mira. Por fin vi a Harry después de semanas y me destrozaba verlo porque ya no podía verlo más con esos ojos con los que los miraba en el verano, porque no podía más besar sus dulces labios. Pensaba que el solo me había amado por dinero pero ahora que lo veo si me amo realmente, tal vez solo un poco pero lo hiso. Ahora ya no puedo regresar el tiempo y decirle que lo amo, pero ahora es diferente, nada volverá a hacer igual.

Estaba encerrada en el cuarto de baño completamente desnuda en la tina del baño. Mis brazos abrazaban mis piernas y se mantenían hundidos en el agua me llegaba a la mitad de abdomen. Le había dicho a mamá que tomaría una ducha rápida, pero esa ducha se convirtió en horas, pero mi madre no me interrumpía apuesto a que sabía cómo me sentía.

Decidí deshacerme de esa posición y hundí todo mi cuerpo en el agua tratando de desvanecer cualquier idea repugnante sobre haber besado a mi hermano biológico, haber hecho el amor con él, haber formado una relación amorosa y estrecha con él me repugnaba. Mi hermano… mi hermano biológico fue mi novio.

Ignoré cada imagen repugnante y salí del baño con una bata color purpura. Me enrede el cabello en un chongo para empezar a maquillarme, me dirigí hacia el pequeño lavamanos en donde colgaba un pequeño espejo. Observe mi reflejo cual no podía identificar, esa no era yo, la chica quien estaba en el espejo no era yo. Jamás había tenido ojeras tan marcadas en mi vida, mis ojos aún mantenían aquel brillo pero estaba segura de que estaba a punto de esfumarse, mis labios estaban entrecortados. Tenía apariencia de no haber dormido desde hace días, me sentía fatal, me sentía…destruida.

Al colocarme el delineador no pude evitar que mi mano temblara cuando la punta del lápiz color negro toco el parpado. Contraje el lápiz tan fuerte contra mi lápiz que la punta de este se rompió y mi parpado empezó a arder. Aventé el lápiz hacia la pared y recargue mis codos en el lavamanos y los dedos entrelazados entre mi cabello. Quería llorar y la razón era porque la punta del delineador de había roto "No puedes llorar por todo, Allyson" me repetía una y otra vez en la cabeza y después de mil intentos lo logré. Alcé mi cabeza hacia el espejo y vi mi pálido rostro una última vez antes de ser maquillada. Me maquille sin pensar en otra cosa más en que mi delineado saliera perfecta y que mis labios quedaran perfectamente rosados. Con la tenaza solo me remarque mis caireles cuidando a que nos quedarán tan marcados como muñeca de porcelana. Me mire los labios una última vez para después salir a la habitación en donde solía dormir.

Al salir observe un vestido azul turquesa que llevaba una ligera abertura en el abdomen y llegaba más arriba de las rodillas.

Levanté el vestido y mire la parte trasera que tenía varias aberturas en la espalda. Sí fuera la chica de hace meses atrás no me hubiera puesto ese vestido tan "revelador" pero he usado cosas peores.

─ ¿Estas segura que te pondrás eso? ─ me volví hacia mi madre quien estaba vestida con un vestido color vino hermoso y sus zapatos eran de tacón color carne. Mi madre se veía bastante alta pero permanecía hermosa.

─ Si ─ asentí dirigiendo la mirada hacia el vestido.

─ Pensé que no aceptarías ─ encorvo su espalda.

─ He cambiado durante estos últimos meses, mamá ─ baje la mirada hacia mis pies desnudos.

Cuando salió de la habitación empecé a ponerme el vestido y después los zapatos. Los zapatos constaban de unas zapatillas altas y de color negro; no podía negar que eran bastante hermosas. La última vez que las utilicé fue en mi graduación de preparatoria.

Cuando me vi en el espejo sentí satisfacción y orgullo por el cambio que me había hecho pero eso se borró cuando recordé que no podré seducirlo o escuchar algún cumplido suyo.

