Secret
Capítulo 66
Página 70 de 104
Capítulo 66
─ No me pondré eso ─ dije al ver el disfraz ─. ¿Acaso me tengo que disfrazar de prostituta? ─ susurre la última palabra.
─ ¿Quieres impresionarlo? ¿No es así? ─ asentí tímidamente ─. ¿Entonces por qué dudas tanto?
─ Es que…─ volví a ver el traje ─ nunca me había puesto algo así ─ trague saliva.
─ Prueba algo diferente, sal de tu rutina ─ me sacudió de los hombros.
Volví a mirar dudosa el traje. Era tan atrevido, estoy tostarme te segura de que la falda apenas y me cubría parte trasera.
─ No estoy segura.
─ Vamos, hazlo ─ me susurró en la oreja.
La mire.
─ Está bien ─ tome todo y me dirigí al baño.
Me quite el pantalón y la blusa. Primero me puse la medias negras, después la falda que efectivamente apenas y me podía cubrir el trasero, después me puse la blusa negra que estaba extremadamente pegada con un gran escote que se podía ver la línea que dividía mis pechos. Cuando termine salí.
─ No me siento cómoda ─ baje la falda por atrás. La mire y ella estaba cambiada, ella tenía algo parecido a lo mío.
─ Suéltate eso ─ tomó mi mano que sostenía la falda y la quito de ella ─. Ven acá ─ la seguí ─. Siéntate ─ señalo la cama, la obedecí.
Metió su mano en un cajón, saco varias bolsas con maquillaje dentro. Las coloco sobre la cama, de ella saco sombras y rímel.
─ Me siento extraña ─ repetí.
─ Cállate y cierra los ojos ─ los cerré.
Mientras me ponía sombras sentía cosquillas en mis párpados, paso de los párpados hacia las pestañas. Me puso pestañas postizas, con el delineador me hizo una larga línea en el paladar, después me puso polvo color rosa y me pinto los labios de color rojo fuerte. Tocaron la puerta justo cuando termino de pintarme los labios. Me dio un par de zapatos con unos tacones como de diez centímetros.
─ Pasa ─ dijo sin quitar la mirada de mí.
─ ¿Están listas? ─ Danielle entró. Se puso detrás de Ad y me miró ─. Wow ¿qué le hiciste a Ally? ─ dijo sorprendida.
─ Un cambio de imagen. Levántate ─ lo hice. Me tomo los hombros guiándome hacia el espejo del tocador.
─ Por dios ─ dije. Me mire, esta no era yo, no era Ally Stalls, no era la Ally que todos conocían, era alguien diferente. Me toque el rostro sorprendida.
─ Lo sé, ni yo lo creo ─ sonrío orgullosa. Paso detrás de mi acomodándolo cabello. Le echo un líquido extraño y lo esponjo. Mi cabello se ondulo aún más dejándolo sedoso y un brillo espectacular.
─ Liam nos está esperando afuera, es mejor que nos apuremos ─ se paró de la cama.
─ Un momento ─ dijo con un pasador en la boca. Tomó dos mechones de cabello y lo puso en el pasador ─. Ya está.
─ Gracias ─ las tres salimos de la habitación.
─ ¡Madre santa! ─ gritó Liam sorprendido cuando me vio ─. ¿Qué le hicieron a Ally? ─ me tocó las mejillas ─. ¡Wow! Nunca me lo esperaba de ti.
─ Ni yo ─ me encogí de hombros apenada.
─ Es mejor que bajemos.
Fuimos hacia el elevado al primer piso, seguimos los letreros que indicaban donde estaba la fiesta. Pasamos por un lago corredor que daba hacia el jardín. Un hombre algo obscuro de color con traje esperaba en la entrada.
─ Identificaciones ─ extendió su mano. Los cuatro sacamos las identificaciones y se la mostramos ─. ¿Quién es Allyson Stalls?
─ Yo ─ alce mi mano. El hombre funciona el ceño al verme, miró la identificación y después me volvió a ver.
─ No se parece ─ puso la identificación a lado de mi cara ─. Lindo nombre ─ me la entregó.
