Mindfulness

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Notas

CAPÍTULO 1

1. Mental Health Foundation (2009), «Frente al miedo: cómo el miedo y la ansiedad afectan a nuestra salud y a la sociedad, y qué es lo que podemos hacer», en httpv7www.mentalhealth.org.uk/campaigns/ mental-health-action-week-2009/in-the-face-of-fear.

2. R. Ramesh (2010), «Más dinero, menos feliz: el bienestar de Europa desciende a medida que aumentan los ingresos», en http://www.guardian. co.uk/uV2010/nov/15/Money-happy-europe-wellbeing-income.

3. BBC News (2009), «La depresión amenaza con convertirse en una crisis global», en http://news.bbc.co.uk/l/hi/B230549.stm.

4. E. Halliwell (2010), Mindfulness Reporta Mental Health Foundation.

5. Techradar.com (2008), «¿Se está ahogando la humanidad en un mar de aparatos?», en http://www.techradar.com/newVworld-of-tech/ is-humanity-drowing-in-a-sea-of-gadgets—270462.

6. I. Sample (2010), «Un científico de Oxford pide que se investigue el “cambio mental” provocado por la tecnología», en http://www.guar- dian.co.uk/science/2010/sep/14/oxford-scientist-brain-change.

7. Citado en Depression in Primary Care, http7/w\vw.depression-pri- marycare.co.uk/where.htm.

8. Ibid.

9. E. Hailiwel (2010), Mindfulness Report, Mental Health Foundation.

10. National Center for Complementary and Alternative Medicine, Meditation for Health Purposes, en http://wvw.scribd.eom/doc/217S081/ Practice-Meditation-wwwsanderscontactscom.

11. Para una base de datos más extensa sobre los artículos dedicados al mindfulness, visita la excelente Mindfulness Research Guide, en vww.mindfulexperience.org. Para algunos artículos recientes sobre las pruebas, consulta T. S. Mars & Abbey (2010), «Las prácticas de meditación con mindfulness como intervención sanitaria: un estudio sistemático», International Journal of Osteopathic Medicine 13 (2): 55- 66; E. Halliwell (2010), Mindfulness Report, Mental Health Foundation; J. Greeson (2009), «Actualización de la investigación sobre el mindfulness: 2008», Complementary Health Practice Review 14(1): 110- 118; D. S. Ludwig y J. Kabat-Zinn (2008), «El mindfulness en la medicina» ,Journal qfthe American Medical Association 300(11): 1350-1352; K. W Brown et al. (2007), «El mindfulness: fundamentos teóricos y evidencia de sus efectos beneficiosos», Psychological Inquiry 18 (4): 211-237.

12. F. Zeidan (2010), «La meditación con mindfulness mejora la cognición: evidencia de un breve entrenamiento mental», Consciousness and Cognition 19 (2): 597-605; y Y. Y. Tang et al. (2007), «La práctica de la meditación durante un tiempo breve mejora la atención y la autorregulación», Proceedings of the National Academy of Sciences 104 (43): 17152-17156.

13. E. Halliwell (2010), Mindfulness Report, Mental Health Foundation.

14. D. Black (2010), Mindfulness Research Monthly vol. 5, en www.mindfu- lexperience.org/resources/files/MRM_V 1N 5_june.pdf.

 

CAPÍTULO 2

15. Gracias a Jonathan Rowson, de RSA, por algunas de estas citas, a través de su excelente blog Doing and Being, en http//www.rsablogs. org.uk/2010/socialbrain/mindfulness 3.

16. American Society of Plastic Surgeons, «Informe de las estadísticas de cirugía plástica de 2010», en http://www.plasticsurgery.org/Docu- mentVnews-resources/statistics/2010-statisticss/Top-Level/2010- US-cosmetic-reconstructive-plastic-surgery-minimally-invasive- statistics2.pdf.

17. Ten en cuenta que en inglés la palabra mindfulness se utiliza tanto para referirse al tipo de atención más concreta al que alude la

concentración correcta como a un tipo de conciencia más amplía a la que alude el mindfiilness correcto.

18. Para leer todo el texto de Los cuatrofundamentos del mindfiilness véase, por ejemplo, http://www.buddhanet.net/imol/foudatn.htm.

