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Capítulo 2:// Operación exorcista

Reuters.com

Asesinatos de alto standing conmocionan a la comunidad financiera. Los ataques que han dejado docenas de ejecutivos financieros muertos por todo el mundo han sacudido el exclusivo club de los multimillonarios. Los servicios de seguridad en Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y China han ocultado los detalles de los sesenta y un asesinatos casi simultáneos que parecen formar parte de una campaña coordinada que recuerda la matanza de spammers del año pasado.

Nadie ha reivindicado la responsabilidad de los ataques. Sin embargo, los asesinatos recalcan el creciente resentimiento hacia los desorbitados sueldos de los ejecutivos en medio de un desempleo galopante.

El vídeo de vigilancia mostraba a un hombre gritando mientras una motocicleta robótica que empuñaba espadas gemelas lo cortaba en pedazos.

Una voz habló en la oscuridad.

—¿Quién era?

—Anthony Hollis. Dirigía un fondo especulativo de mucho éxito.

—¿Ha aparecido su nombre en las noticias?

—Sí. Montones de detractores en la prensa de negocios. Cuatrocientas seis menciones negativas solamente el año pasado. —Una pausa—. ¿Cree que la botnet[1] del daemon está detrás de todo esto?

—Vuelva a reproducirlo. Despacio.

El vídeo se reprodujo a cámara lenta, fotograma a fotograma. Una motocicleta cubierta de cuchillas gemelas avanzó hacia un hombre acorralado. La imagen se detuvo, luego se amplió. Con movimiento borroso, la pantalla se detuvo en mitad del gesto, una espada alzada hacia el cuello del hombre mientras los láseres giratorios del faro de la motocicleta iluminaban su rostro aterrorizado.

—Vehículo sin tripulante. Como si fuera una especie de drone Predator de tierra. Los operativos del daemon los llaman «pecaríes». El mismo tipo que la doctora Philips describió en su informe sobre el ataque al Edificio Veintinueve.

—¿Así que el daemon ahora se dedica a la lucha de clases?

—No lo creo. Todas estas personas se dedicaban a un tipo concreto de actividad financiera.

—Sobol dijo que su daemon «eliminaría a los parásitos del sistema». ¿Podría haber considerado a Hollis y los demás unos parásitos?

Una tercera voz se unió a la discusión.

—Con el debido respeto, estas muertes son sólo una distracción respecto al problema real.

—Tal vez, pero revelan algo importante sobre el propósito del daemon. Enciendan las luces, por favor.

La habitación se iluminó de repente, revelando las cabezas de los miembros del Servicio de Inteligencia estadounidense sentados en torno a una mesa circular en el Edificio OPS-2B del cuartel general de la Agencia de Seguridad Nacional. Todos los presentes tenían delante una placa identificativa: NSA, CIA, FBI, DARPA,[2] DIA, además de varios visitantes de sectores de inteligencia y seguridad privadas; ejecutivos con traje de chaqueta de Computer Systems Corporation (CSC), sus subsidiarias (EndoCorp y Korr Military Solutions), y un directivo del lobby Byers, Carroll y Marquist (BCM).

Su anfitrión escrutó la sala.

NSA: El difunto Matthew Sobol creó su daemon como virus informático lector de noticias. Se activó hace dos años con la aparición del obituario de Sobol en las noticias online, y desde entonces se ha esparcido por el mundo, absorbiendo capital de anfitriones corporativos para mantener una red de operativos humanos que lo distribuyan y lo protejan. Ya ha usado a esos operativos para destruir los datos y las cintas de seguridad de compañías que intentan eliminarlo. La cuestión es: ¿cómo matamos al daemon sin precipitar un «día del juicio final digital»?

DIA: Ése es el dilema. Si actuamos, el daemon reaccionará y destruirá las redes corporativas que ha infectado.

DARPA: Pero no podemos no hacer nada. Sigue lanzando ataques, como hizo contra la Fuerza de Asalto Daemon en el Edificio Veintinueve y esos asesinatos recientes.

NSA: Ya han muerto miles de personas en todo el mundo: docenas de agentes federales. Y tengo que preguntarme cómo un programa con la inteligencia de un gusano consiguió hacernos esto. La búsqueda de eficacia del mercado libre ha vuelto vulnerable nuestra infraestructura.

