Mao

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Notas cap. 13

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Notas cap. 13

[1] «Soy un intruso en el mundo de la economía», les dijo a algunos hombres de negocios en diciembre de 1956 (Kau y Leung, Writings of Mao, II, p. 200). <<

[2] Thompson, Mao Zedong: Report from Xunwu, p. 64. <<

[3] Saich, Rise to Power, pp. 976-977. <<

[4] SW, V, pp. 73-76 (6 de abril de 1952). <<

[5] Chen Jian, China’s Road to Korean War, pp. 77 y 84; Goncharov, Lewis y Xue, Stalin, Mao and the Korean War, p. 95. <<

[6] Saich, p. 1.374 (30 de junio de 1949). <<

[7] Teiwes, CHOC, XIV, pp. 92 y 96-97. <<

[8] Discurso en la Conferencia de Chengdu, 10 de marzo de 1958, en Stuart R. Schram, Mao Tse-tung Unrehearsed, Penguin, Harmondsworth, 1974, p. 98. <<

[9] Kau y Leung, I, p. 318 (7 de febrero de 1953). <<

[10] Edward Friedman, Paul G. Pickowicz y Mark Selden, Chinese Village; Socialist State, Yale University Press, New Haven, 1991, pp. 112-184; Teiwes, CHOC, XIV, pp. 110-111. Sobre el posterior reconocimiento de Mao de que China no siguió a los soviéticos en lo referente a agricultura, véase Schram, Unrehearsed, p. 98. <<

[11] SW, V, pp. 93-94 (15 de junio) y 102 (agosto de 1953). <<

[12] Ibid., pp. 93, 101 (9 de julio) y 110 (12 de agosto de 1953). <<

[13] Frederick C. Teiwes y Warren Sun, eds., The Politics of Agricultural Cooperativization in China, M. E. Sharpe, Armonk, 1993, p. 49. <<

[14] Ibid., pp. 28-32 y 53-54; Teiwes, Frederick C., Politics at Mao’s Court: Gao Gang and Party Factionalism in the Early 1950, M. E. Sharpe, Armonk, 1990, pp. 42-43, 62-71 y 187-212; Teiwes, CHOC, XIV, pp. 99-101. Las críticas de Mao a Bo se pueden encontrar en SW, V, 103-111 (12 de agosto de 1953). <<

[15] El estudio definitivo sobre la cuestión de Gao Gang es el de Frederick Teiws, Politics at Mao’s Court, que llega a la conclusión de que Mao no tenía intención de reemplazar a Liu y Zhou, pero deja abierta la cuestión de por qué Mao había continuado alimentando las ambiciones de Gao. Fuentes orales, conocedoras de la historia del período, insisten en que Mao dirigió a Gao y que el suicidio del segundo fue una protesta silenciosa ante su traición. <<

[16] SW, V, p. 92 (19 de mayo de 1953). Liu Shaoqi fue criticado implícitamente a causa de que él estaba al cargo del funcionamiento diario del Secretariado. <<

[17] Ibid., p. 162 (21 de marzo de 1955). <<

[18] A mediados de los años ochenta, Hu Yaobang, entonces secretario general del Partido Comunista Chino, propuso a Deng Xiaoping reabrir el caso de Gao Gang y Rao Shushi (fuentes orales). Según parece, Deng se enojó y prohibió posteriores discusiones. Algunos documentos clave, incluyendo las actas de la reunión del Politburó del 24 de diciembre, continúan selladas, y los estudios publicados en China mantienen silencio sobre el papel de Mao en el asunto. No está muy claro si la negativa de Deng a reexaminar el caso fue el resultado de la decisión de la cúpula posmaoísta de considerar los años anteriores a 1957 como un período en el que Mao no cometió errores graves; o si se debió a la luz que podía arrojar sobre la propia conducta de Deng durante la purga de Gao. <<

[19] Quan Yanchi, Mao Zedong: Man not God, pp. 152-155. <<

[20] Esta sección se apoya en los documentos que aparecen en Teiwes y Sun, especialmente pp. 82-154; y Teiwes, CHOC, XIV, pp. 110-119. <<

[21] Teiwes y Sun, p. 42 (9 de mayo de 1955). <<

[22] Ibid., p. 107 (11 de julio de 1955). <<

[23] Ibid., p. 136 (11 de julio de 1955). <<

[24] SW, V, p. 184 [traducción corregida] (31 de julio de 1955). <<

[25] Teiwes y Sun, pp. 47-48 y 107-118. <<

[26] SW, V, pp. 249-250 (diciembre de 1955). <<

[27] Teiwes, CHOC, XIV, p. 113. <<

[28] SW, V, p. 214 (11 de octubre de 1955). <<

[29] Roderick MacFarquhar merece el reconocimiento de haber descubierto esta breve y reveladora fábula, que aparece en The Red Mandarins de Karl Eskelund (Alvin Redman, Londres, 1959, pp. 150-151). Véase MacFarquhar, Origins of the Cultural Revolution, vol. I, Oxford University Press, 1974, p. 327, n. 51. <<

