La Habana

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Día del ingeniero o un modelado sueño

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La ciudad muestra el orgullo de un pensamiento que se crea, que se hace creación, y de un crear centrado por el gobernario del hombre. Al levantarse frente al bosque o circulizarlo —cosas todas que se evocan el

día dedicado al ingeniero—, la ciudad no se redujo a entelequia ni se afianzó como palpable de la teoría de las ideas, cobró sensibilidad como un monstruo que se despereza y después es tripulado por el canto del gallo y por el sueño de las aves ligeras. Pues en realidad la ciudad expira y aspira, se aduerme, se hincha graciosamente en su asimilación, se demora por sus laberintos y reaparece con nuevas criaturas de rostro más complicado. Prolifera en erizos y torres frente al bosque; o se adentra en el mar, amigada con las arenas; muestra su limpidez en su verticalidad, afinación para penetrar en imperios más unificadores, o se va desenrollando en su barroca horizontalidad de acarreo, en el oleaje de sus inmensas y orgullosas súmulas, que al fin tienen que soportar un sentido, reducirse a un punto.

Desde las ciudades griegas, edificadas sobre lo que se ve, en las culturas del ojo, hasta las grandes ciudades que parecen levantadas sobre una visión memorable, sobre las infinitas variantes sinfónicas, allí está la plenitud humanista frente a las potencias innominadas, los organismos inferiores y el frío caos. Dentro de la ciudad, el molino y el horno, el pozo y los jardines, los canaletos y los subterráneos, las terrazas y las escalinatas, una inmensa dinastía de expresiones vivientes, de símbolos encarnados, crecen y respiran en un lentísimo misterio. De ahí que toda ciudad tenga la nostalgia de la Torre de Babel y de la Escala de Jacob, de una finitud sin cesar creciente y de un modelado sueño. Orgullo de la incesante edificación y humildad del total hundimiento, ciudades devoradas por los milenios y reconstruidas por las barbas de un rey asirio, por un relieve de cacería o por el asa de una jarra, dispuestas a renacer y a configurarse de nuevo.

11 de enero de 1950

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