\9. William James (1890), The Principies of Psychology (Holt): 401.

20. Sigmund Freud, citado en J. Austin (1999), Sefless Insight: Zen and the Meditative Transformations of Consdousness (MIT Press): 79.

21. Para más información sobre Albert Ellis, consultar el Albert Eliis Instituye en http://www.rebt.org.

22. Esta frase pertenece al inicio del Dhammapada: «Somos lo que pensamos. / Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos. / Con nuestros pensamientos creamos el mundo. / Habla o actúa con una mente impura / y los problemas te seguirán. / Al igual que la rueda sigue al buey que tira del carro / somos lo que pensamos. / Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos. / Con nuestros pensamientos creamos el mundo», citado en http://www.thebigyiew.com/ buddhism/dhammapada-01 .html.

 

CAPÍTULO 3

23. A. Bechera et al. (1997), «Decidir ventajosamente antes de saber la estrategia ventajosa», Sdence 275 (5304): 1293-1295.

24. Pulse (2003), «Explicando a los pacientes lo inexplicable», en www. pulsetoday.co.uk/article-content/-/ article_display_list/10876393.

25. Consulta, por ejemplo, «La MENTE que sufre: cuando el dolor permanece», Scientific American Mind, septiembre de 2009, en http:// www.scientificamerican.com/ article.cfrn? id=when-pain-lingers.

26.Rethink, Physical Health en http://www.rethink.org/living_with_ mental_illnes^/'everyday_living/physical_health_and_wellbeing/sta- ying_healty/index.html.

27. Institute of Heartmath, «La ciencia del corazón: explorar el papel del corazón en la actividad humana», en http://www.heartmath.org're- search/science-of-the-heart/introduction.html.

28. J. Austin (2009), Seljless Insight: Zen and the Meditative Transformations of Consdousness (MIT Press): 8.

29. D. Ciofiy y J. Holloway (1993) «Efectos retardados del dolor reprimido», Journal ofPersonality and Social Psychology 64: 274-282.

30. Gracias a Susan Smalley y Diana Winston por la inspiración para este ejercicio. Recomendamos encarecidamente su libro Conciencia plena: rienda, arte y práctica del mindfiilness (Ed. Obelisco, 2012).

31. B. Roth y T. Creaser (1997), «La reducción del estrés basada en la meditación consciente: experiencia con un programa bilingüe en un centro urbano», Nurse Practitioner 5: 215.

32. J. Kabat-Zinn et al. (1992), «Efectividad de un programa de reducción del estrés basado en la meditación en el tratamiento de trastornos de ansiedad», American Journal of Psychiatry 149: 936-943.

33. J. Kabat-Zinn et al. (1985), «La utilización clínica de la meditación con mindfulness para la autorregulación del dolor crónico», Journal of Behavioural Medicine 8 (2).

34. Para aquellos interesados en explorar algunos de estos estudios en detalle, podemos recomendar una página web que ofrece una guía de la investigación sobre el mindfulness: www.mindfulexperience.org. Para consultar publicaciones y análisis de las pruebas, los siguientes artículos pueden ser útiles: R. A. Baer (2003), «Entrenamiento en mindfulness como una intervención clínica. Una crítica conceptual y empírica», Qinical Psychology Science and Practice 10, 125-143; K. W Brown et al. (2007), «Mindfulness: fundamentos teóricos y evidencia de su efectos beneficiosos», Psychological Inquiry 18: 4, 211- 237; J. Greeson (2009), «Puesta al día de la investigación sobre el mindfulness: 2008», Complementary Health Practice Review 14 (1): 10- 18; E Grossman et al. (2004), «Reducción del estrés basada en el mindfulness y beneficios para la salud: un metaanálisis», Journal of Psychosomatic Research 57 (1), 35-43; E. Halliwell (2010), Minfiilness Report (Mental Health Foundation); D. S. Ludwig y J. Kabat-Zinn (2008), «El mindfulness en la medicina», Journal of the American Medical Association 300 (11): 1350-1352; T. S. Mars y H. Abbey (2010), «La práctica de la meditación con mindfulness como intervención sanitaria: un estudio sistemático», International Journal of Osteopathic Medicine 13 (2): 55-56; M. Merkes (2010), «Reducción del estrés basada en el mindfulness para personas con enfermedades crónicas», Australian Journal of Primary Health 16 (3): 200-210; E. Bohlmeijeret al. (2010), «Los efectos de la terapia de reducción del estrés basada en el mindfulness en la salud mental de los adultos con una enfermedad médica crónica: un metaanálisis», Journal of Psychosomatic Research 68 (6): 539-544; y A. Chiesa y A. Seretti (2011), «Intervenciones basadas en el mindfulness para el dolor crónico: un estudio sistemático de las pruebas», Journal of Complementary Medicine 17 (1): 83-93.