BCM: No podemos aceptar que el mercado funcione ineficazmente. La eficiencia es lo que hace posible la vida moderna.

NSA: Sí, pero tal vez tengamos que poner más énfasis en la resistencia.

CSC (señalando la pantalla): ¿Por qué? ¿Porque unas cuantas personas han muerto? Estas máquinas no son significativas militarmente. Son muñecos glorificados.

NSA: Hablaba más bien desde el punto de vista de la seguridad en la red, pero esos pecaríes se están convirtiendo también en un serio problema de relaciones públicas. Ha habido testigos que han visto a estas máquinas surcar de noche las carreteras. La gente está subiendo vídeos a la red.

BCM: Somos conscientes de la existencia de esos vídeos, y estamos tomando medidas para minimizar su impacto público.

NSA: Mi argumento es que pronto no tendremos más remedio que hacer pública la existencia del daemon.

BCM: Eso será difícil, señor director… sobre todo después de habernos tomado tantas molestias para convencer al público de que el daemon era un rumor falso. ¿Cómo explicaría haber ejecutado a Peter Sebeck por un crimen que nunca sucedió?

FBI: Eso no fue cosa nuestra.

BCM: Da igual. Si se corre la voz de que el daemon tomó el control de miles de redes corporativas, causaría el pánico en la Bolsa.

CSC: Señor director, podemos asegurarle que ninguno de estos vídeos sobre los pecaríes será creíble si aparece en las noticias generalistas.

NSA: Pero están siendo compartidos por Internet. Millones de personas los han visto ya.

EndoCorp: Ese problema se puede manejar.

NSA: ¿Qué quiere decir con eso?

EndoCorp: Tenemos el copyright de los pecaríes.

NSA: ¿Y qué conseguimos con eso?

EndoCorp: Poseer el Internet Protocol, o IP, nos da control legal de su imagen. Estamos haciendo correr esos vídeos virales como campaña de publicidad encubierta para un futuro videojuego.

CSC: Lo que significa que el público general no se los tomará en serio.

NSA: ¿De quién fue la idea?

CSC: No nos detenemos en los matorrales. Lo hizo nuestra división de operaciones psicológicas. En lo que se refiere a los millenials,[3] estos pecaríes son sólo marketing de guerrillas.

CIA: Pero hay gente que ha visto esas cosas. Gente que ha muerto. ¿Cómo explicamos eso?

BCM: En el mercado de las ideas, hecho y ficción tienen el mismo peso intrínseco. Afortunadamente, la realidad no tiene presupuesto publicitario.

CSC: La persistencia y la presencia crean la verdad online.

EndoCorp: Hemos neutralizado a los testigos en los foros de las páginas web calificándolos de cómplices de la campaña encubierta del juego. Hemos creado modelos 3-D y vídeos ficticios sobre cómo se hizo, para «demostrar» que los clips de vigilancia y los vídeos tomados con los móviles son falsos.

BCM: Así que el público conoce a los pecaríes, pero no sabe realmente qué son.

FBI: Entonces, ¿vamos a emplear parte de la política de Sobol?

BCM: Puede que incluso veamos críticas en la red sobre el videojuego resultante.

CIA (meneando la cabeza): Cuando oigo esta mierda, empiezo a comprender por qué nos ataca Sobol.

FBI: Ni bromee sobre eso.

CIA: En serio, ¿van a quedarse ahí sentados y a decirnos que su idea para combatir al daemon es desarrollar un videojuego a su alrededor? Si Sobol estuviera vivo, se reiría de nosotros.

CSC: Usted mismo dijo que a corto plazo no podemos eliminar el daemon de las redes infectadas sin provocar pérdidas de datos catastróficas. Hasta que esté disponible una contramedida fiable lo único que podemos hacer para evitar que cunda el pánico entre el público y perturbar aún más los mercados es asegurarnos de que todo el mundo crea que el daemon es sólo una ficción.

NSA: ¿Y qué pasará cuando el ejército de seguidores del daemon emprenda acciones más agresivas?