[30] Robert Loh y Humphrey Evans, Escape from Red China, Michael Joseph, Londres, 1963, p. 136; Teiwes, CHOC, XIV, p. 120. <<

[31] MacFarquhar, I, pp. 22-25; History of the CCP, Chronology, p. 254. <<

[32] MacFarquhar, I, p. 27; SW, V, p. 240 (27 de diciembre de 1955). <<

[33] Kau y Leung, II, p. 13 (20 de enero de 1956). <<

[34] MacFarquhar, I, pp. 27-29. <<

[35] Teiwes y Sun, p. 49. <<

[36] MacFarquhar, I, pp. 30-31. <<

[37] Tesis doctoral de Michael Schoenhals (Universidad de Estocolmo, 1987). <<

[38] Philip Short, The Dragon and the Bear, Hodder & Stoughton, Londres, 1982, pp. 265-276. El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó el 4 de junio de 1956 una copia del Discurso Secreto. <<

[39] MacFarquhar, I, pp. 43. <<

[40] Conversación con la delegación comunista yugoslava, septiembre de 1956, CWIHP, VI-VII, p. 151. <<

[41] Conversación con Pavel Yudin, 31 de marzo de 1956, en ibid., pp. 164-167. <<

[42] Robert Bowie y J. K. Fairbank, eds., Communist China 1955-1959: Policy Documents with Analysis, Harvard University Press, 1962, pp. 144-151 (5 de abril de 1956). <<

[43] MacFarquhar, Origins, II, p. 194. <<

[44] Mao describió las relaciones chino-soviéticas de septiembre de 1956 como «más o menos … fraternales, pero la sombra de una relación paternal no se ha disuelto» (CWIHP, VI-VII, p. 151). Dos años después, esa sombra lo cubría todo, cuando Mao se enfureció ante el embajador soviético por el paternalismo y el menosprecio de Moscú de las habilidades chinas (ibid., pp. 155-159). <<

[45] Donald S. Zagoria, The Sino-Soviet Conflict, 1956-1961, Princeton University Press, 1962, p. 44. <<

[46] CWIHP, X, pp. 152-155; MacFarquhar, Origins, I, pp. 169-171. <<

[47] «More on the Historical Experience of the Dictatorship of the Proletariat», en Bowie y Fairbank, pp. 261 y 270 (29 de diciembre de 1956). Véase también «Zhou Enlai a Mao Zedong», CWIHP, X, p. 153. <<

[48] SW, V, pp. 341-342 (15 de noviembre de 1956). Mao había usado previamente la analogía de la «espada» en un encuentro con el embajador soviético, Pavel Yudin, celebrado el 23 de octubre (CWIHP, X, p. 154). <<

[49] Bowie y Fairbank, pp. 257-272 (29 de diciembre de 1956). <<

[50] CWIHP, X, p. 154. <<

[51] Kau y Leung, II, p. 114 (30 de agosto de 1956). La misma fórmula aparece en una versión del discurso de Mao «Sobre las diez principales relaciones» (25 de abril de 1956), publicado en SW, V (p. 304), aunque parece ser un añadido posterior. <<

[52] Bowie y Fairbank, pp. 257-259 (29 de diciembre de 1956). <<

[53] Después de la victoria comunista de 1949, el régimen de Chiang Kai-shek en Taiwan, con el respaldo de Estados Unidos, continuó ocupando el asiento de China en las Naciones Unidas. Siguiendo las órdenes de Stalin, la Unión Soviética boicoteó, entre enero y octubre de 1950, las reuniones del Consejo de Seguridad, ostensiblemente como protesta por la presencia de los nacionalistas. La consecuencia fue, de hecho, la perpetuación de la exclusión de la República Popular, satisfaciendo el propósito de Stalin de maximizar la dependencia y el sometimiento chino a Moscú. Después de la entrada de China en la guerra de Corea, la exclusión de Pekín fue ratificada en las votaciones anuales de la Asamblea General hasta 1971, cuando Taiwan, a su vez, quedó excluido. <<

[54] Ibid., p. 258 (29 de diciembre de 1956). <<

[55] MacFarquhar, I, p. 176. <<

[56] CWIHP, X, pp. 153-154. <<

[57] Kau y Leung, II, p. 71 (abril de 1956); véase también p. 114 (30 de agosto de 1956). <<