35. J. Kabat-Zinn (1982), «Un programa de medicina conductual con pacientes externos basado en la práctica de la meditación mindfulness para pacientes con dolores crónicos: consideraciones teóricas v resultados preliminares», General Hospital Psychiatry 4(1): 334.

36. J. Kabat- Zinn et al. (1986), «Cuatro años de seguimiento de un programa basado en la meditación para la autorregulación de! dolor crónico: resultados del tratamiento y conformidad», Clinical Journal of Pain 2: 159-173.

37. M. Oz (2010): «Utiliza el cerebro para aliviar el dolor», en http://washingtonexaminer.com/entertainment/healthdr-oz-use -your-brain-relieve-pain.

38. Fox News (2010), «Para disminuir el dolor (y cambiar tu cerebro), prueba la meditación», en http://Www.foxnevss.com/health /2010/11/18/reduce-pain-alter-brain-try-meditation.

39. E. Sternberg (2009), Healing Spaces: the Science of Place and Well-being (Harvard University Press): 111-14.

40. J. Kabat-Zinn, et al. (1998), «Influencia de una intervención de reducción del estrés basada en la meditación mindfulness en la proporción de limpieza de la piel en pacientes con psoriasis de moderada a severa que estaban siendo tratados con fototerapia (UVB) v fotoqui- mioterapia (PUVA)», Psychosomatic Medicine 60 (5): 625-632.

41. R. J. Davidson et al. (2003), «Alteraciones en el cerebro y las funciones inmunes producidas por la meditación mindfulness», Psychosomatic Medicine 65: 564-570.

42. L. Witek-Janusek (2008), «Efecto de la reducción del estrés basada en el mindfulness sobre la función inmunitaria, la calidad de vida v la capacidad de afrontar la enfermedad en mujeres a las que les acaban de diagnosticar cáncer de mama en una etapa inicial», Brain, Behaviour and immunity 22 (6): 968-981.

43. J. Greeson (2009), «Actualización de la investigación sobre el mindfulness: 2008», Complementary Health Practice Review 14 (1): 10-18.

44. J. D. Creswell et al. (2009), «Efectos de la práctica de la meditación con atención plena en los linfocitos CD4 T en adultos infectados con el VIH-1: una prueba controlada ligeramente aleatoria», Brain, Behaviour and Immunity 23 (2): 184-188.

45. E Robinson et al. (2003), «Respuesta psicoendocrina inmune a la reducción del estrés basada en el mindfulness en individuos infectados con el virus humano de inmunodeficiencia: un estudio cuasi experimental Journal Alternative Complementary Medicine 9 (5): 683-694.

46. E. Epel et al. (2004), «Acortamiento acelerado de los telómeros en respuesta al estrés de la vida», Proceedings of the National Academy of Sciences, 101 (49): 17312-17315.

47. Science Daily (2010), «El bienestar positivo aumenta la telomera- sa: cambios psicológicos debidos a la práctica de la meditación ligados a la salud celular», en http://www.sciencedaily.com/relea- ses/2010/11/101103171642.htm.

48. Consulta, por ejemplo, BBC News (2004), «El estrés “puede acelerar el envejecimiento de las células”», en http://news.bbc.co.uVl/ hi/4054207.stm.

49. Consulta R. A. Baer (2003), «La enseñanza del mindfulness como una intervención clínica: un estudio conceptual y empírico», Clinical Psychology Science and Practice 10: 125-143.

 

CAPÍTULO 4

50. BBC News (2009), «La depresión amenaza con convertirse en una crisis global», en http://news.bbc.co.uVl/hi/8230549.stm.

