Hola

Hola

Asier Barrasa

Esta es la historia la historia de un chico tímido que escomdia mucho más de lo que mostraba, y que sentía más de lo que la gente imaginaba. La historia de un chico al que le gustaban los abrazos largos y los besos lentos, y que con el tiempo había aprendido a valorar las sonrisas casi más que los besos.


La historia de un chico que siempre vestía pantalones cortos y nunca tenía frio, y al que nunca le había importado lo más mínimo lo que pensarán de el. Ya fuera porque estaba gordo, o porque era malisimo en los deportes que hacía, el era feliz, y hacia, o al menos así lo sentía que los demás también fueran un poco más felices.


La historia de un chico inocente, al que sus padres le habían enseñado a que había que hacer lo que te gustaría que te hicieran, y parece que funcionó, a lo largo de los años, devolvió, móviles, carteras con dinero, gafas de sol, e incluso ese cromo que me faltaba para acabar la colección que se le había caído al niño de enfrente.


Un chico, que siempre se movió por impulsos, y que solo lucho por lo que de verdad le movía por dentro. Cuando algo se me metía en la cabeza trabajaba en ello fuese al precio que fuese, no importaba que fuesen la 1 de la mañana y lloviese si ese día tocaba salir a correr, o hacerse 10 km corriendo para tener una excusa para ver a aquella chica.


Esta es su historia. La historia de un chico tímido, que dejó pasar centenares de oportunidades por su timidez y de las que aún se arrepiente. 


La historia de un chico que lleva haciendo deporte desde los 9 años, y aunque siempre fuese el más lento, el chico con menos puntería, o el que menos fuerza tenía del equipo, siempre se dejaba el 100% entrenando 


(Recuerdo con especial cariño a mi entrenador de KickBoxing, un chico que me presiono hasta lo que yo pensaba que eran mis límites, y resulta que no era más que el principio. Recuerdo estar entrenando, cuando aún llevaba solo un par de semanas, en un combate con un chico, recuerdo estar contra la pared, y recibir golpes, en la cara, en la tripa, dolor, impotencia, le dije que quería parar y me dijo que no, me miro y me dijo que aquí no había tiempos muertos, ni un botón para volver a empezar, recuerdo la ira, el querer tirar los guantes, y zas, un golpe en el hígado, recuerdo caer al suelo llorando de impotencia... Aquel día algo cambió en mi


La historia de un chico para el que su familia lo fue todo hasta que algo cambió y nada volvió a ser igual, aunque nunca había tenido demasiada relación con sus abuelos, la muerte de su abuela, la discusión con su abuelo (el amenazó con un cuchillo a mi padre) y las operaciones de mi padre, le quitaron un cacho de intestino 64 grapas en el pecho, y un sixtuple(6) baipases a la vez, en una sola operación de más de 7 horas , cambiaron a mi madre para siempre, depresiones, automedicacion, gritos, amenazas, siento que pude hacer mucho más para que mi madre no estuviera así, pero ella no quiso contarme nada de lo que pasó... 

Report Page