ORA:CLE
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Necesitaba ayuda para resolver aquello, montones de ayuda, y Uwef no podía proporcionarle ninguna.
—Seguro que puedo poner fuera de circulación todas las Redes, pero ¿qué conseguiremos con ello?
—Evitaremos que el planeta sea arrasado, eso es lo que conseguiremos.
—Oh. Pero eso no nos librará de los dacs en cuatro años. Y por entonces todo el sistema se habrá colapsado… ¿Recuerda Wichita?
Frunció el ceño. Sí, lo recordaba. Y eso mismo, a escala mundial y durante cuatro años…, no se atrevía a pensar en ello.
¿Pero qué otra cosa podía hacer?
Cristo, estaba acorralado. Había recorrido un largo y tortuoso camino, sólo para encontrarse al final con una alta pared desnuda que no ofrecía ni significado ni escapatoria. Era más de lo que podía resolver solo. Y tenía que hacerse algo. Pronto. Antes de que la noticia se difundiera. Antes de que una séptima nave dac viniera a unirse a las otras seis en L5. Antes…
¿A quién podía recurrir? ¿A quién conocía con el talento y la intuición…? No, pensó, cuando la respuesta vino a su mente y la rechazó. No, no voy a recurrir a los seeleys. Demasiada gente implicada. Demasiadas posibilidades de que uno de ellos deje filtrar algo.
¿Pero qué otra cosa podía hacer?
Cinco días más menos seis, había dicho El Oráculo, antes que alguien tropezara con algo que lo condujera al Proyecto JoviEstrella.
Quizá si él, como Oach Inoventinueve, dispusiera de un programa censor y lo ejecutara, podría sentarse y aguardar a que los equipos de construcción terminaran el proyecto. Protegiendo mientras tanto su existencia. Celosamente.
Pero no tenía ni el programa ni el tiempo necesarios.
Tendría que lanzar los dados, no había otra forma.
¡Hey, Oráculo!
#¿Sí, señor?#
Deseo una conferencia de todos los seeleys. Inmediatamente.
#¿Sobre qué asunto, señor?#
Oh… ¿Sobre la inminente extinción de la raza humana?