Mao

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Notas cap. 12

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Notas cap. 12

[1] Pepper, Suzanne, «The KMT-CCP conflict, 1945-1949», en CHOC, XIII, pp. 758-764. <<

[2] SW, IV, pp. 103-107 (16 de septiembre de 1946). <<

[3] Ibid., pp. 119-127 (1 de febrero de 1947). <<

[4] History of the CCP, Chronology, p. 183. <<

[5] Rittenberg, pp. 118-119. <<

[6] SW, IV, pp. 133-134 (15 de abril de 1947). <<

[7] SW, IV, p. 114 (1 de octubre de 1946); Pepper, CHOC, XIII, pp. 758 y 764. <<

[8] Pepper, CHOC, XIII, p. 728; Lloyd E. Eastman, Seeds of Destruction: Nationalist China in War and Revolution, 1937-1949, Stanford University Press, 1984, p. 210. <<

[9] Pepper, CHOC, XIII, pp. 766-767. <<

[10] Ibid., pp. 764-766 y 770-774; Hu Sheng, Concise History of the CCP, pp. 346-351. <<

[11] SW, IV, pp. 160 y 162-163 (25 de diciembre de 1947). <<

[12] Pepper, CHOC, XIII, pp. 772-774; History of the CCP, Chronology, pp. 192 y 194-195. <<

[13] SW, IV, pp. 223-225 (20 de marzo de 1948). Véase también Saich, Rise to Power, pp. 1.319-1.320 (10 de octubre de 1948). <<

[14] SW, IV, p. 288 (14 de noviembre de 1948). <<

[15] El 10 de octubre de 1948 Mao todavía esperaba que le llevaría hasta mediados de 1951 el poder derrocar el gobierno del Guomindang. Sólo tres semanas después, el 31 de octubre, revisó esa estimación hasta situarla en otoño de 1949 (Nianpu, III, p. 378). Véanse también sus observaciones a Anastas Mikoyan de febrero de 1949 (Shi Zhe, Zai lishi juren shenbian, p. 375). <<

[16] Lo que sigue se basa especialmente en la clásica descripción de Lloyd Eastman de su libro Seeds of Destruction (especialmente los caps. 6, 7 y 9). Véase también Pepper, CHOC, XIII, pp. 763 (sobre la incapacidad comunista de proteger a la población). <<

[17] Para los informes desoladores de Barret sobre los ejércitos nacionalistas, véase Dixie Mision, pp. 60 y 85-87. <<

[18] Deane, Remembering Koji Ariyoshi, p. 29. <<

[19] El giro hacia una política más radical sobre la tierra fue señalado en una directriz del Comité Central, redactada por Liu Shaoqi y publicada el 4 de mayo de 1946. En diciembre de 1947 Mao la describió como «la condición más fundamental para derrotar a nuestros enemigos» (SW, IV, p. 165). No obstante, al año siguiente se reconoció que era demasiado izquierdista y se realizaron esfuerzos para restringirla (Saich, pp. 1.197-1.201 y 1.280-1.317). <<

[20] Pepper, CHOC, XIII, pp. 737-751. <<

[21] SW, III, pp. 271-273 (11 de junio de 1945). <<

[22] Nianpu, II, pp. 616-617; SW, IV, pp. 21-22 (13 de agosto de 1945). <<

[23] SW, IV, pp. 100-101 (agosto de 1946). <<

[24] Pepper, CHOC, XIII, pp. 774-783; Alan Winnington, Breakfast with Mao, Lawrence & Wishart, Londres, 1984, pp. 82-106. Para una reciente versión oficial (¡que pone el énfasis apropiado en el papel de Deng Xiaoping!), véase Hu Sheng, pp. 370-381. <<

[25] SW, IV, pp. 261-264 (7 de septiembre de 1948). <<

[26] Ibid., pp. 289-293 (11 de diciembre de 1948). <<

[27] Pepper, CHOC, XIII, p. 784; A. Doak Barnett, China on the Eve of the Communist Takeover, Praeger, Nueva York, 1963, pp. 304-307. <<

