Fish!

Fish!


Un sábado en el mercado de pescado

Página 12 de 22

-Stephanie, me estás leyendo el pensamiento. Si esos pescaderos han podido hacer lo que han hecho, el cielo es el límite para nosotros con una jefa como Mary Jane. No será fácil. Algunos compañeros están tan asustados como yo antes. Son escépticos porque están asustados. A lo mejor les ayudaríamos si diéramos ejemplo. Lo que sé es que las cosas no mejorarán mientras nosotros no nos decidamos a mejorarlas, y yo quiero que las cosas mejoren.

Camino de su coche, Stephanie se cruzó con Betty y su marido. Los saludó con la mano, y luego reconoció a tres personas más de la oficina entre la multitud. «¡Genial!», pensó.

El plan se pone en marcha

Cuando el primer grupo se aprestaba para celebrar la reunión del lunes, había bullicio en la sala. Mary Jane abrió la reunión diciendo:

-Estamos aquí para limpiar lo que han llamado el vertedero de energía tóxica. Hoy veremos si hemos aprendido alguna lección más del mercado y entonces decidiremos los pasos que deberemos seguir. ¿Alguien ha pensado algo durante el fin de semana que debamos tener en cuenta antes de seguir adelante?

Stephanie y Randy se pusieron de pie y se alternaron relatando la conversación con Lobo. Empezó Stephanie.

-Lobo es todo un personaje, aunque al principio da un poco de miedo. Cuando habla parece que gruñe. El caso es que nos explicó que su trayectoria como piloto profesional de coches de carreras se vio truncada por un horrible accidente. Nos dijo que se sumió en la pena durante un tiempo y después, cuando su novia le abandonó y sus amigos dejaron de llamarlo, se dio cuenta de que tenía que hacer una elección básica. Podía escoger vivir y vivir plenamente, o dejar escapar la vida viendo pasar las oportunidades. Y desde aquel día decidió vivir plenamente cada día. Es toda una lección.

-Mi hijo estaba fascinado con Lobo -prosiguió Randy-. Lobo me hizo pensar seriamente en la tercera planta y el poder que tenemos para crear un lugar determinado. Si aprendemos la lección de Lobo, podríamos convertir la planta tercera en un lugar de trabajo fantástico. Debemos escoger nuestra actitud cada día y debemos escogerla bien.

Steve también ofreció unas observaciones.

-Gracias, Steve. Gracias, Randy. Gracias, Stephanie. Se ve que habéis estado ocupados este fin de semana. ¡Y gracias por no pedir que os paguen las horas extra! -Cuando se apagaron las risas, Mary Jane preguntó-: ¿Alguien más tiene algo que decir que nos ayude a comprender estos puntos?

Cuarenta y cinco minutos después, Mary Jane decidió poner punto y final a la reunión.

-¿Alguna idea de por dónde empezamos a partir de ahora?

-¿Por qué no formamos cuatro equipos para trabajar en cada uno de los ingredientes? -dijo uno de los empleados más nuevos.

Mucha gente asintió.

-De acuerdo -dijo Mary Jane-. Pero antes quiero asegurarme de que el otro grupo está de acuerdo. ¿Qué os parece si cada persona se apunta al equipo que prefiera? Si el otro grupo está de acuerdo, lo escribiré todo en un memorando y lo tendréis mañana. ¿Alguna cosa más que queráis discutir?

Al final de la reunión repartió una hoja donde cada persona debía elegir el equipo al que quería apuntarse. El segundo grupo apoyó totalmente la idea de los equipos y se mostró aliviado de tener un plan concreto de acción.

Los equipos se ponen a trabajar

Al equipo de «Jugar» se apuntaron demasiados voluntarios, de manera que Mary Jane tuvo que negociar.

-Tengo una auténtica camiseta de regalo del mercado de pescado de Pike Place para los tres primeros voluntarios que estén dispuestos a cambiarse del equipo de «Jugar» al de «Escoger la actitud» o «Estar presente».

Una vez que los equipos estuvieron equilibrados, redactó un memorando donde apuntó las directrices generales y las expectativas.

Ir a la siguiente página

Report Page