Joy

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1975 » Capítulo 37. Junio 19, jueves

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Junio 19, jueves

¿A la señora le molestaba el humo? No, no: en absoluto, señor. ¿La señora no prefería que Denis bajara un poco la ventanilla del ómnibus?

Bueno, si el señor era tan amable…

¡Qué gentil, aquel señor! Era la tercera vez que se lo encontraba en esa semana. En veintidós años que ella llevaba viajando por Greyhound, de Miami a Homestead y de Homestead a Miami, nunca había encontrado un gentleman tan bien educado, tan cortés, con ese don de gentes.

¿Entonces el señor trabajaba para el Who’s Who? ¡Qué interesante! ¿Y cuál era su trabajo, en concreto?

El trabajo de aquel señor tan distinguido, con su bigotico a lo Adolphe Menjou, era entrevistar personalidades para tomarles los datos que interesaban a las publicaciones del Who’s Who. How interesting! Y la señora, ¿trabajaba en Homestead? Hacía más de veinte años que ella trabajaba en… No, no, no, no, que no lo dijera. Denis iba a adivinarlo. ¡A que no! ¡A que sí! Vamos a ver, vamos a ver… ¿La señora no era profesora de algún instituto? No, sir. ¿Tenía alguna relación con la literatura o la música? No, sir; pero ambas cosas la fascinaban. Hacía poco había leído un libro fascinating de un señor Erasmo de Ámsterdam que se llamaba El elogio de la locura. ¡Algo de lo más novedoso! Bueno, que el señor siguiera adivinando. Well, well, vamos a ver… Él hubiera jurado que aquella señora tan… tan suave, tan fina… Thank you! Debía de trabajar en algo relacionado con el arte, con las bellas letras. ¡Nada de eso! ¿El señor se daba por vencido? Sí, se daba por vencido: que ella dijera en qué trabajaba. La señora Blake era secretaria jefe de la oficina de personal de la Homestead Citrus Inc.

How interesting!!! Entonces quizá Mrs. Blake pudiese ayudarlo en su trabajo para el Who’s Who

¿Ella? ¡Encantada! ¿Y cómo?

Muy sencillo; pero ya hablarían de eso. ¿La señora Blake tenía inconveniente en que él la invitara a cenar esa noche en Miami?

Not at all. ¡Con mucho gusto! Y a propósito, Mr.

Haigh, Alfred Haigh, pero ella podía llamarlo Fred, si quería.

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