─ Gracias ─ sonreí. Quitó una banda roja de la entrada dándonos el paso.
Todos los chicos posaron su vista en mí, me miraban de una forma sensual haciéndome sentir incomoda. Uno de los chicos me miraron de arriba hacia abajo une guiño el ojo, otro chico me dio su número telefónico y otro me tomó de la mano pero la solté rápidamente. Buscamos a Louis y a Harry entre la multitud, ambos estaban en una mesa bebiendo algún licor. Harry iba vestido de negro con una máscara que solo le cubría los ojos y Louis llevaba una masacra de vampiro y también iba vestido de negro. Nos acercamos a ellos, nos miraron.
─ Hola ─ nos saludó Louis ─. ¿Dónde está Ally? ─ miró hacia todos lados.
─ Estoy aquí ─ alce la mano y la agite.
Harry que estaba tomando su bebida la regreso al vaso y Louis se ahogó con su propia saliva.
─ Sexy ¿no creen? ─ Ad me dio una vuelta.
Harry me miró sorprendido, pero sonrío.
─ Wow, te ves radiante ─ Louis me miró una vez más.
─ Gracias ─ sonreí, regrese mí vista a Harry esperando a que me dijera algo.
Sonrío, se quitó su máscara para mirarme mejor.
─ Te ves bien. Realmente bien ─ volvió a tomar de su bebida.
Creo que no le había gustado como me había vestido. Baje la falda por atrás pero Ad me dio una manotazo en la mano.
─ Vuelves a bajarte la falda y te cortare la mano ─ susurró.
Puse mis manos adelante.
─ ¿Quieren ir a bailar? ─ sugiero Louis.
─ ¡Por supuesto! ─ gritó Ad.
Todos se fueron ahí menos Harry y yo. Sus ojos esmeraldas brillaron bajo la luz de la luna tornándolos a un azul un poco gris. Sus labios se curvaron hacia arriba.
─ Es muy sexy ─ me dice alzando la voz ante la multitud.
─ Gracias ─ sonó más pregunta que afirmación.
─ Oye ─ me toma del brazo acercándome a él ─. Si un chico se acerca a ti no dudaré ni un segundo en hacerle mierda toda su carita. No te perderé de vista.
Escondí una sonrisa con mi mano.
─ Como digas.
Él se levanta sin despegar la mirada de mí.
─ Iré a bailar, ¿quieres ir?
─ No ─ digo ─. Además, será más seguro. Ahí hay muchas personas y no quiero que le rompas la cara a alguien.
La comisura de sus labios se levantan mientras se aleja de mí sin despegar sus profundos ojos verdes de mí.
Ya era demasiado tarde y ellos seguían bailando, mientes yo me quede en el sillón jugando con los anillos que me había prestado Ad, con mis dedos les daba vueltas a los anillos en la mesa. Durante los esperaba varios chicos se acercaron a mí pero los corría o tan solo me dejaban su número telefónico, llevaba siete, que para mí ya eran bastantes. Recargue mi cabeza en el brazo mientras que los seguía viendo bailar. Un chico alto de cabello castaño obscuro y lacio se sentó frente a mí obstruyendo mi vista.
─ ¿Qué estás haciendo aquí sentada? Deberías ir a bailar ─ dijo. El achico era realmente atractivo, si Harry le veía con él; probablemente el chico termine bajo la tierra.
─ Emm…─ me quede callada buscando una excusa ─, en la pista hay demasiada gente.
En realidad no, había muy pocas personas, ya que la mayoría estaba en la mesa de apuestas. El me miro con una ceja arqueada.
─ Hay máximo como veinte personas.
─ Para mí es mucha gente ─ conteste. Me siguió mirando con su ceja arqueada.
─ ¿En serio?
No respondí. Me quede pensando alguna otra excusa que pudiera decir, gire un poco mi cabeza al mirar los tacones de una chica que eran como de veinte centímetros. Así que recordé lo que llevaba puesto.
─ En realidad es que los tacones me lastiman un poco ─ me toque mi talón e hice una mueca de dolor.
─ Quítatelos y baila descalza.