[28] Para la defensa de Mao de los «patanes», véase Saich, p. 1.069 (1 de febrero de 1949). <<

[29] Sheng, Battling Western Imperialism, pp. 100 y 102-104. <<

[30] SW, IV, p. 144 (1 de septiembre de 1947). <<

[31] Saich, p. 1.321 (10 de octubre de 1947). <<

[32] Véase SW, IV, pp. 361-375 (5 de marzo de 1949), y Saich, pp. 1.338-1.346 (13 de marzo de 1949). <<

[33] Barnett, pp. 83-95. <<

[34] «On the People’s Democratic Dictatorship», 30 de junio de 1949, en Saich, pp. 1.364-1.374. Existe una versión revisada del texto en SW, IV, pp. 411-423. <<

[35] En enero de 1948, cuando Mao intentaba llevar al máximo el apoyo del partido en las zonas rurales, ofreció una nueva visión de esta cuestión, afirmando: «Nuestra tarea… consiste en exterminar a los terratenientes en cuanto a clase, no en cuanto a individuos» (SW, IV, p. 186). Los terratenientes y los campesinos adinerados en cuanto a individuos, argumentaba, debían ser «salvados y reeducados». <<

[36] Winnington, p. 103. <<

[37] Derk Bodde, Peking Diary: A Year of Revolution, Henry Schuman, Nueva York, 1950, p. 99. <<

[38] Winnington, p. 106. <<

[39] Saich, p. 1.374 (30 de junio de 1949). <<

[40] SW, IV, p. 374 (5 de marzo de 1949) [traducción corregida]. Véase también Saich, p. 1.346. <<

[41] Quan Yanchi, Mao Zedong: Man not God, pp. 119-123; para una versión divergente, véase Li Zhisui, Private Life, pp. 51-52. <<

[42] SW, V, pp. 16-17 (21 de septiembre de 1949). <<

[43] SW, V, p. 19 (30 de septiembre de 1949). <<

[44] David Kidd, Peking Story, Aurum Press, 1988, pp. 64-73. <<

[45] JYMZW, Zhongyang wenxian chubanshe, Pekín, 1993, I, pp. 17-18. <<

[46] Michael Y. M. Kau y John K. Leung, eds., The Writings of Mao Zedong, M. E. Sharpe, Armonk, 1986, I, pp. 16 y 31. <<

[47] Pepper, CHOC, XIII, pp. 783-784; Shu Guang Zhang, Deterrence and Strategic Culture, Cornell University Press, Ithaca, Nueva York, pp. 70-71. <<

[48] Shi Zhe, p. 432. <<

[49] La política de Mao de «inclinarse hacia un lado», su actitud en constante evolución respecto de Estados Unidos y su decisión de posponer las relaciones diplomáticas con Occidente, se discuten con detalle en Chen Jian, China’s Road to the Korean War, Columbia University Press, Nueva York, 1994, pp. 15-23, 33-57 y 64-78; Hunt, Genesis of Communist Chinese Foreign Policy, pp. 171-180; Sheng, pp. 158-186; y Zhang, pp. 13-45. Para algunos documentos relevantes, véase también Zhang y Chen, eds., Chinese Communist Foreign Policy, pp. 85-126. El período más fundamental abarcó la primera mitad de noviembre de 1948, cuando la captura de Shenyang obligó a Mao por vez primera a enfrentarse a la práctica de tratar con los representantes diplomáticos de Estados Unidos. En aquel momento su énfasis cambió abruptamente desde un dominante deseo de intentar evitar cualquier provocación a Occidente hasta una afirmación agresiva de los derechos de soberanía de la nueva China. <<

