Satisfaction

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I. Los primeros padres » Andrew Loog Oldham. The Rolling Stones

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marketing. Es un fraude. Es Universal, otra compañía que nunca le paga a nadie. Sé que Paul Weller siempre habla bien de Small Faces, pero yo solo recuerdo que eran unos tipos imposibles.

Pero tenían buenas individualidades. Steve Marriott era un gran cantante…

Steve Marriott sí era un cantante fantástico. En vivo era buenísimo. Pero, curiosamente, la mayoría de los tipos que son del signo de Acuario, y Steve Marriott lo era, al igual que Axl Rose, son cantantes muy problemáticos y conflictivos. No son como Mick Jagger o Bruce Springsteen. Con ellos siempre hay drama, conflicto y problemas. Steve Marriott no era feliz, pese a que era brillante. Escribió grandes canciones con Ronnie Lane. En definitiva, no me parece una banda interesante, aunque sí me gustan los cantantes.

Cuando Small Faces pasó a ser Faces, la cosa cambió. Se volvieron una banda más fuerte con Rod Stewart y Ronnie Wood. Quizás si usted hubiera tenido la oportunidad de firmar con ellos…

Pero es que entonces tuve que elegir: o me iba con Steve Marriott o me iba con los otros tres. Para mí no había alternativa. Yo me iba a ir con Steve Marriott pasara lo que pasara. Y durante el año y medio, o lo que sea que haya durado Humble Pie, estuve con ellos y fue un proyecto muy caro. Fue una experiencia maravillosa porque eran buenísimos en vivo, pero me quedé sin dinero y no pude seguir apoyándolos. Así que les dije que Amoeba Records iba a declararse en bancarrota y que les convenía salirse lo antes posible. Así que se fueron a A&M, donde tuvieron una gran carrera durante tres o cuatro años, hasta que las drogas y la estupidez se adueñaron de la situación. También estaba ese gran bajista, Tetsu, el japonés, que era muy bueno. Pero los Faces tampoco tenían nada de disciplina. Era una banda de bares tocando en estadios. Jamás me habrían interesado, sin importar el dinero que hubiera de por medio. Humble Pie para mí era mucho más interesante. Me gustaba mucho más.

La razón por la cual Steve Marriott se fue de Small Faces es porque quería que Peter Frampton estuviera en la banda.

No, no creo que haya sido así. Y es la primera vez que lo oigo. Steve estaba harto de tener que cargar con el resto de la banda. Steve Marriott era bastante exigente. Él exigía todo tu amor, no quería que le prestaras nada de atención a Ronnie, a Kenney. Siempre tenías que decirle “Sí, Steve”. Y él se hartó del resto, porque eran niños. Steve también era un niño, pero un niño brillante.

¿Un genio?

No sé si era un genio, pero sí un artista brillante.

Como cantante.

Bueno, tenía un don. El genio se desarrolla con trabajo.

¿Su forma de cantar influenció a Robert Plant?

Sí. ¿Viste a Led Zeppelin en lo de Barack Obama? Robert Plant estuvo bien, pero los otros dos deberían haberse quedado en la casa.

Ogdens’ Nut Gone Flake(1968) fue un disco determinante para la psicodelia.

Eso es distinto, porque es más pop. Cuando Small Faces se fueron de Decca y contrataron a Don Arden como mánager, al que le dediqué un capítulo en el libro, ellos se quejaban de que Arden los amenazaba; yo también lo hacía. Pero él les daba dinero cada semana, 20 o 40 libras. Ellos tenían un sitio donde vivir, y una vez que abandonaron a Don Arden empezaron a decir que era un gánster. Seguro dirían las mismas cosas sobre mí. Una vez Steve Marriott me dijo: “Si nos dejas estar en el estudio durante todo el tiempo que queramos, si nos das a Glyn Johns, y todas las drogas que necesitamos, te prometo que te entregaré un milagro”. Y lo hizo:

Ogdens’ Nut Gone Flake, que es el álbum de la separación del grupo. Las drogas tuvieron mucho que ver. Hay artistas que se drogan, luego dejan de hacerlo y siguen siendo grandes artistas. No era el caso de Small Faces. Se volvían tan paranoicos que no hablaban. Y estaban tan drogados que se creían más grandes de lo que eran. Ahí volvemos al tema de los hombres, en contraposición a los niños. Pero hicieron “Itchycoo Park”, “Lazy Sunday”, “Ogdens’ Nut Gone Flake”…

Ian McLagan, el teclista del grupo, dijo que fue un error lanzar “Lazy Sunday” porque era una canción muy pop.

