Satisfaction

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II. Los buenos muchachos » Chris Squire. Yes

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© Steve Hackett archivo particular

 

 

Chris Squire

Yes

(Londres, Inglaterra, 1948 - Phoenix, Arizona, 2015)

 

Don’t believe in miracles,

I do believe in love.

Don’t advise you to stick to rules,

There ain’t no need to push and shove

Or in the end you’ll reflect the pool

Reaching for the sky above...

“Silently Falling” (Chris Squire, 1975)

 

Sabemos que la racha será inevitable. Ya son varios los maestros del mundo de la música que han partido en los últimos años: Daevid Allen (Gong), Richard Wright (Pink Floyd), Alvin Lee (Ten Years After), Kevin Ayers (Soft Machine), Jack Bruce (Cream), Ray Manzarek (The Doors), Bobby Keys (The Rolling Stones), Bobby Womack, B.B. King y un centenar más. Soñamos y deseamos que todos ellos sean inmortales, como su música, pero no lo son. Cuando un músico que admiramos tanto deja este mundo, es el equivalente a la pérdida de un amigo o un ser querido. Solo pensemos por un instante en la cantidad de horas y momentos que compartimos con ellos. No es para menos sentir este profundo vacío. Con la inesperada muerte de Chris Squire, líder y fundador de Yes, murió también su banda. No tiene sentido que el grupo siga con otro bajista que intente suplir su ausencia. Es imposible. Es el mismo caso que se vivió en 1980 con la muerte del baterista John Bonham. ¿Tenía sentido que Bill Bruford lo remplazara en Led Zeppelin? Imposible. Por eso digo que Yes, como banda activa, murió, ya que Squire era su alma, soporte y pieza clave para que el sueño durara más de lo esperado.

Tenía 67 años y 50 como músico activo. Cuando era adolescente decidió tocar el bajo por sugerencia de un amigo, que le dijo que aprovechara su estatura y el tamaño de sus manos. En 1967 formó parte de la banda psicodélica The Syn, junto con el guitarrista Peter Banks, quien después fue miembro de Yes. Desarrolló desde muy joven un talento innato y natural para descubrir trucos y sonidos que llevaron el bajo a ser un instrumento líder y potente. Uno de ellos fue la elevada amplificación de su instrumento, usar uña y dedos al tiempo para generar un sonido diferente en las cuerdas. Hay que decir que 1967 fue un gran año para el rock en Inglaterra, pues aparecieron un sinnúmero de propuestas musicales que encontraron en la experimentación y nuevos sonidos una opción de dejar atrás el legado pop de la invasión inglesa. The Syn duró muy poco, por lo que Squire y Banks se juntaron con el cantante Jon Anderson, el baterista Bill Bruford y el teclista Tony Kaye para formar Yes el 4 de agosto del año 68.

En los primeros dos trabajos de Yes, con el liderazgo notable de Chris Squire y Jon Anderson, la banda transitó entre la psicodelia y su fascinación por The Byrds, Buffalo Springfield y The Beatles, bandas de las que incluyeron algunos

covers en sus primeros dos álbumes, como “I See You” y “Every Little Thing”. Con la llegada del guitarrista Steve Howe en remplazo de Peter Banks, Yes ganó en posibilidades sonoras, armonía y talento, puesto que Howe había estudiado guitarra clásica, era más técnico y menos experimental y empírico que Banks. El cambio en el grupo se pudo notar en

The Yes Album (1971), donde la banda encontró en los sonidos del rock progresivo una nueva opción para destacarse en un ambiente sumamente competitivo por cuenta de un

boom de bandas que se encasillaron en ese movimiento, como Genesis, King Crimson y Emerson, Lake & Palmer. En esta nueva era para Yes, el bajo de Chris Squire fue el complemento melódico perfecto para el virtuosismo de Howe, además de apoyar en la segunda voz a Anderson gracias a similitudes en sus tonos.

