Pinochet

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[32] En la víspera, el Grupo de Estudios Constitucionales, conocido como el Grupo de los 24, volvió a exponer sus carencias democráticas: «La nueva Constitución rechaza el sistema representativo de gobierno, desconoce el derecho natural y exclusivo del pueblo para gobernarse, niega el pluralismo ideológico, establece un régimen político militarista, implanta un verdadero cesarismo presidencial, minimiza el Parlamento, transforma al Tribunal Constitucional en un organismo burocrático carente de representatividad popular y más poderoso que el Congreso, otorga un poder ilimitado a las Fuerzas Armadas, subordina la vigencia de los derechos humanos fundamentales al arbitrio del Gobierno y se identifica, en lo económico, con el capitalismo individualista de libre mercado. Además, dadas las exigencias que impone para eventuales reformas constitucionales, perpetúa un determinado régimen político, económico y social que resulta prácticamente imposible de modificar. De esta manera, la Constitución de la Junta Militar niega la democracia y —lo que es más grave— cierra los caminos para instaurar la democracia dentro de la legalidad que ella consagra».

Apsi, Santiago de Chile, 10 de marzo de 1981, pp. 9-23.

[33] A partir de entonces, dejó de formar parte de la Junta de Gobierno, que fue presidida hasta marzo de 1990 por el almirante Merino, aunque siempre designó al representante del Ejército que la integró. El primero de ellos fue el general César Benavides.

[34] Bianchini, Maria Chiara,

Chile, memorias de La Moneda. La (re)construcción de un símbolo político, Madrid, UAM y IEPALA, 2012, pp. 174-176.

[35]

La Vanguardia, Barcelona, 12 de marzo de 1981, p. 19.

[36]

La Nación, Santiago de Chile, 12 de marzo de 1981, p. 7.

[37]

Hoy, Santiago de Chile, 18 de marzo de 1981, pp. 7-10.

[38] Vial (2002), tomo II, p. 434.

[39]

El Mercurio, Santiago de Chile, 12 de marzo de 1981, Cuerpo C, p. 1.

[40]

Qué Pasa, Santiago de Chile, 10 de septiembre de 1981, pp. 11-13.

[41]

Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 6 de noviembre de 1980, p. 8.

[42] Muñoz, Heraldo, «Las relaciones exteriores del Gobierno militar chileno»,

Revista Mexicana de Sociología, México DF, abril-junio de 1982, pp. 577-597.

[43]

The Guardian, Londres, 18 de enero de 1980, p. 1.

[44] Muñoz, Heraldo,

Las relaciones exteriores del Gobierno militar chileno, Santiago de Chile, Las Ediciones del Ornitorrinco, 1986, p. 110.

[45] Ulianova, Olga, «El despliegue de un antagonismo: El expresidente Frei Montalva y el dictador Pinochet en los archivos estadounidenses (1973-1982)»,

Historia, n.º 47, vol. II, Santiago de Chile, julio-diciembre de 2004, pp. 401-441.

[46] Kornbluh (2004, edición en español), pp. 270-271. Véase también: Bawden, John R., «Cutting off the dictator: Te United States Arms Embargo of the Pinochet Regime, 1974-1988»,

Journal ofLatin American Studies, vol. 45, parte 3, Cambridge, agosto de 2013, pp. 513-543.

[47]

La Tercera, Santiago de Chile, 22 de septiembre de 1981, p. 19.

[48]

Ercilla, Santiago de Chile, 2 de diciembre de 1981, p. 10.

[49]

El Mercurio, edición internacional, Santiago de Chile, 25 de noviembre de 1981, pp. 1-2.

[50]

Chile-América, n.º 60-61, Roma, enero-febrero de 1980, pp. 172-173.

[51]

Hoy, Santiago de Chile, 27 de mayo de 1981, pp. 8-9.