[50] Shi Zhe, p. 379. <<

[51] Saich, pp. 1.368-1.369. <<

[52] Esta cuestión sigue siendo tema de discusión. Michael Sheng, entre otros, argumenta que, habiéndose equivocado en 1945, Stalin no habría intentado, cuatro años después, relegar a Mao por segunda vez a un segundo plano (p. 169). Sin embargo, los historiadores del partido chino insisten en que los rusos mantenían serias reservas sobre el avance del Ejército Popular de Liberación hacia el sur de China, por miedo a que no provocase la intervención norteamericana (Salisbury, New Emperors, p. 15). El propio Mao, en 1956, explicó al embajador soviético: «Cuando la lucha armada contra las fuerzas de Chiang Kai-shek estaba en su momento culminante, cuando nuestras fuerzas estaban a un paso de la victoria, Stalin insistió en que se debía firmar la paz con Chiang Kai-shek, ya que dudaba de la fuerza de la Revolución China» (Cold War International History Project Bulletin [CWIHP], n.os VI-VII, invierno de 1995, p. 165). Véase también Chen Jian, pp. 67 y 245-246, n. 13, para comentarios posteriores de Mao y Zhou Enlai. La decisión rusa de mantener su embajador en el gobierno nacionalista durante el verano de 1949, a menudo citada como evidencia de la resistencia de Stalin a abandonar sus vínculos con Chiang Kai-shek, no es totalmente relevante. Refleja, por encima de todo, el deseo de Moscú de continuar cumpliendo el tratado de amistad chino-soviético, que fijaba el reconocimiento chino de la independencia de Mongolia Exterior y concedía privilegios especiales a la URSS en Manchuria. <<

[53] Shi Zhe, p. 385. <<

[54] Ibid., pp. 414 y 426; para una versión ligeramente distinta, véase Chen Jian, pp. 72-73. <<

[55] Shi Zhe, p. 433. <<

[56] George Kennan y otros miembros del Departamento de Estado de Estados Unidos argumentaban a finales de los años cuarenta que Mao, al igual que Tito, se resistiría al control de la Unión Soviética, y que todo intento de promover diferencias entre ellos redundaría en beneficio de Estados Unidos. Mao acusó posteriormente a Stalin de haberle considerado en 1949 «un segundo Tito» (Zhang, Deterrence and Strategic Culture, p. 36; CWIHP, VI-VII, pp. 148-149 y 165). <<

[57] Existen descripciones detalladas y contradictorias de la estancia de Mao, que se pueden encontrar en: Chen Jian, pp. 78-85; Sergei N. Goncharov, John W. Lewis y Xue Litai, Uncertain Partners: Stalin, Mao and the Korean War, Stanford University Press, 1993, pp. 76-129; Shi Zhe, pp. 433 ss.; Zhang, p. 29-33. La descripción de la visita compilada por Mao, y su conversación con Pavel Yudin en marzo de 1956, está publicada en CWIHP, pp. 165-166, al igual que las actas de las reuniones de Mao con Stalin del 16 de diciembre de 1949 y el 22 de enero de 1950 (ibid., pp. 5-9). <<

[58] Mao comenzó diciéndole al dirigente soviético: «Se me criticó y se me dejó de lado durante un largo período, y no podía exponer mis ideas en ningún sitio…». Probablemente pretendía continuar agradeciéndole el apoyo del Comintern durante los años difíciles (y, de paso, recordarle sutilmente el menosprecio que había tenido que sufrir de manos de los protegidos chinos de Moscú). Pero, en aquel momento, le interrumpió Stalin (Shi Zhe, p. 435). <<

[59] Shi Zhe, pp. 434-435. <<

[60] «Speech to the Chengdu Conference», 10 de marzo de 1958, Mao Zedong sixiang wansui, Pekín, 1969, pp. 159-172. <<

[61] Shtykov a Zakharov, 26 de junio de 1950, en CWIHP, VI-VII, pp. 38-39. <<

[62] Shtykov a Zakharov, 12 de mayo de 1950, ibid. <<

[63] Goncharov, Lewis y Xue, pp. 145-146. <<

[64] Ibid., p. 146. En una reunión con el embajador norcoreano, Li Zhouyuan, a finales de marzo, Mao había abordado la cuestión de la intervención estadounidense en su característico estilo elíptico, afirmando que, por un lado, Estados Unidos «no entraría en una guerra en el tercer mundo por un territorio tan pequeño [Corea]», pero, por el otro, que si una guerra mundial estallaba, Corea no escaparía de ella y debía, por tanto, comenzar a prepararse (CWIHP, VI-VII, pp. 38-39). <<

