Hard

Hard


Capítulo Diecisiete

Página 35 de 43

Después de dos días de decoración, el hotel se veía muy festivo, y aunque varios de los huéspedes miraban por la ventana de su habitación con curiosidad, el evento fue lo más privado posible, un ambiente familiar y de tranquilidad que Jeremy nunca hubiera conseguido. En otros años, había hecho de todo menos poner un pavo sobre la mesa y dar las gracias por algo, aquello consistía en enormes fiestas en clubes, con estríperes para todos, bebidas y sexo, obligándolo a confinarse en una habitación mientras se metía un pase de coca al rechazar cualquier contacto.

Sacudiéndose de esos pensamientos, atrajo a Davina un poco más contra sí.

—Creo que puedo tomar la tradición del viejo beso por ahora, ¿qué dices?

—Sí, eso suena bien para mí —respondió Davi con una sonrisa. Derek movió la mano hacia la parte posterior de su cuello para atraerla aún más contra él, y luego deslizó la lengua en su boca robándole un pequeño gemido...

—¡Consíganse un cuarto! —gritó Caden—. O solo suban a su habitación.

Los labios de Davina sonrieron contra los suyos. Derek le dio otro suave beso, mientras lanzaba el dedo medio contra el baterista.

—Tal vez deberíamos abandonar la cena y hacerle caso a Caden.

—No podemos hacer eso —negó—, quiero ver a tu mamá.

Sí, él también quería verla. Además, la fiesta rápidamente se estaba llenando, toda la banda ya estaba aquí, así como la familia de Caden, Vincent y Rachel venían justo detrás de ellos, lástima que estaba seguro de que la familia de Ethan no vendría. Suspirando atrajo a Davina, pensando que esa era la otra cosa maravillosa que tenía ella y no era capaz de darse cuenta. No era una simple figura decorativa, sino alguien útil, era una diseñadora nata, y siempre se mostraba feliz de poder ayudar, sin duda dejando como resultado la increíble decoración del lugar, así como la presencia de todas las personas importantes en su vida.

—¿Esa es tu hermana? —preguntó una muy curiosa Davina a Caden.

—¿Es hermosa, no?, claro, nunca como yo, pero es bueno que haga su lucha.

—Ojala que Santa te traiga algo de modestia este año —comentó Davi, riéndose.

—Si no me trae más grosor, mejor que se largue con su trineo a otro lado.

—Caden, nadie preguntó por tus deficiencias —dijo Ethan, haciendo una mueca.

—No tengo una sola deficiencia, imbécil, solo quiero dejar a todas con una marca especial mía, mi increíble grosor como mi propio tatuaje personal.

—Hola, Amber —saludó Ethan, dejando de lado a todos, su voz sonando ronca y más áspera de lo normal. De pronto la mano de Caden voló muy rápido sobre la cabeza de Ethan, golpeándolo con una fuerza que por poco lo desnuca.

—¡Caden! —chilló su hermana.

—¿Qué? —Caden fingió inocencia, pero su hermana estaba furiosa.

—Entiende de una buena vez que no eres mi padre.

Caden la ignoró, y mientras esos dos peleaban, Derek sujetó la mano de Davina y le dio un suave beso a sus nudillos antes de pedirle que se levantaran, era hora de saludar a su mamá.

Davina casi dio saltos hacia Rachel, su alegría ante la perspectiva de la cena y la convivencia era contagiosa.

Literalmente sentía un calor dentro de sus huesos, como si su felicidad sostuviese una cuerda entre sus corazones, magnificándose dentro de su propia carne. Infiernos, todo lo que tenía que hacer era pensar en ella gritando mientras quemaba la comida, o en el sonido de su voz toda entusiasmada por fotografías, y estaba en paz.

 

Ir a la siguiente página

Report Page