Ginger

Ginger


¡Te besó!

Página 24 de 46

—CAPÍTULO 22—

¡Te besó!

Punto de vista de Theo

Mi hermana salió del auto para sentarse en donde segundos antes había estado Ginger mientras la ya mencionada, entraba a su casa. Por mi mente lo único que pasaba eran las siguientes palabras: «La besé, la besé, la besé. Bueno, ¡ella me besó! ¡Nos besamos!». No lo dije en su momento porque Alai y Jake me distrajeron, pero luego de haber caído en la cuenta de lo que sucedió, no podía creerlo.

—Así que besitos con Huffy, eh. —Mi hermana picó mi cadera con una sonrisilla boba, yo me reí porque me hacía cosquillas. Además, por alguna razón, no podía dejar de sonreír y sentí que el rostro se me entumecía. Ginger al fin había cerrado la puerta luego de despedirse con la mano. Así que encendí el auto y nos fuimos.

—Aún estoy familiarizándome con la idea de lo que pasó con Jake, así que déjame aquí tranquilo. —Giré a verla, y luego volví la vista a la calle.

—¿Le presentaremos a Abby? —preguntó evitando lo anterior.

—Todavía no.

—¿Por qué? —siguió con interrogatorio y yo bufé.

—Porque no está aquí. —Mi hermana se quedó callada unos segundos, pero yo sabía que tenía esa sonrisa traviesa que me metía en aprietos siempre.

—Eso quiere decir que cuando Abby esté aquí, ¿se la vas a presentar?

—Tal vez —fue lo único que contesté, pensé que la conversación quedaría ahí, pero cómo podía creer eso si era Alai Collins de quien hablaba.

—Lo importante aquí es saber si le gustas —dijo de pronto. Suspiré suavizando el entrecejo y sonreí un poco.

—Yo no sé... La verdad, espero que sí.

—¡Te besó! —soltó un grito ahogado y negué mientras me reía. Tal vez por fin empezaba a gustarle a Ginger Huff.

Mi hermana tuvo todo el regreso a casa para molestarme a gusto, y eso hizo. Entre risas y música, llegamos a casa y mi madre nos estaba esperando. Dijo que Nate y Abby necesitaban decirnos algo, así que ni cortos ni perezosos, nos reunimos y pusimos mi portátil frente a nosotros para iniciar la videollamada. No pasaron treinta segundos y ya nos habían soltado la bomba.

—¿Que ustedes qué? —pregunté alzando la voz. No podía ser.

—¡No grites, Gordito! —me retó mamá. No podía tomarla en serio si me llamaba así. Nate se rio, provocando que Abby lo mire de forma desaprobatoria.

—Ya, perdón. —Nate se echó a reír de nuevo y aclaró la garganta—. A ver, no entiendo, Theo. Dijiste que no les costaba cuidar a James y Sky. ¿Por qué ahora te sorprende?

—Sí, sí. No es eso, lo que pasa es que... —Miré a mamá y suspiré porque ellos no sabían lo que implicaba tener que cuidarlos—. No me molesta.

—¿Entonces está bien si dejamos a Sky y James la próxima semana? —preguntó Nate mientras cargaba a la niña.

—Lamento que haya sido todo tan rápido, Gordito. Pero ha salido un nuevo contrato en París y no podemos desaprovecharlo. Además, si no vamos, Zoe querrá estar a cargo del proyecto... —Abby rio negando. Me parece suficiente el dejarla con el hotel por ahora.

—Sí. No hay problema. Porque se van a portar bien, ¿verdad, liliputienses? —Entrecerré los ojos con dirección a mis sobrinos y ellos rieron asintiendo.

—¡Sí! —gritó Alai aplaudiendo y me abrazó—. ¡Bebés, nos vemos en una semana! —Ella estaba emocionada.

—Gracias por el apoyo, familia. —Nate se veía cansado, pero aún así nos dedicó una de sus sonrisas.

—No hay de qué, bebito. Sabes que estamos para ayudar siempre —mencionó mamá poniendo su mano en la pantalla de mi computadora.

La despedida llegó poco después, así que me quedé con mamá y mi hermana viendo televisión, tampoco tenía mucho que hacer.