[52] El médico Patricio Silva, quien fue subsecretario de Salud con Frei Montalva, fue condenado a diez años de presidio mayor en su grado mínimo en calidad de autor; Luis Becerra, chófer de Frei e informante de la CNI, a siete años de presidio mayor en su grado mínimo como coautor; el exagente civil de la CNI Raúl Lillo a idéntica pena y también en calidad de coautor; el médico Pedro Valdivia fue condenado a cinco años de presidio menor en su grado máximo en calidad de cómplice, y el tanatólogo Helmar Rosenberg a tres años de presidio menor en su grado medio en calidad de encubridor. El 14 de agosto de 1976, la DINA ya había preparado un atentado contra él con un coche bomba. González, Mónica, «Por qué se decidió eliminar a Frei»,

Ciper, Santiago de Chile, 8 de diciembre de 2009, en Ciperchile.cl <https://ciperchile.cl/2009/12/08/por-que-se-decidioeliminar-a-frei/>. Y la historiadora Olga Ulianova estudió, a partir de la documentación de los archivos estadounidenses, la creciente animadversión de Pinochet y su régimen hacia Frei por su actividad dentro y fuera de Chile «hasta niveles de obsesión y construcción de imagen de enemigo principal». Ulianova (2004), pp. 401-441.

[53] Frei, Carmen,

Magnicidio. La historia del crimen de mi padre, Aguilar, Santiago de Chile, 2017, p. 81.

[54] «El régimen de Pinochet, culpable del magnicidio contra el expresidente de Chile Eduardo Frei Montalva»,

La Vanguardia, Barcelona, 31 de enero de 2019, en Lavanguardia.com, <https://www.lavanguardia. com/internacional/20190131/46132392241/regimen-pinochet-cul pable-magnicidio-asesinato-expresidente-chile-eduardo-frei-montal va.html>.

[55]

Chile-América, n.º 76-77, Roma, enero-marzo de 1982, pp. 19-20.

[56] Pinochet Ugarte, Augusto,

Camino recorrido. Memorias de un soldado, tomo 3, vol. I, Santiago de Chile, Geniart, 1993, p. 69.

[57] En 2005, la Corte Suprema confirmó las condenas a los responsables inmediatos del crimen. Escalante (2013), pp. 385-404.

[58]

Ercilla, Santiago de Chile, 23 de noviembre de 1977, p. 41.

[59]

Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 22 de noviembre de 1977, p. 15.

[60] Délano, Manuel y Traslaviña, Hugo,

La herencia de los Chicago Boys, Santiago de Chile, Las Ediciones del Ornitorrinco, 1989, pp. 65-66.

[61]

Hoy, Santiago de Chile, 1 de julio de 1981, p. 20.

[62] Tironi, Eugenio,

Autoritarismo, modernización y marginalidad: el casode Chile 1973-1989, Santiago de Chile, Sur, 1990, p. 141.

[63] Valdés, Juan Gabriel,

La Escuela de Chicago: Operación Chile, Buenos Aires, Ediciones B, 1989, p. 22. Véase también este emblemático trabajo: Dahse, Fernando,

Mapa de la extrema riqueza. Los gruposeconómicos y el proceso de concentración de capitales, Santiago de Chile, Aconcagua, 1979.

[64] Gárate Chateau, p. 294.

[65] Angell, Alan,

Chile de Alessandri a Pinochet: En busca de la utopía, Santiago de Chile, Andrés Bello, 1993, p. 118.

[66] Gárate Chateau, pp. 283-297.

[67]

El Mercurio, Santiago de Chile, 22 de febrero de 1982, Cuerpo C, p. 1.

[68]

Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 12 de marzo de 1982, p. 36.

[69] Desde abril de 1982 hasta la designación de Hernán Büchi en febrero de 1985, se sucedieron en la cartera de Hacienda Sergio de la Cuadra, Rolf Lüders, Carlos Cáceres y Luis Escobar Cerda.

[70]

El Mercurio, Santiago de Chile, 23 de abril de 1982, Cuerpo A, p. 1, Cuerpo C, p. 4.

[71] Fontaine Aldunate, p. 160.

[72] Arancibia Clavel (2006), p. 250.

[73]

La Nación, Santiago de Chile, 3 de enero de 1983, pp. 6-7.

[74] En su Congreso de abril la CTC declaró: «Nuestro problema no es de una ley más o una ley menos (...) sino que es mucho más profundo y medular; se trata de un sistema económico, social, cultural y político que nos tiene envueltos y comprimidos, que se contradice con nuestra idiosincrasia de chilenos y de trabajadores, que nos ha tratado de asfixiar con armas como el temor y la represión para cada vez envolvernos más, porque no lo sentimos, porque no se acomoda con nuestra manera de vivir, porque nos fue impuesto a la fuerza y con engaño».