Es terrible el solo hecho de que le permitan emitir una opinión. Fue un

hit, qué más quería. Un gran disco.

Hablemos de sus libros. ¿Cuándo empezó su interés por la escritura?

Probablemente cuando dejé la escuela. No me interesaba nada de lo que querían enseñarme, así que me negué a prestar atención a cualquiera de las materias de la escuela. Creo que la primera cosa que me influenció fue Anthony Burgess. Cuando terminé ese periodo particular con The Rolling Stones, supe que si me ponía a escribir con esa influencia terminaría simplemente copiando. Una vez que dejé de sentir esa influencia, en 1995, quise ver si podía hacerlo bien. Así de sencillo. Entonces estudié a todas a las personas que me gustan y luego comencé a escribir.

Hace poco se editóStone Free. En este libro se hace más hincapié en la industria discográfica.

Se hace énfasis en dos cosas. Justamente de lo que hablábamos hace un rato. Hace unos años encontré una pequeña librería aquí en Bogotá, Biblos, que ya cerró; quedaba en la calle 82. Había una pequeña sección de libros en inglés y tenían una autobiografía de Somerset Maugham editada en 1938. Ni siquiera sabía que existía ese libro. Somerset Maugham no era de mis preferidos. Yo era más de leer a Anthony Burgess o a Graham Greene. Compré ese librito que resultó ser maravilloso. Se llamaba

The Summing Up. Y me pareció extraordinario que estuviera haciendo un resumen de su carrera en 1938. Han pasado tantas cosas en mi mundo y en el mundo de la música desde el año 2000, cuando salió el libro, que todo ha cambiado por completo. La piratería, los iPods, todo eso. Ojalá Steve Jobs se pudra en el infierno.

¿Por qué lo dice?

Todo tiene un costo. Básicamente, él destrozó la industria discográfica. Fue más inteligente, les sacó ventaja, pero los que sufren son los artistas y los compositores que no obtienen nada. Las compañías discográficas siguen cobrando. Steve Jobs era un hombre ambicioso, y tuvo gran responsabilidad en la destrucción de la industria musical. Algunos dirán que hay un karma: murió durante lo que se conoce como “El segundo anillo de Saturno”. Él y George Harrison. Quiere decir que estaban agotados, no tenían la energía para seguir adelante, para el capítulo siguiente. Tantas cosas les han pasado desde entonces a Los Rolling Stones, tantas cosas les han pasado a las personas sobre las que escribí en el otro libro, como The Who.

EnStone Freehabla también de los mánagers, de los grandes mánagers que llevaron a la cima a grandes artistas.

Pensé que también debía escribir sobre ellos. Esos mánagers junto a los cuales crecí, y que me influenciaron, ya no volverán nunca más porque hoy todo se decide por comité. Los representantes de hoy en día aparentan ser mánagers, pero básicamente son simples contadores. En la actualidad, ningún artista quiere tener uno, o en todo caso son muy pocos los que sí quieren a alguien que proyecte su carrera. Simplemente los quieren para cobrar el dinero. Y hay muchas razones por las que esto es así. Antes, el mánager solía hablar en nombre del artista. Hoy, en cambio, debido a los medios, una de las habilidades que debe tener un artista es ser capaz de darse a entender, ya desde sus comienzos, en todos estos medios.

¿Quiénes son esos mánagers que lo influenciaron?

Escribí sobre Malcolm McLaren, Albert Grossman (el mánager de Dylan), Kit Lambert y Chris Stamp (de The Who), Phil Spector, Allen Klein. Y cuando ya estaba llegando al final del libro me di cuenta de que no era el quincuagésimo aniversario de Los Rolling Stones, era el cuadragesimonoveno, porque Bill Wyman empezó a tocar con ellos en noviembre de 1962 y Charlie Watts comenzó en enero de 1963. ¿Así que cómo puedes decir en julio de 2012 que es el quincuagésimo aniversario? Los Rolling Stones, tal como los recordamos, empezaron a tocar juntos en enero de 1963. Pero si al público no le importa, entonces a mí tampoco. No importa, es solo un detalle. Después pensé que Mick Jagger también era un gran empresario. Así que decidí dedicarle un capítulo. Y cuando salí a promocionar el libro, ya no tuve que responder preguntas sobre Mick Jagger y Los Rolling Stones porque las respuestas ya estaban en el libro.

