Lenin

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Notas

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Notas

1. Así habían sido denominados los miembros del partido de la Voluntad del Pueblo, que treinta y siete años antes había recibido a su padre. Esa precaución no pudo cambiar el rumbo de los acontecimientos.<<

2. Versta: unidad de longitud rusa, equivalente a 1066,8 metros.<<

3. Es singular y muy lamentable que esa memoria no haya sido encontrada. Por lo menos, no figura en ninguna colección de escritos de Lenin, en ninguna de las ediciones de sus Obras completas, incluida la última y reciente cuarta edición.<<

4. Mujiks: campesinos rusos que no poseían propiedades.<<

5. Martov escribe en sus Notas: «En las postrimerías de mi último año de exilio había recibido una carta de V. I. Ulianov proponiéndome la concertación de una «triple alianza» en la que debía entrar, además de nosotros, A. N. Potresov... Adiviné que se trataba de una empresa periodística en gestación. Contesté dando mi completa adhesión.»<<

6. Firmó por primera vez un artículo con ese nombre en el número 2-3 de la revista Zaria con fecha de diciembre de 1901. Sus primeros escritos llevaron la firma K. Tulín. Después, y más particularmente para su gran obra El desarrollo del capitalismo en Rusia, publicada en 1899, había adoptado el seudónimo de V. I. Lenin.<<

7. En francés en el original ruso.<<

8. Uno de ellos contó más tarde la superchería a que se vieron obligados a recurrir para obtener ese resultado. Teniendo en cuenta la desfavorable reputación de que gozaba Lenin ante los dirigentes de la Escuela, les expresaron simplemente el deseo de escuchar al «señor Ilin, el eminente autor de El Desarrollo del capitalismo en Rusia». Los miembros del Consejo de Administración, que ignoraban totalmente que ese sabio economista, cuyos trabajos apreciaban tanto, fuera el mismo predicador convencido del marxismo revolucionario en persona, no tuvieron inconveniente alguno, y mandaron la carta de invitación. La estratagema no fue descubierta hasta la mañana del mismo día en que debía celebrarse la conferencia. Los miembros del Consejo quedaron despavoridos. Pero era demasiado tarde para suspender el acto.<<

9. Según otra versión, se suicidó.<<

10. Cf. Olminski, ¿Lenin o no Lenin? (Pr. Rev., 1931, núm. 1, pág. 149.)<<

11. Del 24 de septiembre (fecha aproximada de su regreso de vacaciones) al 1 de diciembre, Lenin publicó dos artículos en el Proletary, uno en el Socialdemócrata y otro en el Novy Den, periódico socialdemócrata que se publicaba legalmente en San Petersburgo. Dio, además, dos conferencias en París, dos en Lieja, y fue a Bruselas para asistir a la sesión del Buró Socialista Internacional que se celebró en los últimos días de octubre, y del cual había sido nombrado miembro, en lugar de Plejanov, durante el Congreso de Stutgart.<<

12. La solicitud, firmada por V. Oulianov, y la carta de recomendación, se conservan en los archivos de la secretaría de la Biblioteca Nacional.<<

13. He utilizado los informes proporcionados por el gran Diccionario biográfico publicado por la Asociación de antiguos deportados y penados políticos, Moscú, 1931, t. V, 2.n parte, col. 127-129. En él se rectifican los errores que se habían introducido en el artículo dedicado a Inés Armand por la Gran Enciclopedia Soviética, t. III, col. 362-363 (año de nacimiento 1875 en lugar de 1879, padre de origen inglés, etc.) Sobre el actor Stéphen se pueden hallar datos biográficos sucintos en el Dictionnaire des Comédiens francais de Lyonnet, t. II, pág. 513.<<

