Secret

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Capítulo 55

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Capítulo 55

 

─ Espero que no le hayas puesto un dedo encima ─ el me volvió a poner atrás de él.

─ ¿Quién es él? ─ le susurre ─Harry.

─ No hables y quédate atrás ─ dijo duro.

─ Moore ─ repitió el chico.

─ ¡Deja de decir mi apellido!

─ Bien, Harry ─ dio una carcajada ─. Nos volvemos encontrar.

─ No entiendo ¿por qué todos te conocen aquí? ─ esta vez grite.

El me ignoro, solo mantenía su mirada fija en aquel chico.

─ ¿Qué hacías con ella? ─ el dio un paso hacia adelante pero con su brazo me mantuvo atrás.

─ ¿Qué? ¿Crees que le estaba coqueteando o algo así?

─ Si.

─ Harry, amigo, tú eres experto en ese tipo de cosas yo no.

─ ¿De qué está hablando? ─ le susurre pero me volvió a ignorar.

El asomó su cabeza entre el hombro y cuello de Harry dirigiendo la mirada a mí.

─ ¿Cómo puedes salir con este patán?, que solo usa a las chicas por su convencía.

Tome el hombro de Harry. Sentí como se tensaban sus músculos y miraba sus manos se volvía puños.

─ Como puedes estar tú con el ─ me señalo y después a Harry ─. Es más; el da pena.

Harry se hizo un paso hacia delante preparándose para golpearlo.

─ ¡No! ─ lo jale del cuello haciendo que se playera. Lo tire.

─ ¿Por qué hiciste eso? ─ gritó desde el suelo.

─ ¡Nada se arregla peleando! ¿Cuándo entenderás eso? ─ grite las últimas dos palabras. Mire al chico.

El chico rechino los dientes, di un paso más el hasta quedar frente a frente.

─ Si vuelves a decir algo así, dejaré que Harry te dé una paliza ¿Okay?

El me miró frunciendo el ceño.

─ No me asustas.

─ Tú no te asustes por mí, asústate por el ─ señale a Harry y sus ojos esmeralda se plantaron en el moreno.

─ Vámonos ─ Harry me tomo de la muñeca dándole la espalda a el chico.

─ ¡Si sales lastimada recuerda que te lo advertí! ─ Harry soltó mi muñeca y corrió hacia el dándole un puñetazo en la mejilla.

─ ¡Hey! ─ gritó un guardia.

─ Vamos ─ me volvió a tomar de la muñeca pero esta vez con mucha más fuerza.

Jalo mi brazo hacia él y ambos empezamos a correr.

─ ¡Alto! ─ gritó uno de los guardias.

Harry me jaló más fuerte de los bazos apurándome a correr.

─ ¡Vamos! ¡Corre! ─ gritó aun jalándome.

Las largas piernas de Harry daban zancadas provocando que diera tropezones mientras trataba de correr.

─ ¡Sino fueras zancadas estaría mejor! ─ grite tras él.

Al perecer me había ignorado ya que lo había hecho ningún cambio. Corrimos hacia una pequeña calle antigua.

─ ¡Alto! ─ los guardias seguían corriendo tras nosotros.

La calle se iba haciendo más estrecha y cada vez más. Harry jalando mi brazo hacia el lado izquierdo doblando mi tobillo.

─ ¡Harry! ─ grite. Caí. Inmediatamente que caí puse mi mano en el tobillo. El corrió hacia a mí y después se agachó tomando mis brazos.

─ Levántate.

─ No puedo ─ gemí de dolor. Trate de moverlo pero un dolor apareció en este.

Detrás de nosotros se escucharon los grandes y fuertes pisadas de los guardias.

─ ¡Ahí están! ─ gritó uno de ellos.

Bajo volviendo a posar su mirada en mí.

─ Te cargare ¿okay?

Asentí levemente. Puso su brazo izquierdo en mi espalda y el izquierdo en mis piernas. Me elevo en el dejándome en sus cálidos y fuertes brazos.