¿Qué significó Amoeba Records en su vida?

Amoeba Records fue muy bueno para mí porque, así como Woody Allen dijo una vez que la cocaína era la forma que tiene Dios de decirte que tienes mucho dinero, a mí me lo dijo a través de Amoeba Records. En 1967, cuando me alejé de los Stones a la tierna edad de 23 años, fue de gran ayuda para mí tener un trabajo a dónde ir. De lo contrario, hubiese estado en mi casa pensando: “Ay, ya no estoy más con Los Rolling Stones, ¿qué voy a hacer?”. Ya manejaba a este grupito de idiotas de los Faces, tenía un sitio a dónde ir y algo que hacer. Eran unos idiotas talentosos, pero no como Los Rolling Stones, que eran hombres trabajadores y no se comportaban como delincuentes. Eso te arruina en muchos sentidos. Lo cierto es que me gusta escribir. Así que escribí el libro, y estoy muy contento con el resultado.

¿Se editará en español?

No tengo idea, y tampoco tengo ganas de pasar otra vez por todo lo que pasé con la editorial. Nunca pude llegar a hablar con ellos. Si alguien viene y me dice “queremos hacerlo”, acepto sin problemas, pero ya no voy a ir a perder mi tiempo tratando de conseguir que se haga un libro. Si uno no escribe

Harry Potter, tiene que estar en condiciones de solventarse la escritura. Yo empecé este libro en 2004. Estoy en condiciones económicas de tomarme todo ese tiempo para escribir. Otras personas que conozco, que escriben sobre rock, deben terminar el libro en cuatro meses porque tienen que pagar el arriendo.

Quiero aprovechar para preguntarle sobre el capítulo dedicado a The Nice. Es asombrosa la manera en la que esta banda fue consolidándose. Quisiera saber cuál es su opinión del rock progresivo.

Básicamente, no me interesa en absoluto. No me conmueve el corazón. Yo vengo de otra época: Buddy Holly, Little Richard, The Everly Brothers, Elvis, Fats Domino… y The Nice llegó a mí por intermedio de una cantante que teníamos en Amoeba, que se llamaba P. P. Arnold, y ellos eran su banda. P. P. nos dijo que ellos querían hacer algo por su cuenta y les dijimos que sí. Yo prefiero a The Nice con David O’List. A propósito, hace dos semanas me dijeron que va a sacar un nuevo disco, luego de 48 años. Yo supongo que ahora estará mejor, porque él era nuestra versión de Peter Green. Pero de nuevo, no conozco cuál era la dinámica del grupo. Creo que no se llevaba bien con Keith. Y no soy muy adepto a los tríos.

¿Por qué firmó con The Nice?

The Nice me interesaba porque me gustaba jugar con las estructuras. Me llamaba la atención su versión de “Hang on to a Dream”, su versión de “America”, porque eso podía relacionarlo con algo que sí podía entender. Yo entiendo la partitura de

West Side Story, yo entiendo a Tim Hardin, y me gustan los dos. Esas son canciones que están por encima de ellos. Con el resto de las canciones me relacionaba solo como una compañía discográfica que comercializaba algo que, evidentemente, tenía futuro, pero que no me cambiaba la vida. Visto en retrospectiva, yo debería haberme desvinculado cuando David O’List se fue de la banda, pero no lo hice porque estaba actuando como el presidente de una discográfica.

¿LeyóWho I Am,el libro de Pete Townshend?

Es muy difícil de leer. Puede que tenga algo que ver con las drogas y el alcohol. Me gustaba más lo que escribía cuando estaba loco, no cuando está sobrio.

Horse’s Neck es el título de su libro anterior. Tenía ritmo. En este nuevo libro, me dio la impresión de que necesitaba desesperadamente mostrarse como bisexual. Lo intenta por todos los medios. Creo que no expresa su admiración por Keith Lambert de la misma manera en que lo hizo en años anteriores, ahora se la escatima. Hace parecer como que

Tommy es más obra suya. Recuerdo la primera vez que mi madre contó un chiste que era un poco obsceno, y yo me quedé helado. Cuando la gente se vuelve vieja, las cosas cambian. Y Pete Townshend está más viejo.

