Secret

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Capítulo 57

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Capítulo 57

 

─ ¡No! ¡Estás loco si piensas que haré eso! ─ grite.

─ Solo será par de días ─ se recargó en la puerta de la habitación.

─ ¡No me interesa! ¡No y punto!

─ ¿Querías conocer mi vida, no?

Harry había dicho que quería llevarme a un lugar llamado Loutix. Me platico que es uno de los lugares más lujoso de todo Londres pero el problema era en donde solo habían personas que bebían alcohol, hacían apuestas, hijos de millonarios alcohólicos y chicos que eran como los que nos encontramos la última vez en el puente.

─ ¡No iré a ese lugar! ¡Y mucho menos con Louis! ─ me senté en la cama bruscamente.

─ Por favor, All hay que ir antes de regresar a clases.

Mire hacia el techo y después volví a bajar la mirada hacia a él.

─ Toda vía tengo mucho que estudiar.

─ Uf. No te hubieras quedado si ibas a estudiar.

Pegue un grito.

─ ¡No!

─ Por favor ─ bufó ─. La vida no solo se trata de estudiar se trata de arriesgarse o al menos morir haciéndolo ¿o qué? ¿Piensas quedarte toda tu vida sentada como niña bien?

─ Si ─ constate segura ─. Me gusta ser así.

Gruño. Dio un paso adelante para quedar enfrente de mí.

─ No puedo creer que seas así.

─ Y yo no puedo creer que seas tan extrovertido ─ me crece de brazos.

─ ¡Por favor, Ally! No lo niegues. Yo sé que quieres ser como yo pero temes a fallar.

Recargue mis codos contra mis piernas, pose mis manos en mi cara sin despegar la mirada de él.

─ Necesito aire.

─ No puedes bajar las escaleras sin ayuda.

─ Ya lo he hecho ─ dije mientras me paraba.

Salí del cuarto hacia las escaleras. Cuando baje abrí la gran puerta de cristal que deba a si el jardín. Me senté en el pasto cuidadosamente hasta quedar acostada, puse mis manos en mi estómago y di un gran largo y profundo suspiro.

Harry tenía la razón. Quería ser como el, quería ser una de esas chicas que todos desean porque es extrovertida o fiestera, una de ellas que se van a gustas y sin que las critiquen pero lo único malo era que tenía a fallar.

Tal vez lo que me había dicho era verdad, tal vez me tengo que arriesgar.

Casi media hora me quede con los ojos plasmados en el cielo y tratando de darle figuras a las nubes. Después de pasar merodeando por mi cabeza si debería ir o no, llegue a una conclusión. Solo iré cinco días a ese terrible lugar para poder probar un poco de lo que se trata la vida de Harry y la siguiente semana llegaremos a San Francisco y retomare la vida que siempre he llevado y he estado a acostumbra a llevar.

Subí las escaleras casi a zancadas aun con el pie herido. Llegue a la habitación de Harry. El miraba su celular tan relajado.

─ ¡Harry! ─ grite su nombre.

De inmediato se incorporó en la cama y me miro con los ojos como platos. Sonreí sin mostrar los dientes pero él no me correspondió, lo único que me hizo fue una mirada fulminante.

─ ¿Qué pasa? ─ se paró de la cama y se dirigió hacia a mí.

─ Iré contigo ─ trate de ocultar mi sonrisa de emoción.

─ ¿Estás hablando enserio? ─ dio un paso más hacia a mí.

─ Si ─ dije algo insegura.

─ ¿Cien por ciento? ─ bajo un poco su cabeza para ver mi rostro.

─ Ochenta y siete por ciento ─ mentí. La verdad es que moría por ir a ese lugar y en espacial con él.

─ ¿Eso es un…─ me miró esperando una respuesta.

Me tarde un par de segundo en constatar hasta que lo hice.

─ Si.

Me tomó por la cintura h me abrazo elevándome en sus brazos.

─ Iré a donde tú vayas.

─ ¡Eres increíble! ─ besó mi cuello.

─ ¡Harry! ─ solté una risita. Apreté mi hombro y mi cabeza hacia la suya.

Continúo besando mi cuello. Sentía un hormigueo en este. La broma se terminó haciéndose en serio.

Separo su cabeza de mi cuello y me miró fijamente a los ojos y yo a los suyos. Me besó en los labios fuertemente, cerré los ojos al igual que él, mientras enredaba mis piernas en su torso; tomo mi cabeza y la apretó más él. Camino si des pagarme de él hacia la pared. Enrede mis brazos en su cuello tocando su cabello ondulado. Se separó de mí para tomar aire. Babe mi labio inferior.

─ ¿Por qué el pircing? ─ pregunte agitada con aun la espalda recargada en la pared.

No me respondió y me volvió a besar. Abrí los ojos lentamente mis ojos mientras el continuaba por su parte. Baje un poco la vista y observe su tatuaje donde decía la fecha de hoy veintidós de julio.《¿Por qué tendría la fecha de hoy?》 Ignore el tatuaje y volví a poner atención. Harry me quito de la pared y me sentó en la cama. Cuando se separó me puso bien sentada con la piernas abiertas. Él se sentó frente de mí y me jalo de las piernas volviéndolas a poner en su torso. Continúo besándome hasta que un aturdido sonido nos interrumpió.

Harry toqueteo su bolsillo y saco su celular.

─ Genial ─ fija casi sin aliento mientras chocaba mi frente contra la suya.

Volvió a sonar el celular.

─ Creo que tienes que contestar ─ señale el celular con los ojos.

─ Oh, claro ─ se levantó rápidamente ─. ¿Hola? ─ salió por la puerta dejándome sola.

