Pinochet

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[51] El fin último del Plan Z quedó expuesto con absoluta claridad en un opúsculo preparado por la dictadura: «Se conoce con el nombre de Plan Zeta el tenebroso plan gestado y organizado por connotados personeros del depuesto régimen marxista para efectuar un asesinato en masa de los efectivos de las Fuerzas Armadas, comenzando por los más altos jefes, es decir, los oficiales de mayor graduación, familiares de estos; destacados dirigentes políticos y gremiales. (...) El fin de todo esto no era otro que el de tomar el poder absoluto del país, para, una vez logrado esto, poder implantar un régimen marxista. (...) Gracias a las Fuerzas Armadas y Carabineros, Chile pudo evitar las catastróficas consecuencias que pudo acarrear el criminal plan, propio solo de una mente enfermiza o por una ambición de poder desmedida. Es así como hoy Chile entero está agradecido; serán miles y miles las madres que recordarán y darán gracias a Dios por haber permitido que sus Fuerzas Armadas evitaran tan sangriento suceso y serán millones de chilenos los que bendecirán a sus Fuerzas Armadas por su oportuna intervención». Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile,

Septiembre de 1973. Los cien combates de una batalla, Santiago de Chile, Empresa Editora Nacional Gabriela Mistral, 1974, pp. 89-92.

[52]

La Segunda, Santiago de Chile, 24 de septiembre de 1973, p. 4. Sin ningún sentido del ridículo, en octubre Merino aseguró incluso que el gobierno de la Unidad Popular tenía previsto reemplazar la bandera nacional por un paño diseñado en Holanda: la nueva enseña iba a ser roja y tendría una franja azul en el lado izquierdo, sobre la cual, evidentemente, aparecerían la hoz y el martillo...

El Mercurio, Santiago de Chile, 19 de octubre de 1973, p. 8.

[53]

Ercilla, Santiago de Chile, 26 de septiembre de 1973, p. 21.

[54]

El Mercurio, Santiago de Chile, 24 de septiembre de 1973, p. 1.

[55]

La Tercera, Santiago de Chile, 24 de septiembre de 1973, pp. 2-3.

[56] Véase este excelente trabajo: Rojas Lizama, María Angélica y Fernández Pérez, José Ignacio,

El golpe al libro y a las bibliotecas de la Univer-sidad de Chile, Santiago de Chile, Ediciones Universidad Tecnológica Metropolitana, 2015.

[57] Amorós, Mario,

Neruda. El príncipe de los poetas, Santiago de Chile, Ediciones B, 2015, pp. 544-545.

[58] Archivo Nacional de Chile, Ministerio del Interior, vol. 17.484.

[59]

Ínsula, n.º 325, Madrid, diciembre de 1973, p. 10.

[60]

La Prensa, Santiago de Chile, 25 de septiembre de 1973, p. 5.

[61] Acta n.º 6 de la Junta militar, de 20 de septiembre de 1973.

[62] Acta n.º 3 de la Junta militar, de 16 de septiembre de 1973.

[63] El 3 de octubre, en declaraciones publicadas por el diario

O Estadode Sao Paulo, Pinochet ya anticipó que «el plazo de duración del Gobierno militar, por las tareas que precisamos cumplir, no parece muy breve».

Resumen Mensual Iberoamericano.

Octubre de 1973. Chile.

[64]

La Segunda, Santiago de Chile, 25 de septiembre de 1973, p. 10.

[65]

Qué Pasa, Santiago de Chile, 27 de septiembre de 1973, pp. 7-8.

[66] Acta n.º 10 de la Junta militar, de 27 de septiembre de 1973.

[67]

Resumen Mensual Iberoamericano.

Noviembre de 1973. Chile.

[68]

La Tercera, Santiago de Chile, 6 de octubre de 1973, p. 8.

[69]

El Mercurio de Antofagasta, Antofagasta, 6 de octubre de 1973, p. 1.

[70]

La Tercera, Santiago de Chile, 27 de septiembre de 1973, p. 3.

[71]

El Mercurio, Santiago de Chile, 15 de octubre de 1973, p. 17.

[72]

Vea, Santiago de Chile, 18 de octubre de 1973, pp. 2-3.