Pero es un libro honesto…

Puede que el suyo sea el libro más honesto del mundo, pero es un poco prosaico. Me pareció bastante arrogante que incluyera notas al pie en las que dijera “No voy a hablar aquí de

Tommy, el que quiera lo puede leer en mi página web”. Él aparece mucho en mi libro, en el capítulo sobre Kit Lambert y Chris Stamp. La parte más interesante, y que no conocía, es su interés por los barcos. Eso fue algo nuevo para mí. Y todo lo relacionado con su arresto. Esa parte fue un poco incómoda de leer, porque parecía una cortina de humo, y pienso que el libro es muy revisionista. Por el contrario, el libro de Gregg Allman me pareció el libro de un muchacho sencillo de los suburbios que jamás podría fingir.

¿Y qué me dice de la biografía de Rod Stewart?

No la leí.

Lou Adler está en el Rock & Roll Hall of Fame. ¿Qué opina?

Es distinto para un estadounidense recibir la admiración y ser honrado por sus compatriotas. Lo mismo pasa con los conciertos en la Casa Blanca con Barack Obama. Son muy aburridos. Cuando Paul McCartney, que es un gran artista, tocó en la Casa Blanca daba la impresión de estar en un Holiday Inn. Mick Jagger estuvo espantoso. Y Led Zeppelin, bueno… Robert Plant todavía tiene el fuego sagrado, pero los otros dos no debieron ir. No vayan, conserven el misterio, la magia. No quiero ver cómo ese fuego se transforma en un puñado de viejos. Quédense en casa. Uno de los artistas más inteligentes es David Bowie. Impecable. En fin. No soy un gran fanático del Rock & Roll Hall of Fame. Hace un año vi uno de los

shows, no recuerdo si fue Metallica o Guns N’ Roses, pero uno de esos, y también Billie Joe Armstrong, de Green Day, se la pasaron insultando. Me dio la impresión de que Billie Joe estaba un poco flaco, y a los cuatro meses ingresó a una clínica de rehabilitación. Uno siempre se da cuenta de cuándo están al borde de entrar en rehabilitación. Esto que digo tiene que ver con todos los premios, incluido el de la reina, cuando te nombra caballero, y toda esa porquería. Habrán dicho: “Un momento. ¿Esas eran las personas que estaban en nuestra contra?”. Si no hubiéramos tenido un

establishment al cual enfrentarnos, jamás se habrían compuesto canciones como “Street Fighting Man”, “Substitute”, “I Can’t Explain”, “Revolution”… Si Gran Bretaña hubiera devuelto Irlanda del Norte a los irlandeses, jamás se habrían escrito esas canciones. Y de pronto te ves envuelto en este ritual, con la reina poniéndote una espada en el hombro.

Es como la historia del tema “Have a Cigar”, de Pink Floyd...

Exacto. Si vives en Inglaterra, y tienes parientes a quienes los hará felices, entonces hazlo.

Como productor y mánager, ¿por qué cree que en Colombia nunca hubo una movida de rock fuerte como sí se produjo en la Argentina?

Muy sencillo: creo que los colombianos no saben trabajar en equipo. Mira los equipos de fútbol, son individuos.

Es un problema cultural.

Yo no lo llamaría un problema, porque tienes individuos como Shakira.

Es decir, es un aspecto de nuestra idiosincrasia…

Simplemente, no son buenos jugadores de equipo. Y una banda exitosa precisa jugadores de equipo. Colombia es un país de individuos.

¿Cuál es, en su criterio, el músico más influyente de la música popular?

No sabría decirlo. Es muy difícil saberlo hoy en día. Veinte años atrás, habríamos conocido bien a todo artista que hubiera sido capaz de agotar las entradas para el Royal Albert Hall o el Royal Festival Hall. Tal vez no habríamos sido fanáticos de esos artistas, pero definitivamente habríamos conocido sus temas, ellos nos habrían resultado familiares y habríamos tenido la oportunidad de saber si nos gustaban o no. Eso ha dejado de ser así. La música se ha expandido mucho. ¿Has oído hablar de Raúl Malo? Es un estadounidense de origen cubano, muy bueno. Es una especie de Freddy Fender. Agotó las entradas para el Royal Albert Hall, algo así como siete mil personas. Así que el tipo tiene siete mil fanáticos en Londres. Cubanos, camareros, quién sabe. Veinte años atrás un artista como él habría venido a Londres, se habría presentado en un programa de televisión y habría ido a la radio a hacer promociones; ya no. Ahora tienen sus seguidores. Y hay otros artistas británicos blancos de los que nunca he oído hablar. Para que pueda responder a tu pregunta, debes circunscribirla a un grupo humano en particular.