[65] Roshchin a Stalin, 13 de mayo, y Stalin a Mao, 14 de mayo de 1950, en CWIHP, IV, p. 61. <<

[66] Chen Jian, pp. 106-109; Shu Guang Zhang, Mao’s Military Romanticism, University Press of Kansas, 1995, pp. 44-45. <<

[67] Goncharov, Lewis y Xue, pp. 152-154. <<

[68] Zhang, Deterrence and Strategic Culture, pp. 51-73. Mao pretendía invadir Taiwan en verano de 1950, pero los preparativos se prolongaron más de lo esperado y, a principios de junio, se decidió retrasar el ataque hasta mediados de 1951 (Goncharov, Lewis y Xue, pp., 148-149 y 152). El 11 de agosto, la Comisión Central del Comité Central del Partido Comunista Chino decidió que la invasión fuese nuevamente pospuesta, hasta 1952 o más tarde, como consecuencia de los acontecimientos de Corea (Zhang y Chen, Chinese Communist Foreign Policy, pp. 155-158; Chen Jian, p. 132). La política estadounidense en Taiwan no se endureció durante la primavera y el comienzo del verano de 1950 (Chen Jian, pp. 116-121). La acción militar en apoyo de los nacionalistas chinos resultaba más difícil de justificar que la defernsa de Corea del Sur. <<

[69] Una gran variedad de evidencias, hechas públicas a partir de 1990, incluyendo documentos de los Archivos Centrales chinos, memorias de los participantes chinos y materiales soviéticos recientemente desclasificados, han arrojado nueva luz sobre las arcanas maniobras entre Stalin, Mao y Kim Il Sung durante el verano y el otoño de 1950 que motivaron la decisión de China de intervenir en Corea. Véase, en particular, Chen Jian, pp. 131-209; Goncharov, Lewis y Xue, pp. 130-199; Hunt, Genesis of Communist Chinese Foreign Policy, pp. 183-190; Zhang, Mao’s Military Romanticism, pp. 55-94, y Deterrence and Strategic Culture, pp. 90-100. <<

[70] En 1950, el Secretariado también servía como Comité Permanente del Politburó. Además de Mao, en él figuraban Liu Shaoqi, Zhou Enlai y Zhu De. El quinto miembro, Ren Bishi, sufrió un ataque y murió a finales de aquel otoño, siendo sustituido por Chen Yun. <<

[71] La mañana del 2 de octubre, Mao esbozó un telegrama a Stalin informándole de la decisión de China de intervenir (fuentes orales; Chen y Zhang, pp. 162-163). Cuando, más tarde, aquel mismo día, recibió el mensaje de Stalin, rompió su borrador original (cuya copia manuscrita se conserva en los Archivos Centrales de China), y envió una nueva versión a través de la embajada soviética en Pekín (recibido por Stalin el 3 de octubre, una copia del cual se haya en el Archivo Presidencial ruso). Tiempo después, Zhou confirmó que le presentó a Stalin «dos opciones, y le pedí que decidiese», aunque años después Mao sólo recordaba que China le había amenazado con no enviar tropas (en las conversaciones con Kim Il Sung de 1970, citadas en Chen Jian, p. 199). Para los telegramas de Stalin a Mao del 1 de octubre, a Kim del 8 de octubre, y la segunda versión del de Mao a Stalin del 2 de octubre, véase CWIHP, VI-VII, pp. 114-117 y 106-107, n. 30. <<

[72] El mejor y más completo estudio sobre la estrategia y las tácticas militares chinas en Corea, y del preeminente papel de Mao en su definición, aparece en Shu Guang Zhang, Mao’s Military Romanticism, pp. 95-244. <<

[73] Véase Jurgen Domes, Peng Dehuai: The Man and the Image, Hurst, Londres, 1985, pp. 65-70. <<