14. Nombre que se daba a los mencheviques que se oponían a la liquidación de la organización clandestina del partido.<<

15. Esta carta, que llevaba la inscripción Para Liutekov, había sido interceptada por la policía. El funcionario encargado de identificar la correspondencia clandestina creyó ver en Liutekov al nuevo secretario de redacción de Pravda, Chernomazov, un agente provocador que no será desenmascarado hasta 1917. (Cf. Kr. Let., 1924, n.° 1, pág. 79, nota). Seguramente se equivocó. La carta está redactada en términos sumamente cordiales. Lenin llama a su corresponsal «querido amigo», lo cual no habría hecho de tratarse de un desconocido con quien no tuviera más que relaciones de trabajo. Además, hay este párrafo de carácter íntimo: «Liutek (así se llamaba el hijo pequeño de Kamenev, que había quedado con su madre en Cracovia) ha tenido la difteria. Pero ya está completamente restablecido. Pronto lo verá usted. O si no es a él, a su mamá.» Esta es una alusión evidente al proyecto de la mujer de Kamenev de reunirse con su marido en San Petersburgo. Todos esos detalles personales no tienen relación alguna con Chernomazov, que nunca había venido a Poronin y no pueden referirse más que a Kamenev. En cuanto a su nuevo seudónimo de «Liutekov» es fácil suponer que le fue sugerido por el nombre de su hijo.<<

16. Redactado conjuntamente por Lenin y Zinoviev en agosto de 1915. En el prefacio, firmado por Zinoviev, se especificaba que este folleto estaba destinado a hacer el balance de la táctica socialdemócrata «en la cuestión de la guerra».<<

17. El 8 de abril siguiente se le ocurrió redactar una carta «sobre las tareas de la organización revolucionaria y proletaria del Estado», pero después de haber escrito el comienza renunció a seguirla y la dejó sin terminar. (Cf. sus Obras, cuarta edición, XXIII, págs. 331-333.)<<

18. Primero de mayo en el antiguo calendario ruso.<<

19. Cf. el artículo de Lenin en Pravda del 18 de mayo de 1917 (Obras, 4ª edición, tomo XXIV, págs. 394-395) y las notas tomadas por él en el curso de la reunión (Rec. Lenin, IV, págs. 300-303).<<

20. El general Knox, colaborador íntimo de sir George Buchanan, reprodujo esa nota en su libro With the Rusian army, t. II (Londres, 1921).<<

21. En el registro efectuado en casa de Krupskaia después de las jornadas de julio, la Policía había encontrado una nota manuscrita de Lenin y destinada a Kamenev, en la que recomendaba a éste velar por «cierto cuaderno azul» que contenía sus notas sobre la concepción marxista del Estado, y que, tras una ligera revisión, hubiera podido ser impreso «en caso de que me escabechen», especificaba Lenin. (Cf. Rec. Lénine, IV.)<<

22. Smilga, que se encontraba entonces en Helsingfors (Cf. infra), se encargó de llevarlas a su destino. Cf. su nota en el Rec. Lenin, IV, pág. 333.<<

23. Estos datos están tomados del texto de las actas del Comité central, publicadas por las Ediciones del Estado en 1929. Ignoro por qué los redactores de la gran Historia de la guerra civil en la URSS, publicada en 1942, escriben: «El Comité central rechazó la proposición de Kamenev» (t. II, pág. 18).<<

24. Tengo a la vista particularmente el que forma parte del t. XXVI de la cuarta edición de las Obras de Lenin, publicado en noviembre de 1949.<<

25. Los autores de la citada biografía de Lenin pretenden que, a instancias de Stalin, el Comité central había llamado a Lenin al Smolny y que éste fue allí aceptando esa invitación. Ninguna referencia acompaña a esa afirmación. Por mi parte, creo que si verdaderamente el Comité centrar había decidido finalmente hacer venir a Lenin, hubiera pensado sin duda en poner a su disposición un vehículo cualquiera, en lugar de exponerlo al peligro de ser detenido en cualquier momento durante la agotadora y casi solitaria carrera pedestre que Lenin se vio obligado a emprender a través de las interminables avenidas de la capital. Un simple telefonazo al Comité de sección de Vyborg, que disponía ya de un número considerable de coches requisados, hubiera bastado.<<