Chile-América, n.º 86-87, Roma, abril-junio de 1983, p. 12.

[75] Quiroga, Patricio, «Las jornadas de protesta nacional. Historia, estrategias y resultado (1983-1986)»,

Encuentro XXI, n.º 11, Santiago de Chile, otoño de 1998, pp. 42-60.

[76]

Araucaria de Chile, Madrid, n.º 26, 1984, p. 25.

[77] En el tercer volumen de sus memorias, Pinochet dedicó decenas de páginas a descalificar las Jornadas de Protesta Nacional.

[78]

El Mercurio, Santiago de Chile, 21 de mayo de 1983, Cuerpo A, p. 1, Cuerpo C, p. 4.

[79]

La Segunda, Santiago de Chile, 27 de junio de 1983, p. 3.

[80]

Chile-América, n.º 88-89, Roma, julio-octubre de 1983, pp. 36-37.

[81]

La Tercera, Santiago de Chile, 11 de agosto de 1983, p. 7.

[82] Herreros, Francisco, «Cuando Chile derrotó a la dictadura»,

Pluma yPincel, Santiago de Chile, 24 de mayo de 1990, pp. 7-10.

[83] Rubio Apiolaza, Pablo,

Los civiles de Pinochet. La derecha en el régimenmilitar chileno, 1983-1990, Santiago de Chile, DIBAM y Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2013, pp. 131-133.

[84] Arancibia Clavel

et al., pp. 303-305.

[85] Garretón, Manuel Antonio,

El plebiscito de 1988 y la transición a lademocracia, Santiago de Chile, Flacso, 1988, pp. 14-15.

[86] Moulian (1997), pp. 306-307.

[87]

El Mercurio, Santiago de Chile, 4 de marzo de 1983, Cuerpo C, p. 3.

[88]

Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 24 de agosto de 1983, p. 3.

[89]

La Tercera, Santiago de Chile, 11 de septiembre de 1983, pp. 8-9.

[90] Pinochet Ugarte, Augusto,

Patria y democracia, Santiago de Chile, Andrés Bello, 1983, pp. 261-271.

[91]

El País, Madrid, 12 de septiembre de 1983, pp. 2-3.

[92]

El Mercurio, Santiago de Chile, 15 de noviembre de 1983, Cuerpo C, p. 2.

[93] González, Mónica, «La mansión de Lo Curro»,

Cauce, Santiago de Chile, 17 de enero de 1984, pp. 17-20.

[94] Véase: Club Militar Chile, en Bienestarejercito.cl, <https://www. bienestarejercito.cl/club_militar_de_chile>.

[95]

La Segunda, Santiago de Chile, 7 de marzo de 1982, p. 2.

[96]

Newsweek, Nueva York, 19 de marzo de 1984, pp. 40-41.

[97] González, Mónica y Harrington, Edwin, «La casa de El Melocotón»,

Cauce, Santiago de Chile, 29 de mayo de 1984. Documento especial de ocho páginas.

[98] Véanse las imágenes del llamado Puntarenazo en «A 35 años del “Puntarenazo”, cuando a Pinochet le gritaron “asesino” en la cara»,

Cooperativa, en Cooperativa.cl, <https://www.cooperativa.cl/noti cias/pais/augusto-pinochet/a-35-anos-del-puntarenazo-cuando-a-pi nochet-le-gritaron-asesino-en/2019-02-26/152055.html>.

[99]

El Mercurio, Santiago de Chile, 13 de septiembre de 1984, Cuerpo A, pp. 1 y 8.

[100] Además, Lucía Hiriart encabezó el Comité Nacional de Jardines Infantiles y Navidad, la Fundación Nacional de Ayuda a la Comunidad, la Secretaría Nacional de la Mujer, la Corporación Nacional del Cáncer, el Movimiento Cívico Sol (Solidaridad, Orden y Libertad), el Comité Alborada, la Fundación Septiembre, el Consejo Consultivo Coordinador de las Actividades Relacionadas con la Atención Parvularia y Jardines Infantiles y la Corporación de Damas de la Defensa Nacional.

