Green

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Notas

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1 Cfr., entre otros, G. H. O’Hara, Chimpanzees and Ethology, Aldine Publishing Company, Chicago, 1969; en especial, pp. 162 y ss. Ello no obstante, sería injusto no reconocer los esfuerzos de toda una pléyade de científicos, tales como Gardner, Premack, Rumbaugh y Fouts, a cuyos aciertos (y también errores) estaré eternamente agradecido.<<

2 Considero de lectura inaplazable para el profano su libro My friends the wild chimpanzees, National Geographic Society, Washington, 1967. (Hay versión española: Mis amigos los chimpancés, Noguer, S. A., Barcelona, 1973.)<<

3 W. S. Burch y T. Kinugasa, «Primate language», en Primate Review, Universidad de Kioto, 1976.<<

4 Op. cit., Ap. I, A., p. 64 y 88.<<

5 Cito por la versión española de la Biblioteca Textos Píos, Pamplona, 1993; § IV, 3, 2.<<

6 Un glosario de estos términos está incorporado como anexo a la obra ya citada, Una introducción al lenguaje de los simios.<<

7 Probablemente, Green se refiere a Oswaldo H. Marconi, primatólogo de la Universidad de Montevideo, tachado de visionario por buena parte de sus colegas y sin obra publicada que haya alcanzado el interés de la comunidad científica. De Marconi tenemos referencias por terceros. Llegó a Etiopía en 1950 y, tras instalarse en el Congo belga, su rastro desaparece cerca de Boende, en la confluencia de los ríos Tshuapa y Lomela, en agosto de 1960, con ocasión de las revueltas organizadas desde la Union Minière du Haut-Katanga contra Patricio Lumumba. Un informe completo sobre los últimos días de Oswaldo H. Marconi fue remitido por nosotros a las autoridades uruguayas con el fin de aportar pistas que coadyuvaran a la localización del científico, tal vez asesinado por mercenarios sudafricanos. Sin embargo, esta aportación fue desdeñada sin más trámites cuando nos vimos obligados a revelar nuestra fuente de información. (Nota de M. G. R.).<<

8 Por lo que pudimos investigar, tampoco su primer preceptor asignó a Green un nombre propio. Oswaldo H. Marconi tenía escrito que nunca se deben nombrar a los seres que se aman, porque esta es una manera de apropiarse de ellos. El primatólogo uruguayo quería vivir entre seres libres y por eso, seguramente, negó a nuestro protagonista el atributo que, aquí, este echa en falta. No sacaremos consecuencias de tan radical opinión de Marconi, ejercicio que a buen seguro hará el lector atento cuando haya acabado con las presentes páginas. (Nota de M. G. R.)<<

9 Nombres literales que Green repitió en varias sesiones de trabajo. Nosotros fuimos los primeros en sorprendernos. (Nota de M. G. R.).<<

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