Inferno

Inferno


Capítulo 33

Página 38 de 112

33

En lo más profundo de las entrañas del Mendacium, el facilitador Knowlton permanecía sentado a solas en su cubículo e intentaba en vano concentrarse en su trabajo. Presa de la inquietud, durante la última hora había estado analizando el contenido del video. El soliloquio de nueve minutos oscilaba entre la genialidad y la locura.

Knowlton avanzó la cinta a velocidad rápida en busca de alguna pista que se hubiera podido pasar por alto. Volvió a ver la placa sumergida y la bolsa suspendida con el turbio líquido amarillo pardusco en su interior hasta que llegó al momento en el que aparecía la sombra de nariz picuda; una silueta deformada que se proyectaba en la húmeda pared de la caverna iluminada por una tenue luz roja.

Knowlton volvió a escuchar la voz apagada e intentó descifrar su elaborado lenguaje. A mitad del discurso, la sombra de la pared se hacía más grande y el sonido de la voz se intensificaba.

¡El infierno de Dante no es ficción, es una profecía!

Miserable sufrimiento. Horrenda desgracia. Este es el paisaje del mañana.

Sin control, la humanidad se comporta como una plaga, un cáncer. Con cada nueva generación, la población ha ido en aumento, hasta que los bienes terrenales que antaño alimentaron nuestra virtud y nuestra fraternidad han quedado reducidos a nada. Han provocado que salga a la luz el monstruo que habita en nuestro interior y que luchemos a muerte para alimentar a nuestros hijos.

Este es el infierno de nueve círculos de Dante.

Esto es lo que nos aguarda.

El futuro se yergue amenazante ante nosotros, alimentado por las inflexibles matemáticas de Malthus. Estamos en el borde del primer círculo, a punto de caer más rápido de lo que hubiéramos imaginado.

Knowlton detuvo el video. «¿Las matemáticas de Malthus?». Buscó en internet y rápidamente encontró información sobre el prominente matemático y demógrafo inglés del siglo XIX Thomas Robert Malthus, célebre por su predicción de un eventual colapso global debido a la superpoblación.

Para alarma de Knowlton, la información de Malthus incluía un angustioso pasaje de su libro Ensayo sobre el principio de la población.

El poder de la población es tan superior al poder de la Tierra para producir subsistencia, que la muerte prematura deberá de un modo u otro visitar a la raza humana. Los vicios de la humanidad son ministros de despoblación activos y capaces. Son los precursores del gran ejército de la destrucción; y a menudo terminan el atroz trabajo ellos mismos. En caso de que no concluyan esta guerra de exterminio, estaciones enfermizas, epidemias, pestilencia y plaga asolarán la Tierra y eliminarán a miles y a decenas de miles. En caso de que su éxito sea aún incompleto, una gigantesca e inevitable hambruna vendrá detrás y, con un poderoso golpe, nivelará la población con la comida disponible en el mundo.

Con el corazón latiéndole con fuerza, Knowlton volvió a mirar la imagen en pausa de la sombra picuda.

«Sin control, la humanidad se comporta como un cáncer».

«Sin control». A Knowlton no le gustaba cómo sonaba eso.

Con el dedo tembloroso, reanudó la reproducción del video.

La voz apagada prosiguió su discurso.

No hacer nada es dar la bienvenida al infierno de Dante, un asfixiante y estéril maremágnum de Pecado.

Así pues, he decidido tomar medidas drásticas.

Algunos se sentirán horrorizados, pero toda salvación tiene su precio.

Algún día, el mundo comprenderá la belleza de mi sacrificio.

Pues yo soy la salvación para ustedes.

Yo soy la Sombra.

Yo soy la puerta de acceso a la edad Posthumana.

Ir a la siguiente página

Report Page