Mao

Notas epílogo

Página 130 de 131

Notas epílogo

[1] Liu Wusheng, ed., Zhongnanhai dangshi fengyunlu, Renmin chubanshe, Pekín, pp. 439-440. <<

[2] Schram, Unrehearsed, p. 190. <<

[3] Kuo, Classified Chinese Documents, p. 57. <<

[4] Resolution on CPC History (1949-1981), Pergamon Press, Oxford, 1981. <<

[5] Fuentes orales; Cheng realizó este comentario en una conferencia de trabajo del Comité Central celebrada en noviembre de 1978, p. 34. Véase también Mingbao, Hong Kong, 15 de enero de 1979. <<

[6] Geremie R. Barme, Shades of Mao, M. E. Sharpe, Armonk, 1996, p. 34. <<

[7] Edouard Chavannes, Les Mémoires Historiques de Se-ma Ts’ien, Adiren-Maisonneuve, París, 1967, vol. II, pp. 144-145. <<

[8] Miscellany of Mao Tse-tung Thought, I, p. 98. <<

[9] La implicación directa de Mao en la caza y ejecución de supuestos oponentes se limitó al período que se extiende entre 1930 y 1931, en el área base de Jiangxi. En la «campaña de rectificación» de Yan’an, dio instrucciones para que «no muera ningún cuadro», pero, a nivel práctico, permitió a Kang Sheng que indujese a los disidentes del partido al suicidio. Este modo de proceder se mantuvo vigente a lo largo de todo su liderazgo de la República Popular. <<

[10] Si se considera que el número total de muertos durante el Gran Salto Adelante es de veinte millones (la cifra oficial aportada por Hu Yaobang), y se estima que un millón más murió durante la reforma de la tierra; otro millón en los movimientos políticos de principios de los años cincuenta; y un millón durante la Revolución Cultural —todas ellas cifras a la baja—, el número total de personas muertas en China como consecuencia de las políticas de Mao es como mínimo de veintitrés millones (aunque bien pudieron ser, en realidad, entre treinta y treinta y cinco millones). Comparativamente, la cifra total de muertos en la segunda guerra mundial se estima en cincuenta y cinco millones; en la rebelión de los Taiping, veinte millones; y en la primera guerra mundial, ocho millones. Ninguno de estos acontecimientos, sin embargo, puede atribuirse a la voluntad de un único hombre. <<

[11] Fuentes orales. He sido incapaz de descubrir ninguna referencia documental, pero Mao expresó este mismo pensamiento en una reunión del Comité Central del 20 de diciembre de 1964 (Miscellany, II, p. 426). <<

[12] Fuentes orales; Barme, p. 52. <<

[13] Barme, passim. <<

Ir a la siguiente página