51. D. Kessler et al. (2005), «Distribución del predominio a lo largo de la vida y edad de inicio de los trastornos DSM-IV en el National Co- morbidity Survey Replication», Archives of General Psychiatry 62 (6): 593-602.

52. BBC News (2009), «La depresión amenaza con convertirse en una crisis global», en http://news.bbc.co.uVl/hi/8230549.stm.

53. Consulta Mental Health Foundation (2007), The Fundamental Facts: The Latest Facts and Figures on Mental Health (Londres: Mental Health Foundation).

54. Por ejemplo, consulta «¿La depresión encoge el cerebro?», en http:// abcnews.go.com/Health/Depression/story? id=3885728 &page=2.

55. Consulta M. Williams et al. (2007), The Mindful Way Through Depression: Freeing Yourselfjrom Chronic Unhappiness (Guilford): 16-17.

56. Consulta Mental Health Foundation (2007), The Fundamental Facts: The latest Facts and Figures on Mental Health (Londres: Mental Health Foundation).

57. J. D. Teasdale et al. (2000), «Prevención de la recaída o la recurrencia en la depresión seria a través de la terapia cognitiva basada en el mindfulness»,/ouma/ of Consulting and Clinical Psychology 68: 615-623.

58. S. H. Ma y J. D. Teasdale (2004), «Terapia cognitiva para la depresión basada en el mindfulness: réplica y exploración de efectos diferenciales en la prevención de la recaídaJournal of Consulting and Clinical Psychology 72: 31-40.

59. W Kuyken et al. (2008), «Terapia cognitiva basada en el mindfulness para prevenir la recaída en la depresión recurrente», Journal of Consulting and Clinical Psychology 76 (6): 966-978.

50. Mindful.org (2010), «Tratar la depresión: medicación o meditación», en http'.//mindful .org/new$/treating-depression-medi cation -or- meditation.

51. Consulta T. Barnhofer et al. (2009), «Terapia cognitiva basada en el mindfulness como tratamiento para la depresión crónica: un estudio preliminar», Behaviour Research and Therapy 47 (5): 366 −373; M. Kenny y J. M. G. Williams (2007), «Algunos pacientes deprimidos resistentes al tratamiento muestran una buena respuesta a la terapia cognitiva basada en el mindfulness», Behaviour Research and Therapy 45

(3): 617-625; S. J. Eisendrath et al. (2008), «Terapia cognitiva basada en el mindfulness para depresiones resistentes al tratamiento: un estudio piloto», Psychotherapy and Psychosomatics 77: 319-320.

52. J. Kabat-Zinn et al. (1992), «Efectividad del programa de reducción del estrés basado en la meditación en el tratamiento de desórdenes de ansiedad», American Journal of Psychiatry 149: 936-943.

63. S. G. Hofmann et al. (2010), «El efecto de la terapia basada en el mindfulness sobre la ansiedad y la depresión: un estudio metaanalí- tico», Journal of Consulting and Clinical Psychology 78 (2): 169-183. Citado en http://www.scientificmindfulness.com/2010/05/effects-of- mindfulness-based-therapy-on.html.

64. Consulta S. Smalley y D. Winston (2010), Conciencia plena: ciencia, arte y práctica del mindfulness (Ed. Obelisco, 2012).

65. Consulta Scientific Mindfulness, «Meditación con mindfulness como tratamiento potencial para el TDAH», en http://www scientific- mindfulness.com/2010/04/mindfulness-meditation-as-potential. html.

66. Consulta «Desafiar el trastorno de ansiedad generalizada con el mindfulness», en http://psychescientia.blogspot-conV2008/05/cha- llenging-gad-with-mindfulness.html.

67. Action for Happiness, «Por qué es importante la felicidad», en httpv/ www.actionforhappiness.org/why-happiness-matters.

68. M. Klatt et al. (2009), «Efectos en adultos trabajadores de un programa suave de reducción del estrés basado en el mindfulness», Health Education and Behaviour 36 (3): 601-614.

69. J. D. Teasdale et al. (2002), «Conciencia metacognitiva y prevención de la recaída en la depresión: pruebas empíricas», Journal of Consulting and Clinical Psychology 70 (2): 275-287.