[73]

Qué Pasa, Santiago de Chile, 18 de octubre de 1973, p. 6.

[74]

La Patria, Santiago de Chile, 11 de octubre de 1973, p. 2. Este fue el primer día que circuló dicha cabecera, impulsada por la dictadura como heredera del diario gubernamental

La Nación, fundado en 1917. Entre septiembre de 1975 y mayo de 1980, apareció como

ElCronista y desde junio de ese año recuperó su histórica denominación.

[75] Pinochet Ugarte, Augusto,

Realidad y destino de Chile, Santiago de Chile, Empresa Editora Nacional Gabriela Mistral, 1973, pp. 3-12.

[76] Avelina Ugarte no tuvo ninguna figuración pública. Entre sus actividades sociales apenas si fue madrina del Hogar de Menores de Quillota en los años setenta. Después de revisar miles de noticias en la prensa chilena a partir de 1973, solo hemos encontrado dos que recogieran sus opiniones. Sus declaraciones ya citadas a

Qué Pasa en septiembre de 1981 y las que en marzo de 1976 realizó a

El Correo deValdivia, recogidas por

La Tercera: «Tito es un hombre muy sencillo, de corazón muy bueno y muy justo». «Es alegre y bromista también. Posee un hermoso carácter. Ojalá no cambie nunca esa sencillez y esa bondad. Hasta aquí no ha cambiado. Es el mismo de siempre.» «Nunca presentí que mi hijo llegaría a ser Presidente de la República. Sabía sí que llegaría a ser general en jefe. El destino así lo quiso, para bien de Chile. Esto fue lo que le dije en mi primer abrazo después del 11 de septiembre, en una escena para mí inolvidable, que aconteció después de cuatro días en el Ministerio de Defensa.»

La Tercera, Santiago de Chile, 22 de marzo de 1976, p. 2.

[77] Willoughby-MacDonald, p. 196.

[78] Al respecto, véase: Matus, Alejandra, «Pinochet las prefiere rubias»,

Plan B, Santiago de Chile, 12 de febrero de 2004, pp. 5-8. Y también: Matus (2013), pp. 223-227.

[79] Willoughby-MacDonald, pp. 196-197.

[80]

La Tercera, Santiago de Chile, 20 de octubre de 1973, p. 4.

[81] De nada le sirvió ser sobrino de Pinochet. «Al contrario, siempre fui el comunista de la familia y nunca tuve relación con el dictador. Antes de morir mi madre, de quien yo era muy cercano, lo dejé verla solo diez minutos, pero a su esposa jamás le permití entrar», explicó en 2016.

La Tercera, Santiago de Chile, 28 de junio de 2016, en La tercera.com, <https://www.latercera.com/noticia/los-anos-en-pausade-george-munro/>. También estuvieron detenidos varios familiares de Lucía Hiriart, como Alejandra Matus ha explicado con precisión. Matus (2013), pp. 115-122.

[82] Amorós, Mario,

Después de la lluvia. Chile, la memoria herida, Santiago de Chile, Cuarto Propio, 2004, pp. 129-144.

[83] De acuerdo con el reglamento del Estado Mayor del Ejército, un «oficial delegado» llevaba consigo un documento que lo acreditaba como representante directo de quien lo enviaba. Esta medida se adoptaba cuando se consideraba que uno o más comandantes no estaban actuando de acuerdo con las órdenes dictadas por la jefatura del Ejército. Escalante, Jorge,

La misión era matar. El juicio a la caravanaPinochet-Arellano, Santiago de Chile, LOM Ediciones, 2000, p. 25.

[84] Verdugo, Patricia,

Los zarpazos del Puma, Santiago de Chile, CESOC, 1989, pp. 27-35.

[85] Declaración judicial del general Joaquín Lagos realizada el 3 de julio de 1986 ante el Primer Juzgado del Crimen de Antofagasta por la desaparición de Mario Silva, Miguel Manríquez y Marco de la Vega. Consultada en 2001 en la sección de Documentos de

El Mostrador, en Elmostrador.cl, <http://www.elmostrador.cl>. Este documento está disponible en: <http://www.purochile.rrojasdatabank.info/ lago01.htm>.

