Play

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Agradecimientos

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Agradecimientos

Podría parecer, por eso de que mi nombre es el único que aparece en la portada, que PLAY es un proyecto solista, pero no es así. Aquí va una lista de todos aquellos que han ayudado a que este libro llegue a tus manos…

En la segunda voz, Carlota, por llevar escuchando la historia de Aarón y Dalila años antes de que me pusiera a escribirla; por obligarme a esperar. Por los síes… y por los noes. Algún día aprenderé que siempre-llevas-razón.

A la guitarra, Sofía, por ser una artista del Renacimiento y compartir su sabiduría conmigo. Por infundirme los ánimos y la confianza que me faltaban. Por hacer reales las canciones que solo existían en mi imaginación y darle una nueva dimensión a esta historia.

En la batería, Gemma, por ser la mejor editora que habría podido desear para este libro. Por entenderlo tan bien como yo y llevar el ritmo con la energía y la precisión que requería.

En la mesa de mezclas, Raúl, por producir las canciones con la mano más experta que conozco. Por ser, además de un gran amigo, un artista comprometido, brillante y excepcional.

En los coros, Miguel Rivera, por prestar su voz al Aarón del disco. Nunca había oído tan clara la voz de un personaje hasta que te escuché cantar a ti.

Y entre bambalinas…

Mi familia, por aplaudirme, vitorearme, apoyarme y quererme más que nadie en este mundo.

Lola, por esa espectacular portada que me dejó sin habla y que voló en mil pedazos cualquier otra idea que pudiera tener en la cabeza.

Keko, por acompañarme al concierto de 30 Seconds to Mars sin conocerse ni una sola canción y decidir allí que Rudolfa sería desde entonces la indómita Castorfa. Por sus apuntes de última hora y por prestarme algunas de sus paranoias para los hermanos Serafin.

Lorena y Lucía. La primera, por resolver todas las dudas legales que me surgían. La segunda, por sus conocimientos médicos. Ambas, por sus mensajes cuando acabaron de leer la novela.

A mi twin, Laura, por acompañarme a Strand y ser mis ojos y mis oídos en la ciudad que nunca duerme cuando lo necesito.

A Margaret Stohl, por un millón de cosas que se podrían resumir en una sola: gracias por dejarme formar parte de la tribu. Significa un mundo para mí.

A Tonya Hurley, por mostrarme el Nueva York más real y hogareño. Por regalarme la Bola 8 que lleva su nombre. Por su impagable amistad y sus toques en Facebook, que siempre me hacen sonreír.

A Robin Benway y Katie Alender, porque ambas son unas fantásticas escritoras… y porque les prometí que saldrían aquí.

A mis ex compañeros y buenos amigos de Aurum, en especial a María José, por mostrarme de cerca los engranajes de la fama.

A mis queridísimos lectores esclavos, Iraya, Jara, Ana y Matt (este último por leerse la primera parte del libro en su Blackberry). Gracias por vuestros consejos y apuntes.

A Ramón, por ser lo que siempre imaginé que sería trabajar con un agente, si no mejor. Por descolgar siempre el teléfono con una sonrisa y resolver mis infinitas dudas.

A Clara, por escuchar tres versiones de la historia previas a la definitiva, ¡y no mandarme a la mierda!

A todos los cantantes de YouTube, en especial a Xuxo Jones, Kurt Hugo Schneider, Sam Tsui, Boyce Avenue, JPelirrojo, Tiffany Alvord y Tyler Ward. Por ponerle, sin saberlo, música a las aventuras de Aarón y Leo con sus covers y temas originales. ¡No dudéis en escucharlos!

A todo el equipo de Montena, por confiar con absoluta fe ciega en mí y en mi historia.

Y por último, pero no por ello con menos fervor, gracias a todos mis lectores y amigos blogueros que a diario me regalan sus mensajes de apoyo y cariño. Sois el verdadero combustible para que siga escribiendo.

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