Misery

Misery


IV - Diosa

Página 114 de 128

IV
DIOSA

—Te visitará un extranjero alto y oscuro —dijo la gitana a Misery, quien, asombrada, comprendió al instante dos cosas: ésa no era una gitana y no estaban solas en la tienda. Pudo oler el perfume de Gwendolyn Chastain en el instante en que las manos de la loca se cerraron rodeando su cuello.

—En realidad —observó la gitana que no era una gitana—, creo que ya está aquí.

Misery trató de gritar, pero ya no podía ni respirar.

El hijo de Misery

—Siempre se ve así, amo Ian —dijo Hezequiah—. No importa por dónde la mire, ella siempre mirándote a ti. No sé si ser vedá, pero los boukas disen ellos que cuando uno se pone detrás de la diosa, la diosa parece mirar a uno.

—Si no es más que un trozo de piedra —replicó Ian.

—Sí, amo Ian —concedió Hezequiah—. Eso es lo que dar poder.

El retorno de Misery

Ir a la siguiente página

Report Page