Datos biográficos de la Primera Dama de la Nación SeñoraLucía Hiriart de Pinochet. Y en 1985 se publicó bajo su autoría, en inglés y español, el libro

La mujer chilena y su compromiso histórico (Santiago de Chile, Editorial Renacimiento).

[101]

El Mercurio, Santiago de Chile, 18 de abril de 1984, Cuerpo A, pp. 1 y 10.

[102]

La Nación, Santiago de Chile, 30 de octubre de 1984, p. 5.

[103] El 31 de enero de 1985, el Tribunal Constitucional declaró «inconstitucional» el Movimiento Democrático Popular (MDP), ya que varios de sus integrantes (PC, MIR y PS-Almeyda) transgredían el artículo octavo de la Constitución de 1980, tras un requerimiento presentado en agosto de 1984 por treinta personas, entre ellas Jaime Guzmán, Andrés Chadwick, Pablo Longueira y Javier Leturia.

El Mercurio, Santiago de Chile, 1 de febrero de 1985, Cuerpo A, p. 1, Cuerpo C, p. 6.

[104]

Hoy, Santiago de Chile, 12 de noviembre de 1984, pp. 7-8.

[105]

El Mercurio, Santiago de Chile, 8 de marzo de 1985, Cuerpo A, pp. 1 y 16.

[106] Mönckeberg, María Olivia

et al., Crimen bajo estado de sitio, Santiago de Chile, Emisión, 1990, p. 171.

[107] Caucoto Pereira, Nelson y Salazar Ardiles, Héctor,

Un verde manto deimpunidad, Santiago de Chile, FASIC y Ediciones de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, 1994, p. 14. Manuel Guerrero, de 36 años, estuvo desaparecido durante veinte días en 1976 y se fue al exilio. A su regreso al país en 1983, en una entrevista en la revista

Análisis respondió con unas palabras mil veces citadas cuando le preguntaron si la izquierda tenía voluntad de «revanchismo». «No señor. Justicia. Nada más, pero tampoco nada menos.» En 1985 era el presidente del Consejo Regional Metropolitano de la Asociación Gremial de Educadores de Chile. José Manuel Parada, 34 años, era sociólogo y trabajaba en la Vicaría de la Solidaridad. Santiago Nattino, 63 años, era diseñador gráfico y publicitario. Estuvo preso en el Estadio Nacional en septiembre de 1973.

[108] Escalante (2013), pp. 429-432.

[109]

El Mercurio, Santiago de Chile, 7 de abril de 1985, Cuerpo D, p. 4.

[110]

La Tercera, Santiago de Chile, 13 de abril de 1985, p. 6.

[111]

Araucaria de Chile, n.º 30, Madrid, 1985, pp. 25-26.

[112] El 27 de octubre de 1995, la Corte Suprema dictó condenas en firme e impuso penas de presidio perpetuo a cinco agentes de la dictadura —entre ellos Miguel Estay, El Fanta, exmilitante de las Juventudes Comunistas— y penas elevadas para otros once. Hasta hoy es uno de los pocos casos en que las penas son proporcionales a la gravedad de los delitos de lesa humanidad cometidos. Observatorio de Justicia Transicional de la Universidad Diego Portales,

Principales hitos juris-prudenciales en causas de derechos humanos en Chile. 1990-2018, Santiago de Chile, junio de 2018, pp. 4-5, en Derechoshumanos.udp. cl, <http://www.derechoshumanos.udp.cl/derechoshumanos/images/ Chile_hitos_jurisprudenciales_en_ddhh_ESP_v5jul2018_3.pdf>.

[113] Cánovas, José,

Memorias de un magistrado, Santiago de Chile, Emisión, 1989, pp. 119-125.

[114] Guzmán Jasmen, Nancy,

El Fanta. Historia de una traición, Santiago de Chile, Ceibo Ediciones, 2016, pp. 336-337.

[115]

Apsi, Santiago de Chile, 12 de agosto de 1985, pp. 7-9.

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[1] Sigmund, Paul E.,

The United States and Democracy in Chile, Nueva York, Te John Hopkins University Press, 1993, p. 154.

