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Primera parte. Diciembre » Capítulo 6:// Punto de encuentro

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—Hablé con Sobol ayer mismo. Sigue estando aquí.

Ella lo miró a los ojos.

—Sobol está muerto y enterrado, sargento. Su conciencia ya no existe. Con lo que está usted tratando es una grabación, una entidad encriptada que responde a los acontecimientos reales. No puede sentir. Sobol ya no está.

Sebeck se volvió hacia la ventanilla, perdido en sus reflexiones durante varios minutos. Pensó en cuántas muertes había causado el daemon y cuánto había cambiado irrevocablemente su vida.

Pronto se acercaron a un cruce con una carretera sin asfaltar. Riley redujo la velocidad y giró a la izquierda, hacia una carretera que indicaba

RUTA DE SERVICIO INDIA 49. PROHIBIDO EL PASO. Momentos más tarde bajaban por la carretera de tierra, dejando una columna de polvo a su paso.

Ninguno de los dos habló durante varios minutos mientras la carretera serpenteaba entre distantes acantilados rocosos con zonas de pedregales en su base. La llanura de hierba y alguna charca o arroyo de vez en cuando daban al paisaje un aspecto sereno.

Unos veinticinco kilómetros más allá la carretera rodeó gradualmente un alto promontorio de piedra: una meseta que sobresalía como la península de una altiplanicie más elevada. Mientras la rodeaban, Sebeck pudo ver la carretera que se proyectaba a lo largo de kilómetros, enfilando hacia un alto monolito, una montaña de roca de más de trescientos metros de altura. En el llano que lo rodeaba, reflejos brillantes se extendían por el paisaje. Pudo ver también signos de civilización humana delante: cobertizos, y a lo lejos lo que parecía ser una alta torre de agua en construcción. Docenas de diminutos identificadores del Espacio-D flotaban sobre la superficie; sus propietarios eran invisibles a esa distancia. El suelo del valle era un vasto proyecto en construcción de la red oscura.

Riley advirtió la mirada de Sebeck.

—Los espejos son heliostáticos. Concentran la energía del Sol en una torre central para generar calor, y luego producen vapor para mover una turbina y generar electricidad.

—¿Todo el suelo del valle?

—No, no. Los heliostáticos son una estación intermediaria. Proporcionan energía in situ para el proyecto real. De otro modo, el pico de uso de energía llamaría la atención.

Se acercaron a una verja de hierro con un reja pequeña a cada lado para impedir irrupciones casuales. La verja estaba cerrada, pero Riley no redujo la velocidad. Cuando estaban a menos de cien metros, se abrió automáticamente, revelando más allá un nuevo tramo de carretera pavimentada. Un todoterreno blanco con el indicativo de SEGURIDAD esperaba cerca de la verja con dos guardias indios uniformados dentro; ambos tenían globos de texto sobre sus cabezas.

Riley intercambió un saludo con ellos, y hubo una leve sacudida cuando atravesaron la verja y llegaron a la carretera asfaltada. Entonces el camino se volvió liso… y repentinamente silencioso.

—El daemon financió esto. —Sebeck se volvió hacia ella—. ¿No es así?

—La economía del daemon se financia con créditos de la red oscura, sargento. Todo el dinero que hay son créditos imaginarios.

—Pero hay un robo en el meollo del asunto.

Ella reflexionó y asintió levemente.

—Sí, la economía de la red oscura se sembró con las riquezas del mundo real. Riquezas con un origen cuestionable para empezar. Aquí se invierte en gente y proyectos que han empezado a devolver su valor: no en dólares, sino en cosas de valor humano intrínseco. Energía, información, comida, refugio.

—Pero su origen proviene del robo.

—Eso podría decirse de un montón de cosas que ahora son admiradas.

La furgoneta siguió recta a través de una serie de proyectos de construcción en marcha: edificios sin ventanas, tuberías, tendidos eléctricos; todos ellos conducían hacia el gran tanque que se estaba construyendo en la distancia, a unos tres kilómetros más allá. Era enorme. Pasaron ante grúas y minibuses que trasladaban obreros; un buen número de ellos con globos del Espacio-D sobre sus cabezas, con la marca de la facción de Dos Ríos.

—¿Así que esto es el «proyecto real» que mencionó? ¿El depósito de agua?

—No es un depósito de agua. Es una central de energía de cincuenta megavatios que generará suficiente electricidad para abastecer cien mil hogares. Lo que está viendo aquí son los primeros cien metros. Cuando esté terminada, se alzará a casi quinientos metros, y tendrá ochenta metros de diámetro.

Sebeck silbó y miró a través del parabrisas.