CSC: Entonces podremos llamarlos terroristas… cualquier cosa menos «seguidores del daemon». Pero no podemos arriesgarnos a emprender una acción directa contra el daemon mismo hasta que encontremos un modo de hacer que suelte su presa sobre las redes corporativas.

NSA: En eso al menos estamos de acuerdo.

DIA: Nuestro dólar ya está cayendo. ¿Cómo sabemos que la noticia no se ha filtrado entre los principales inversores?

DARPA: Tarde o temprano se sabrá que el daemon existe… o las potencias extranjeras decodificarán el módulo Ragnorok del daemon y lo utilizarán como arma económica contra nosotros. ¿Qué haremos entonces?

EndoCorp: Usted mismo se ha dado la respuesta: el módulo Ragnorok contiene la clave para destruir al daemon. Para dañar su orden y control.

EndoCorp: Hay defectos en el código de Sobol. Defectos que podemos explotar. Deberíamos tener una contramedida para el daemon en cuestión de meses. Pero es vital que no lo provoquemos antes de estar preparados.

NSA: ¿De verdad sugieren que no hagamos nada para contrarrestar a estos pecaríes o a los agentes humanos del daemon mientras tanto?

BCM: Caballeros, no olvidemos lo que está aquí en juego. Sí, es lamentable que haya muerto gente, y que siga muriendo gente. Pero debemos defender el núcleo de nuestra civilización, que es el comercio. Y el comercio requiere capital. Eso ya no significa lingotes de oro en una cámara acorazada: significa unos y ceros en una base de datos. Las transacciones puramente financieras que se mueven en los mercados globales un día cualquiera superan a las transacciones de bienes reales y servicios en la proporción de veinte a uno, y ese dinero se mueve de manera automática e instantánea a través de las fronteras. Al perturbar el sistema financiero mundial, el daemon podría destruir la confianza en el sistema fiduciario. Podría crear un caos económico global en cuestión de minutos. Desde ese punto de vista, las manifestaciones del daemon en el mundo real (como esos pecaríes y sus seguidores humanos) son menores, peligrosas sólo mientras amenacen el sistema de credibilidad del público. Pero si matamos el núcleo digital del daemon, entonces sus manifestaciones físicas desaparecerán con él. Esto es lo que la Operación Exorcista pretende conseguir, y por eso tendrá éxito donde los esfuerzos del Gobierno han fracasado.

DARPA: Nadie ha exterminado nunca con éxito una botnet.

EndoCorp: Técnicamente eso es cierto, pero en lo que estamos pensando es en afectar a sus comunicaciones clave para anular sus defensas. En particular la función de Destrucción del módulo Ragnorok. Un proceso lógico que inicie una secuencia de destrucción de datos corporativos a la carta.

NSA: Lo cual dejaría al daemon sin garras…

BCM: Exactamente.

DIA: Es interesante que Sobol diseñara mundos online. Mundos con millones de jugadores que compran y venden objetos virtuales. Nunca me había dado cuenta de lo similar que es la economía de su juego a la nuestra.

BCM: La diferencia principal es que nuestro mundo es real… con consecuencias reales. Y a menos que preservemos la fe en los mercados de capital, toda la actividad económica cesará. La sociedad se desintegrará en la anarquía. Y perecerán millones.

Se hizo el silencio mientras los demás digerían esas palabras. Finalmente, su anfitrión habló.

NSA: Hay un tema más que tenemos que discutir. Un nuevo acontecimiento.

Cogió un mando a distancia y apagó la pantalla de vídeo.

NSA: No todas las corporaciones están combatiendo al daemon.

BCM: ¿Qué quiere usted decir?

NSA: Ayer fueron presentados ante los tribunales federales dieciséis pleitos por parte de multinacionales infectadas por el daemon.

Ahora los representantes de las corporaciones sentados a la mesa se sumieron en un aturdido silencio durante un instante.

BCM: ¿Qué compañías?

NSA (tendiendo una lista): Demandan al Gobierno de Estados Unidos. Sus abogados dicen que el daemon tiene derecho constitucional a existir bajo el precedente de la personalidad corporativa.

CSC: La madre que…

BCM: ¿El daemon tiene abogados?