[58] Chen, Thought Reform, pp. 37-50 y 80-85; véase también Kau y Leung, I, pp. 481-484 (16 de octubre de 1954), sobre Yu Pingbo, y 506-508 (diciembre de 1954), sobre Hu Shi. <<

[59] Kau y Leung, I, pp. 72 (marzo de 1950) y 496 (octubre de 1954). <<

[60] Ibid., pp. 196-201 (20 de mayo de 1951). <<

[61] SW, V, pp. 121-130 (16-18 de septiembre de 1953). Véase también Zhou Hongwen, Fengbao shinian, Shidai piping chubanshe, 1962, pp. 434-437. <<

[62] Merle Goldman, Literary Dissent, pp. 129-157; Chen, Thought Reform, pp. 85-90. <<

[63] El primer uso conocido de Mao del eslogan completo de las «cien flores» data de una reunión ampliada del Politburó del mes de abril (Kau y Leung, II, p. 70). Volvió a repetirlo el 2 de mayo, en una intervención en la Conferencia del Estado Supremo, y fue difundido hasta una audiencia más amplia por el jefe del Departamento de Propaganda, Lu Dingyi, el 26 de mayo (MacFarquhar, I, pp. 51-56; Bowie y Fairbank, pp. 151-163). <<

[64] MacFarquhar, I, p. 84. <<

[65] Kau y Leung, II, pp. 66-75 (abril de 1956). <<

[66] Ibid., p. 255 (27 de enero de 1957). <<

[67] MacFarquhar, I, pp. 33-35; Chen, Thought Reform, pp. 104-116; Goldman, pp. 158-160. <<

[68] Guangming ribao, 7 de mayo de 1986; MacFarquhar, Cheek y Wu, eds., Secret Spee ches of Chairman Mao, p. 43. <<

[69] MacFarquhar, Origins, I, pp. 37-38 y 75-77. <<

[70] Ibid., p. 47. El Diario del Pueblo afirmó específicamente que «los líderes juegan un gran papel en la historia» y decir lo contrario era «totalmente erróneo» (Bowie y Fairbank, p. 147). Véase también CWIHP, VI-VII, p. 149). <<

[71] Liu Shaoqi, en quien Mao había delegado la responsabilidad de organizar el Congreso, le envió el texto enmendado de la constitución para su aprobación. Sin embargo, lo recibió en las primeras horas de la madrugada —después de que tomase su somnífero de cada noche— y parece ser que no detectó la supresión. Cuando descubrió su significado, el texto ya había sido aprobado. Esto se convirtió en una de las principales acusaciones a Liu durante la Revolución Cultural (fuentes orales, Pekín, 1997). Puede parecer difícil de creer que, en un partido tan centralizado y disciplinado como el Partido Comunista Chino de 1956, una cuestión tan crucial pudiese decidirse de un modo tan azaroso. Sin embargo, parece ser que así fue como ocurrió. En China, como en todas partes, las confusiones son, más a menudo que la conspiración, una explicación válida en política. <<

[72] Kau y Leung, II, p. 19 (26 de enero de 1956). <<

[73] MacFarquhar, I, pp. 99-109 y 149-151; véase también Terril, Mao, pp. 272-273. <<

[74] Véase ibid., pp. 203 y 233 (8 de diciembre de 1956 y 18 de enero de 1957). <<

[75] Kau y Leung, II, p. 205, 8 de diciembre de 1956. <<

[76] Ibid., pp. 158-195 (15 de noviembre de 1956). Como la mayoría de los discursos de Mao en los últimos años, éste es un texto retórico y vago, aún más teniendo en cuenta que sólo disponemos de dos versiones (significativamente diferentes, pero superpuestas) de los guardias rojos. <<

[77] Kau y Leung, II, p. 205 (8 de diciembre de 1956); MacFarquhar, I, pp. 178-179; Goldman, pp. 165-182; Teiwes, Politics and Purges, pp. 232-234. <<

[78] Kau y Leung, II, pp. 223-224 (12 de enero de 1957). <<

[79] Ibid., p. 243 (18 de enero de 1957); véase también MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 168-169. <<

[80] Kau y Leung, II, p. 279 (Chiang Kai-shek); pp. 255 y 280-281 (Cankao Xiaoxi) [27 de enero de 1957]. Posteriormente se retractó de lo dicho sobre las obras de Chiang Kai-shek, indicando que debían ser publicadas en una edición restringida (ibid., p. 356, 1 de marzo de 1957). <<

[81] Ibid., pp. 260-261 y 290 (27 de enero de 1957). <<

[82] Ibid., p. 256 (27 de enero de 1957). <<

[83] Ibid., p. 253 (27 de enero de 1957). <<

[84] Ibid., pp. 258-259 y 289 (27 de enero de 1957). <<

[85] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 121 (16 de febrero). <<