En ese periodo de principios de los setenta, Yes se fortaleció con la incorporación del teclista Rick Wakeman en remplazo de Kaye, ya que finalmente encontraron el equilibrio deseado para lograr, tal vez, sus dos mejores álbumes de esa era:

Fragile (1972) y

Close to the Edge (1972), trabajos editados con nueve meses de diferencia. En ambos discos, Squire cumplió un papel fundamental para dar color y fuerza a una música que deslumbraba por el notable virtuosismo de Howe y Wakeman. Temas como “Roundabout” y “And You and I” son ejemplo de la importancia del bajista, que deslumbró con su instrumento Rickenbacker, además de hacer aportes en composición como “Fish (Schindleria Praematurus)”.

En 1975, un año después de que el álbum

Relayer viera la luz, Squire lanzó su ópera prima como solista:

Fish out of Water, un gran álbum que probó además que en el mundo del rock progresivo era posible la independencia y mantener una línea creativa coherente, sin caer en clichés o sonidos pop. Ese álbum demostró la grandeza como compositor de Squire, algo tal vez necesario para un ego que no se lo creía del todo. “Silently Falling” y “Hold out Your Hand” son canciones que pudieron ser parte de cualquier trabajo de Yes, pero que en las manos de Squire tomaron un rumbo más armónico e intenso. Toda una joya para un trabajo en solitario.

Squire siempre estuvo en los 21 trabajos editados por Yes, desde el debut de 1969 hasta

Heaven & Earth, el último álbum lanzado a mediados de 2014. Su ausencia se hizo notar en un proyecto independiente de finales de los ochenta llamado Anderson, Bruford, Wakeman y Howe: Yes pero sin usar la marca Yes. Una idea que se le ocurrió a Jon Anderson en 1988, después del lanzamiento de

Big Generator. El cantante no soportaba la onda pop que había tomado el grupo desde 1983 con el álbum

90125, a pesar de lo que les representó en ventas de discos y éxitos de radio como “Owner of a Lonely Heart”.

Hay un capítulo en la vida de Squire no muy afortunado: cuando le dio la espalda a Jon Anderson en 2011, quien sufrió una crisis de asma antes de una gira conmemorativa de Yes. La banda decidió licenciar a Anderson y contar con los servicios de dos extraordinarios cantantes: Benoît David y Joshua Davison. Anderson, que desde aquel momento se mantuvo alejado del grupo, a los pocos días de la muerte de Squire se manifestó sobre el suceso y dejó claro en el portal oficial de Yes que el amor por su amigo Chris estaba intacto.

En 2012, Squire participó junto a Steve Hackett, de Genesis, en el álbum

A Life within a Day, un álbum en el que se mezclaron acertadamente el legado de Yes y Genesis desde la perspectiva moderna y con la sabiduría que dan los años. El mundo de la música perdió a un gran músico, al visionario que entendió que el bajo podía ser el estandarte de una música que destellaba por su complejidad y erudición. Squire la hizo sonar simple, así como su voz complementó perfectamente la de Anderson, ya que tenían tonos similares (basta con oír “Siberian Khatru” o “Hold On”/“It Can Happen”). Sus aportes fueron determinantes en el andar de una de las bandas más importantes de todos los tiempos. Nos queda su música, la extraordinaria música grabada con Yes, con Steve Hackett, con Billy Sherwood y su maravilloso

Fish out of Water. Buen viaje, “Fish”.

El pez salió del agua

Entrevista hecha en 2012

¿Cómo surgió la idea del proyecto Squackett junto al guitarrista Steve Hackett?

Debo decir que el proyecto fue muy afortunado para nosotros, pues disfrutamos mucho trabajando, aportando, creando nuevas ideas musicales. Es un esfuerzo de tres hombres enamorados de la música, una lucha silenciosa y en solitario, ya que tampoco teníamos una compañía discográfica interesada en el disco que nos presionara por una fecha de entrega. Así que trabajamos con calma y con la plena convicción de dejar buenas canciones.

¿Qué diferencias encuentra entre la manera de tocar de Steve Hackett y la de Steve Howe, su coequipero de toda la vida en Yes?