NSA: Y sus lobistas asociados. Estamos negociando con los tribunales para mantener clasificados estos casos; sin embargo, no podemos estar seguros de qué va a hacer al respecto el poder judicial.

BCM: Esto es una locura. El daemon es un virus informático, no una corporación.

NSA: Pero no es el daemon el que plantea la demanda. Son corporaciones multinacionales que albergan al daemon. Su dirección considera que el daemon les concede una ventaja.

BCM: ¿Qué ventaja?

NSA: La supervivencia, para empezar. Consideran que el daemon maneja mejor la ciber-seguridad y podrían ayudarles a capear un periodo de caos inminente.

BCM: Esto es extorsión. El daemon destruirá sus datos si no colaboran. Los estatutos RICO[4] cubren esto. Y veo varias compañías en esta lista en la que algunos de nuestros clientes tienen acciones importantes.

NSA: Pero ¿no intereses de control?

BCM: No importa. La dirección de estas compañías no tiene ningún derecho a defender al daemon.

NSA: Citan su derecho como «personas artificiales», concedido en el fallo del Tribunal Supremo de 1886 sobre la decimocuarta enmienda… (hojeó varios documentos)… Santa Clara County vs. Southern Pacific Railroad. Usted es abogado. Dígame si los tribunales lo rechazarán.

EndoCorp: Estos abogados son agentes del daemon… una conocida organización terrorista.

NSA: Tal vez. O tal vez los abogados sólo siguen instrucciones de sus jefes. No lo sabemos todavía. Sea como fuere, deberíamos poder conseguir que los tribunales cierren un agujero del siglo diecinueve que no había previsto las consecuencias del siglo veintiuno.

BCM: Esperen. Sólo un segundo. Hay consideraciones complejas relacionadas con todo un cuerpo de precedentes legales sobre la personalidad corporativa, y el derecho de libre expresión de los intereses corporativos tiene un efecto necesario y director sobre la política. No hagamos nada precipitadamente. Deberíamos dejar que esos casos sigan su rumbo. Habremos neutralizado al daemon antes de que lleguen a juicio, y entonces esas compañías volverán al redil.

CIA: ¿Hay algo sobre esa ley de 1886 que debiéramos saber?

BCM: No queremos revisar precedentes establecidos. Esto es parte de los esfuerzos del daemon para sembrar el caos.

CIA (tomando notas): ¿Cómo se llamaba ese caso?

BCM: Esto es un ejemplo perfecto de por qué el Gobierno no es lo bastante ágil para tratar con el daemon. Está empleando nuestras propias leyes e instituciones gubernamentales contra nosotros. Para dividirnos. Deberíamos estar ayudándonos unos a otros.

NSA: Espere un momento. Nadie está dividiendo a nadie. ¿La personalidad corporativa nos pone en peligro?

BCM: Ése no es el tema. Lo que estoy diciendo es que no podemos emplear ambigüedades legales para tratar con esto. No podemos demostrar debilidad. Nunca.

FBI: ¿Nuestras leyes muestran debilidad?

La parte corporativa de la mesa consultó un momento, y luego el lobista se volvió de nuevo hacia los directores de inteligencia. Habló en un tono más calmado.

BCM: Miren, la actual crisis económica ha paralizado a los gobiernos estatales. Los estados han empezado a vender activos para equilibrar sus presupuestos. Están recortando servicios y vendiendo sus autopistas, puentes, prisiones…

NSA: ¿Y…?

BCM: Nosotros los estamos comprando. Estamos invirtiendo en Estados Unidos. Nosotros… y los presidentes de los comités de fondos de inteligencia del Congreso y el Senado, esperamos que defiendan ustedes nuestros legítimos intereses mientras ayudamos al país en este periodo difícil.

NSA: Naturalmente, saben que lo haremos.

BCM: Necesitamos manga ancha para tratar con estos peligros. Creo que estarán ustedes de acuerdo en que poner todas las herramientas disponibles a nuestro alcance redunda en los mejores intereses de la nación.

Las dos partes se miraron recíprocamente a través de la mesa.

BCM: Esperamos poder contar con su apoyo, señor director…

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