Morgan

Morgan

Narella
Mariano Ferreyra durante una actividad de su partido, el Partido Obrero.
Esta es una elegía pagana por el asesinato de Mariano Ferreyra, aquel 20 de octubre de 2010. Sus palabras son antiguas y raras porque provienen de culturas antiguas y raras, como teutones, galos, etruscos, que poseían divinidades legítimas para hacer las guerras, que eran coherentes entre su creer y hacer.


Oh, amanecer

¡Oh, alba del firmamento!

Oh, Morgana,

que despejas los campos solares

para que galopen los caballos,

para que se orienten los sordos,

para que se disimulen las cicatrices

con blancas pinceladas de luz.

Nada, quizás, mejore; incluso

nada nuevo, quizás, encontremos.

Pero, bajo el claro amanecer,

podremos ver las formas de la realidad.

Las formas y sus espejismos.

Los espejismos y sus fenómenos.


¡Oh, rocío vertido por Morgan!

¡Oh, frescura de la rosa de Morgana!

Consume el despojo de este mártir

para que el enemigo no pueda devorarlo.

Entrega tu espada a nuevos combatientes,

cébalos con carne de pumas y de zorros,

dales alas de cóndores, agilidad de corzuelas.


¡Que florezca la rosa bañada en el rocío

para dotarnos de un pecho de heroínas!


¡Oh, amanecer que retorna tras la muerte del día

como retorna tras la muerte de un soldado!

¡Oh, rocío que nos lava los ojos para poder

mirar la muerte y sus desmanejos!


Alúmbranos, despéjanos, oriéntanos.

Y no nos dejes caer en el deseo de morir.

Poesía por Mariano Ferreyra. - 1a ed.; Eugenia Cabral; ; Córdoba; Babel Editorial; 2013.

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