Bob Dylan, por ejemplo. ¿Fue él tan importante para Los Rolling Stones como lo fue para Los Beatles?

No.

EnCharlie is my Darlingse puede apreciar a Keith Richards tocando “Sittin’ on a Fence”; da la impresión de tener muchas influencias de Bob Dylan...

En ese momento, todos se copiaban de todos. Fue un magnífico periodo competitivo en el que de pronto Bob Dylan decidió competir con Los Beatles y con los Stones. Y ganó. “Rainy Day Women # 12 & 35”, “Everybody Must Get Stoned”, “Like a Rolling Stone”. Bob Dylan vino a jugar al póker y ganó. Pero al mismo tiempo, hay que tener en cuenta lo poco que se vendieron sus discos. Hubo un momento muy incómodo, cuando él se fue al sello de David Geffen para grabar ese disco en vivo, en 1974, creo, y todo el mundo supo que apenas vendió doscientos mil discos en Estados Unidos.

¿Qué le parece David Bowie?

Le pasaba lo mismo que a Dylan. Sus discos nunca se vendían bien. Dejemos de lado

Space Oddity y aquellos discos que nos gustan. ¡Sus discos empezaron a venderse bien apenas en 1983, con

Let’s Dance! Ahí se convirtió en un artista exitoso. Decir esto no implica desmerecer su aura. Yo creo que David Bowie es, probablemente, el artista más influyente. Hay cosas muy extrañas. Bruce Springsteen, por ejemplo, toca para el doble de personas en Europa que en Estados Unidos, algo paradójico si se considera que él es particularmente estadounidense. Es muy bueno en vivo, te renueva el alma. En España e Italia toca para ochenta mil personas, y nunca para más de veinte mil en Estados Unidos. Pienso que, de manera subliminal, genera una atracción sobre los espíritus fascistas que hay en Italia y España. Creo que David Bowie es el más inteligente de todos los rockeros. Mírenlo de esta forma: Paul McCartney tuvo una larga vida después de Los Beatles, desde 1969, 1970… Eso es una asombrosa cantidad de tiempo, una carrera admirable tanto en Wings como de solista, pero todos los días se reinventa. Mick Jagger, lamentablemente, nunca tuvo una carrera solista, salvo como famoso en los periódicos. David Bowie, por el contrario, tiene una trayectoria impecable.

¿Cómo le pareció que Los Rolling Stones comenzaran sushowen Londres (29 de noviembre de 2012) con el tema “I Wanna Be Your Man” [compuesta por Lennon y McCartney, por petición de Andrew]?

No lo vi, no lo oí. Por lo que leí, los arreglos se asemejaban bastante a “Start Me Up”. No estoy muy al tanto. Al final, terminé simplemente leyendo las reseñas del

show de Londres. Es interesante, pero no lo oí.

En su opinión, ¿cuál es ese álbum que marcó un antes y un después en la historia del rock?

Pet Sounds, de Los Beach Boys. Ese fue el álbum que cruzó el puente y puso a nuestra música a la altura de los maestros reconocidos. A partir de

Pet Sounds, la música pasó a ser una sola y nosotros dejamos de ser los vándalos de la esquina.

Pero Andrew, explíqueme por qué la prensa musical del Reino Unido y Estados Unidos, productores e incluso músicos suelen afirmar todo el tiempo que el disco más importante del rock esSgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band?

Yo sé que mucha gente considera que

Sgt. Pepper’s, de The Beatles, es el disco más importante. Pero si bien ese álbum fue magnífico, en su momento solo contribuyó a generar confusión, y por un tiempo hizo que la música se apartara de las giras y las presentaciones en vivo. En el rock no hay nada más importante que tocar en vivo.

Si pudiera elegir cinco himnos del rock británico, ¿cuáles serían?

