Fetish

Fetish


TÚ ERES LA PRÓXIMA

Página 41 de 79

TÚ ERES LA PRÓXIMA

Makedde llamó al móvil de Andy con las manos sudorosas. El teléfono sonó al menos diez veces y luego una inquietante voz robótica le dijo:

- Su llamada está siendo desviada a otra línea. Espere, por favor. -«¿Dónde demonios está?» Su mensaje saltó abruptamente-: Soy el detective Flynn. En este momento no puedo atenderlo. Por favor, deje un mensaje y yo lo llamaré.

- Eh… soy yo -dijo ella sin precisar-. Es lunes, mmm… -miró el reloj-, son las cuatro. Llámame. Es urgente.

Esperaba no meterlo en un lío por dejarle ese mensaje. Él le había dicho que no lo hiciera, porque era un contestador del trabajo, pero seguramente lo entendería cuando viese lo que había sucedido.

Con la foto mirándola desde el suelo, la amenaza contra su seguridad parecía innegablemente concreta. Ya no estaba convencida de que el allanamiento del apartamento hubiera sido casual y empezaba a preguntarse otra vez por los muebles. ¿De verdad se habían movido?

Llamó a su agencia en un ataque de pánico, pero era evidente que Charles no podía entender su urgencia.

- ¿Que quieres trasladarte ya? -preguntó como ausente.

- Sí, tiene que ser ya. ¿Hay otros apartamentos disponibles?

Sabía lo difícil que era encontrar apartamentos amueblados, pero tenía que intentarlo.

- Mmmm… depende de con cuántas chicas quieras compartirlo. Creo que habrá un hueco en el de Potts Point la próxima semana.

Era frecuente que tuviesen hasta seis modelos extranjeras alojadas juntas en un apartamento de la agencia.

- ¿La semana que viene? De verdad que tengo que trasladarme ya.

- ¿Cuál es el problema?

No podía contárselo. No quería contárselo. No quería decírselo a nadie que no fuese Andy.

- No importa, es sólo que… ¿Me conseguirás un lugar lo antes posible?

- No es tan fácil, pero veré qué puedo hacer.

No podía permitirse pagar un hotel. Cuando localizase a Andy, tal vez él podría ayudarla a encontrar un nuevo alojamiento. Quizás incluso pudiera quedarse con él durante algún tiempo. No era una idea tan desagradable.

Paseó por la habitación esperando que sonara el teléfono.

«Todo irá bien. Soy capaz de cuidarme.»

«Baja el coco del árbol, ábrelo con la rodilla…»

En un arranque de impaciencia volvió a llamar a Andy, pero de nuevo se encontró con su contestador. «No tardará en llamarme -se dijo-. Sólo tengo que calmarme y relajarme. Leer, ver la televisión. Me llamará en cualquier momento y entonces podré marcharme de aquí.» Quitó el envoltorio de plástico del periódico enrollado de su vecino. Nunca recogía la correspondencia, así que suponía que estaba de vacaciones. «Buena idea.» Desenrolló el diario y lo puso sobre la cama. El titular de portada era aterrador.

Ir a la siguiente página

Report Page