70. S. Jain et al. (2007), «Una prueba aleatoria controlada de meditación con mindfulness frente al entrenamiento en la relajación: efectos en la angustia, estados positivos de mente, cavilación y distracción», Annals of Behavioural Medicine 33 (1) 11-21.

71. Consulta BBC News (2010), «La gente pasa “la mitad de sus horas de vigilia soñando despierta”», en http://www.bbc.co.uk/news/ health-11741350.

72. W Kuyken et al. (2010), «¿Cómo funciona la terapia cognitiva basada en el mindfulness?», Behaviour Research and Therapy 48 (111): 1105-1112.

73. Consulta K. W Brown et al. (2007), «Mindfulness: fundamentos teóricos y evidencia de sus efectos beneficiosos», Psychological Inquiry 18 (4): 211-237; y J. Greeson (2009), «Actualización de la investigación sobre el mindfulness: 2008», Complementary Health Practice Review 14 (1): 110-118.

74. Ibid.

15. Consulta Chógyam Trungpa, «The Education of the Warrior», disponible en httpv/www.poetry-chaikhana.com/T/IrungpaChogy/Edu- cationofWhtm.

76. Para leer más acerca de esta cuestión, consulta S. Begley (2007), Train Your Mind, Change Your Brain: How a New Science Reveals Our Extraordinary Potential to Transform Ourselves (Ballantine).

77. Consulta, por ejempló, D. Kahneman et al. (2004), «Hacia una contabilidad del bienestar nacional», en http://www.krueger.princeton. edu/Toward%20Well-being.pdf.

78. E. A. Maguire et al. (2000), «Cambio estructural en los hipocampos de los taxistas relacionado con la navegación», Proceedings of the National Academy of Sciences 97 (8): 4398-4403.

79. Consulta, por ejemplo, BBC News (2004), «Aprender idiomas “impulsa el cerebro”», en http://news.bbc.co.uk/l/hi/health/3739690. stm.

80. B. Johannson (2006), «Música y plasticidad cerebral», European Review 14 (1): 49-64.

81. Para leer más acerca del trabajo del profesor Davidson, consulta la página web del laboratorio en http://psyphz.psych.wisc.edu.

82. Para saber más sobre este tema, consulta D. Goleman (2003), «Descubrir la felicidad: engatusa a tu cerebro para que se incline a la izquierda», New York Times, en www.nytimes.coni/2003/02/04/health/ behaviour-finding-happiness-cajole-your-brain-to-lean-to-the- left.html?pagewanted= 1; y R. J. Davidson y W Irwin (1999), «La

neuroanatomía funcional de la emoción y el estilo afectivo», Trends m Cognitive Sciences 3 (1): 11-21.

83. R. J. Davidson et al. (2003), «Alteraciones en el cerebro v en la función inmunitaria producidas por la meditación con mindfulness», Psychosomatic Medicine 65: 564-70.

84. S. Lazar et al. (2005), «La experiencia de la meditación está asociada con un incremento en el grosor cortical», Neuroreport 16 (1): 1893-1897.

85. Science Daily (2011), «El entrenamiento en la meditación con mindfulness cambia la estructura del cerebro en ocho semanas», en www.sciencedaily.com/releases/2011/01/110121144007.htm, basado en el artículo original de B Hólzel et al. (2011), «La práctica del mindfulness conduce al aumento de la densidad de la materia gris en algunas zonas del cerebro», Psychiatry Research; Neuroimaging 191 (1): 36.

 

CAPÍTULO 5

86. J- Bradshaw (1996), Bradshaw on the Family: A New Way of Creating Solid Self-Esteem (Health Communications): 108.

87. Consulta, por ejemplo, http://www.drugscope.org.uk/resources/ drugsearch/drugsearchpages/tobacco.

88. Consulta BBC News (2005), «¿Cuánto es demasiado?», en http*// news.bbc.co.uk/ l/hi/magazine/4188071 .stm.

89. Reuters (2008), «Hay muchos más estadounidenses obesos que nunca», en http://www.reuters.conv/articIe/2009/07/08/us-obesitY -usa-idUSTRE5674UF20090708.

90. E Chódrón (2005), When Things Fall Apart: Heart Advicefor Difficult Times (Element): 15.

91. Consulta, por ejemplo, National Institute on Drug Abuse, «Se descubre que la ansiedad y el nerviosismo promueven el consumo de cocaína en las ratas», en http://archives.drugabuse.gov/NIDA_Notes' NNVoll 1 N4/Anxiety.html.