Vamos, representamos el 13 % del mundo musical, e incluso Adele es un lavado de cerebro. Y es una obra de arte. Lo mismo pasó hace tres años con Susan Boyle. Todo el mundo logra que todo el país cante sus temas. Pero, para responder a su pregunta, “Yesterday” califica, “Eleanor Rigby” califica, “Another Brick In The Wall”, de Pink Floyd, muchos temas de Queen…

Dejó por fuera “(I Can’t Get No) Satisfaction”, una de las canciones más importantes de los Stones...

No mencioné “Satisfaction” porque tuvo más éxito en Estados Unidos que en Inglaterra. Hubo un periodo ridículo, cuando lanzamos “Satisfaction”, en el que los ingleses se ofendieron con nosotros (los Stones) por habernos vuelto demasiado famosos en Norteamérica y también por el calendario de las giras. Lanzamos “Satisfaction” en Estados Unidos cinco semanas antes que en Inglaterra y a los ingleses eso no les gustó. Así que, si bien fue un éxito, no se lo celebró de la misma manera en que se festejó “Get Off of my Cloud”, que fue una mejor grabación. Los ingleses son raros, provincianos, posesivos. Una vez que eres exitoso, quieren tirarte abajo. Los álbumes se volvieron importantes en 1967. Y eso cambió todo. Pink Floyd, Elton John…

En esa lista de temas no mencionó un solo tema de The Kinks. ¿Qué opina de ellos?

Sí, pero tengo la misma opinión sobre ellos que sobre Small Faces…

Que son un fraude…

Así es.

Y qué le parece Ray Davies, por ejemplo.

Sin comentarios.

Pero como compositor.

Ah, gran compositor. Como ser humano, un miserable. Pero a la gente le gustan los miserables. Hace un mes, en

The New Yorker, una revista de Estados Unidos, finalmente alguien publicó una página sobre Scott Walker, de los Walker Brothers. Hacía esos discos horribles, imposibles de escuchar, con esas letras en las que, básicamente, copiaba la manera de escribir de William Burroughs, y ahora resulta que eso es interesante. ¿Dónde estaba

The New Yorker cuando los Walker Brothers lo necesitaban? Volviendo a The Kinks, cuando yo hablé en el funeral de Chris Stamp ahí estaba Roger Daltrey y le dije que el éxito de Los Beatles, The Who y los Stones se debía a que tenían buenos mánagers. Otros, como The Kinks, no contaron con esa suerte. Y eso hace la diferencia. Bob Dylan tenía un gran mánager, Albert Grossman. The Kinks eran niños. Y había muchas peleas entre los hermanos Davies [Ray y Dave].

Pero ¿no tuvo nada que ver el hecho de que les prohibieran ingresar a Estados Unidos por el tema de las drogas? Porque ellos después fueron a Estados Unidos.

Fueron con el abogado equivocado. Ningún otro grupo tuvo problemas para trabajar en Estados Unidos. Un mal mánager elige malos abogados.

Porque hay discos comoThe Kinks are the Village Green Preservation SocietyoArthur (Or the Decline and Fall of the British Empire) que son muy buenos.

Lola también fue un gran disco. ¿Y cómo se llama el otro?

Soup Opera. Hay una versión en vivo muy buena. Y otra gran diferencia: no hay muchos grupos que suenen parecido en los sencillos, en los álbumes y en vivo. Muchos grupos, como The Yardbirds, grababan sus

singles como si fuera una claudicación. Y después, en vivo, tocaban cosas como “For Your Love” y decían: “Ese fue nuestro

single, ahora les vamos a tocar lo que de veras nos gusta”. Y tocaban todo su repertorio de blues. No puedo hablar de Los Beatles porque ellos dejaron de tocar en vivo en 1966, pero lo más importante que tenían los Stones es que no había diferencias entre sus sencillos, sus discos y sus presentaciones en vivo. Es el mismo animal, es la misma calidad. No hay pasajes de un formato al otro. The Kinks sí tenían diferencias. En fin. Dejémoslo así por ahora.

Discografía selecta

Andrew Oldham Orchestra

East Meets West (1965)

Andrew Oldham Orchestra

The Rolling Stones Songbook (1966)

Andrew Oldham Orchestra

Play The Rolling Stones Songbook Volume 2 (2013)

Como productor

The Rolling Stones

The Rolling Stones (1964)

England’s Newest Hit Makers (1964)

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