John llegó justo a la hora que acordó. John iba de traje (no muy formal) pero mis ojos se posaron en Harry quien iba vestido completamente de negro, iba de janes ajustados, sus típicas botas puntiagudas negras, llevaba camisa y saco negro y no podía faltar una bufanda gris. Su cabello estaba peinado hacia atrás y se veía bastante brillante. La sangre me hirvió cuando por segunda vez recordé que no podía volverlo a besar jamás o hacerle un cumplido como lo solía hacer.

Nuestras miradas se comunicaban y podía percibir el tenso ambiente entre nosotros y el de nuestros padres. Después de unos segundos giro su mirada hacia el asiento del copiloto. Hizo la misma mueca que cuando nos volvimos a ver en el campamento.

─ Hey, muchacho ─ John apartó la mano de Harry de la puerta del auto ─. Los niños van atrás ─ señaló con los ojos la puerta trasera donde justo estaba parada. Harry hizo sus manos puños y pude ver que los apretaba con fuerza.

Harry entró por la otra puerta trasera del auto azotándola. Mi madre y John entraron pero yo me quede embobada pensando en lo que estaría pensando Harry en estos momentos sobre nuestra hermandad. Reacciono cuando el claxon del auto suena, abro la puerta y veo que Harry tiene la mirada en mí pero la mueve rápidamente. John arranca lo más rápido posible.

─ Iremos a COI a cenar ─ anuncia pero nadie dice nada.

COI es uno de los restaurantes más elegantes de todo San Francisco y caros. Solo fui a comer una vez ahí y fue cuando tenía ocho años. John nos invitó a mi madre y a mí para mostrar su amor por nosotras cuando ellos ya estaban separados.

Durante casi una hora solo escuchábamos la aturdidora voz de aquel hombre rubio que arruinó la vida de los tres individuos que estábamos dentro del auto. Al principio pensé que Harry me miraba de vez en cuando pero al ver por el rabillo del ojo me daba cuanta que yo era quien lo hacía. Tanía impulsos por hablar con él o al menos emitir un sonido para que sus ojos se plantarán en mí.

Quería que me sonriera como siempre lo solía hacer pero sabía que eso no era posible, también, quería que me dijera lo hermosa que me veía hoy pero eso solo vivirá en mi mente durante toda mi vida. Para distraerme me puse a jugar con mis dedos nerviosa mientras con el rabillo del ojo miraba a Harry esperanzada. Después de unos minutos me rendí y puse mi cabeza en la ventana del auto.

─ Hemos llegado ─ anuncia John mientras estaciona el auto. Harry antes de que todos salgamos del auto el abre la puerta y sale directamente hacia el restaurante ─. Parece que sus padres adoptivos ─ John bufó con naturalidad y eso hizo que una llama se prendiera dentro de mí; él estaba a punto de salir cuando lo detuve diciendo:

─ ¿Es que acaso no entiendes? ─ gruñí. Mi madre y John se giraron hacia a mí con el ceño fruncido ─. A su padre lo asesinaron, su madre está muerta y ahora se entera que esas personas no son fueron sus padres y su novia su hermana ─ mi voz se entrecorta ─. ¿Cómo quieres que este él, John?

Ninguno de los dos me responde y salen del auto espero unos segundos cuando mi padres abre la puerta y me saca de este tomándome del brazo fuertemente. Sus ojos azules desprenden furia y no puedo evitar sentirme intimidada. Me pagó a él y sus labios estaban cerca de mi oreja que mis vellos de la nuca se pusieron de punta.

─ Creo que Harry hizo un buen trabajo contigo, ¿no es así? ─ aprieta mi brazo y siento como si me estuviera atravesando la piel.

Trato de soltarme pero lo único que provoco es que el me rasguñe. Miro mí alrededor en busca de ayuda pero no hay nadie, mi madre está dentro del restaurante hablando con uno de los meseros y Harry no está.

─ Suéltame ─ suplico pero el solo me aprieta más. Mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas pero eso no sirve con él, las lágrimas no.

─ Ya basta ─ escucho la voz ronca de Harry a mi lado. Giro mis ojos hacia él; Harry mira a John furioso y entonces noto que Harry ya ha apartado la enrome mano de John de mi débil brazo.