[2] Declaraciones recogidas en:

La Segunda, Santiago de Chile, 23 de julio de 1985, p. 3.

[3]

El Mercurio, Santiago de Chile, 19 de noviembre de 1985, Cuerpo A, pp. 1 y 12.

[4]

El Mercurio, Santiago de Chile, 29 de agosto de 1985, Cuerpo A, p. 1.

[5]

El Mercurio, Santiago de Chile, 10 de octubre de 1985, Cuerpo A, p. 1.

[6]

La Tercera, Santiago de Chile, 23 de noviembre de 1985, p. 4.

[7]

Análisis, Santiago de Chile, 10 de diciembre de 1985, pp. 4-9.

[8]

Apsi, Santiago de Chile, 24 de marzo de 1986, pp. 17-18.

[9] Entrevista de Pamela Jiles a Roberto Viaux.

Análisis, Santiago de Chile, 8 de abril de 1986, pp. 17-20.

[10] Entrevista reproducida en:

Cambio 16, Madrid, 14 de abril de 1986, pp. 100-101.

[11] En 1981, la dictadura elevó al rango de embajada el consulado general instalado en Pretoria en 1976 y concedió el plácet al primer embajador de este país asentado en Chile, John Reimond Dutton, y en octubre de aquel año César Mendoza visitó Sudáfrica, como ya lo había hecho Merino en 1980. En agosto de 1984, Pinochet recibió al jefe de las Fuerzas Armadas sudafricanas, el general Constand Viljoen.

[12] Open Secrets, «Los estrechos vínculos del régimen sudafricano del

apartheid con la dictadura chilena»,

Ciper, Santiago de Chile, 11 de diciembre de 2017, en Ciperchile.cl, <https://ciperchile.cl/2017/12/11/ los-estrechos-vinculos-del-regimen-sudafricano-del-apartheid-conla-dictadura-chilena/>.

[13]

Análisis, Santiago de Chile, 29 de abril de 1986, pp. 7-8.

[14]

Cauce, Santiago de Chile, 28 de abril de 1986, pp. 11-12.

[15] Manzano Latrach, Cristopher, «Asamblea de la Civilidad (19861988). Convergencia social y frustración política de un movimiento popular de oposición a la dictadura», en Carolina Jiménez Hernández

et al., comp.,

Construcción y recuperación de la memoria histórica. Re-flexiones a 40 años del Golpe militar, Santiago de Chile, Universidad de Chile, 2014, pp. 112-121.

[16] Guzmán, Hugo, «Cómo vivió y encaró el PC el plebiscito de 1988»,

El Siglo, Santiago de Chile, 3 de octubre de 2018, en Elsiglo.cl, <http://www.elsiglo.cl/2018/10/03/como-vivio-y-encaro-el-pc-elplebiscito-de-1988/>.

[17] «Tres muertos en Chile en el primer día de la huelga general contra Pinochet»,

El País, Madrid, 3 de julio de 1986, en Elpaís.com, <https:// elpais.com/diario/1986/07/03/internacional/520725610_850215. html>.

[18] Verdugo, Patricia,

Rodrigo y Carmen Gloria: Quemados vivos, Santiago de Chile, Aconcagua, 1987, p. 64.

[19] Rodrigo nació en Valparaíso el 7 de marzo de 1967. Había retornado a Chile después de diez años de exilio en Estados Unidos, donde vivían su hermano, Pablo, y su madre, Verónica De Negri —militante comunista—, quien había estado presa en 1976 en Tres Álamos. De Negri, Claudio, «Rodrigo Rojas De Negri: Joven, fotógrafo, puro y transparente», en Ernesto Carmona, ed.,

Morir es la noticia, Santiago de Chile, Ernesto Carmona Editor, 1997, pp. 280-282.

[20]

Apsi, Santiago de Chile, 11 de agosto de 1986, pp. 7-8.

[21] En sus escritos autobiográficos, que se conservan en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Harry Barnes relató que con su asistencia al funeral de Rodrigo Rojas se quebró su relación con el régimen y con el dictador. Ruiz, Carla, «Harry, el sucio: Las desconocidas memorias de un hombre clave en el plebiscito»,

La Tercera, Santiago de Chile, 30 de septiembre de 2018, en Latercera.com, <https://www. latercera.com/reportajes/noticia/harry-sucio-las-desconocidas-me morias-hombre-clave-plebiscito/335258/>.