[86] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 241 (8 de marzo de 1957). <<

[87] Kau y Leung, II, p. 303 (16 de febrero de 1957). <<

[88] Ibid., p. 258 (27 de enero de 1957). <<

[89] Ibid., pp. 253 y 292 (27 de enero). Véase también la versión revisada del discurso de Mao del 27 de febrero (ibid., p. 317). <<

[90] Este mensaje aparece correctamente escrito, aunque de un modo algo desarticulado, en los dos discursos de Mao del 16 de febrero (MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 17; Kau y Leung, II, pp. 302-305). Véase también p. 260: «Debemos permitir a los representantes democráticos que se mantengan en su función de oposición a nosotros, y dejarles que avancen y nos critiquen» (27 de enero de 1957); y SW, V, pp. 313-314 (30 de agosto de 1956). <<

[91] MacFarquhar, Origins, I, p. 184. <<

[92] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 113-189 (27 de febrero de 1957). <<

[93] Roderick MacFarquhar, The Hundred Flowers Campaign and the Chinese Intellectuals, Praeger, Nueva York, 1960, p. 19. <<

[94] Loh y Evans, p. 222. <<

[95] MacFarquhar, Hundred Flowers, pp. 24-25. <<

[96] Ibid., p. 27-28. <<

[97] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 156 (27 de febrero). <<

[98] Kau y Leung, II, pp. 229-230 (18 de enero). <<

[99] Macquhar, Cheek y Wu, p. 144 (27 de febrero). <<

[100] Ibid., p. 257 (27 de enero). <<

[101] Ibid., p. 173 (27 de enero). <<

[102] Kau y Leung, II, p. 234 (18 de enero). <<

[103] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 144 (18 de febrero). <<

[104] Ibid., pp. 175-176 (27 de febrero). <<

[105] Kau y Leung, II, p. 233 (18 de enero). <<

[106] Ibid., p. 256 (27 de enero de 1957). <<

[107] André Malraux, Anti-mémoires, París, 1968. <<

[108] Roderick MacFarquhar expone extensamente las significativas divergencias existentes entre los diversos dirigentes sobre la campaña de las cien flores (Origins, I, caps. XIII-XVI), y muchos autores han seguido esta línea. Algunos datos recientes ponen en duda sus conclusiones: no sólo no existió escisión entre los dirigentes de máximo nivel en 1957, sino que Mao nunca estuvo significativamente presionado por sus compañeros. A pesar de que es plausible (y así lo creo personalmente) que Liu y Peng Zhen fuesen menos entusiastas ante las «cien flores» que Deng y Zhou, no está plenamente probado. La mayoría de evidencias aducidas por los análisis del Kremlin de los informes públicos chinos (cuando, en 1974, fue publicado el libro de MacFarquhar eran virtualmente las únicas fuentes disponibles) han resultado erróneas, en una saludable advertencia de las limitaciones de este método. <<

[109] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 321 (19 de marzo). <<

[110] Ibid., p. 359 (20 de marzo). <<

[111] Ibid., pp. 300 y 329-330 (18 y 19 de marzo). <<

[112] Ibid., pp. 292-294 (17 de marzo). <<

[113] Ibid., p. 305 (18 de marzo). <<

[114] Ibid., p. 303 (18 de marzo). <<

[115] Kau y Leung, II, p. 517 (principios de abril). <<

[116] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 366-367 (30 de abril). Véase también p. 229 (8 de marzo), y Kau y Leung, II, p. 522 (principios de abril). <<

[117] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 351-362 (20 de marzo). <<

[118] Ibid., pp. 201 y 210 (6 de marzo); Kau y Leung, II, p. 517 (principios de abril). <<

[119] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 210, 240, 336 y 357 (6, 8, 19 y 20 de marzo). <<

[120] Ibid., pp. 50-52; Kau y Leung, II, p. 515; y entrevistas con Wang Ruoshi, Pekín, junio de 1997. <<

[121] Liu Shaoqi nianpu, II, p. 398; JYMZW, VI, pp. 423-424. <<

[122] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 366 (30 de abril). <<

[123] Wu Ningkun, A Single Tear, Hodder & Stoughton, Londres, 1993, pp. 50-51. <<

