FAKENEWS

FAKENEWS

Manuel Cuesta Duarte
Composición de Tim Walker


"Creo que ahora mismo estamos divididos entre la gente que lee los medios, la prensa (y hay prensa independiente y prensa ideológica), y los que leen cosas que le llegan por redes. No es una línea divisoria clara porque mucha de la gente que lee medios en realidad llega a ellos a través de redes sociales. El problema es que la redes crean una visión del mundo diseñada para ti a partir de todo lo que saben de ti. Es lo que se llama filtro burbuja: pensamos que somos nosotros los que elegimos fuentes de información que nos generan confianza o nos dan la razón. No es así. Tú no vas a buscar las noticias, las noticias te buscan a ti. Todos pensamos que estamos leyendo lo mismo, pero en realidad leemos cosas que han sido seleccionadas para nosotros por un algoritmo. [...] Internet está dominado por un modelo económico basado en la extracción de datos para la manipulación de personas con el fin de venderles objetos (que muy probablemente no necesitan), servicios, experiencias, que acepten determinadas leyes o determinados candidatos políticos" esto lo dice Marta Peirano en una entrevista a El Confidencial.

Mientras los usuarios creen que se están informando lo que hacen es estar consumiendo mientras vuelcan datos de comportamiento. Así se crean los perfiles. Se afinan las estrategias para crear titulares y noticias falsas que parezcan creíbles, diseñar productos con obsolescencia programada y que el usuario la acepte sin demasiada queja porque gracias a estas estrategias tiene la sensación que es "ley de vida" y que no consume sino que renueva (tiene la sensación de que la compra le reporta prestigio); se venden a los bancos y las aseguradoras tu perfil de salud. Este se va perfilando cada vez que vuelcas en la red desde tu movil o con tu "smartwatch" cuántos pasos has dado, kms has corrido, qué has comido (lo detectan con la identificación de las fotos) o le dices a tu hermana por Whatsapp cómo te ha ido la prueba médica de la ginecóloga.

En la era de las fake news no importa la verdad sino la sensación de calma que aporta frente la incertidumbre el aceptar una información como verídica.

Para algunos es más más plausible que el virus haya sido una mutación intencionada (para unos) o fortuita (para otros) por las antenas 5G, Bill Gates y la OMS, que aceptar que en la vida hay enfermedades y que somos vulnerables. Sin más. Como ha pasado siempre. No servirán los artículos de Lancet o Nature explicando los hallazgos del genoma del virus y explicando como la mutación genética es, a todas luces, natural. Otro indicador es que antes incluso que nadie tuviera ningún estudio sobre el virus ya se decía que el MMS lo curaba. Vivimos en una sociedad desacralizada a la que nos cuesta sostener la amenaza de la muerte y somos capaces de aferrarnos a cualquier invento. Miles de videos anunciando que Suiza prohibe el 5G daba la esación que un país "despertaba" y comprendía la obviedad. Pero, como casi todo, era falso. Porque no importa si el MMS puede ayudar o no, importa que sin tener posibllidad siquiera de haber accedido al virus ya se decía que funcionaba. Y esta diferencia es clave. Para unos la salvación no estaba en el MMS sino Amancio Ortega y para otros en Donald Trump. Y me jode, pero no me sorprende. Es normal que una sociedad patriacal ponga en figuras despóticas a sus posibles salvadores y vea tiranos en los que piden responsabilidad.

Facebook controla, además de sus 2300 millones, a todos los usuarios de Instagram y Whatsapp. Proporciona la posibilidad de crear grupos cerrados, sugiere contactos de perfil similar al tuyo para acabar creando una lista de contactos que forma ecosistemas con muy poca variación en contenidos y opiniones. Esto sirve para dos cosas: proporciona un alivio rápido y momentáneo de la ansiedad y aporta una sensación de pertenencia. Lo que prima, por tanto, es lo subjetivo y no lo objetivo.

Si tus contactos comparten o piensan de forma similar a ti, te da cierta calma y proporciona la sensación que lo que piensas es cierto porque "todo el mundo lo piensa". Este modelo de interacción crea también un espejismo para el usuario que le lleva a creer que tiene más comocimientos que los que tiene en realidad.

Es importante saber que estas aplicaciones son adictivas. Están diseñadas para serlo. Y hacen que la incertidumbre, el no saber, el dar tiempo, sea cada vez más difícil de sostener. Tener una respuesta calma la ansiedad. Si me calma debe ser bueno y, por tanto, cierto.

Pero ¿es verdad que me calma, o sólo es pasajero? Las apps como FB no están diseñadas para comprendery aumentar la conciencia del indiduo, sino para generar un cierto nivel de ansiedad que te lleva a seguir consumiendola. Es el mismo principio con el que están diseñadas las máquinas "tragaperras". Cada x tiempo tiene que haber una recompensa insuficiente que anuncia que es posible la recompensa mayor y duradera en el futuro. Pero la promesa nunca se cumple. Así nos mantienen enganchados.

Algunos hablaban en los 80 que llegaría un momento en el que nos obligarían a implantarnos un chip para espiarnos y controlarnos. Hemos llegado a la actualidad donde no sólo no nos tienen que obligar a usarlo sino que pagamos una media de 250€ al año por ello. Es el móvil que, lleno de sensores, antenas, cámaras y micrófonos, lo controla todo. Y ofrecemos nuestros datos no sólo sin importarnos, sino que no me imagino, en este momento, a un porcentaje alto de la población, queriendo pagar y solicitando legislar los servicios que consumen a cambio de su privacidad.

No sólo hay que apagar la TV, sino desconectarse de Facebook y Google lo antes posible.

Report Page