92. C. Trungpa (edición revisada, 1996), The Sacred Path of the Warrior (Shambala): consulta el capítulo 7: «The cocoon».

93. B. K. Hólzel et al. (2010), «La reducción del estrés está relacionada con cambios estructurales en la amígdala», Sodal Cognitive and Affective Neuroscience 5(1): 11-17.

94. J.

C. Creswell et al. (2007), «Relaciones neurales del mindfulness disposicional en el etiquetamiento de los sentimientos», Psychosomatic Medicine 69 (6): 560-565.

95. E. Luders et al. (2009), «Las correlaciones anatómicas de la meditación a largo plazo: mayor volumen de materia gris en el hipocampo y en el frontal», Neurolmage 45 (3): 672-678.

96. L. C. Chu (2010), «Los beneficios de la meditación frente a la inteligencia emocional, el estrés percibido y la salud mental negativa», Stress and Health 26: 169-180.

97. Consulta, por ejemplo, B. Kilm et al. (2010), «Efectividad del programa de terapia cognitiva basada en el mindfulness como apoyo a la far- macoterapia en pacientes con trastornos de pánico», Journal of Anxiety Disorders 24 (6): 590-595; y S. Evans et al. (2008), «Terapia cognitiva basada en el mindfulness para el trastorno de ansiedad generalizada», Journal of Anxiety Disorders 22 (4): 716-721.

98. Véase K. W Brown et al. (2007), «Fundamentos teóricos del mindfulness y evidencia de sus efectos beneficiosos», Psychological Inquiry 18(4): 211-237; y S. S. Welch et al. (2006), «Mindfulness y terapia dialéctica conductual (DBT) para personas con el trastorno de la personalidad fronterizo», en R. A. Baer (ed.) (2005), Mindfulness-based treatment approaches. Qiniáan’s guide to evidence base and applications (Academic Press): 117-138.

99. N. N. Singh et al. (2007), «Los adolescentes con trastornos de conducta pueden aplicar el mindfulness a su comportamiento agresivo», Journal of Emotional and Behavioural Disorders: 56-63; M. Samuelson et al. (2007), «Reducción del estrés basada en el mindfulness en centros correccionales de Massachusetts», The Prison Journal 87 (2): 254-258; y S. Bogels et al. (2008), «Entrenamiento en mindfulness para adolescentes con trastornos de exteriorization y para sus padres», Behavioural and Cognitive Psychoterapy: 193-209.

100. W L. Heppner et al. (2008), «El mindfulness como medio para reducir los comportamientos agresivos: evidencia dispositiva y situational», Aggresive Behaviour: 486-496; y K. W Brown et al. (2007), «Fundamentos teóricos del mindfulness y evidencia de sus efectos beneficiosos», Psychological Inquiry 18 (4): 211-237.

101. G. A. Marlatt etal.(\ 984), «Efectos de la práctica de la meditación y la relajación en el abuso del alcohol en bebedores sociales masculinos», en D. H. Shapiro; y R. N. Walsh (eds.) (1984), Meditation: Classic and Contemporary Perspectives (Aldine).

102. S. Bowen et al. (2006), «Prevención de la recaída en el caso de trastornos por el uso de drogas basada en el mindfulness: una prueba piloto de eficacia», Substance Abuse 30 (4): 295-305.

103. J. M. Davis (2007), «Un estudio piloto sobre la reducción del estrés para fumadores basada en el mindfulness», BMC Complementary and Alternative Medicine 1:2.

104. J. L* Kristeller et al. (2006), «Acercamientos a los trastornos alimenticios basados en el mindfulness», en R. A. Baer (ed.) (2005), Mindfulness-based treatment approaches: clinician’sguide to evidence base and applications (Academic press): 75-93.

105. En http://withtloss.about.eom/b/2011/01/26/mindfulness-matters. htm y http://www.huffingtonpost.com/wray-herbert/meditation-

research_b_780525 .html.