─ Em… si, no lo creo ─ mire hacia todos lados buscando a Harry o alguna personas conocida que lo pudiera alejar de mí, ya que me hacía sentir incomoda.
─ ¿Cuál es tu nombre? ─ se recargó en sus rodillas.
Me puse derecha para no tenerlo frente a frente. No conteste, no quería que supiera mi nombre, ya que probablemente pase lo mismo con lo que paso con Niall.
─ Yo…─ un chico me interrumpió.
─ Alex te estaba buceando ─ Niall la abrazó por detrás. Subió la mirada y se quedó paralizado cuando me vio ─Amigo, creo que nos tenemos que ir.
─ ¡No! ─ quitó las manos de Niall de su espalda ─. ¿Acaso estas idiota? Hay una bella mujer frente a nosotros.
─ Si ya veo ─ entrecerró los ojos.
─ Hola, Niall ─ dije entre dientes.
Antes de responderme miro hacia todos lados.
─Ally ─ contestó con el mismo tono.
─ ¿Se conocen? ¿Cuándo? ─ nos miró sorprendido.
─ Larga historia ─ dijo el rubio cortante.
Nos quedamos callados escuchando la música que había de fondo, y también los gritos de las personas.
─ No te pido dejar ni tres minutos sola porque los perros llegan hacia ti ─ dijo Harry detrás de mí. Camino un poco hasta ponerse a mi lado ─. Otra vez tú.
─ Ay, no ─ mascullé.
─ Ya me iba ─ dijo Niall dando paso hacia atrás. El chico castaño miró a los tres con el ceño fruncido. Harry camino hacia Niall relajado.
─ Te lo advertí ─ estaban a casi un metro de distancia.
─ Solo vine para…─ Harry no lo permitió hablar.
─ Es mejor que te calles ─ lo tomó del cuello de la camisa elevándolo esos cuantos centímetros del suelo.
─ Hermano, ya cálmate ─ Harry le pego un puñetazo al moreno. El moreno calló directamente al suelo y todas las personas prestaron atención a la pelea.
─ Dios ─ susurre exaltada. Corrí hacia Harry cuando estaba a punto de darle un puñetazo a Niall ─ ¡Alto! ─ me interpuse. Cerré los ojos al ver que el puño de Harry estaba a centímetros de mi cara.
─ All…─ susurró él. Abrí un ojo y después el otro. Nos miramos, el soltó a Niall de inmediato y miro a todas personas que estaban calladas con su vista posada en él.
─ No lo hagas ─ susurre.
Me tomó de la muñeca, salimos de la bola de chicos que nos estaban mirando. Me jalo fuertemente de la muñeca atrayéndome hacia él, juntos caminamos hasta irnos los suficientemente lejos de la multitud. Me soltó; el me dio la espalda, puso sus manos en su cabeza entrelazando sus dedos.
─ Desde que murió mi madre, he cambiado ─ dijo aun dándome la espalda.
Di unos tres pasos hasta tocarle el hombro en modo de compasión.
─ ¿Por qué? ─ acaricie su espalda con mi mano.
─ No lo sé ─ puso fuerza en su espalda, se estaba poniendo tenso ─Todo ha cambiado, Ally. Ya nada es lo mismo ─ bajó su cabeza.
Baje mi mano hacia su torso y lo rodé hasta que quedara mi cabeza bajo su brazo.
─ Entonces trata de verlo de una forma diferente, como siempre lo has visto ─ subí un poco mi rostro. Al mirar que tenía sus ojos cristalinos me dieron punzadas en el pecho y recordé lo que me dijo su madre.
"Por favor no dejes que se vuelva loco. Ally, cuídalo por favor, cámbialo"
Aparte mis labios al recordar ese momento, estaban a punto de llorar cuando Harry hablo.
─ Quiero que me acompañes ─ camino hacia la derecha y lo seguí.
Caminos por cinco minutos en silencio. Llegamos a un edificio color amarillo donde habían pequeñas habitación en él. No había absolutamente nada de recepción, tan solo estaban cuarto y ya. Fuimos al primer piso y entramos en una de las habitaciones.
─ ¿Qué hacemos aquí? ─ preguntó justo cuando el encendió las luces.
─ Divertirnos.