Si bien tanto Howe como Hackett han colaborado en algunos proyectos conjuntos, como GTR, su forma de tocar es muy diferente. Steve Howe es más cercano al country, con mezclas de música clásica, en tanto que Hackett es totalmente clásico; eso marca una diferencia importante.

En Squackett contaron con los aportes de un veterano de mil batallas, el teclista Roger King.

Contar con Roger King fue importante porque no solo hizo las veces de productor, sino que también sus aportes en el teclado le dieron fuerza al disco. Adicionalmente, su cercanía y entendimiento con Steve hicieron que el proceso de creación de las canciones evolucionara más rápido de lo normal. Me gusta su forma de trabajar.

A Life within a Dayes un álbum que tiene la particularidad de que se grabó en diversos estudios.

Yo grabé una parte en mi casa en Phoenix y Roger hizo lo propio con algunos arreglos. Luego nos juntamos con Steve en su estudio en Richmond (Inglaterra) y en su casa, donde tiene un magnífico computador-estudio. Puedo decir que el álbum prácticamente se completó en la sala de su casa.

¿Qué elementos de Yes se perciben en el álbum?

En la armonía vocal es donde más se notan elementos de Yes. Hay partes en las que cantamos a dos voces con Steve que claramente referencian momentos de Yes de la época de

Close to the Edge. No creo que el hecho de que este sea un proyecto paralelo a Yes afecte mi estilo. Yo hago lo que sé y ahí está mi esencia.

¿Podemos decir que el resultado del álbum es una comunión perfecta entre Yes y Genesis?

No necesariamente. Si bien la música de Yes y Genesis tiene puntos en común, las bandas transitaron por terrenos opuestos. Ahora, somos músicos que logramos marcar una clara diferencia con el fin de evitar esa asociación que haces; hay elementos distintivos, como la guitarra de Steve, que sigue sonando como en

A Trick of the Tail, y en mi caso, la forma como toco el bajo está ligada a Yes. Pero este disco no es una fusión de Yes y Genesis. Es el resultado de la música que nos gusta crear.

¿Le emociona pensar en una gira junto a Steve Hackett?

Mucho. Y espero que suceda, pues no tiene sentido lanzar el álbum y ya. El problema es encontrar una compañía que decida financiar la gira. Steve está a cargo de eso, y una vez que se concrete, yo espero su llamada y me alisto. Quiero hacer esta gira, hay buena química con Steve y estábamos en mora de hacerlo.

¿Ha pensando en producir otros trabajos en solitario?

Desde que presenté mi disco debut, en 1975, siempre lo he tenido en mente. Lo que pasa es que Yes acapara gran parte de mi tiempo y el otro, mi familia. Otro factor que ha impedido que lance otro disco en solitario es que siempre aparecen socios con buenas ideas. Pasó hace años con Billy Sherwood para

Conspiracy y ahora son Steve Hackett, a quien le di algunas composiciones en las que venía trabajando desde hace años. Entonces la música que tengo para mis proyectos se desvía en colaboraciones. No me molesta, pero siempre pasa algo.

Todo un reto, en especial si se considera el éxito que tuvo con el álbumFish out of Water…

Bueno, eso se debe a los aportes de mi gran amigo Andrew Jackman. Él hizo todos los arreglos orquestales en el álbum y eso le permitió a

Fish out… tener un sabor particular, sin sonar a Yes pero con guiños a lo que trabaja en la banda. Andy era un talentoso con excelentes ideas, que supo conjugar perfectamente los arreglos orquestales sinfónicos con el rock.

En ese sentido, ¿es más probable un nuevo disco de Yes?

Sí, porque me gusta trabajar con otras personas. Pienso que la mejor música se crea cuando hay al menos dos o tres personas involucradas. En Yes estamos estrenando cantante y un álbum que estamos tocando en vivo con muy buenos resultados. No sé si llegue pronto un nuevo disco, pero siempre hay ideas para trabajar.