106. D. Gilbert yj. Waltz (2010), «Mindfulness and Health Behaviours», Mindfulness 1: 227-234.

107. K. Brown, T. Kasser et al. (2009), «Cuando lo que tenemos ya es suficiente: mindfulness, discrepancia en el deseo económico y bienestar subjetivo »Journal of Research in Personality, en www.psych.rochester.ed/

SDT/documents/2009_BrownKasser RyanLinleyOrzech_J RPpdf.

 

CAPITULO 6

108. A. P Jha et al. (2007), «La práctica del mindfulness modifica los subsistemas de atención», Cognitive, Affective ScBehavioural Neuroscience 7: 109-119.

109. H. A. Slagter et al. (2007), «La práctica mental afecta a la distribución de los recursos limitados del cerebro», PLoS Biology 5 (6): el 38.

110. L. T. Cullen (2006), «Cómo ser más listos, respirar paso a paso: los científicos descubren que la meditación no solo reduce el estrés sino que también reestructura el cerebro», Time, en http//vvww.time.

com/time/magazine/article/0,9171,1147167,00.html.

111. E. Luders et al. (2009), «Las correlaciones anatómicas subyacentes de la meditación a largo plazo: mayor volumen de materia gris en el hipocampo y en el frontal», Neurolmage 45 (3): 672-678.

112. Para más información sobre el contagio emocional, consulta D. Hamilton (2011), The Contagious Power of Thinking: How your thoughts can influence the world (Hay House).

113. American Psychological Association (2011), «Un estudio de la APA revela que muchos de los trabajadores americanos están estresados o se sienten infravalorados», en http://www.apa. org''news/press/reiea- ses/2011/03/workers-stressed.aspx.

114. Para ver una descripción completa del uso del mindfulness en los empleados del Transporte de Londres, consulta el estudio de E. Halliwel (2010), Mindfulness Report (Mental Health Foundation): 70.

115. Consulta http7/www.cipd.co.uk/subjets/health/stress/stress.htm.

116. INSEAD (2007), «Entender y responder a las demandas sociales con responsabilidad (respuesta) corporativa», informe final disponible en http://www.insead.ed/vf/ibis/response_project/documents/Res- ponse_FinalReport.pdf.

117. R E. Flaxman y F. W Bond (2006), «Terapia de aceptación y compromiso en el trabajo», en R. A. Baer (ed.) (2005), Mindjulness-based treatment approaches: Clinician's guide to evidence base and apphcations (Academic Press): 377-382.

118. Kirk U. et al. (2011), «La interocepción lleva a tomar decisiones más racionales en los meditadores que juegan al juego del ultimátum», Frontiers in Neuroscience 18 (5): 49.

119. M. S. Krasnereta/. (2009), «Relación de un programa educacional de comunicación con mindfulness con el agotamiento, la empatia y las distintas actitudes entre médicos de atención primaria», Journal of the American Medical Association 302 (12) 1284-1293.

120. S. L. Shapiro et al. (1998), «Efectos de la reducción del estrés basada en la mindfulness en estudiantes de medicina o que se están preparando para estudiar medicina»,,Journal of Behavioural Mediae 21: 581-599.

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128. D. Siegel (2007), The Mindful Brain: Reflection and Attunement in the Cultivation of Well-being (W W Norton).

129. J. W Carson et al. (2006), «Refuerzo de la relación de pareja basado en el mindfulness (RRBM)», en R. A. Baer (ed.) (2005), Mindfiilness-based treatment approaches: Clinician’s guide to evidence base and applications (Academic Press) 309-329.

130. Del World Wildlife Fund (2010), «La causa común: la razón para trabajar con nuestros valores culturales», citando a K. W Brown y T. Kasser (2005), «¿Es compatible el bienestar psicológico con el bienestar ecológico? El papel de los valores, el mindfulness v el estilo de vida», Social Indicators Research 74: 349-368.

 

Capítulo 7

131. N. Farb et al. (2007), «Ocuparse del presente: la meditación con mindfulness revela modos neurales de autorreferencia distintos», Social Cognitive and Affective Neurosáence 2 (4): 313-322. Para leer un buen resumen y explicación de los descubrimientos de este artículo, consulta D. Rock (2009), «La neurociencia del mindfulness», Psychology Today, en www.psychologytoday.com/blog/your-brain-work/200910/ the-neuroscience-mindfulness.

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