Riley hizo un gesto con una mano, y un modelo diagramado completo tridimensional y a tamaño real de la torre propuesta cobró vida en el Espacio-D a varios kilómetros de ellos, alzándose quinientos metros en el aire con brillantes líneas espectrales.

A su pesar, Sebeck sonrió y se volvió hacia ella.

—Es increíble.

Miró de nuevo a la torre mientras partes de ella empezaban a animarse, mostrando flechas rojas que representaban corrientes de aire que fluían desde la base y subían por el tiro hasta salir por la cima.

Riley apuntó con el dedo, y un puntero brillante, de unos diez metros de diámetro, apareció a varios kilómetros de distancia en el tejido del Espacio-D. Señaló el grupo de heliostatos que tenían más cerca.

—El problema con las estaciones de espejo parabólicas es que no producen mucha energía en los días nublados, y ninguna de noche.

Su enorme puntero se movió hacia la base del modelo en 3-D de la torre, de la que sólo se había completado una quinta parte en la realidad. Una base abombada rodeaba el modelo diagramado como si fuera una trompeta colocada boca abajo en el suelo.

—Este diseño utiliza un dosel transparente para supercalentar el aire con radiación solar, energía que sí atraviesa la capa de nubes. El perímetro del dosel está a tres metros del suelo y va subiendo y estrechándose hasta veinte metros de altura, donde conecta con la base de la torre. Cuando el aire se calienta, se eleva, creando un viento que sube por la torre, que está equipada con turbinas de viento.

—Así que crea su propio viento.

Ella asintió.

—Incluso de noche.

Señaló lo que parecían ser unas cisternas rectangulares colocadas a intervalos alrededor del perímetro del dosel.

—Estanques cubiertos de agua salada calientan la energía durante el día y la liberan de noche, continuando el ciclo de viento.

Sebeck no supo qué pensar. No se podía ignorar la escala y la ambición de este proyecto… Pero ¿para qué?

—¿Por qué necesitan tanta energía eléctrica?

—Para transformar nuestro entorno. Para surtir al equipo, las plantas micromanufacturadoras, las reacciones materiales y químicas. Esta torre (y otras instalaciones solares) proporcionarán energía limpia y sostenible y agua fresca a partir de los componentes básicos de la materia.

Sebeck le dirigió una mirada dubitativa.

Ella se echó a reír.

—No es diseño mío, sargento. No soy ingeniera. Lo que hago aquí es trabajar con la gente, ayudar a definir los objetivos y las necesidades de la comunidad.

—En serio. ¿Cómo sabe que esto no es una chorrada absoluta?

—El diseño existe desde hace décadas. La tecnología está demostrada. Mi familiaridad técnica procede del trato con los ingenieros y arquitectos de la red oscura encargados de la construcción. Me tomo en serio entenderlo, para poder transmitir la información a nuestra gente. Esto significa mucho para nosotros.

—Sin duda. Pero, Riley, si esto fuera económicamente factible, ¿no cree que lo estaría haciendo todo el mundo? Además, creía que la nación laguna ya tenía agua.

—En este momento, sí, pero las comunidades de la red oscura se basan en el pensamiento a largo plazo. Prevemos para décadas venideras una escasez de agua debido al cambio climático y al agotamiento de los acuíferos. Una independencia sostenible respecto al agua aumenta nuestra capacidad de recuperación en la red oscura.

Él contempló la construcción.

—Pero hacer todo esto para irrigar campos no puede ser económicamente rentable.

—El agua no es el

producto, sargento. El agua es el

desecho.

Señaló en el Espacio-D una fila de pequeños edificios en construcción a lo largo de una carretera que se desviaba a su derecha.

—Ésas serán las estaciones de hidrólisis inversa. Consumirán hidrógeno para producir calor y electricidad, dejando agua fresca como único producto residual. Podemos producir un tercio de litro de agua fresca con cada kilovatio-hora de electricidad producida a partir del hidrógeno.

—Pero ¿de dónde demonios sacan el hidrógeno?

Ella señaló con el puntero las paredes del valle.

—De las estructuras cristalinas de las rocas ígneas. Toda esta región tiene enormes cantidades de ella. Hace millones de años, esta roca volcánica absorbió vapor de agua cuando se cristalizó a partir del enfriamiento del magma. Eso significa que contiene hidrógeno molecular. Cuando se muele y se convierte en polvo, filtra hidrógeno a temperatura ambiente a través de sus superficies fracturadas durante cientos de horas: no hace falta agua líquida. Usamos parte de la energía eléctrica de la torre para machacar esta roca —su puntero se movió hacia la alta torre energética—, y la roca que se retira ayuda a crear un refugio energéticamente eficaz en la cara de los acantilados… como hacían nuestros antepasados. Pero eso es sólo un aspecto del proyecto. También utilizaremos energía solar para invertir la combustión.