[74] SW, V, pp. 115-120 (12 de septiembre de 1953). <<

[75] Chen Jian, p. 104; Zhang, Military Romanticism, pp. 253-254. <<

[76] Años después Mao sostenía que Stalin no comenzó a confiar en los comunistas chinos hasta después de la guerra de Corea (CWIHP, VI-VII, pp. 148-149 y 156). Por otro lado, Xu Xiangqian, que en 1951 estaba en Moscú negociando suministros de armas para la guerra, concluyó que los rusos estaban reteniendo la ayuda militar porque no querían que China fuese demasiado fuerte (Zhang, Military Romanticism, p. 222). Ambas versiones no se excluyen mutuamente. Véase también Goncharov, Lewis y Xue, pp. 217-225 y 348, n. 9. <<

[77] Zhang, Military Romanticism, p. 247. <<

[78] Ibid., pp. 193-194; Liu Jiecheng, Mao Zedong yu Sidalin, Zhonggong zhongyang dangxiao chubanshe, Pekín, 1996, pp. 645-647. Quan Yanchi, citando al guardaespaldas de Mao, Li Yinqiao, indica que Jiang Qing y Ye Zilong ocultaron la noticia a Mao (Mao Zedong: Man not God, pp. 43 y 172). Véase también Kau y Leung, I, pp. 147-148. <<

[79] Quan Yanchi, pp. 168-172. <<

[80] Frederic C. Teiwes, «Establishment and Consolidation of the New Regime», CHOC, XIV, p. 84. <<

[81] Kau y Leung, I, pp. 97-103 (6 de junio de 1950). La insistencia de Mao, a mediados de 1950, en la indulgencia con los contrarrevolucionarios no fue tan marcada como se acostumbra a describir. Su afirmación de que «[no debemos] ejecutar un solo agente secreto ni arrestar a la mayoría de ellos», generalmente fechada el 27 de septiembre de 1950, fue de hecho pronunciada siete años antes. Aun así, quería que la campaña se desarrollase dentro de unos límites. <<

[82] Chen Jian, pp. 139-140 y 193-194; y Frederic C. Teiwes, Elite Discipline in China: Coercive and Persuasive Approaches to Rectification, 1950-1953, Australian National University, Canberra, p. 54. <<

[83] Theodore H. E. Chen, Thought Reform of the Chinese Intellectuals, Hong Kong University Press, 1960, pp. 24-27. <<

[84] Peter Lum, Peking, Robert Hale, 1958, p. 60. <<

[85] Zhang, Military Romanticism, pp. 201-202. <<

[86] Lum, pp. 33-39, 67-74 y 83-92. <<

[87] Zhang, Military Romanticism, pp. 181-186; Lum, pp. 177-184. <<

[88] Chen Jian, p. 194. Véase también Teiwes, Elite Discipline, p. 55, y CHOC, XIV, pp. 88-92. <<

[89] Kau y Leung, I, pp. 162-163 (17 de enero); SW, V, pp. 54-56 (30 de marzo, 8 de mayo y 15 de junio de 1951). <<

[90] Teiwes, CHOC, XIV, pp. 83-88. <<

[91] SW, V, p. 72 (1 de enero de 1952). <<

[92] Sobre los «tres antis» y los «cinco antis», véase ibid., pp. 88-92; Teiwes, Elite discipline, pp. 17-48 y 115-148; y Chen, Thought Reform, pp. 51-53. <<

[93] SW, V, p. 77 (6 de junio de 1952). <<

[94] Chen, Thought Reform, pp. 54-71. <<

[95] Chen Jian, pp. 215 y 220-223. <<

[96] Ésta es una cifra muy moderada. Unos ciento cincuenta mil murieron en Corea; en mayo de 1951 habían sido ejecutados setecientos cincuenta mil contrarrevolucionarios (en una campaña que se alargó hasta 1953); por lo menos habían muerto un millón de terratenientes y miembros de sus familias; y «varios centenares de miles» de ciudadanos perecieron en las campañas de los «antis». <<

[97] Bo Yibo, Ruogan zhongda juece yu shijiande huigu, Zonggong zhongyang dangxiao chubanshe, Pekín, 1993, I, p. 155. <<

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