Henry
AGRADECIMIENTOS
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AGRADECIMIENTOS
La parte más difícil del libro... Quisiera agradecer a tanta gente, que me daría para muchas páginas.
Lo primero, a mis lector@s, a todos aquellos que confiaron en mí con Helena. A aquellos que le pusieron entusiasmo, y me animaron a escribir esta segunda parte. Gracias por todas vuestras muestras de cariño y comentarios.
A mis padres, por el apoyo que siempre me dan en todo lo que hago.
A mi bisabuela María. A la que siempre recordaré con cariño en su silla, haciendo ganchillo.
A mi peña de siempre, La Tentación. Somos grandes, somos eternos, somos polvo de estrellas. Os quiero.
A la persona que me acompaña en mis fricadas sin rechistar, a mi cari Ester. Gracias por prestarme el nombre de tu ratona.
De nuevo a Rocío, Ro y Vero, por aguantar esta vez el leer a trozos a Henry.
A los guapos y guapas que han inspirado esta vez este libro: Emily, Una, Frankie, Max, Hayley, Emma, Blanca, Joseph. Y a Henry Cavill. Te merecías uno para ti solo, y no solo por tu cara bonita, sino por el esfuerzo y tesón que pones en todo lo que haces. Por eso, más que por nada, es por lo que te admiro.
Y a todos los que están a punto de emprender El viaje de H II. Disfrutadlo.
Gracias a todos.
—¿Se puede saber por qué has entrado sin Helena?
Colin no me mira a los ojos, está nervioso. Le agarro del brazo.
—Colin, ¿dónde está Helena?
—Está... ella está afuera.
Sigo sin entender qué coño pasa.
—¿Y por qué no entra?
—Me pidió diez minutos, Henry. Tú solo espera.
—¡Y una mierda! Ya han pasado más de diez minutos.
Me doy la vuelta y echo a correr hacia la puerta ante la mirada atónita de los invitados. Salgo de la iglesia y mi mundo se detiene por un momento...
—¿Helena?
No puedo creer lo que estoy viendo. Ella me mira y contiene el aliento.
—¿Qué hace él...aquí?
Le señalo con el dedo. A él. Helena se levanta y le da la mano a una niña pequeña que está con ellos. ¿Quién es?
—Ve con Alex, Nora.
—¿Vendrás...?
—Nora, ven aquí.
La niña se acerca a él, se coloca detrás y se agarra a su pierna.
—Llévatela de aquí, por favor.
¿Pero se puede saber qué es esto?
—Helena... ¿se puede saber qué coño hace él aquí?
Helena se da la vuelta y me mira con los ojos brillantes llenos de lágrimas contenidas.
—Henry, yo...no puedo...
—¿Qué no puedes qué?
Cierra los ojos y da un traspié. Él se me adelanta y la sujeta entre sus brazos. Le susurra algo pero no puedo oírlo. Siento como la rabia crece dentro de mí y me pide a gritos que le golpee hasta dejarle sin sentido.
—Suéltala ahora mismo.
Helena se incorpora y sigue sin decir nada. Solo me mira con esa mirada rebosante de lágrimas.
—Helena, ¿quieres hacer el favor de explicarme qué es todo esto?
—Alex, por favor. Llévate a Nora de aquí.
Él coge a la niña y se la lleva. Helena se acerca a mí.
—Yo...no puedo casarme contigo.
—¡¿Cómo dices?!
—Lo siento Henry, lo siento por no haberme dado cuenta antes, creía que mi corazón siempre sería tuyo y que jamás querría a otro como te quise a ti. Pero me equivoqué.
Me quedo sin aire. ¿Qué está diciendo?
—¿Pero qué estás diciendo?
—Escúchame, por favor. He estado luchando inconscientemente conmigo misma, creyendo que siempre serías tú...pero mi corazón supo querer a Alex incluso antes de que yo me diera cuenta. Pensaba que esa lucha con tus recuerdos eran señales del destino para volver contigo. Y ahora me doy cuenta de que lo único que significaban es que tenía que dejar nuestra historia atrás por fin, y seguir avanzando.
Esto no me puede estar pasando. No, por favor. Que sea una pesadilla y me despierte, por favor, por favor...
—Helena, no puedes estar hablando en serio...
—Henry se puede engañar a la mente, pero nunca, nunca, al corazón. No puedo casarme contigo, lo siento.
Se da la vuelta y se va. Con él.
—Helena... ¡Helena...!