Al ver su confusión, la mujer movió el puntero.

—Allí.

El punto tocó una serie de edificios virtuales alrededor de la base de la torre virtual.

—Estas unidades CR5 usarán energía solar para reconvertir el dióxido de carbono en monóxido de carbono y oxígeno. Se hace calentando anillos de ferrita de cobalto en un horno solar. A alta temperatura los anillos desprenden oxígeno. Cuando reaccionan en presencia del dióxido de carbono, la ferrita de cobalto absorbe el oxígeno del CO2 cuando se enfría, dejando monóxido de carbono que, combinado con nuestra fuente de hidrógeno, puede utilizarse para sintetizar hidrocarburos líquidos como el metanol. El metanol es energía que es fácil de trabajar, transportar y almacenar. Los hidrocarburos también pueden producir polímeros para plásticos y otros productos. Del mismo modo, extrae el carbono de la atmósfera, volviéndola negativa en carbono. Sólo hace falta energía, sargento… y la energía solar es algo que mi pueblo tiene en abundancia.

Sebeck se quedó sin habla.

—¿Qué creía que estábamos construyendo aquí, un casino?

—Pero lo que está usted describiendo, crear agua y extraer combustible líquido del aire…

—El Sol es, para empezar, lo que hace posible la vida en la Tierra. El petróleo es sólo antigua energía solar almacenada en los hidrocarburos. La tecnología CR5 se desarrolló cerca de aquí, en los Laboratorios Nacionales Sandia. CR5 son las siglas en inglés de

Counter Rotating Ring Receiver Reactor Recuperators, «Recuperadores Contra-rotatorios de Anillos Reactores Receptores». Los detalles están disponibles en la red oscura, si realmente está interesado.

Él seguía sacudiendo la cabeza.

—¿Por qué no se está haciendo esto

en todas partes?

Ella desconectó el estrato de Espacio-D, y la alta torre y los edificios virtuales desaparecieron.

—Muchas cosas son posibles, sargento, pero no son económicamente viables. Naturalmente, todo depende de cómo se calculen los costes. Las comunidades de la red oscura consideran la pérdida de independencia económica un coste. También incluyen los costes de potenciar recursos energéticos lejanos, así como la falta de sostenibilidad y la eliminación de contaminantes. Eso equilibra con creces la ecuación. En estas instalaciones utilizaremos energía solar como base de un holón de energía positiva, sostenible y a largo plazo. Y ése es el objetivo.

—Un

holón.

—Los

holones son la estructura geográfica de la red oscura. Toda comunidad de la red se encuentra en el centro de un radio enorme de ciento cincuenta kilómetros para sus elementos clave de entrada y salida: comida, energía, atención médica y materiales de construcción. Equilibrar las entradas y las salidas dentro de ese ciclo es el objetivo. Una economía local que sea lo más autosuficiente posible mientras sigue formando parte de un todo cultural, un holón, creando así una civilización resistente que no tenga puntos centrales de fracaso. Y que promocione la democracia a través de su misma estructura. Eso es lo que estamos haciendo aquí, sargento.

Estaban llegando ya a la torre. Docenas de trabajadores se movían entre los andamios mientras las grúas alzaban sus cargas a los niveles superiores.

Sebeck apenas supo qué decir. Era como si hubiera sido transportado a un siglo diferente. Se sintió avergonzado de admitir que casi esperaba encontrarse con un casino. Se pasó el resto del viaje contemplando la construcción en marcha.

Pocos minutos más tarde, se acercaron a la cara de la alta roca que habían visto desde lejos. En los acantilados había lo que parecían ser habitáculos del siglo veintiuno, con cálidas luces y altas ventanas de cristal. Había varias docenas de vehículos eléctricos aparcados en la base de la roca, alrededor de una ancha puerta que sólo tenía un signo en el Espacio-D: SALÓN DOS RÍOS. Gente de muchas razas entraba y salía por la puerta, todos con indicativos del Espacio-D y todos al parecer ocupados. Demasiado ocupados para advertir la llegada de un recién llegado de primer nivel, aunque tuviera un icono de misión.

Riley detuvo la furgoneta ante la puerta.

—Lo instalaremos en una habitación, sargento, y mañana empezaremos su formación en la interfaz chamánica.

Se bajó de la furgoneta, y luego se volvió para asomarse a la ventanilla.

—Oh, y bienvenido al Centro Turístico y Balneario Meseta Encantada.

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