Empezó a correr con dificultad, asome mi cabeza entre el torso y el bazo de Harry para poder así ver a los guardias. Ellos empezaron a aumentaron el paso.

─ Es mejor que te apures ─ le dije.

─ Eso trato.

La fuerza de este chico era realmente impresionante había corrido aproximadamente cinco cuadras y aun conmigo en sus brazos. Volví a asomar mi cabeza; los guardias habían desaparecido, los habíamos perdido.

─ Los perdimos ─ susurre. Freno en un pequeño callejón con varios edificios olvidados. Me bajo con cuidado en unos de los escalones en la entre de un edifico. Puso sus manos en las rodillas recuperando el oxígeno.

Agache y tome mi tobillo sobando la parte lastimada.

─ Lo lamento ─ se agachó a lado mío para poner sus manos encima de las mías. ─ No fue mi intención.

─ Lo sé ─ el toco la parte más provocada en el tobillo.─ Ouch.

Aparte su mano rápidamente.

─ Oops, lo lamento ─ volvió a oler su mano ─. Te llevare al hospital, vamos.

Cogió mis piernas y mis piernas volviendo a tomar la posición de hace un rato.

─ ¿Quién…─ el me interrumpió.

─ Después haces la preguntas por ahora permanece callada ─ me miro a los ojos y después desvío la vista.

─ Okay.

Esta vez camino, durante todo el camino no hubo ni una solo palabra, lo único que podía escuchar era el sonido de nuestras respiraciones y el sonido del aire chocando con justo rostro.

Llegamos a una calle llamada 11 Clareville Grove. El me bajo con cuidado dejando mi tobillo lastimado a flote. Tomo mi brazo pasándolo alrededor de su cuello mientras nos dirigimos a la esquina.

─ ¡Taxi! ─ gritó sacando su brazo de la calle.

Este rápidamente se estacionó. El me abrió la puerta pasándome con cuidado al asiento trasero, el subió a lado mío para después cerrar la puerta.

─ A la clínica del doctor Schuester.

Acomodo su espalda en el respaldo. Dio un suspiro y después me devolvió la mirada.

─ ¿Schuester? ─ pregunte.

─ El té revisará, tu tranquila.

 

~ ~ ~

El doctor me dijo que tenía que reposo durante un par de días, por lo tanto tenía que llevar una venda en el pie.

Harry me dio su habitación para poder quedarme a dormir. Las ocho de la noche y ya estaba exhausta.

─ ¿Ya me podrías contar lo que paso? ─ pregunte mientras acomodaba mi pie encima de un almohada.

Se sentó a lado mío poniendo sus codos en sus rodillas.

─ Una historia larga.

─ Tenemos mucho tiempo.

Dio un suspiro asintiendo.

─ Fue hace dos años al mismo tiempo que conocí a Bárbara y Natalie. Ambos nos odiábamos, el odio era mutuo. Conforme paso el tiempo el pelaba por quien tenía más chicas si él o yo…

─ Espera ¿Qué? ─ dije ofendida ─. ¿Hacían eso? ¿Acaso estás loco?

─ Nunca dije que a mí me complaciera, nunca acepte eso hasta que conocí a Victoria. Desde que no acepte me ha puesto en el papel de mujeriego, siempre me ha querido hacer la vida imposible quitándome a mis chicas por lo tanto no me importo porque simple en la mente en una ─ me miró fijamente. Hice una sonrisa ─. Cuando te vio te quiso hacer pensar que yo era alguien malo.

─ ¿Siempre te hizo sentir así?

─ Siempre ─ masculló.

Me acomode en la cama recargando mi cabeza en la almohada mientras miraba a Harry fijamente, no sabía si era una mirada tierna u obscura. Sonreí sin mostrar los dientes, mis ojos se empezaron a cerrar despacio. Su mano levanto mi cabello y beso mi frente.

 

 

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