[22] Kornbluh (2004, edición en español), pp. 281-282.

[23]

Análisis, Santiago de Chile, 19 de agosto de 1986, p. 16.

[24] Arellano, Alberto, «Caso Quemados: Pinochet participó del encubrimiento de la operación ejecutada por militares»,

Ciper, Santiago de Chile, 31 de julio de 2015, en Ciperchile.cl, <https://ciperchile. cl/2015/07/31/caso-quemados-pinochet-participo-del-encubrimien to-de-la-operacion-ejecutada-por-militares/>.

[25]

La Nación, Santiago de Chile, 11 de julio de 1986, p. 5. Lucía Hiriart no se quedó atrás y en agosto de aquel año en Cauquenes afirmó sobre Carmen Gloria Quintana: «Hoy se calumnia a un oficial detenido por algo dicho por una niña que no sabemos si habrá dicho la verdad o qué habrá dicho, puesto que no está inconsciente ni tan grave como dicen». «Se le ha tenido respeto porque está enferma (...) pero también merece preocupación, respeto y consideración un oficial que solo estaba cumpliendo con su deber, pero que jamás ha hecho lo que le imputan. Quizás el único error que él cometió fue ser demasiado blando, demasiado accesible al pedido de los muchachos (...) que no quisieron que los tomaran detenidos».

Análisis, Santiago de Chile, 26 de agosto de 1986, p. 17.

[26] «Caso Quemados: La declaración del conscripto que rompió el pacto de silencio»,

Cooperativa, Santiago de Chile, 22 de julio de 2015, en Cooperativa.cl, <https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/dd-hh/ judicial/caso-quemados-la-declaracion-del-conscripto-que-rom pio-el-pacto-de/2015-07-22/113110.html>

[27] Marín, Gladys,

La vida es hoy, Santiago de Chile, Editorial Don Bosco, 2002, pp. 166-170.

[28] Corvalán, pp. 275-276.

[29] Rojas Núñez, Luis,

De la rebelión popular a la sublevación imaginada.Antecedentes de la historia política y militar del Partido Comunista deChile y del FPMR. 1973-1990, Santiago de Chile, LOM Ediciones, 2017.

[30] Goicovic Donoso, Igor, «Golpe de Estado, violencia política y refundación de la sociedad chilena», en Cristina Moyano Barahona, comp.,

A 40 años del Golpe de Estado en Chile, Santiago de Chile, Editorial USACh, 2013, pp. 113-143.

[31] Rojas Núñez, Luis,

Carrizal. Las armas del PCCh, un recodo en elcamino, Santiago de Chile, LOM Ediciones, 2018, p. 7.

[32] «Era una hora por reloj, cronometrada. Si recibía una llamada telefónica, paraba el cronómetro, atendía el teléfono, hablaba dos minutos y lo echaba a andar de nuevo hasta completar los sesenta minutos», escribió una de sus periodistas predilectas. Oyarzún (1995), p. 75.

[33] Peña, Juan Cristóbal,

Los fusileros, Santiago de Chile, Debate, 2007, pp. 124-126.

[34] Verdugo, Patricia y Hertz, Carmen,

Operación Siglo XX, Santiago de Chile, CESOC, 1996, pp. 162-163.

[35] En los meses siguientes, nueve de los militantes del Frente que participaron en el atentado fueron detenidos y juzgados. En noviembre de 1989, el fiscal militar Fernando Torres Silva —un hombre de la absoluta confianza de Pinochet— cerró la investigación, que sumaba treinta y siete tomos y más de cuarenta mil páginas, y pidió la pena de muerte para todos ellos. El 29 de enero de 1990, seis se escaparon de la cárcel pública a través de un túnel de decenas de metros que militantes comunistas y del FPMR cavaron con herramientas muy rudimentarias. Fernández, Marc y Rampal, Jean-Christophe,

Pino-chet. Un dictateur modele, París, Hachette, 2003, p. 147.

[36] Peña, Juan Cristóbal, «Los años clandestinos de Teillier»,

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