26. Antes de salir del Palacio de Táuride, Lenin firmó esta nota: «Ordeno a los camaradas soldados y marineros que se abstengan de cualquier violencia contra los miembros contrarrevolucionarios de la Asamblea Constituyente y que los dejen salir a todos libremente del Palacio, no dejando entrar ya a nadie sin autorización especial.» Al enterarse de que el comandante de la guardia del Palacio de Táuride, Dybenko, había encargado a uno de sus ayudantes, el marinero Jelesniakov, que expulsara manu militari a los diputados que seguían reunidos, exigió la anulación inmediata de esa orden. Una vez partido Lenin, el marinero preguntó a su jefe: «¿Qué me sucederá si no cumplo la orden del camarada Lenin?» El otro responde: «Empiece por echar a los diputados. De lo demás ya hablaremos mañana.» Así se hizo. A eso de las cuatro y media de la madrugada, Jelesniakov se presentó en la tribuna presidencial y anunció a Chernov que era hora de vaciar el lugar, pues el servicio de la guardia estaba muy fatigado. Chernov discutió por pura forma unos instantes, y a las 4.40 declaró levantada la sesión. La salida de los diputados se llevó a cabo sin incidentes.<<

27. Fue calculada en 6.000 millones de marcos oro.<<

28. Asistían a la sesión como invitados. Piatakov era director del Banco del Estado; Smirnov formaba parte del Soviet de Moscú.<<

29. La fecha del 1 de marzo corresponde a la del 27 de febrero del viejo calendario ruso.<<

30. Como se sabe, la Revolución francesa trató de introducir la pena de muerte contra los acaparadores.<<

31. Cosa que Robespierre, por razones que sería demasiado largo exponer aquí, no pensó obtener.<<

32. El conde de Mirbach, embajador de Alemania, se hallaba en Moscú desde el 20 de abril.<<

33. Creada por el decreto del 7 de diciembre de 1917. Esta institución es suficientemente conocida, por lo que nos parece inútil presentarla al lector.<<

34. No se ha destacado suficientemente que durante los siete primeros meses de su existencia, la Comisión extraordinaria se hallaba casi enteramente en manos de los socialistas-revolucionarios de izquierda, que habían tenido buen cuidado de atribuirse los principales puestos de mando en su interior.<<

35. Después de un retiro que duró unos quince días, Trotski había vuelto a ocupar su puesto en el Gobierno en calidad de comisario de la Guerra. Lenin, que no había olvidado nada, prefirió, sin embargo, tenerlo como colaborador que como adversario.<<

36. Nombre respetuoso y familiar, al mismo tiempo, que usaban los miembros del partido para designar a su jefe.<<

37. Por ejemplo, el 20 de noviembre de 1917 podía leerse en el Novaia Jisn, bajo su firma, lo siguiente: «Lenin, Trotski y sus adeptos están intoxicados ya por el veneno corrompido del poder, como lo demuestra su vergonzosa actitud frente a la libertad de palabra, del individuo, y de ese conjunto de derechos por cuyo triunfo ha luchado la democracia.» El 23 siguiente, en el mismo periódico, hablaba de Lenin en estos términos: «Es un «jefe» y un gran señor ruso; tiene ciertos rasgos morales de esa clase destronada, y por eso se cree con derecho a hacer con el pueblo ruso un experimento cruel que está destinado de antemano al fracaso.» Cf. la colección de sus artículos traducidos al francés por A. Pierre bajo el título de: Ecrits de révolution de Maxime Gorki (París, 1922).<<

38. Cf. la introducción de mi Historia del partido comunista francés.<<

39. En el informe que rindió de su misión, leído en la sesión de la Comisión senatorial norteamericana de Relaciones Exteriores, el 12 de septiembre de 1919, Bullitt se expresó como sigue: «El prestigio adquirido por Lenin entre el pueblo ruso lo coloca en una situación de casi dictador. Ya circulan leyendas sobre él. Se le considera casi como un profeta. Sus retratos, generalmente acompañados del de Carlos Marx, se ven por todas partes. En Rusia no se oye jamás pronunciar juntos los nombres de Lenin y de Trotski como se acostumbra corrientemente en la Europa occidental. Lenin es considerado como único en su género, mientras que Trotski pertenece a un rango inferior.» (Cf. la antología La guerra civil en Siberia, publicada bajo la dirección de Alexeev, Moscú, 1927, t. IV, págs. 434-435). <<

