Fe

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NOTA DEL AUTOR

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NOTA DEL AUTOR

HAY dos etapas a la hora de escribir un relato. Primero se deciden los hechos, y luego el estilo y el orden en el cual se van a revelar esos hechos. Sin embargo son pocos los relatos que salen exactamente como se proyectaron. Los escritores tienen que rendirse ante elementos imprevistos de los personajes, de la motivación y del argumento.

El relato sobre Bernard Samson fue especialmente vulnerable a estas exigencias. Tenía que entretejer las complicaciones domésticas de un hombre, de su mujer y de su amante, así como el peligroso trabajo que llevaba a cabo y todo el amplio abanico de amigos, enemigos, colegas y parientes con los cuales tenía que contender. Cuando hube terminado la doble trilogía —Juego, Set y Partido y luego Anzuelo, Sedal y Plomo— resultaba casi inevitable que el final no estuviera exactamente en el punto donde yo había pensado que estuviese. A pesar de su extraordinaria longitud, Plomo para espías no ataba todos los cabos sueltos. Quizá los cabos sueltos de cualquier relato no puedan nunca acabar de atarse a satisfacción de todos. Las numerosas cartas que recibí fueron —sin excepción— positivas y alentadoras. Algunas eran extraordinariamente perceptivas acerca de la construcción del relato. Los lectores, en su mayoría, me hacían preguntas adicionales sobre los personajes. Algunas de las cartas, garabateadas en tarjetas postales, eran portadoras de interrogantes tales como: «¿Qué le ocurrió a Gloria?».

El juego de Berlín, El set de México y El partido de Londres abarcan el período comprendido desde la primavera de 1983 hasta la de 1984. Anzuelo para espías recoge la historia de Bernard Samson al comienzo de 1987 y continúa adentrándose en el verano del mismo año.

Para aquellos que quieran saber cómo era Berlín cuando Tante Lisl era una linda jovencita y qué hacían los padres de Werner Volkmann o de Ingrid Winter en aquel estrafalario Berlín de los «dorados años veinte» y en los espantosos años treinta de dominación nazi, para ellos, digo, escribí Winter: una familia berlinesa. 1899-1945.

Utilizando la narración en tercera persona, Plomo para espías comienza en septiembre de 1987. Proporciona un relato más amplio y completo y confía secretos que Bernard nunca llegó a conocer. Centrándose en Fiona Samson, el relato presenta la visión que ésta tiene de los acontecimientos que conducen la historia hasta ese mismo verano de 1987.

El presente volumen, Fe, continúa directamente desde el final de Plomo para espías. A medida que el verano de 1987 se vuelve frío, la recuperación de Fiona en California se acerca a su fin. Bernard está en el aeropuerto de Los Ángeles despidiéndose de ella, pues va a partir en una misteriosa misión hacia la Alemania Oriental comunista. Como todos los otros libros, Fe está pensado para ser una historia independiente, una historia que se puede leer sin que sea necesario referirse a los otros relatos.

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