Cuando mi teléfono sonó, estuve a punto de ignorarlo, pero fue ver de quién se trataba y me senté bien el sofá para leerla.

Huffy

Hola, Gordito (jeje). No sé a dónde planeas ir mañana, pero mamá dijo que sí. Digamos que ya me había dado permiso por adelantado, pero pregunté por pura formalidad.

23:34

Ex Bicho

Me parece perfecto, Huffy. Te paso a buscar a las 10:00 am

23:35

Huffy

¡¿Estás loco?! ¿Tú quieres que me levante a diez de la madrugada?

23:35

Ex Bicho

Sí, perezosa :) Es el horario perfecto.

23:36

Huffy

Bueeeeno... ¡Lo haré! Iré a dormir justo ahora. Así que buenas noches.

23:36

Ex Bicho

Buenas noches, Huffy. Que duermas bien. Nos vemos mañana :D

23:36

—¡Theo! —me retó mamá y golpeó mi brazo para llamar mi atención. Hice un sonido parecido a un «¿Hum?» para que supiese que la escuchaba y rodó los ojos—. Te pregunté si tienes algo que hacer mañana...

—Sí, saldré con una amiga —afirmé sin dar mucho detalle, si mencionaba a Ginger, empezaría a molestarme recordándome lo lento que era.

—Hum, entonces lo olvidaste. —Asintió mirando a otro lado y yo entrecerré los ojos. ¿Su cumpleaños? No podía ser.

—¿Olvidar qué? —pregunté confundido, ya se me habían agotado las opciones.

—Mañana es el cumpleaños de Peyton —explicó moviendo las manos y yo mantuve mi rostro en completa confusión.

—¿Y Peyton es...? —le pregunté esperando su respuesta.

—Oh, vamos, Gordito. Peyton es la hija de Eva, ustedes confirmaron su asistencia el lunes —dijo refiriéndose a mí y a mi hermana.

—Oh, rayos, sí. Lo había olvidado —me lamenté tocando mi frente.

—Yo no lo olvidé —comentó Alai mirando la televisión—. Simplemente lo borré de mi agenda cerebral.

—¡Alai! —mamá la retó y mi hermana giró a verla de la manera más dramática del mundo.

—Mamá, ¡ella me odia! —se quejó, Chloe asintió.

—Y a mí me acosa. —Me estremecí al recordarla, le quité el control a mamá de la mano y empecé a cambiar de canal.

—Chicos, yo sé que Peyton es un poco fastidiosa. Pero necesito que hagan un esfuerzo, Eva no quiere ceder con el contrato. Si no firma, no podré contar con su marca de ropa esta temporada y ella ama ver a mis dos hijitos. —Sacó el labio inferior tratando de convencernos.

—¡Mamá! —nos quejamos en unísono. Ella resopló.

—¿No puedes decirle a tu amiga que saldrán otro día? Lamento molestarlos, pero de verdad necesito su ayuda... —suspiró y acarició nuestras cabezas—. ¿Por favor?

—Hum... ¿Y si llevo a mi amiga? —pregunté, tal vez sería un día más ameno si iba con Ginger—. ¿Puedo?

—Bueno, depende, ¿de qué amiga estás hablando? —Mamá me miró curiosa y yo supe lo que venía.

—Ginger —murmuré tapándome la boca.

—¿Qué? —preguntó.

—Ginger —susurré y mamá separó mi mano de mi cara.

—¿Qué dijiste? —Se acercó más a mí.

—¡Ginger, mamá! ¡Ginger!

—La verdad es que te oí la primera vez. —Se rio quitándome el control y dejándolo en un aburrido canal de moda.

—¿Puede ir? —pregunté rodando los ojos, ella asintió sin pensarlo.

—Por supuesto que puede ir.

Sonrió. Esa enorme sonrisa que traía problemas y lo único que me hacía querer decir era «galleta». Cuando esa señora sonreía así, es porque algo traía entre manos.

Ya solo me quedaba pensar cómo rayos iba a huir de Peyton, pasar tiempo con Ginger y morir acosado en el intento.

Ir a la siguiente página

Report Page