[86]

El País, Madrid, 28 de enero de 2001, p. 4.

[87] Véase este documento reproducido en: Verdugo, Patricia,

Pruebas ala vista. La Caravana de la Muerte, Santiago de Chile, Sudamericana, 2000. Páginas centrales sin numerar.

[88] Escalante (2000), p. 16.

[89]

El Mundo, Madrid, 13 de julio de 2001, p. 22.

[90]

El Mostrador, Santiago de Chile, 24 de enero de 2001, en Elmostrador.cl, <http://www.elmostrador.cl>.

[91] El general Efraín Jaña fue trasladado al Estado Mayor del Ejército, en Santiago, y días después, obligado a abandonar la institución a la que dedicó su vida. Estuvo detenido en varias unidades militares y en la cárcel pública hasta noviembre de 1975, cuando le conmutaron el año de presidio que le restaba por el exilio y salió a Colombia, después a Holanda y finalmente a Venezuela, donde vivió diez años y formó parte de la Organización de Militares por la Democracia y la Liberación Latinoamericana y del Caribe. Rodríguez, Mili,

Ya nuncame verás como me vieras. Doce testimonios del exilio, Santiago de Chile, Las Ediciones del Ornitorrinco, 1990, pp. 40-59. En octubre de 2001, una decena de oficiales del Ejército retirados, entre ellos Jaña, presentaron ante el juez Juan Guzmán una querella contra Pinochet, Arellano, Manuel Contreras, Carlos Forestier y Odlanier Mena por detención ilegal y torturas. Un mes después, Lucía Hiriart les calificó de «traidores».

El Mercurio, Santiago de Chile, 9 de noviembre de 2001, Cuerpo C, p. 5.

[92] Sánchez, Gervasio,

La Caravana de la Muerte. Las víctimas de Pino-chet, Barcelona, Blume, 2001, p. 65.

[93]

La Tercera, Santiago de Chile, 13 de noviembre de 1973, p. 3.

[94] Fajardo, Marco,

Contra Bachelet y otros. Algunas historias sobre el golpemilitar al interior de las Fuerzas Armadas y de Orden, Santiago de Chile, Quimantú, 2006, p. 109.

[95]

El Mercurio, Santiago de Chile, 13 de noviembre de 1973, pp. 1 y 8.

[96]

El Mercurio, Santiago de Chile, 2 de enero de 1974, pp. 1 y 11.

[97]

La Tercera, Santiago de Chile, 3 de enero de 1974, p. 11.

[98] En 1999, la abogada de derechos humanos Carmen Hertz, viuda del periodista y militante comunista Carlos Berger, quien fue asesinado en Calama el 19 de octubre de 1973 por la Caravana de la Muerte, entregó al juez Juan Guzmán Tapia este importante documento.

[99] Salazar, Manuel,

Contreras. Historia de un intocable, Santiago de Chile, Grijalbo, 1995, p. 25.

[100] Rebolledo, Javier,

El despertar de los cuervos. Tejas Verdes, el origen delexterminio en Chile, Santiago de Chile, Ceibo Ediciones, 2013, p. 87. «Todos mis compañeros de curso volvían de Vietnam o estaban por irse y con frecuencia tuve la oportunidad de hablar con ellos de esta guerra», explicó Contreras en 2003. Robin, Marie-Monique,

Escua-drones de la muerte. La escuela francesa, Buenos Aires, Sudamericana, 2005. p. 383.

[101] En el acta de la reunión de la Junta quedó registrado así: «Se recibe al teniente coronel de Ejército señor Manuel Contreras, quien hace una detallada exposición sobre la organización de la Dirección Nacional de Inteligencia ante la Junta, el ministro de Defensa Nacional, el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, jefes de Estado Mayor y directores de personal de las cuatro instituciones, director de Investigaciones y director de Inteligencia del Ejército. Se acuerda que antes de materializar su organización, los directores de personal de las instituciones deben reunirse para determinar la forma de obtener el numeroso personal que se precisa». Acta n.º 33 de la Junta militar, de 12 de noviembre de 1973.

[102] Declaración consultada en la Fundación de Documentación y Archivo de la Vicaría de la Solidaridad.