Hablemos justamente del álbumFly from Here(2011), de Yes. ¿Quedaron satisfechos con lo hecho por el cantante Benoît David y con el álbum en general?

El disco viene de un tema que por espacio no se pudo incluir en

Drama (1980). Cuando se dio la posibilidad de grabar un nuevo álbum, le consultamos a Trevor Horn si estaba de acuerdo en revivir la pieza y a partir de ella crear todo un concepto. Así nació el disco y creo que David se desempeñó muy bien. Es un disco que me gusta porque se devuelve en el tiempo con toques modernos. Además, siempre es un privilegio enorme trabajar con Trevor Horn.

¿Han pensando en remasterizar o remezclar los primeros trabajos de Yes?

Sí, claro. Hemos visto que cada vez que alguna banda clásica lo hace la gente corre en masa a comprar. Y eso tiene una explicación, ya que las primeras grabaciones, sobre todo en disco compacto, no eran muy buenas, en particular en el caso de Yes. Recuerdo que en

Fragile el bajo escasamente se oía y ni hablar de la batería. Hace algunos años, Tim Wagner hizo un par de mezclas en 5.1, justamente para

Fragile y

Close to the Edge. En su momento hubo gente a la que le gustó y a otra no. Es posible que otros álbumes reciban el mismo tratamiento. Quisiera hacer algo con

Fish out of Water.

En Yes han pasado tres magníficos guitarristas: Peter Banks, Steve Howe y Trevor Rabin. ¿Qué nos puede decir de ellos?

Cada uno tiene su forma de tocar. No es posible compararlos, pues Peter Banks estuvo menos de dos años y Trevor en momentos específicos en los ochenta y noventa. Lo que sí puedo decir es que son músicos extraordinarios, disciplinados, que dejan todo.

Hablemos de sus influencias musicales. Usted fue testigo de una edad de oro del rock inglés. ¿Qué recuerdos tiene?

Fui afortunado. En 1963, cuando The Beatles se volvieron famosos, pude ver todo el proceso de camino a la cumbre con apenas quince años. Debo decir que la forma de tocar de Paul McCartney me voló la mente. Era maravilloso verlo en vivo. Además, como compositor era un genio. Otro que me marcó fue Bill Wyman, de los Stones. No puedo dejar de lado a Jack Bruce y John Entwistle, de The Who, tal vez de los cuatro el que más me marcó.

¿Por qué fue tan importante en su vida el bajista de The Who?

Porque era fanático del grupo y los iba a ver una vez a la semana. John me impresionaba mucho. Verlo tocar me hizo entender que el bajo podía ser un instrumento líder en una banda.

¿Por qué cree que hoy en día ya no se ve surgir a grandes maestros del bajo, como sucedía en los sesenta?

Por los avances en tecnología. Eso ha limitado las habilidades de los músicos más jóvenes. Si quieres determinado ritmo o enfoque para un tema en el que estás trabajando, no necesitas llamar a Jaco Pastorious o a Flea. Simplemente le pides a tu productor que lo programe y tema resuelto.

¿Es un tema de acceso a la información?

Exacto. En los sesenta había muchas reglas pero no tanto conocimiento, había algo más de libertad a la hora de crear o experimentar. Por eso hoy en día es más complicado brillar en solitario.

Discografía selecta

Yes

Yes (1969)

Yes

A Time and a Word (1970)

Yes

The Yes Album (1971)

Yes

Fragile (1971)

Yes

Relayer (1974)

Chris Squire

Fish out of Water (1975)

Yes

90125 (1983)

Chris Squire

Conspiracy (2000)

Yes

Magnification (2001)

Squackett

A Life within a Day

Banda sonora

“I’ve Seen All Good People”

“Roundabout”

“Owner of a Lonely Heart”

“It Can Happen”

“Hold on your Hand” (Chris Squire)

“Silently Falling” (Chris Squire)

“Awaken”

“Starship Trooper”

“Alliens” (Squackett)

“A Life within a Day” (Squackett)

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