[124] Kau y Leung, II, p. 519 (principios de abril). <<

[125] JYMZW, VI, pp. 417-418 (27 de abril). <<

[126] Wu, p. 54. <<

[127] Liang y Shapiro, Son of the Revolution, pp. 8-9. <<

[128] Se trata de mi suegro, Gu Zhen. <<

[129] MacFarquhar, Hundred Flowers, pp. 44-109, especialmente pp. 51-53. <<

[130] Ibid., pp. 87-89. <<

[131] Ibid., p. 65. <<

[132] Ibid., p. 68. <<

[133] JYMZW, VI, pp. 455-456. <<

[134] Ibid., pp. 469-476; véase también SW, V, pp. 440-446. <<

[135] Kau y Leung, II, p. 524. <<

[136] MacFarquhar, Hundred Flowers, pp. 130-173. <<

[137] SW, V, p. 447 (25 de mayo). <<

[138] MacFarquhar, Hundred Flowers, pp. 108-109. <<

[139] Ibid., pp. 94-95. <<

[140] Ibid., pp. 145-161. <<

[141] Kau y Leung, II, pp. 566-567. <<

[142] Ibid., pp. 562-564. <<

[143] SW, V, p. 412. <<

[144] Kau y Leung, II, pp. 592-596. <<

[145] Ibid., p. 596. <<

[146] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 203 y 247 (6 y 8 de marzo). <<

[147] Las declaraciones pronunciadas por Mao durante los seis meses posteriores estaban preñadas de contradicciones. En el editorial del 1 de julio, por ejemplo, acusó a los derechistas de intentar «destronar al Partido Comunista y pretender suplantarlo», pero más adelante insistía: «Podemos ser permisivos y no aplicar castigos … Deberíamos permitirles sostener sus propias opiniones. Se les concederá todavía libertad de declaración» (Kau y Leung, II, pp. 593 y 595). Unos días después, escribió sobre una «contradicción irreconciliable de vida y muerte» con los derechistas, pero afirmaba en cambio que «algunos de ellos», quizá la mayoría, sería capaz de reformarse (pp. 654 y 659). En octubre continuaba con sus ambivalencias, declarando que «existen problemas preocupantes. La revolución es problemática» (p. 472). <<

[148] McFarquhar, Cheek y Wu, p. 204 (6 de marzo). Mao dijo: «Se trata ahora de una batalla ideológica, distinta … No deberíamos sobrevalorar al enemigo, ni deberíamos infravalorarnos a nosotros mismos». <<

[149] Kau y Leung, II, pp. 510 (30 de abril), 524 (abril) y 631 (9 de julio). <<

[150] La pretensión de Mao de que «habíamos anticipado estos acontecimientos» era una falacia (ibid., p. 602). <<

[151] La evidencia más clara de ello es el editorial de Mao del 1 de julio, donde escribió que el nuevo envite de la lucha entre el proletariado y la burguesía era «independiente de la voluntad del pueblo. Esto es lo mismo que decir que [era] inevitable. Incluso si el pueblo hubiese pretendido esquivarlo, no habría podido. Lo único que se podía hacer era seguir los dictámenes de la situación y obtener la victoria» (ibid., pp. 594-595). Véase también su insistencia, avanzado aquel mismo mes, en que «el florecimiento y la competición» no debían ser completamente abandonados (p. 640). <<

[152] Kau y Leung, II, p. 639 (17 de julio). <<

[153] MacFarquhar, Hundred Flowers, pp. 167-170 (6 y 7 de junio). <<

[154] Kau y Leung, II, pp. 654-655 y 662 (julio). <<

[155] En octubre, Mao realizó una explícita comparación con campañas anteriores, declarando: «No vamos a tratarlos como hicimos en el pasado con los terratenientes y contrarrevolucionarios» (ibid., p. 732). <<

[156] Teiwes, Politics and Purges, pp. 300-320. <<

[157] Wu, pp. 92-173. <<

[158] Liang y Shapiro, pp. 9-15. <<

[159] Kau y Leung, II, p. 596 (1 de julio). <<

[160] Ibid., p. 655 (julio). <<

[161] Li Zhisui, Private Life, pp. 76-80. El doctor Li, que todavía no se había convertido en el médico de Mao, indica que el presidente se trasladó a Zhongnanhai a su vuelta de Moscú, en febrero de 1950 (p. 52). Fuentes orales bien informadas fechan la mudanza en noviembre de 1949. <<

[162] Esto era menos caprichoso de lo que podía parecer. En 1955, un avión comercial que debía llevar a Zhou Enlai hasta Indonesia explotó en pleno vuelo como consecuencia de una bomba instalada a bordo en Hong Kong por un agente nacionalista. Zhou cambió sus planes de vuelo después de que los servicios secretos chinos tuvieran noticias sobre la posibilidad del complot. Varios de los miembros de la delegación china, a los que se permitió continuar con el viaje, perdieron sus vidas en el accidente. <<