[103]

Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 2 de febrero de 1974, p. 30.

[104]

La Patria, Santiago de Chile, 30 de enero de 1974, p. 8.

[105]

Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 20 de febrero de 1974, p. 27.

[106]

La Tercera, Santiago de Chile, 5 de febrero de 1974, p. 3.

[107]

El Mercurio, Santiago de Chile, 9 de febrero de 1974, pp. 1 y 8.

[108] Documento consultado en el Archivo Histórico Gabriel Valdés, en Ahgv.cl, <http://www.ahgv.cl/documento/carta-de-patricio-aylwiny-osvaldo-olguin-a-augusto-pinochet-carta/>.

[109] Archivo Nacional de Chile, Ministerio del Interior, vol. 17.497.

[110] El 27 de febrero de 1974, Gabriel Valdés, ministro de Relaciones Exteriores entre 1964 y 1970, escribió a Patricio Aylwin para comentarle que había leído la carta que dirigieron a Pinochet el 18 de enero y el resumen de la reunión posterior que mantuvieron con el ministro del Interior. Le manifestó que aquella misiva tenía aspectos positivos, pero que reconocía «la necesidad de la dictadura». Valdés, quien había estado ausente de Chile durante el periodo de la Unidad Popular, tampoco renunció a comentar el anhelo que compartieron una parte de los democratacristianos que secundaron el golpe de Estado: «La tesis: militares a corto plazo, DC a largo plazo, no solamente era ingenua sino mortal desde el punto de vista de los principios esenciales de la DC y de la subsistencia del Partido. Así fue estimado unánimemente por nuestros amigos europeos, que algo saben de fascismo». Documento consultado en el Archivo Histórico Gabriel Valdés, en Ahgv.cl, <http://www.ahgv.cl/documento/carta-de-gabriel-valdes-a-patricioaylwin-carta-2/>. El 8 de mayo de 1974, Aylwin le respondió en términos muy duros. Caracterizó al régimen de Pinochet como «dictadura», pero de nuevo responsabilizó de lo sucedido a la Unidad Popular. Carta consultada en el Archivo Histórico de la Casa Museo Eduardo Frei Montalva, Carpeta 336.

[111] Carta consultada en el Repositorio Digital Archivo Patricio Aylwin Azócar, en Archivopatricioaylwin.cl, <http://www.archivopatri cioaylwin.cl/handle/123456789/6978>.

[112]

El Mercurio, Santiago de Chile, 10 de marzo de 1974, pp. 40-41.

[113] Moncada Durruti, Belén,

Jaime Guzmán. Una democracia contrarre-volucionaria, Santiago de Chile, Ril Editores, 2006, p. 81.

[114] Viera Gallo, José Antonio, «Esquema analítico de la ideología de la Junta militar chilena: Un fascismo dependiente»,

Chile-América, n.º 8-9, Roma, julio de 1975, pp. 33-41.

[115]

La Patria, Santiago de Chile, 12 de marzo de 1974, pp. 2-3.

[116] Sobre Jaime Guzmán, el principal asesor civil de Pinochet durante los primeros años de la dictadura, Touraine trazó un lúcido retrato en agosto de 1973 en su imprescindible libro sobre los últimos meses de la Unidad Popular: «Me impresionó ver y escuchar a un tal Guzmán, periodista que es además profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Católica. Jamás había visto un tipo de hombre así en este país. Me ha asustado: en los periodos de tensión extrema, se ven salir las cabezas más horribles. La suya está habitada por una pasión fría armada de una lógica falsa: es un inquisidor. Su palidez es la de los jóvenes fascistas de antes de la guerra. Cada una de sus palabras lanza una maniobra sinuosa. No sé si forma parte de un grupo extremista clandestino. En todo caso, merecería ser uno de sus jefes, pues pertenece al mundo del fanatismo fascista». Touraine, Alain,

Vida ymuerte del Chile popular, México DF, siglo XXI, 1974, p. 69. Sobre el gremialismo, véase este trabajo clásico: Mattelart, Armand, «El “gremialismo” y la línea de masa de la burguesía chilena», en Enrique Gomariz, pr.,

Chile bajo la Junta, Madrid, Zero, 1976, pp. 93-125.

