Absurdo

Absurdo

Carlos Saito

Identifico que la semana pasada he estado con estrés y creo que algo de ansiedad. En general, lo que tenía era malestar, infelicidad y desilusión.

Tenía dudas en los que casi de manera desesperada estaba buscando la felicidad. Días en los que podría decir que me refugié un poco en mi zona de confort.

Ayer sábado mi amigo Quique, que estudia conmigo en Madrid y que está haciendo el Erasmus en Estocolmo, vino a visitarme a Uppsala. Fuimos a una fiesta en un corridor.

A esa fiesta me invitó Carmen, una chica con la que como en Ångström casi todos los días. Conmigo fueron Quique y dos personas de mi corridor, Brady y Celia.

Brady y Celia son gente genial, en seguida se hicieron amigos de Carmen y las otras personas con las que suelo comer en Ångström: Paz, Fausto y Jesús. También de las amigas de Carmen.

Más tarde aparecieron las personas con las que quedo normalmente cuando voy a un pub u organizamos un viaje: Zbyña, Jordan, Julie, Daan (con sus dos primos que vinieron a visitarle) y Yusuke. También les cayeron muy bien a Brady, a Celia y a los chicos de Ångström. Celia pudo hablar holandés con Daan y sus primos; y Brady hizo migas con Yusuke; Quique, con su habilidad de dibujar de repente se convirtió en el centro de atención de la fiesta.


Estos días he estado apoyándome en mis mejores amigos de la uni en Madrid: los Danis e Irene; en los amigos a los que les cuento todo: Laura y Elliot. Y el sábado vi la gente genial de la que me rodeo en Uppsala: los de Ångström, los de mi corridor, mis amigos de mi grupo internacional random. Todos ellos gente genial.

De repente, me di cuenta de que era feliz. Sigo riéndome de lo tonto que fui.

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