[163] Ibidem; véase también p. 60; Quan Yanchi, pp. 84-89. <<

[164] Li Zhisui, pp. 56-58. <<

[165] Ibid., pp. 140-145, 187-188 y 190; Witke, Comrade Chiang Ch’ing, pp. 254-262. <<

[166] Li Zhisui, p. 85. <<

[167] Quan Yanchi, pp. 107 y 134-141. <<

[168] Ye Yongle, Jiang Qing zhuan, pp. 239-242 <<

[169] Mao, Nineteen Poems, p. 30 [la siguiente traducción está corregida]. Véase también la versión de Terril, Mao, pp. 276-277. <<

[170] Pocas semanas después de escribir «Los Inmortales», Mao invitó a Chen Yuying, la doncella que había servido a Kaihui y a él mismo en Changsha, para que le visitase en Pekín. Conversaron durante dos horas, y antes de que partiese, le dijo: «Viéndote hoy, parece como si hubiese visto nuevamente a Kauihui». Véase Peking Review, 14 de octubre de 1977. <<

[171] Van Gulik, Erotic Colour Prints of the Ming Period, publicación privada, Tokio, 1951 [reimpreso en Taiwan], p. 39. <<

[172] Fuentes orales; véase también Li Zhisui, pp. 355-364, y Salisbury, New Emperors, pp. 134, 217-219 y 221. Algunos de los que trabajaron con Mao durante los años cincuenta y sesenta, incluyendo a Wang Dongxing y Lin Ke, han insistido públicamente en poner en duda la versión del doctor Li, aduciendo que es exagerada y, en ocasiones, inexacta. Dejando de lado los detalles menores, no obstante su versión ha sido confirmada, bajo el anonimato, por varias de las antiguas compañeras del presidente. Su veracidad esencial no se pone en duda. <<

[173] Li Zhisui, p. 363. <<

[174] Quan Yanchi, p. 137. <<

[175] Ibid., p. 12. <<

[176] Ibid., pp. 153-155. <<

[177] Ibid., p. 88. <<

[178] MacFarquhar, Hundred Flowers, p. 306. <<

[179] Kau y Leung, II, pp. 255 y 262 (27 de enero de 1957). <<

[180] MacFarquhar, Origins, I, pp. 59-61, 86-91 y 126-129. <<

[181] Kau y Leung, II, pp. 159 y 179-180 (15 de noviembre de 1956). <<

[182] MacFarquhar, I, pp. 293-294; y II, pp. 2-4. <<

[183] Kau y Leung, II, pp. 660 (julio) y 702 (9 de octubre de 1957). A pesar de que a partir del verano de 1957 Mao comenzó poniendo énfasis en la necesidad de un cuerpo de intelectuales proletarios, no abandonó completamente la posibilidad de servirse de la formación de la burguesía, y esta idea retornó a la superficie de manera periódica a finales de los años cincuenta (MacFarquhar, Origins, II, pp. 40 y 179-180). <<

[184] MacFarquhar, II, p. 19. <<

[185] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 280, 285, 288, 301, 310, 352 y, especialmente, 371. Liu Shaoqi sería tiempo después acusado de ser el autor de esta idea en su informe al Octavo Congreso (MacFarquhar, Origins, I, pp. 119-121 y 160-164). Sin embargo, Mao no puso reparos en aquel momento ni al informe de Liu ni a la resolución del Congreso. El 15 de noviembre de 1956, dijo al Segundo Pleno del Octavo Congreso del Comité Central: «En la China actual, la contradicción de clases ya ha sido básicamente resuelta, y la principal contradicción doméstica es la existente entre un sistema social avanzado y unas fuerzas de producción atrasadas» (Kau y Leung, II, p. 184). Esto se corresponde con precisión a la sección incriminada de la resolución que redactó Liu. Mao remarcó desde el inicio que «básicamente» significaba «todavía no completa» (ibid., p. 197, 4 de diciembre de 1956), pero esto mismo se afirmaba en el informe de Liu, que afirmaba que la lucha de clases continuaría hasta que la transformación socialista se hubiese completado (véase el texto de Bowie y Fairbank, p. 188). Sólo a partir de la primavera de 1957, cuando Mao comenzó a revisar sus ideas sobre la lucha entre el proletariado y la burguesía, se puso en cuestión la posición adoptada en el Octavo Congreso. <<

[186] SW, V, p. 395 (19 de junio). Para las formulaciones intermedias pronunciadas a medida que emergía la nueva política, véase Kau y Leung, II, pp. 566-567 (8 de junio) y p. 578 (11 de junio de 1957). <<

[187] Kau y Leung, II, pp. 809-812 (sin fecha, aunque probablemente de septiembre de 1957). <<

