Fetish
Capítulo 49
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Capítulo 49
- Con James Tiney Jr., por favor -gruñó Luther por el teléfono, con una sensación extraña por tener que ponerse el aparato en la oreja derecha en lugar de la izquierda.
Se miró en un pequeño espejo de mano para examinar el vendaje que cubría su oreja. Una mancha de sangre iba creciendo en él.
- ¿Quién lo, llama por favor? -preguntó la recepcionista.
- Dígale que soy el señor Hand y que es importante.
- Ah, bien. Un momento, por favor.
Luther no estaba para esperar a nadie. En absoluto. JT no se había portado bien con él. Tenía que darle alguna explicación.
Después de un momento oyó la irritante voz de JT.
- Sí, ¿qué pasa?
- Sólo se lo voy a preguntar una vez -le advirtió Luther con firmeza-. ¿A quién más tiene trabajando en este encargo?
- ¿Qué…?
- No me haga repetirlo.
- N-n-n-na… nadie más. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?
- Dejo el trabajo. -¿Que haces qué?
- No ha sido sincero conmigo. Y estaba a punto de hacerle un gran favor -susurró Luther con furia-. Lo ha jodido.
- ¿De qué hablas? ¿Por qué necesitaba una coartada anoche? Estuve toda la noche discutiendo con mi esposa por tu culpa. ¡Las estoy pasando moradas porque no encontraste el anillo y tú me creas más problemas!
- Sabe de lo que hablo. La cosa está demasiado caliente. Considérenos en paz.
- P-p-pero… pero ¿qué pasa con lo que te he pagado? -JT resultaba patético, tartamudeando como un niño malcriado que no conseguía lo que quería-. ¡No has hecho el trabajo! Ella sigue en la ciudad. ¡La policía tiene el anillo y yo estoy bien jodido! No puedes hacerme esto. ¿Qué pasa con el dinero que te he dado?
- Considérelo como un pago por mi oreja.
- ¿Qué? Oye, ¡quiero que me lo devuelvas!
- Presente una queja a los de Consumo.
Luther colgó el teléfono ignorando los lloriqueos de JT. Controló su irritación con respiraciones profundas y se acercó el espejo. La sangre empapaba el nuevo vendaje. Si los polis encontraban su trozo de oreja en el lugar podrían identificarlo. No podía permitirse que llegaran hasta él. Quizá fuera un buen momento para volver a viajar al norte. Le vendría bien un poco de sol.
