Lenin

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La juventud de Lenin » Prólogo. Jean van Heijenoort

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PROLOGO[1]

JEAN VAN HEIJENOORT

Además de la correspondencia, constante y abundante, y los artículos y folletos dictados por la actualidad política, León Trotsky tenía siempre en preparación, durante su tercera emigración, un libro sobre el que trabajó durante meses o quizás años. En diciembre de 1932, a su regreso a Prinkipo, después de la conferencia de Copenhague, se planteó el problema de un nuevo libro. El último «gran» libro había sido La Historia de la Revolución Rusa, cuyas traducciones se han conocido recientemente. Por supuesto, las circunstancias no era favorables: la economía soviética atravesaba una crisis profunda, que había que estudiar; en Alemania, el peligro nazi se hacía cada vez más amenazante y, frente a Hitler, el PC [Partido Comunista] alemán seguía una política brutal, que había que criticar.

El horizonte se hizo cada vez más sombrío. El 5 de enero de 1933, Zinaida Volkova, la hija mayor de Trotsky se suicidaba en Berlín. El 30 de enero, Hindemburg nombraba a Hitler en el puesto de canciller del Reich. Se establecía entonces en Alemania una situación ambigua, que iba a durar algunas semanas: los nazis estaban dentro del gobierno pero los partidos políticos todavía existían. El 27 de febrero fue el incendio del Reichstag. En los días siguientes, los partidos políticos fueron barridos. El PC, con sus millones de adhérentes, no ofrecía ninguna resistencia.

En las semanas siguientes llegó la reacción política de Trotsky: el PC alemán no es reformable; hay que construir un nuevo partido revolucionario en Alemania; pero para los demás países, para la URSS en particular, hay que limitarse a la reforma de los PC. Ésta, sin embargo, sólo era una posición expectante. En julio de 1933, Trotsky abandonaba esta política de reforma de la Internacional Comunista y llamaba a la formación de una nueva internacional. Este cambio de política coincidía con un cambio en su vida personal. El 17 de julio dejaba Turquía para instalarse en Francia, cerca de Royan. Mientras que en Turquía la llegada de una visita era un acontecimiento que ocurría cada cuatro o seis meses, en la villa de Royan, durante ese verano de 1933, desfilaron continuamente los visitantes: miembros de los grupos trotskistas, dirigentes de grupos que no pertenecían ni a la II ni a la III Internacional, opositores dentro de estas dos internacionales. Transcurrían o pasaban largas horas discutiendo; no se podía escribir un libro en esas circunstancias. En septiembre, las cosas se tranquilizaron. La salud de Trotsky no era buena. En octubre hizo un viaje de descanso a los Pirineos cesando toda actividad política. El 1 de septiembre se recluyó en Barbizon. Su domicilio era desconocido para todos salvo para algunos colaboradores, y ya no recibió visitas.

El libro, cuya redacción Trotsky había pensado emprender a su regreso de Copenhague era una biografía de Marx y Engels. En esta obra había prestado una atención particular a las relaciones de estos dos hombres. La personalidad de Engels lo atraía mucho. El libro iba a llamarse La novela de una gran amistad. Durante la tormenta política de la primavera de 1933 no escribió nada. Hacia mediados de año empezó a pensar en un libro sobre el Ejército Rojo. Por supuesto, además de su experiencia personal, había sacado de Rusia frondosos documentos sobre el período de la guerra civil. A fines de agosto, después de la instalación en Francia, la obra que siempre pensaba encarar era el libro sobre el Ejército Rojo, y le describió su contenido a un agente literario norteamericano. El 7 de septiembre le escribe a este mismo agente literario que un agente literario inglés acaba de sugerirle que escriba un libro sobre Lenin, y él vaciló. Pero rápidamente tomó la decisión. Triunfó el libro sobre Lenin.

El 1 de noviembre de 1933 cuando Trotsky acababa de instalarse en Barbizon el proyecto estaba firmemente decidido. Se firmaron contratos con editores de diferentes países. Contaba con dedicarse un año entero a este trabajo. En la casa de Barbizon se acumulaban los materiales. Éstos, organizados por capítulos, encontraban su lugar en dossier marcados con una gran “L” rusa mayúscula con lápiz azul. El trabajo avanzaba regularmente. Pero en abril de 1934 en el gobierno de Sarraut, Trotsky tuvo que abandonar Barbizon, demasiado cercana a París. Después de varios meses de inestabilidad, en julio se instaló en Domène en Isère. No le faltaban preocupaciones políticas. Fue allí donde empezó a escribir la primer parte de ¿Adónde va Francia[2]? En diciembre de 1934, el asesinato de Kirov llamó la atención de Trotsky sobre los problemas internos de la URSS. Sin embargo, continuaba su trabajo del Lenin. En julio de 1935 se fue a Noruega y se instaló en Honefoss. Escribió 15 capítulos que Rieder publicó en 1936 con el título La juventud de Lenin. Los editores de los otros países prefirieron esperar para publicar toda la obra en un solo volumen.

En la primera mitad de 1936, la salud de Trotsky era mala y la actualidad política lo forzó a escribir varios artículos y a mantener una abundante correspondencia[3]. El trabajo sobre el Lenin se detuvo. En agosto tuvo lugar el primer Juicio de Moscú. Luego, el gobierno noruego confinó forzosamente a Trotsky y afines de año partió hacia México. Cuando se instaló en Coyoacán en enero de 1937, tuvo lugar el segundo Juicio de Moscú. Toda la primavera estuvo ocupado con los trabajos de la comisión Dewey. En julio de 1937, Trotsky retomó su Lenin, pero su trabajo fue pronto interrumpido por la partida de su dactilógrafa rusa.

Ante estos retrasos, el editor norteamericano (Doubleday Doran) perdió la paciencia y en la primavera de 1938 transfirió el contrato a otra editorial (Harpers), cuyo representante sugiere que Trotsky escriba primero un libro sobre Stalin. Trotsky aceptó y firmó un contrato por los dos libros: el de Stalin y el de Lenin, debiendo hacer en primer lugar el de Stalin. Trotsky consiente fácilmente este cambio ya que todos los materiales que había reunido sobre el movimiento socialista en Rusia hasta 1917 podían ser utilizados tanto para el Stalin como para el Lenin. Cuando Trotsky fue asesinado en agosto de 1940 dejó el Stalin sin terminar pero muy avanzado. Harpers lo publicó luego en traducción inglesa en 1941.

Trotsky nunca retomó el Lenin. Tenemos estos 15 capítulos terminados, los que contiene el presente volumen. Y luego hay en los archivos 150 dossiers («Lenin escritor», «Lenin como orador», «Lenin y la dialéctica[4]», etc.). Estos dossiers contienen extractos de libros, citas de periódicos, diversos documentos. Algunos tienen notas escritas por Trotsky, pero el total de estas notas sigue siendo bastante escaso. El método de trabajo de Trotsky era preparar y clasificar sus materiales de antemano, pero sin escribir nada, o casi nada, luego dedicarse a la obra capítulo por capítulo. Llevaba cada capítulo hasta su forma final antes de pasar al siguiente.

Ésta es la historia del libro que van a leer.

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