[188] Ibid., pp. 696-713. La visión que Mao albergaba le llevó a imaginarse un futuro en el que los campesinos podrían alimentarse con «algunos fen de tierra» (p. 700); un fen equivale aproximadamente a seis metros cuadrados. <<

[189] Mikhail A. Klochko, Soviet Scientist in Red China, International Publishers, Montreal, 1964, p. 68. <<

[190] MacFarquhar, Origins, II, p. 23. <<

[191] No puedo pretender haber inventado este magnífico neologismo; el término es de Roderick MacFarquhar, pero merece un uso más extendido, excusa que me ha impulsado a usarlo aquí. <<

[192] Ibid., p. 10; Kau y Leung, II, p. 720 (9 de octubre de 1957). <<

[193] MacFarquhar, II, p. 16. <<

[194] Kau y Leung, II, p. 702 (9 de octubre de 1957). <<

[195] MacFarquhar, II, p. 16. <<

[196] Kau y Leung, II, p. 787 (18 de noviembre de 1957). <<

[197] Ibid., pp. 783 y 786. <<

[198] MacFarquhar, II, pp. 17-19. <<

[199] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 377-391 (3-4 de enero de 1958). <<

[200] Miscellany of Mao Zedong Thought, I, pp. 80-84 (13 de enero de 1958). <<

[201] Bo Yibo, Ruogan zhongda juece yu shijiande hugu, II, p. 639. <<

[202] MacFarquhar, II, pp. 36-41. <<

[203] Miscellany, I, p. 89 (6 de abril de 1958). <<

[204] MacFarquhar, II, p. 34. El objetivo inicial era el de irrigar un millón cuatrocientas mil hectáreas en doce meses. <<

[205] Miscellany, I, pp. 95-96 (8 de mayo de 1958). <<

[206] MacFarquhar, II, p. 43. <<

[207] Miscellany, I, p. 105 (17 de mayo de 1958). <<

[208] Ibid., pp. 33, 82, 85 y 90; Miscellany, I, p. 123 (18 de mayo de 1958). Antes del Gran Salto, Mao había predicho que serían necesarios cincuenta años para que China llegase a los niveles de Estados Unidos. <<

[209] Ibid., p. 115 (23 de mayo de 1958). Véase también MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 409 (19 de agosto de 1958). <<

[210] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 432 (30 de agosto de 1958). <<

[211] MacFarquhar, Origins, II, p. 84. <<

[212] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 430 (21 de agosto de 1958). <<

[213] Kau y Leung, II, p. 740 (13 de octubre de 1957). <<

[214] MacFarquhar, Origins, II, p. 85. <<

[215] Kau y Leung, II, p. 720 (9 de octubre de 1957). <<

[216] Véase, por ejemplo, Miscellany, I, p. 113 (20 de mayo de 1958). <<

[217] Ibid., p. 96 (8 de mayo de 1958); Kau y Leung, II, p. 720 (9 de octubre de 1957). <<

[218] JYMZW, VI, pp. 457-458; MacFarquhar, II, pp. 173-180. <<

[219] Miscellany, I, pp. 120-121 (18 de mayo de 1958). <<

[220] MacFarquhar, II, p. 77. <<

[221] Ibid., pp. 78-80. <<

[222] Schram, Mao’s Road, II, pp. 365-368 (18 de marzo de 1926). <<

[223] MacFarquhar, II, p. 81; History of the CCP, Chronology, p. 273. <<

[224] History of the CCP, Chronology, p. 274. <<

[225] MacFarquhar, II, p. 103. <<

[226] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 414 (21 de agosto de 1958). <<

[227] Ibid., p. 419. Véase también MacFarquhar, Origins, II, p. 104. <<

[228] Kau y Leung, II, p. 812 (septiembre de 1957). Véase también MacFarquhar, II, pp. 130-131. <<

[229] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 419 (21 de agosto de 1958). <<

[230] MacFarquhar, Origins, II, pp. 103-108, 115-116, 119-120, 137-138 y 148-149. <<

[231] Véase los discursos de Mao en Beidaihe (MacFarquhar, Cheek y Wu, especialmente pp. 434-435). <<

[232] MacFarquhar, Origins, II, pp. 75-76. <<

[233] Ibid., pp. 67-68. <<

[234] Ibid., pp. 100-102. <<

[235] Rittenberg, Man Who Stayed Behind, p. 231. <<

[236] Karnow, Stanley, Mao and China: A Legacy of Turmoil, Penguin, Hardmondworth, 1990 (3.ª edición revisada), p. 93. <<

