Hard

Hard


Capítulo Dieciocho

Página 37 de 43

Ese era Derek en todo su esplendor, tosco y sin sutilezas. Y lo peor, él realmente no había superado nada de este asunto, incluso aunque ya hubiesen pasado la etapa de la castidad. Y saber que Ellen estaría siempre entre ellos como un fantasma, la heló peor que el frío de San Francisco en noviembre, y la única palabra que se le venía a la mente, era que se sentía estancada. Diablos, y ahora más que nunca tenía que encontrar a Nick.

Totalmente molesto consigo mismo y con todos los demás en el planeta, Derek salió de la jodida reunión familiar. El aire frío del otoño despertó todos sus sentidos. Y fue curioso que justo en ese lugar sin sentido, se diera cuenta de que la verdadera locura no era hablarle a fantasmas, o irse a drogar cada mañana, o destrozar una habitación de hotel antes de salir. No le estaba volviendo loco el hecho de no poder brindar por el día de Acción de Gracias, o que Davina fuera tan malditamente intrusiva. La verdadera locura era que se sentía con un pie en la realidad y el otro en su maldito lodo de mierda interna, sintiendo el antiguo sentimiento de estar perdiéndose en la nada.

No podía volver a caer en ese maldito hoyo negro, una vez que lo succionaba, era casi imposible volver a la superficie. Sintiéndose un imbécil, Derek se dirigió al cuarto donde guardarían su equipo. Una vez dentro, pudo escuchar el ritmo del bajo de la música, incluso con la puerta cerrada, permaneció allí, tratando de calmarse, pero cuando de pronto la puerta se abrió, todos sus músculos se tensaron. Los que lo conocían sabían que durante las siguientes tres u ocho horas iban a tener que andarse con cuidado con ese humor de perros que traía, y realmente no podía lidiar con más problemas alrededor…

—Hermano, eres un idiota impulsivo, eso lo sé, ¿pero andar jurando y golpeando cosas mientras limpias a las tres de la madrugada?

¿Había pasado tanto jodido tiempo desde que se fue?, ¿y por qué Davina no había venido a buscarlo?

Quizás esta vez sí se había hartado de su mierda, ¿quién querría pasar tanto tiempo con un inepto como él, teniendo a otro hombre que pudiera mantenerla con una sonrisa? No era ciego, la había visto con Nick, los había visto a lo largo de toda la gira coqueteando, sonriéndose, y el puro pensamiento de haberla lanzado a los brazos de otro hombre, lo dejó helado.

 

Ir a la siguiente página

Report Page