[117] Véase, por ejemplo, su participación en una reunión de septiembre de 1974, cuando se discutió el fin del «estado de guerra». Acta n.º 153-a de la Junta militar, de 5 de septiembre de 1974.

[118] Huneeus, Carlos,

El régimen de Pinochet, Santiago de Chile, Sudamericana, 2000, p. 87.

[119] Huneeus (2000), pp. 329-330.

[120] Entrevista a Ángela Jeria. Archivo del autor.

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[1] Jaime Guzmán no podía faltar en aquel concierto donde se interpretó la

Misa de la Coronación. El programa figura en la invitación que recibió, con los asientos J-24 y J-26 de la platea, y que se conserva en el Archivo de la Fundación Jaime Guzmán.

[2]

República de Chile. 1974. Primer año de la Reconstrucción Nacional, Santiago de Chile, Empresa Editora Nacional Gabriela Mistral, 1974, pp. 163-166.

[3]

La Tercera, Santiago de Chile, 15 de marzo de 1974, p. 4.

[4]

La Tercera, Santiago de Chile, 17 de marzo de 1974, p. 5.

[5]

El Mercurio, Santiago de Chile, 18 de marzo de 1974, pp. 1 y 25.

[6]

La Patria, Santiago de Chile, 17 de marzo de 1974, p. 8.

[7]

La Tercera, Santiago de Chile, 17 de marzo de 1974, p. 5.

[8] Scherer García, Julio,

Pinochet. Vivir matando, México DF, Aguilar, 2000, pp. 30-32.

[9]

Denuncia y testimonio. Tercera sesión de la Comisión Internacional deInvestigación de los Crímenes de la Junta militar en Chile, México DF, 18-21 de febrero de 1975. Testimonio de Moy de Tohá. pp. 132-137.

[10] Politzer, Patricia,

Miedo en Chile, Santiago de Chile, CESOC, 1985, p. 372.

[11] «Se suicidó ayer ahorcándose el exvicepresidente de la República y que también fuera ministro del Interior y Defensa Nacional del régimen marxista, José Tohá González, de 47 años», aseguró al día siguiente

El Mercurio. «Tohá se encontraba internado en el Hospital Militar donde se le trataba de una afección de aparente origen canceroso que le había hecho perder mucho peso. Su cadáver fue encontrado a las 12:55 horas, en los momentos en que se le llevaba el almuerzo. Al parecer, utilizó la correa de su pantalón para ahorcarse.»

El Mercurio, edición internacional, Santiago de Chile, 16 de marzo de 1974, p. 7. Su edición internacional tenía periodicidad semanal.

[12]

Análisis, Santiago de Chile, 13 de marzo de 1984, pp. 28-29.

[13]

Chile-América, n.º 2, Roma, octubre de 1974, pp. 18-19.

[14] Pérez Vallejos, Ricardo, «Justicia chilena reabre investigación por muerte de José Tohá»,

La Nación, Santiago de Chile, 14 de mayo de 2018, en Lanacion.cl, <http://lanacion.cl/2018/05/14/ justicia-chilena-reabre-investigacion-por-muerte-de-jose-toha/>.

[15] Minay, Sebastián, «Carolina Tohá y el impacto del caso Frei en la causa por la muerte de su padre: “Siento que se nos está terminando el tiempo”»,

La Tercera, 31 de enero de 2019, en Latercera.com, <https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/carolina-toha-im pacto-del-caso-frei-la-causa-la-muerte-padre-siento-se-nos-esta-ter minando-tiempo/509438/>.

[16] Politzer, p. 333.

[17] Arriagada (1998), pp. 30-31.

[18]

Ercilla, Santiago de Chile, 17 de abril de 1974, pp. 21-25.

[19] A mediados de agosto de 1975 la dictadura eliminó de Televisión Nacional las tiras de Mafalda que habían empezado a emitirse a principios de mes con censura previa a cargo del Servicio de Psicología del Ejército, que suprimía las de mayor contenido crítico. El director de TVN, Jaime del Valle, justificó la supresión del personaje de Quino porque eran unas creaciones «tendenciosas y a la larga podían ser destructivas».