[237] MacFarquhar, II, p. 115. <<

[238] Ibid., p. 114. <<

[239] Ibid., pp. 86 y 119-127. <<

[240] MacFarquhar, Cheek y Wu, p. 403 (17 de agosto de 1958). <<

[241] Ibid., pp. 484-486 (21 de noviembre) y 502-505 (23 de noviembre de 1958); MacFarquhar, Origins, II, pp. 121-122 y 128-130; Miscellany, pp. 141, 144-145 y 147 (19 de diciembre de 1958). <<

[242] MacFarquhar, Cheek y Wu, pp. 449-450 (6 de noviembre de 1958). <<

[243] Ibid., pp. 474-475 (10 de noviembre de 1958). <<

[244] Kau y Leung, II, pp. 788-789 (18 de noviembre de 1958). <<

[245] Schram, Political Thought, p. 253 (15 de abril de 1958). <<

[246] MacFarquhar, II, pp. 7-15. <<

[247] Kau y Leung, II, pp. 788-789 (18 de noviembre de 1957). <<

[248] SW, V, p. 152 (28 de enero de 1955). <<

[249] CWIHP, VI-VII, pp. 155-159 (22 de julio de 1958). <<

[250] Strobe Talbott, ed., Khrushchev Remembers, Little Brown, Boston, 1974, p. 290. <<

[251] Ibid., p. 259. <<

[252] Los hechos anteriores se basan principalmente en Zhang Shu Guang, Deterrence and Strategic Culture, pp. 235-237 y 250-265; y en MacFarquhar, II, pp. 92-100. <<

[253] MacFarquhar, II, pp. 132-135; Zagoria, pp. 99 y 126. <<

[254] MacFarquhar, II, pp. 136-180 y 201. <<

[255] Miscellany, p. 157 (2 de febrero de 1959). <<

[256] MacFarquhar, II, p. 153. <<

[257] Véase Miscellany, I, pp. 130-131 y 138 (noviembre de 1958). <<

[258] MacFarquhar, II, pp. 187-192. <<

[259] La descripción que sigue sobre la conferencia de Lushan se basa en: Li Rui, Lushan huiyi shilu, Henan renmin chubanshe, 1995; Domes, Peng Dehuai; The case of Peng Dehuai, 1959-1968, Union Research Institute, Hong Kong, 1968; Teiwes, Politics and Purges, pp. 384-440; MacFarquhar, II, pp. 187-251. <<

[260] MacFarquhar, II, pp. 328-329 <<

[261] Miscellany, I, p. 176 (abril de 1959). Mao había usado por primera vez esta fórmula en la segunda sesión del Octavo Congreso del partido, celebrado un año antes, cuando criticó la intervención de uno de sus aduladores más acérrimos (Ke Qingshi, primer secretario de Shanghai), que había requerido al partido que se adhiriese incondicionalmente a sus ideas. «Seguimos al que posee la verdad», le dijo Mao. «Incluso si fuese un transportista de estiércol o un barrendero de las calles, siempre que tenga la verdad en sus manos, deberíamos seguirle … Allí donde esté la verdad, hacia allí debemos encaminarnos. No sigamos a ningún individuo en particular … Cada uno debe tener su propio pensamiento» (ibid., p. 107, 17 de mayo de 1958). <<

[262] Case of Peng Dehuai, p. 12. <<

[263] Li Rui, p. 177. <<

[264] MacFarquhar, II, pp. 225-228. <<

[265] Ibid., pp. 222 y 228-233. <<

[266] Li Rui, pp. 192-207. <<

[267] Mao replicaba aquí una observación previa de Peng, en la que el mariscal se había referido a las críticas de las que había sido objeto en 1945 (al parecer, en relación con la campaña de los cien regimientos), antes de celebrarse el Séptimo Congreso. «Tú estuviste dándome por el culo durante cuarenta días en Yan’an», había dicho Peng. «¡Yo, en cambio, he estado en Lushan dándote por el culo tan sólo durante dieciocho días y tú ya has decidido detenerme!». <<

[268] Case of Peng Dehuai, pp. 31-38. <<

[269] Ibid., pp. 39-44. <<

[270] Ibid., p. 30. <<

[271] Chinese Law and Government, vol. XXIX, n.o 4, p. 58. <<

[272] Li Rui, pp. 73 y 181. <<

[273] Chinese Law and Government, vol. XXIX, n.o 4, p. 58. <<

[274] MacFarquhar, Origins, III, p. 61. <<

[275] Teiwes, Politics and Purges, pp. 428-436. <<

[276] MacFarquhar, Origins, II, p. 298. <<

[277] Ibid., II, pp. 328-329. <<

[278] En Guangxi, en 1955, el primer secretario provincial había sido destituido por ser incapaz de prevenir la inanición generalizada. En Anhui, unas quinientas personas murieron de hambre en un solo distrito incluso durante la próspera cosecha de 1958 (ibid., III, p. 210). <<

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