Pase mi cabello hacia atrás, mire mis piernas abiertas y de inmediato la cerré. Me mantuve unos segundos más acostada cuando me llamo la atención el cielo pintado de azul claro. Me levante de la cama y camine cojeando hacia un pequeño balcón que se asomaba por el carro de Harry. Abrí la puerta de cristal y salí. Camine hacia el brandal de cristal donde dejaba ver la gran ciudad de Londres. Recargue mis brazos en el brandal sonriendo; mire de reojo dos pequeñas sillas y una mesa. Tal vez aquí es en donde veían a diario Derek y Harry para hablar sobre chicas o apuestas o inclusive alcohol.

─ Ally ─ me llamó una voz seca desde atrás. Gire mi cabeza para encontrarme con Harry. Tenía los ojos rojos se notaba que estaba a punto de llorar.

─ ¿Harry? ¿Qué ocurre? ─ di unos tantos pasos hacia a él.

─ Arréglate. Tenemos que irnos ─ se dio media vuelta y salió de la habitación.

 

~ ~ ~

Aun no me decía porque estaba a punto de llorar hace veinte minutos o a donde nos dirigíamos el solo conducía y sin quitar la mirada de la calle. Lo vi de reojo y rápidamente con la manga de su camisa de seco una lagrima.

Esto me asustaba, tenía que ser algo diminutivamente grave para que lo hiciera llorar. Estaba harta de que solo actuará así sin decirme la razón.

─ ¡Maldita sea! ─ grite. El giró el volante un par de veces rápidamente.

─ ¿Ahora qué? ─ preguntó gritando alarmado.

─ ¿Qué rayos te ocurre? ¡Te la has pasado todo el maldito transcurrido de la casa hasta aquí sollozando! ¡Y sin decir una maldita palabra de lo que te está pasando! ─ era la primera vez que decía tantos malditos en una oración, es más era la primera vez que digo tantos malditos en un día.

─ ¡Carajo, Ally! ¿Quieres calmarte? Cuando lleguemos a ese lugar lo veras ─ trató de ocultar su voz cortada.

─ ¡Es que…─ iba a gritarle otra vez pero me interrumpió.

─ ¡Maldición! ─ dijo con fuerza. Tenso sus músculos. Mantuve la mirada firme en él. Me volteo a ver rápidamente y después hacia la autopista. Relajo sus músculos ─. Por favor no hagas preguntas por ahora ¿si?

Tal vez si debería de permanecer callada y sin hacer alguna pregunta que le causara gritar ya que estaba conduciendo.

Nos mantuvimos en silencio hasta llegar a un hospital. Harry se quiero su arete y lo puso dentro una pequeña cajita que había dentro del auto.

─ ¿Qué rayos? ─ susurre.

Recorrió todo el parking en busca de alguna casilla vacía. Solo había una y era para personas discapacitadas.

─ Esta es para…

─ Lo sé, pero es urgente a donde tengo que ir así que escúchame bien ─ se pagó hacia a mí ─. Te cargare como si tuvieras algún problema en las piernas y no pudieras caminar si nos llegan a preguntar tu mantente callada yo seré el que hablara.

Asentí. Salió del auto hacia mi puerta y la abrió. Me cargo y cuello la puerta con su cadera. Empezamos a caminar hasta que nos encontramos al guardia del parking.

─ Esta casilla es espacial para…─ el policía se quedó callado al verme.

─ Esta discapacitada.

─ ¿En serio? ¿Y si silla de ruedas?

─ Venimos a recogerla.

─ Muchacho, llevo años aquí me se muchas de estas excusas así que…─ Harry lo interrumpió.

─ Le daré cien libras si cierra la boca y deja que el auto se quede ahí ─ me bajo con cuidado dejándome a lado de él.

─ Doscientos ─ dijo el policía.

─ Lo toma a lo deja ─ contestó agresivo.

─ Hum… hecho.

─ Se lo daré regresando.

─ Perfecto.

Me tomó de la mano y mal dirigimos hacia la puerta del hospital.

─ ¿Se lo darás?

─ No soy idiota, por supuesto que no. No ganare cien grandes para dárselo a un policía.

Tarare de caminar lo más rápido que pude ya que él me hablas con fuerza y rápidamente. Cruzamos las grandes puertas del hospital. Me jalo aún más fuerte de donde estaba un gran letrero donde se encontraban las diferentes áreas y los pisos donde se encontraban.

─ Busca urgencias ─ no me dirijo la mirada.

Busque en el enorme letrero cuando vi con letras rojas Sala De Urgencias.

─ Ahí ─ exclame ─. Segundo piso.

Sin que lo pensara me tomo del brazo fuertemente hasta el elevador. Apretó uno de los botones y el elevador se abrió. Entremos y el apretó el botón que tenía en número dos marcado.

Esperamos unos minutos hasta que se abrió. Me arrastro por el segundo piso hasta que se topó con y doctoró.

─ Doctor McCabe ─ Harry lo paro con una de sus manos.

─ Señor Moore.

─ ¿Dónde está?

─ La trasladamos a la habitación 456 esta hacia haya.

─ ¿Ya no está en urgencias? ─ preguntó el.

─ No hará falta ─ los ojos de Harry se volvieron a nublar de lágrimas.

─ Vamos ─ me estiró del brazo.

─ Gracias ─ le agradecí al doctor si es que Harry no lo iba a hacer.

Entramos por un pequeño corredor hasta que nos frenamos en el cuarto 456. Mire en las olas y decía Caroline Moore es quería de decir que…

─ Es tu mamá ─ mire a Harry directamente a los ojos.

Apretó los labios. Tomó la manija y abrió la puerta. Tome su mano sudorosa y entramos a la habitación.

 

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