John solo lo fulmina con la mirada y no puedo evitar sonreír agradecida. Harry no se digna a mírame y me dirige hacia el restaurante junto mi madre.

─ Harry… ─ murmuro su nombre pero él me interrumpe.

─ No ─ me pone frente a él ─. No digas nada, por favor. No lo hagas.

Puedo notar sus ojos llenarse de lágrimas mientras tanto yo rezaba para que no lo hiciera. Harry solo me miro por unos segundos más antes de irse a lado de mi madre, lo observe hasta que mi madre me atrapo haciéndolo; baje la mirada rendida. No podía contenerme más. Con la cabeza gacha me dirigí hacía ellos con el corazón en la garganta. John llegó y me tomó regalándome una sonrisa.

Al entrar al restaurante no me tomé la molestia de ver a las personas quien se encontraban a mi alrededor, yo solo quería que esta noche terminara. Me senté a lado de Harry y nuestros padres frente nosotros. Pude notar como mi madre, Harry y yo no tensábamos pero John permanecía en su estado natural.

Un mesero se acercó a nosotros un una alegre sonrisa.

─ Señor, Stalls ─ lo saludó ─. ¿Quiere que le traiga su orden especial?

─ Sería un placer ─ mi padre sonrió. El mesero se retiró sin nada más que decir ─. Es una linda noche, ¿no creen?

Subí mi mirada hacia mi madre quien no despegaba la mirada de Harry, entonces ella abrió los labios para hablar.

─ Harry, realmente…

─ No ─ él la interrumpe de inmediato ─. No hables, Gina. Por favor.

Los ojos de ella se llenaron de lágrimas, más los de él permanecieron intactos. John aclaró la garganta y siguió contando una de sus estúpidas aventuras, yo me tapaba los oídos con las manos discretamente para evitar el horrible sonido de su voz. Hasta que el mesero colocó una enrome charola llena de carne y poco vegetales, el olor de la carne no tardó en recorrer mis fosas nasales. Inflé las mejillas aguantando la respiración.

Mi madre y Harry me miraron.

─ Provecho ─ dice John cuando se pone la servilleta de tela en sus rodillas.

Observo disgustada el enrome plato repleto de diferentes tipos de carene. Todos comienzan a tomar trozos pero yo me quedo intacta mirando la asquerosa carne frente a mí.

─ Estas bromeando, ¿no? ─ dije con una carcajada. John soltó el pedazo de carne que estaba a punto de meterse a la boca.

─ No por supuesto que no ─ se metió el pedazo de carne a la boca ─. Ahora come ─ me ordena.

Hay un plato de carne esperándome y siento la mirada pesada de John ante mí. Sabía que no había nadie quien pudiera defenderme, mi madre moría de miedo cuando se trataba de John y Harry no se iba a arriesgar a meterse un lío con John y yo sabía que si no lo hacía las iba a pagar.

Corte un trozo mientras saboreaba su asqueroso y grasiento sabor en mi garganta. John me miraba atento cuando le di la primera mordida a un trozo de bistec; el bistec ni siquiera tardó en pasar por mi faringe, los tosidos míos de ganas de vomitar y su sabor amargo en mi lengua hizo que de inmediato escupiera aquel trozo de carne. El trozo masticado cayó directamente en mi plato de comida y una vez que lo vi fuera con la servilleta de tela empecé a limpiarme la lengua rápidamente.

─ Eres una dramática, Allyson ─ mi padre dio un sorbo a su vino. No supe aguantar su increíble arrogancia. Lo mire y me quede callada esperando a tranquilizarme.

─ ¿Por qué le has hecho eso, John? ─ mi madre me defiende por fin ─. Es vegetariana.

─ ¿Y? ─ se encogió de hombros ─. Yo pagué por esa comida.

Mi madre apretó la mandíbula.

─ Eres un patán ─ mi madre le escupió.

John se giró hacia ella con los ojos con llamas dentro. La va a golpear, le va a gritar, la va matar. Empezaba a entrar en pánico e imaginarme a John a punto de matar a mi madre.

 

 

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