Ercilla, 20 de agosto de 1975, p. 6. Véase: Donoso Fritz, Karen, «El “apagón cultural” en Chile: políticas culturales y censura en la dictadura de Pinochet 1973-1983»,

Outros Tempos, vol. 10, n.º 16, Sao Luis (Estado de Maranao, Brasil), 2013, pp. 104-129.

[20] Cavallo

et al., p. 25. Pinochet designó a Ernesto Baeza director de la Policía Civil de Investigaciones y a Sergio Nuño y Manuel Torres les asignó las embajadas en Bélgica y El Salvador.

[21] Huneeus (2000), pp. 140-141.

[22] Marras (1989), pp. 15-16.

[23] Entre 1973 y 1986, 56 de los 118 individuos que ocuparon carteras ministeriales fueron militares y casi la mitad de estos pertenecía al Ejército. Y todavía en 1988 el 40 % de los 174 puestos más relevantes en la administración estaban ocupados por oficiales. Valenzuela (1993), pp. 57-144.

[24] Arriagada (1985), pp. 138-139.

[25]

El Cronista, Santiago de Chile, 30 de marzo de 1978, p. 9.

[26]

El Mercurio, Santiago de Chile, 24 de agosto de 1979, p. 10.

[27]

Newsweek, Nueva York, 19 de marzo de 1984, pp. 40-41.

[28] Entrevista reproducida en:

La Tercera, Santiago de Chile, 13 de abril de 1974, p. 4.

[29] Cruz, María Angélica,

Iglesia, represión y memoria. El caso chileno, Madrid, siglo XXI, 2004, p. 7.

[30] Acta n.º 118 de la Junta militar, de 29 de abril de 1974. En aquella reunión también abordaron la posición que adoptarían ante el nuevo gobierno portugués, tras la Revolución de los Claveles del 25 de abril, cuando los capitanes del Movimiento de las Fuerzas Armadas pusieron fin a una dictadura fascista de cuatro décadas. Pero, lamentablemente, no quedó constancia de sus opiniones.

[31]

Documentos del Episcopado. Chile, 1974-1980, Santiago de Chile, Ediciones Mundo, 1982, pp. 11-13.

[32] Cancino Troncoso, Hugo,

Chile: Iglesia y dictadura. 1973-1989, Odense (Dinamarca), Odense University Press, 1997, pp. 44-45.

[33] Santillana, Pablo,

Chile. Análisis de un año de gobierno militar, Buenos Aires, Prensa Latinoamericana, 1974, pp. 155-177.

[34]

La Patria, Santiago de Chile, 8 de mayo de 1974, p. 2.

[35]

El Mercurio, Santiago de Chile, 23 de octubre de 1973, p. 10.

[36]

Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, 14 de mayo de 1974, p. 3.

[37] Museo de la Justicia, Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos, Asunción (Paraguay).

[38] En 2014, la magistrada de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes, sometió a Cristián Labbé a proceso por el delito de asociación ilícita: haber pertenecido a la DINA, a cuya gestación contribuyó a fines de 1973 en el Regimiento de Tejas Verdes como instructor.

Punto Final, n.º 816, Santiago de Chile, 31 de octubre de 2014, pp. 8-9. En 2016, el ministro Jaime Arancibia, en visita de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, lo procesó en calidad de autor de los delitos de detención ilegal, aplicación de tormentos y secuestro con grave daño del dirigente sindical Cosme Caracciolo en marzo de 1975. Y en octubre de 2018 fue procesado, de nuevo por la magistrada Marianela Cifuentes, por la aplicación de tormentos en Tejas Verdes en 1973. «Cristián Labbé es procesado por aplicación de tormentos en 1973 en el cuartel Tejas Verdes»,

CNN, en CNNChile.com, <https:// www.cnnchile.com/pais/cristian-labbe-es-procesado-por-aplicacionde-tormentos-en-1973-en-el-cuartel-tejas-verdes_20181012/>.

[39] Labbé Galilea, Cristián,

Pinochet en persona. Recuerdos con historia, Santiago de Chile, Nuevo Extremo, 2005, pp. 20 y 33.

[40]

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