40. En francés, On les fusille. (N. del T.)<<

41. La meticulosa lentitud con que Altman hacía su trabajo exasperaba a Lenin. Al cabo de cinco semanas, cuando por fin terminó, juró no volver a posar jamás ante nadie. Unos tres meses después, Lenin recibe un telegrama de Kamenev, que había sido enviado a Londres para tantear el terreno con vistas a un acuerdo comercial; éste le anuncia su regreso en compañía de una escultora inglesa —la propia prima de Winston Churchill—, la cual insiste en hacer un busto de Lenin. Este se preguntó si convenía enfadarse o reír, optó por la segunda solución y declaró: «Si viene desde tan lejos, no es cosa de echarla.» No tuvo motivo de queja. Mrs. Ciare Sheridan se mostró muy expeditiva y se conformó con dos sesiones solamente, cosa que agradó mucho a Lenin. Su estancia en Rusia le sirvió para hacer unos cuantos bustos de los principales dirigentes soviéticos y para escribir, en términos muy agradables, un libro que reproduce sus entrevistas con Lenin, las cuales no carecen de sabor, y en las que pagaba el pato, naturalmente, el «primo Winston».<<

42. En su ya citado informe, Bullitt escribe: «Cuando fui a ver a Lenin al Kremlin, tuve que esperar unos instantes mientras recibía a una delegación de campesinos. Habían oído decir en su aldea que Lenin pasaba privaciones de comida, y cubrieron centenares de leguas para llevarle 800 «pouds» de trigo como un regalo de su aldea. Precisamente antes que ellos se había presentado otra delegación de campesinos que se habían enterado de que Lenin trabajaba en un despacho sin calefacción; trajeron una pequeña estufa y una provisión de leña para tres meses. De todos los jefes, Lenin es el único que recibe tales regalos. Los transmite invariablemente a la cooperativa.»<<

43. Hay que disculpar a Lenin por haber interpretado a su manera el famoso apóstrofe de Bonaparte.<<

44. Las palabras de Lenin son citadas textualmente, según el acta taquigráfica del Congreso publicada en 1922.<<

45. Un periodista norteamericano, Max Eastman, admirador entusiasta, aunque un tanto molesto, de Trotski, consiguió, sin que se sepa cómo, una copia de ese documento y la publicó en el New York Herald, mediante una retribución más que adecuada y una parte de la cual, por lo demás, sirvió para sacar a flote a una publicación antiestalinista en Francia. Así fue como el dicho «testamento» se puso en circulación. En su libro Después de la muerte de Lenin, aparecido a principios de 1925, Eastman habla extensamente de ese documento, y siempre a favor de Trotski. Este se sintió tan molesto que creyó necesario insolidarizarse públicamente de apologista tan celoso. Hizo publicar en la revista Bolchevik una carta justificativa en la que decía, entre otras cosas: «Vladimir Ilich no ha dejado «testamento» alguno, y el propio carácter de sus relaciones con el partido excluye toda idea de «testamento». La prensa extranjera designa bajo ese nombre generalmente, deformándola hasta el punto de hacerla irreconocible, una de las cartas de Vladimir Ilich que contiene consejos de carácter organizativo. El XIII Congreso del partido la ha estudiado con la mayor atención... Todas las disertaciones sobre el pretendido escamoteo del «testamento» no son más que habladurías malévolas, contrarias a los verdaderos deseos de Vladimir Ilich y perjudiciales al interés del partido (fechado el 1.º de julio de 1925 y publicado en el núm. 16 del mismo año, págs. 67-70). Krupskaia, por su parte, había protestado en una larga carta dirigida a la redacción del Sunday Worker contra lo que llamaba «las fantasías de Max Eastman» (texto ruso, íd., págs. 71-73). En su libro sobre Stalin, Trotski evita hablar de esas dos cartas. Deutscher, el más reciente de los biógrafos de Stalin, tampoco las menciona.<<

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